Capitalismo

Apreciaciones sobre el Capitalismo



Autor: Lic. Pablo Díaz Almada - Mayo 2009

Concepto de Capitalismo

Sin pretender abarcar por completo un concepto tan amplio, se puede decir que el capitalismo es un sistema económico cuya base para su desarrollo es la acumulación del capital productivo o financiero. Para ello es necesaria la propiedad privada, que permite al capitalista (dueño del capital) obtener una renta como premio al “poner en juego” dicho capital propio a los resultados futuros que dependerán de la marcha del sector o la nación en la cual se invierte o de la economía en su conjunto.


Como la dinámica del sistema capitalista es llevada a cabo por el ánimo de lucro privado, éste se desenvuelve en la esfera de los mercados que son los ámbitos donde convergen las voluntades de la parte compradora de un bien (los individuos demandantes) y la parte productora del mismo bien (los individuos oferentes). En el mercado se establecen los precios que son señales emitidas para la toma de decisiones económicas por parte de los individuos que en él participan, éstos conforman un mecanismo de racionamiento de los bienes producidos; con lo que hay quienes, aún deseando comprar el bien, quedan afuera de esta posibilidad por no estar dispuestos a desembolsar o no contar con los recursos suficientes.

Podemos decir entonces que en los mercados se genera lo que se conoce como competencia o, mejor dicho, rivalidad tanto entre productores que buscan obtener la mejor rentabilidad posible eliminando a sus competidores por ejemplo mediante estrategias predatorias o bien mediante estrategias de diferenciación, como entre consumidores que buscan incrementar su bienestar por la brecha entre el valor subjetivo que le otorgan a un bien y el precio realmente pagado por el mismo.

El sistema capitalista emerge en primer lugar en los países centrales de occidente y en el siglo XX trasciende prácticamente todas las barreras nacionales; donde en un principio es posible identificar el mero capitalismo industrial y en nuestros días el llamado capitalismo financiero y globalizado. Los defensores del capitalismo promulgan que en el período mencionado el mundo ha vivido un desarrollo económico monumental sin precedentes, y ha sido capaz de superar crisis como la gran depresión de los años 30, la estanflación de los 70 o incluso que la actual igualmente será superada.


El Capitalismo Según Marx

Hacia fines del siglo XIX, el gran economista alemán Karl Marx formulaba una tesis de cómo el sistema terminaría acabando y que la raíz de su final se encuentra dentro del propio sistema. Para Marx la historia es una madeja de constante conflicto, de lucha de clases entre opresores y oprimidos, que evoluciona revolucionando la sociedad. En el llamado capitalismo industrial esa lucha se manifiesta entre el propietario del capital “burgués” y el asalariado “proletario”, en la cual éste depende totalmente de aquél para su subsistencia.

Con la expansión del capitalismo, Marx y Engels (1849) opinan que “…se desarrolla la clase de los obreros modernos que no viven sino a condición de encontrar trabajo y que no lo encuentran si su trabajo no acrecienta el capital. Estos obreros, obligados a venderse diariamente, son una mercancía como cualquier artículo de comercio…”; es decir que sufren todas las contingencias que acarrea la rivalidad antes mencionada. Por esto “…lo que cuesta hoy día el obrero se reduce poco más o menos a los medios de sostenimiento de que tiene necesidad para vivir…” Ideas tan actuales que expresa poéticamente José Larralde: “Me ofrecieron conchabo pa’ ir tirando, pa’ ir tirando. El trabajo anda escaso, y el hambre es mucho, y el lomo es ancho…” “…La pucha  que valgo poco, si no me alcanza ni pa’ cigarro. Y el hueso que llevo al rancho, dentro del pecho, me está golpeando…”1 Y también: “Se viene la cosecha fina, después de una esquila que poco dejó, y voy camino de la estancia, con hambre y con ansias de ver al patrón. Ya no tengo plata, y pa’ colmo ya no dan mis hombros pa’ tanto cinchar. Me pongo a pensar en mi rancho, y veo que el carancho ya empieza a rondar. No tengo ni vacas ni chanchos, y el charqui en el gancho dejó de colgar... Por miedo a que el rico se enoje, mi lengua se encoge, ¡que maula que soy!2

Es importante aclarar en este punto que el dueño del capital no puede obtener ganancia si no produce, no puede producir si no combina su capital con otro factor productivo; es aquí donde aparece el papel fundamental que juega el trabajo, sin él toda la dinámica sería imposible de llevar a cabo. Ahora bien, como es el proletario el que está supeditado al capitalista y no al revés, quien pone la mano de obra lleva todas las de perder. Porque en los períodos de auge de la economía, el salario nunca crece al ritmo de las ganancias de la empresa, entonces se incrementa la apropiación de la plusvalía por parte del capitalista. En los períodos recesivos, la primer variable de ajuste es el desempleo, ni qué hablar de la posibilidad de aumento en salarios, todo para sostener las ganancias capitalistas que son las que pondrán en marcha el desarrollo una vez iniciada la recuperación.

