"El FMI ya no puede jugar el rol del policía que presta a los países en dificultades imponiendo reglas muy duras a cambio"
"El Fondo enfrenta un mundo más complejo, como lo demuestra la crisis hipotecaria que comenzó en Estados Unidos"
"El equilibrio geopolítico cambió. Las economías emergentes como China, India, Brasil, Sudáfrica y México quieren más influencia. Y tienen razón"
Dominique Strauss-Kahn
Strauss-Kahn nació en Francia en 1949 y proviene de una familia de origen judío. Su familia se mudó a Marruecos, donde Strauss-Kahn pasó parte de su infancia para luego regresar a Europa, primero a Mónaco y luego a su Francia natal.
Strauss-Kahn estudió economía, ciencias políticas y negocios en París. También realizó estudios en leyes. Trabajó en un instituto de investigación académico y se desempeñó como profesor universitario de economía.
Como político, Strauss-Kahn se unió al partido socialista de Francia. En 1986 fue elegido diputado y entre 1991 y 1993 fue ministro de Industria y Comercio exterior del gobierno de Jospin. Fué intendente de la ciudad de Sarcelles, hasta que en 1997 fue designado ministro de economía.
En el año 2007, Strauss-Kahn se presentó a elecciones internas en su partido para elegir candidato a presidente, pero fue derrotado por Ségolène Royal.
Durante su mandato como ministro de economía tropezó con dos juicios que lo obligaron a alejarse de su cargo, uno por haber falsificado documentos en perjuicio de la mutual de estudiantes franceses de la que había sido abogado, y otro vinculado a la petrolera ELF, a la que le habría hecho pagar el sueldo de su secretaria. De ambos juicios, Strauss-Kahn salió absuelto y sin muchos perjuicios en la opinión pública ni en el entorno político.
Strauss-Kahn se casó con la periodista Anne Sinclair, quién conducía un programa de entrevistas a figuras políticas. Este casamiento supuso para Strauss-Kahn una mejora de su imagen pública.
Strauss-Kahn se define como perteneciente a una clase de “nuevos socialistas”, alejados de conceptos ortodoxos del socialismo y considera a los empresarios innovadores como autores del progreso social. Strauss-Kahn se opuso a la implementación de la jornada de 35 horas y apoyó la privatización de grandes empresas estatales francesas, entre ellas France Telecom y Air France. También hizo campaña por el “si” a la constitución europea. Si bien, a pesar de ser socialista, Strauss-Kahn no representaría una figura revolucionaria dentro del Fondo Monetario Internacional, se distancia de anteriores figuras que representaron al neoliberalismo ortodoxo, como Koelher, Krueger y Rato.
Strauss-Kahn advierte que el FMI podría volverse irrelevante en caso de que Estados Unidos no acuerde las reformas necesarias, e indica que, en caso de ser elegido, reconstruirá la credibilidad y eficiencia del organismo financiero. "De hecho, lo que está en juego hoy es la existencia misma del FMI como gran institución proveedora de estabilidad financiera en el mundo", advirtió.
Desde septiembre de 2007, Strauss-Kahn es el director gerente del FMI.