El riesgo crediticio es el riesgo de pérdida de capital causado por la falta de pago en tiempo y forma por parte de un acreedor. En todas las inversiones financieras, incluyendo las operaciones de crédito, existe un riesgo.
El incumplimiento de las obligaciones crediticias puede ser de las siguientes maneras:
- Falta de pago.
- Pago parcial.
- Pago en fechas distintas de las pre acordadas.
La tasa de interés de una operación crediticia, representa el precio del uso del dinero en el tiempo, mas una compensación por el riesgo crediticio.
Cada acreedor tiene un riesgo estimado distinto. Se considera que las inversiones con menor riesgo crediticio son los bonos del Tesoro de Estados Unidos en el corto plazo. Su tasa de retorno es muy baja, dado que está compuesta exclusivamente por el costo del uso del dinero y no incluye el riesgo crediticio. Su rendimiento es muy bajo y su interés real es cercano a cero. En este caso, el acreedor es el gobierno de los Estados Unidos, el cual se considera muy solvente.
El riesgo crediticio incluye varios tipos de riesgo.
1- Riesgo de liquidez: falta de fondos por parte del acreedor.
2- Riesgo de instrumentación: ocasionado por la falta de conocimientos sobre los contratos, convenios y normativa e instrumentación legal.
3- Riesgo de solvencia: ausencia de garantías o activos colaterales.
Para el prestamista se trata de un problema de información imperfecta, dado que no conoce con exactitud la probabilidad de incumplimiento de las obligaciones crediticias, porque no puede conocer con exactitud la situación del prestatario, el funcionamiento de su empresa y la situación actual y futura de sus negocios y de la economía general.
Las instituciones crediticias, como los bancos, suelen realizar una clasificación de sus clientes en el cual tienen en cuenta varias variables que reflejan aproximadamente la situación de los potenciales prestatarios. Este análisis tiene como resultado una clasificación que se denomina "Scoring Crediticio".
Dado que la búsqueda de información es costosa, existen empresas que se dedican a evaluar la situación crediticia de grandes empresas. Las empresas que se dedican a evaluar el riesgo crediticio se denominan "calificadoras de riesgo" y las mas conocidas son "Standard & Poor's, Fitch Ratings y Moody's. Estas agencias califican la solvencia de grandes empresas y países, y otorgan calificaciones a los mismos. La credibilidad de las calificadoras de riesgo ha caído luego de la crisis financiera originada en Estados Unidos, dado que colocaron las mejores calificaciones a activos respaldados por hipotecas, que luego pasaron a ser activos con muy poco valor. La empresa Lehman Brothers tenía muy buena calificación cuando se declaró en quiebra.
Al mismo tiempo, además de mitigar su exposición al riesgo crediticio individual, evitando aquellos clientes cuya probabilidad de incumplimiento sea elevada, las instituciones financieras deben mitigar su exposición a un segmento de mercado o sector económico particular, dentro del esquema definido por su objetivo de negocios. Por ejemplo, una institución financiera puede definir sectores de clientes como empresas enfocadas en el consumo masivo, industriales, gobierno, servicios, comercio exterior, etc. y evitar que cada uno de estos sectores acapare una proporción excesiva de su cartera de créditos. Otra clasificación puede ser en clientes individuales, pequeñas empresas y grandes empresas; o de acuerdo a las garantías: créditos hipotecarios, créditos personales, etc.
Cuando una institución tiene una cartera amplia de clientes, puede monitorear la evolución de la tasa de morosidad global y de cada sector de clientes en el tiempo, para poder tomar medidas adecuadas con anticipación.
El riesgo crediticio existe en todas las operaciones de crédito. Las instituciones deben tenerlo en cuenta y gestionar el riesgo, para minimizar su exposición al mismo y de este modo, poder mantener una posición financiera estable en el tiempo.
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