Marx piensa los sistemas económicos que han dominado el mundo en términos evolutivos, así siempre aprobará la llegada del capitalismo frente a cualquiera de los sistemas pre-capitalistas pues es un paso previo necesario para el surgimiento de un nuevo sistema superador. Por ello es posible encontrar en notas periodísticas de la época de la invasión a México, aprobar el triunfo estadounidense como un avance natural de lo que puede considerarse un cierto determinismo histórico. En opinión de Engels era mejor que California pasara de manos de los “perezosos mexicanos a las de los enérgicos yanquis”, quienes pronto integrarían sus riquezas al sistema económico mundial. Con un criterio de que el fin justifica los medios por encima de los principios morales se encontraban los hechos históricos universales.3

El Capitalismo Según Schumpeter

Hacia los años treinta y los cuarenta del siglo XX otro gran economista, el austriaco Joseph Schumpeter, aclara de una manera particular la dinámica del capitalismo, el cual es un sistema en persistente evolución caracterizado por lo que él llama “destrucción creadora”. Es decir, en ciertos períodos una rama productiva de la economía es el motor de la misma, luego entra en crisis por el avance tecnológico y surge una nueva rama productiva destinada a convertirse en el nuevo motor, destruyendo así la anterior. En este proceso de cambio en el cual unos pierden y otros se transforman en los nuevos ganadores, a largo plazo la sociedad completa es la beneficiada, que goza del desarrollo económico y tecnológico que le permite un mejor nivel de vida. Podemos decir que existe una revolución incesante intra-sistema destruyendo lo viejo y creando lo nuevo.4

El rol primordial es llevado a cabo por el empresario capitalista que es el individuo capaz de asumir riesgos introduciendo la innovación en los procesos de producción, de gestión o de comercialización. Es decir que el empresario en la visión de Schumpeter es el actor principal del sistema capitalista, es quien le da vigor introduciendo los cambios que son propios del capitalismo, pues éste es intrínsecamente dinámico, como tal, se justifica entonces que el empresario gane, y gane mucho.

Consecuencias del Capitalismo

El capitalismo es un sistema que agudiza constantemente dentro de una nación y entre naciones la inequidad social, la marginación, la pobreza y la dependencia económica; además que las crisis son generadas por el mismo sistema y serán las que terminarán destruyéndolo. Es idea de Marx y Engels (1849) que el sistema sufre constantes crisis de sobreproducción donde se presentan dos posibles formas de superarla; una “…por la destrucción violenta de una masa de fuerzas productivas…”, y otra, “…por la conquista de nuevos mercados y la explotación más intensa de los antiguos…” pero esto prepara crisis cada vez más generales y más tremendas mientras destruye los medios que servirían para prevenirlas. Más aún, en la actualidad, al superar las barreras transnacionales las empresas, la explotación laboral, la desigualdad social y la dependencia económica se globalizaron.

Debido a sus características y las reglas de juego impuestas el mercado es una relación de fuerza que construye desigualdades. Pues es sabido que en el mercado no hay discriminación, salvo en cuanto a lo que uno está dispuesto a pagar por un bien o, podríamos decir también, lo que uno puede pagar por un bien. Además no sólo el capitalismo crea nuevos mercados, pues los necesita para funcionar, sino que en esto es capaz de generar nuevas necesidades e incluso servirse de mercados donde la comercialización de algunos productos resulta muy poco ético. Dejando en claro de este modo que la ética no es condición necesaria ni tiene que ver con el desarrollo del mismo.

Uno podría propender a una mayor participación del Estado para regular las “fallas” del mercado, pero aquí aparecen las fallas del estado entre las cuales, a menudo no apuntada por la teoría, se encuentra la dependencia de las decisiones de quienes conducen los Estados a los capitales nacionales, internacionales y financieros. Así como mencionan Marx y Engels (1849) “el Gobierno moderno no es sino un Comité administrativo de los negocios de la clase burguesa.”

Es imposible no ver la realidad en la cual cae nuestra sociedad, no sólo en cuanto a los niveles de pobreza, sino también en el hecho de que si uno presta atención a cualquier índice de desigualdad que se tome, es posible advertir una explosión en su crecimiento. Por otro lado, si bien el sistema ha provocado importantísimos avances tecnológicos que procuran el bienestar de una sociedad, tal como menciona Schumpeter, es altamente visible que este progreso sólo llega a unos pocos. Pero lo peor de todo, a mi entender, es por un lado la devastación de valores éticos tan loables como la empatía, el compromiso por los demás y el bien común, y por otro la alteración en una simple mercancía de bienes tan preciados como el arte, la salud, la cultura, la educación y la propia persona.

Referencias

Marx, K. (1849) “Trabajo asalariado y capital.” Traducción Proyecto Espartaco (2000-2001).

Marx, K. y Engels, F. (1849) “Manifiesto comunista.” Traducción editorial El Aleph (2000).

Marx, K. (1867-1894) El capital.” 3 vols., México D.F. Fondo de Cultura Económica (1985).

Monjarás-Ruiz, J. (1983) “México en los escritos y fuentes de Karl Marx.” Nueva Sociedad No. 66 Mayo-junio, pp 105-111. Disponible en: http:// www.nuso.org/upload/articulos/1068_1.pdf

Schumpeter, J. A. (1942) “Capitalismo, socialismo, y democracia.” Traducción editorial Aguilar (1952).

1 “Grito Changa” J. Larralde

2 “Sin Pique” J. Larralde

3 Monjarás-Ruiz (1983)

4 Schumpeter (1942)