Economía Ecológica

El crecimiento por el crecimiento es la ideología de la célula cancerígena Edward Abbey


Durante varios siglos se ha pensado que la humanidad es el centro alrededor del cual gira el mundo. Esta idea se la ha fomentado ya sea a nivel astronómico con la visión de Ptolomeo o en varias religiones e incluso dentro de varias ciencias sociales.

La falta de consideración de las limitaciones dentro de las cuales se desenvuelven varias de las actividades humanas ha llevado a plantear visiones del mundo que no logran fomentar verdaderas soluciones de fondo a los problemas que aquejan a la humanidad, además de la participación de intereses de grupos de poder que buscan (incluso a través del conocimiento científico) legitimar acciones que no serían aceptadas si fueran explicada como lo que realmente son.


Por ende, el planteamiento de una visión económica que considere a la Naturaleza dentro de sus análisis de forma seria es un gran avance en torno a la búsqueda de una visión que ya no ponga al ser humano “por encima de”, sino que lo ubique en “equilibrio” con los demás entes que lo rodean.

La consideración de un sistema económico dentro de un sistema ecológico demuestra que el pensamiento económico contemporáneo está buscando alternativas a la visión neoclásica de la economía, pues está dándose cuenta que gran parte de las crisis económicas, ambientales, sociales, culturales y demás están bastante ligadas al sistema económico actual.

Así, desde el conocimiento científico, se encuentre en algún momento la verdadera alternativa al actual sistema de sobreproducción y sobreexplotación.


Algunas Definiciones

La palabra griega “oikoç ” es el origen del vocablo “eco” tanto en la palabra “ecología” como “economía”. “oikoç ” es equivalente a “casa” en el griego antiguo, de ahí que se puede notar una importante relación entre los términos “ecología” y “economía”.

“Ecología” (oikoç : casa, logos: tratado) es la ciencia que estudia a los seres vivos, su ambiente, la distribución y abundancia, así como la afectación de esas propiedades debidas a la interacción entre los organismos y el ambiente (Margalef, 1998).

Mientras que la Economía (oikoç : casa-patrimonio, vεμvεωiv: administrar) a nivel de ciencia puede ser definida tanto objetiva como subjetivamente. A nivel objetivo tenemos que: La economía…es la ciencia que estudia las leyes que rigen la producción, la distribución, la circulación y el consumo de los bienes materiales (o también servicios) que satisfacen necesidades humanas Friedrich Engels. A nivel subjetivo se define a la economía como La ciencia que se encarga del estudio de la satisfacción de las necesidades humanas mediante bienes (o servicios) que, siendo escasos, tienen usos alternativos entre los cuales hay que optar Lionel Robbins.

Observando la definición de Economía ya sea a nivel objetivo o subjetivo se nota que existe una innegable conexión entre las actividades económicas y el ambiente que permite (a través del trabajo) la obtención de los bienes materiales necesarios para la satisfacción de las necesidades humanas.

Entonces se definiría a la Economía Ecológica como el estudio de las interacciones de los sistemas económicos con los sistemas ecológicos, de hecho los humanos son una especie de animales así que en ese sentido, bajo estas definiciones, el campo de estudio de la economía (que siempre ha sido y será el comportamiento de los seres humanos) es a su vez un subconjunto del objeto de estudio de la ecología.

Obviamente los seres humanos son una clase particular de animales que además de sus características biológicas, se diferencia del resto por su capacidad de producir (trabajar), capacidad que innegablemente retroalimentó el proceso de evolución de la especie humana. Otra gran diferencia son las relaciones sociales que son capaces de desarrollar las personas, conflictos de intereses que vuelven bastante diferente la actividad económica humana a la simple satisfacción de necesidades que tiene cualquier ser vivo.

De esta manera quedaría definida la economía ecológica como una visión mucho más amplia a la visión tradicional, pues se toma en consideración al sistema ecológico que contiene a los distintos sistemas económicos posibles. Esto se lo puede visualizar en la siguiente gráfica, en donde, sin importar el sistema económico, se ve que este está contenido en el sistema ecológico.

Contrastes con la visión neoclásica

La visión neoclásica define al sistema económico como un perpetum mobile lubricado por el dinero, en donde las empresas venden bienes y servicios, y con esto remuneran los factores de producción (tierra, trabajo y capital según esta escuela del pensamiento), pero no considera la forma de utilización de los recursos que brinda la naturaleza, creando un sistema de circulación infinita e insostenible. De hecho se pretende mostrar un sistema no histórico, en donde no se da mayor importancia al problema de la producción, sino que se asume que esa cuestión se encuentra resuelta.

Pero de hecho el problema de la producción (analizado desde el comienzo hasta el final) es fundamental para la comprensión de la relación entre sistema ecológico y sistema económico. Así, debido a la capacidad para mejorar los procesos productivos, generar excedentes y promover la explotación de un grupo humano sobre otro, cada sistema económico posee particularidades que modifican la relación existente con el sistema ecológico, tal es así que en el caso del capitalismo se dan procesos de sobreproducción que la mayoría de veces acarrean procesos de sobreexplotación de recursos.

Considerando lo anterior, se debería modificar el modelo de sistema económico e insertarlo dentro del sistema ecológico. Es así que en este caso la economía ecológica ve al planeta Tierra como un sistema abierto a la entrada de energía solar, además considera que el sistema económico requiere entradas de energía y materiales (obviamente para la producción). Según este modelo, se generan dos tipos de residuos: calor disipado (la cantidad de entropía –energía que no puede utilizarse para producir trabajo- de cualquier sistema aislado termodinámicamente tiende a incrementarse con el tiempo) y los residuos materiales que mediante reciclaje pueden volver a ser parcialmente utilizados. Para que este sistema se sostenga se requiere un suministro adecuado de energía y materiales y también exige poder disponer de los residuos de manera no contaminante.

