La inflación, conceptualmente, es un aumento generalizado y constante de precios. Al respecto se decía que si llegaba a un 20 o 25% anual, se iba a desmadrar. Pero no ha sido así y son pocos los que creen que se pueda gestar una espiral inflacionaria. Algunos dicen que falta inversión, que falta crédito, que cada vez hay más pobres. Según algunos economistas No se dispara porque [Néstor] Kirchner entendió que hay que tener muchas reservas en el Central; porque la cuestión fiscal, más allá de haberse deteriorado un poco en el último tiempo, aún es manejable y finalmente, porque el contexto internacional es muy benigno con el país.
La explicación de estos economistas tiene sus números . Desde que Kirchner llegó al poder en 2003 las reservas internaciones que atesora el Banco Central pasaron de US$ 13.810 millones a 52.145 millones a fines de 2010, según datos de la entidad monetaria (habiendo pagado casi u$s15.000 millones para sacarnos de encima la lacra del FMI). Los dólares en el tesoro del Central son una fenomenal herramienta para manejar el valor de dólar y evitar cualquier corrida que pueda causar inflación. Pero hay inflación. Respecto a la cuestión fiscal, Nadin Argañaraz, presidente del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (Iaraf), dice que el resultado fiscal ya no es superavitario. De aquel 2,6% del PBI al que llegó el superávit en 2004 se pasó a un -0,6% en 2009 y se estima que en 2010 también se repetirán números rojos. Pero claro: tampoco se está necesitando mucho financiamiento -salvo el que algunas agencias estatales le hacen al Tesoro- para pagar sus obligaciones. Eso, según el economista consultado, es otra de las fortalezas que hacen posible que la inflación no crezca.
Por último, la balanza comercial mide lo que se compra en el exterior y lo que se vende fronteras afuera. Es otra de las fortalezas del modelo. De acuerdo con datos de Orlando J. Ferreres, compilados en el libro Dos siglos de economía argentina , en 2003 hubo un superávit de la balanza comercial de US$ 15.733 millones y en 2009 la cuenta llegó a u$s16.979 millones. Para 2010, según el relevamiento de expectativas del mercado (REM), estará en u$s 13.645 millones. Fortalezas que diferencian a esta época de otras. También se dice que las tarifas públicas al estar congeladas y subsidiadas crean expectativas inflacionarias porque las empresas no invierten por no tener rentabilidad. Ahora bien, si las tarifas están congeladas éstas no mueven el termómetro de la inflación y si las empresas reciben un susidio por la diferencia, están cobrando la tarifa plena; la pregunta es ¿Por qué no invierten? ¿Porque no ganan?.
Se dice también que la falta de billetes genera un problema; pregunto, el cliente del banco ¿tiene el dinero en su cuenta? Lo que faltaron fueron billetes, no es que la gente no tenga el dinero o el ingreso.
Ahora se dice que si bien la sequía podría jugarle al Gobierno una mala pasada en términos de recaudación fiscal y de crecimiento, también contribuiría a reducir las expectativas de inflación. Los que dicen esto estaban en contra de las retenciones pero evidentemente, con dichos de esta naturaleza, las están convalidando.
Para seguir analizando el problema y tratar de rebatir los comentarios de muchos medios, podemos decir que el primer indicador que debemos examinar es el ingreso real (poder adquisitivo) proveniente de la ocupación principal de los asalariados. La nueva encuesta trimestral provee datos desde el tercer trimestre de 2003. Entre ese momento y el primer trimestre de 2007 el ingreso real medio se incrementó 34% en forma prácticamente continua.
Posteriormente, el ingreso tendió a contraerse durante 2007 y 2008 y se recuperó en 2009. En el segundo trimestre de 2010 el ingreso real medio resultaba prácticamente igual al pico de comienzos de 2007, mientras que el producto (desestacionalizado) era 11% más alto.
Entre el segundo trimestre de 2003 y el primero de 2007 la proporción de pobres se redujo a casi la mitad, de 49,9% a 26,5%. La reducción se frenó casi totalmente en adelante. A mediados de 2009 la proporción de pobres era de 25%. Después, el índice de pobreza tuvo una reducción de 1,7 puntos porcentuales, asociada con la instrumentación de la asignación universal por hijo, llegando a 23,3% en el primer trimestre de 2010,
Por lo tanto podemos decir: Inflación hay, es cierto; no esta desbocada, ni se va a desbocar como quisieran algunos, es cierto. Entonces ¿dónde está el problema? ¿En el aumento de los ingresos de los asalariados?. Eso es una falacia, ya que un aumento del 25% del ingreso del salario no incide en el 25% del aumento del producto.
Nos podemos remitir a lo que dijeron en la Mesa de Enlace: que un aumento del trigo, no incide en la misma proporción en el aumento del pan por ser éste una parte del costo del producto final
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A que no hay inversión. Otra falacia, la inversión está hoy en el 24% del PBI cuando, técnicamente, se calcula que, en promedio, debe ser aproximadamente de un 14% para reponer equipos y bienes de uso; el 10% restante es lo que se llama inversión inducida, que es la que crea lo nuevo para seguir un crecimiento sostenido.
La inflación es sin ninguna duda un hecho político que se está dando en Argentina con una gran transferencia de ingresos a los sectores concentrados formadores de precios y que cuando el gobierno los toca saltan y se refugian el la consabida libertad de mercado y la falta de institucionalidad: nueva palabra usada por esos sectores y sus cómplices de la oposición (le pediría al lector que observe los dichos en cada entrevista).
Entonces, si el gobierno hace los deberes como debe ser, maneja las variables macroeconomías como nunca pasó en 200 años, tratando mediante políticas públicas de inversión (mucha obra pública); consumo (dándole a los que menos tienen, 2500000 de jubilados nuevos y la asignación universal por hijo); distribución del ingreso (haciendo que todos tengan algo para gastar); que los agentes económicos se encuentren con una actividad que les permita desarrollarse y que los que viven en estas tierras puedan hacerlo cada vez mejor, entonces; ¿ qué pasa? ¿dónde está el problema? Aparecen los oligopolios formadores de precios que en vez de producir más -al estar dadas todas las condiciones para hacerlo- secan el mercado con la complicidad de los políticos que hacen sus discursos alrededor del problema pero no dicen cómo se soluciona, lo mismo hacen los medios de prensa que si aumentan las reservas encuentran el pero negativo, si pagan la deuda encuentran el pero negativo, si aumentan las exportaciones encuentran el pero negativo, si subsidia el gobierno los servicios públicos le encuentran el pero negativo. Lo lamentable que dentro de todo eso está la gente bombardeada y que realmente no sabe cual es la verdad y la verdad es la realidad. Miremos la realidad.
Todos los que pronosticaron desde hace cinco años a esta parte lo hicieron para crear un clima de incertidumbre en forma negativa. Yo creo que cuando hay actividad y el río tiene caudal, seguramente las cosas van a ser mejor; por supuesto con conflictos, porque cuando una sociedad avanza aparecen los conflictos, los que no son ni buenos ni malos, pero hacen que se empiecen a entender ciertas cosas, por ejemplo, que la inflación que tenemos es causada por un sector muy pero muy poderoso acostumbrado históricamente a apropiarse, vía precios, de lo que no le pertenece.
Prof. José Manuel Fernández
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