Junto con este contraste, la economía ecológica realiza algunas críticas a la visión neoclásica, y su extensión al problema medioambiental (economía ambiental), extensión que busca por medio del mercado solucionar la exagerada generación de residuos (calificándolos como externalidades) y alcanzar un punto de equilibrio entre contaminante y afectado. Las principales críticas son:

  • El modelo neoclásico es cerrado y no considera el problema de la producción.
  • La incapacidad de poder encontrar para toda materia un equivalente en términos de valor vuelve muy difícil de cumplir la solución neoclásica al problema ambiental que se remite en un encuentro oferta-demanda que exige la existencia de precios (ya sea en términos relativos o monetarios). Para este punto cabe considerar que a diferencia de la producción regular de las empresas, los desechos y la contaminación no son mercancías (no existiría un verdadero valor de uso), por lo que la valoración se vuelve demasiado subjetiva.
  • También se critica la idea de que la oferta y demanda a través de un equilibrio pueda solucionar problemas como la extinción de una especie, pues por el desfase entre precios y stock físico del producto (desfase propio del capitalismo entre el sector real y el sector monetario) hay la opción de que se exterminen especies hasta que los precios vuelvan a caer.

Ahora, si bien el debate entre las dos visiones presentadas ha tomado fuerza en los últimos años, sus orígenes se remontan a más de cien años atrás, cosa fácilmente comprensible si recordamos que la química, la física y la biología necesarias para entender cómo la economía humana está inmersa en ecosistemas mucho más amplios, estaban ya disponibles desde hace ciento cincuenta años. Es decir, la escuela de economistas llamados Fisiócratas, en la Francia del siglo XVIII, o Adam Smith (quien publicó La Riqueza de las Naciones en 1776, o David Ricardo, o Thomas Robert Malthus) escribieron antes de que se establecieran los postulados de la Termodinámica, pero eso no se aplica ni a Marx, ni a los economistas neoclásicos como Walras o Jevons, todos ellos autores de la segunda mitad del siglo XIX.

Planteamientos de la Economía Ambiental

Como ya se enunció, la economía ecológica considera al sistema económico como un proceso abierto dentro de un sistema mayor, el ecosistema Tierra. De tal forma que la economía no es analizada en sí misma (ni tampoco soluciona todos sus problemas dentro de sí misma), sino en su interrelación con los ciclos bioquímicos.

Así, los ecosistemas no solo proveen recursos, sino que también cumplen una gama de funciones para el ser humano como ser biológico y para las actividades que desempeña la sociedad humana.

Aquí tenemos algunas de las funciones que cumplen los ecosistemas:

Funciones que cumplen los ecosistemas

Funciones regulatoriasFunciones productivasFunciones de soporteFunciones de información
Proporcionar sustento para actividades económicas y de bienestar humanoProporcionar recursos básicosProporcionar espacio y base adecuadaProporcionar beneficioes estéticos, culturales y científicos

También se considera el carácter no renovable de varios recursos y funciones provenientes de los ecosistemas, en contraposición al modelo de crecimiento sin fin neoclásico, de tal forma que las actividades económicas se encontrarían limitadas no solo por las contradicciones de clase dentro del sistema o por el inapropiado manejo del circulante o por la incapacidad de realización de la venta de mercancías, sino también por condiciones físicas.

Conclusiones

Existe realmente una interrelación entre Economía y Ecología, a tal punto que las raíces griegas de estas palabras son similares, lo que da validez al concepto de Economía Ecológica.

Tanto la visión objetiva como subjetiva de la Economía requieren de la consideración de los sistemas ecológicos, ya sea como sustento para la producción y más importante aún como medio para satisfacer necesidades.

El objeto de estudio de la Economía de hecho es un subconjunto del objeto de estudio de la Ecología.

El modelo neoclásico no considera dentro de su descripción del sistema económico al sistema ecológico ni las interrelaciones entre los dos sistemas.

El modo de producción capitalista acelera los procesos de sobreproducción y también fomenta los procesos de sobreexplotación.

La Economía Ecológica crítica a la visión neoclásica su postura encerrada en sí misma, la tendencia de transformarlo todo a valor (dinero) y la creencia de la solución de los problemas del sistema vía oferta-demanda.

Dos de los planteamientos que realiza la Economía Ecológica son: un sistema económico abierto a un sistema ecológico y un sistema ecológico cerrado en recursos aunque abierto en energía (especialmente solar).

Recomendaciones

Es interesante el planteamiento que realiza la economía ecológica al considerar a los sistemas ecológicos como contenedores del sistema económico, lo que cabría proponer es que se debería hacer más énfasis en la realidad de los sistemas ecológicos en el capitalismo, ya que si bien la crítica al modelo neoclásico es importante, también es necesario criticar otras visiones de la economía que promueven (o rechacen) el capitalismo (el cual no es malo en sí mismo, sino que genera problemas de sobreexplotación), para de esa dialéctica perfeccionar aún más la teoría económica ecológica.

Se debe fomentar mucho más la integralidad de la teoría económica (como en este caso lo hace la Economía Ecológica), es decir, retomar las bases de la teoría y dejar de lado ciertas visiones que buscan aislar la Economía de otras ciencias sociales e incluso tratan de subestimar el hecho de que en realidad la Economía es una ciencia social.

Bibliografía

Wikipedia

Guillermo Fuladori, Naína Pierres Estrades, ¿Sustentabilidad?

Juan Alier Martínez, Curso de Economía Ecológica

Paul Samuelson, Microeconomía

Michael Common, Ecological Economics, an introduction