El incumplimiento en la obligación de pagar impuestos puede resumirse entre la diferencia entre lo que los agentes económicos deben pagar y lo que efectivamente pagan. La evasión de impuestos es posible porque las variables que definen la base imponible
(ventas, ganancias, etc.) son difíciles de observar y controlar. Un ejemplo es la subdeclaracion de la base imponible y por ende, un pago menor de lo que corresponde. Para la administración tributaria es posible verificar la base imponible a través de auditorias, pero estas son costosa e imperfecta. Mientras que la elusión de impuestos se da cuando los agentes económicos reducen su carga impositiva legalmente, apelando a tratamientos favorables o a ciertos aspectos no previstos en la ley. Si bien existe una diferencia desde el punto de vista legal (la evasión es un delito y la elusión no) son similares desde el punto de vista ético y económico.
La consecuencia directa de la evasión es la perdida de recursos del sector publico y la restricción del as políticas que pueden llevarse a cabo con ellas. Por otro lado, la evasión genera una distribución desigual en la carga impositiva que suele tener efectos sobre la eficiencia y la distribución del ingreso.
EFICIENCIA, EQUIDAD Y DESARROLLO ECONOMICO
En los últimos años la política de desarrollo económico predominante ha sido el “Consenso de Washington”. Este apuntaba a ampliar el papel de los mercados y limitar el del estado. Luego del fracaso de los años noventa, estas políticas ya no tienen un consenso tan homogéneo. Algunos economistas como Dani Rodrik, cuestionan duramente los fundamentos intelectuales del consenso de Washington. Rodrik afirma que aunque la economía es una sola, existen muchas recetas para el desarrollo. Es decir, los países de desarrollan siguiendo políticas adaptadas a condiciones locales concretas y no siguiendo formulas genéricas de los teóricos de la economía. Esto pone en tela de juicio al consenso de Washington y su formula de privatización, desregulación del mercado de trabajo, liberalización financiera, integración económica internacional, y estabilidad macroeconómica internacional basada en baja inflación.
Siguiendo con el comentario de Rodrik, que afirma que la economía es una sola y existen muchas recetas para el desarrollo, se podría llegar a interpretar que la economía neoclásica es la única verdadera economía. Es necesario destacar que existe una división en la familia de economistas neoclásicos, ente los que creen que las economías de mercado del mundo real se aproximan a la competencia perfecta y quienes no lo creen. Los primeros se identifican con la escuela de Chicago (Milton Fridman, George Stigler) y los segundos con la escuela del MIT (Samuelson, Rodrik, Krugman, Stiglitz)
La escuela de Chicago afirma que las economías de mercado del mundo real producen resultados en gran medida pareto-eficientes que la política pública no puede mejorar. Es decir, cualquier intervención del Estado en la economía perjudicaría a alguien.
En cambio, la escuela del MIT sostiene que las economías del mundo real padecen las consecuencias de grandes fallas que tienen los mercados, como el monopolio y la competencia imperfecta, las externalidades (por ejemplo, la contaminación), y la incapacidad de suministrar bienes públicos. En consecuencia, las intervenciones regulatorias orientadas a las fallas de mercado pueden beneficiar a todos.
Con respecto a la equidad, para la escuela de Chicago, los intentos para remediarla son demasiado costosos, porque la manipulación de los mercados y la intervención estatal causan ineficiencia económica.
Los economistas del MIT sostienen lo contrario, la equidad es importante, y el mundo real presenta una falla de equidad inaceptable y las fallas del estado se pueden prevenir mediante un diseño institucional idóneo, incluida la democracia.
EFICIENCIA Y RECAUDACIÓN
La existencia de distorsiones provocadas por los impuestos afecta al nivel de ingresos públicos que los diferentes niveles de gobierno pueden obtener de sus sistemas impositivos. Sin embargo, estas distorsiones, en gran medida, ya están previstas en el diseño de los propios impuestos por lo que su coste recaudatorio ya está descontado.
Uno de los factores que influye en la mayor o menor tolerancia de la presión fiscal es el nivel de transparencia y eficiencia de la actuación de la Administración Tributaria. Cuanto mayor es la transparencia, mayor será la eficiencia de la actividad pública, —entendida como el cumplimiento de los objetivos perseguidos al menor coste posible—, y mayor será la equidad conseguida a través de la actividad pública. En consecuencia, mayor será la tolerancia a una mayor presión fiscal. En los siguientes cuadros, se puede ver la presión fiscal para los países de la Unión Europea y para América Latina.
Presión Fiscal en la Unión Europea
País | 1995 | 2004 | 2005 |
Suecia | 49,0% | 50,2% | 50,5% |
Bélgica | 43,8% | 44,9% | 45,2% |
Finlandia | 45,6% | 44,6% | 44,3% |
Francia | 42,7% | 43,1% | 43,4% |
Austria | 41,3% | 43,0% | 42,6% |
Italia | 40,1% | 41,5% | 40,6% |
Alemania | 39,8% | 39,6% | 38,7% |
España | 32,7% | 34,0% | 34,6% |
Irlanda | 33,1% | 29,0% | 30,2% |
Promedio | 39,5% | 40,0% | 40,1% |
Fuente: Elaboración propia en base a Eurostat 2006.
Presión Fiscal en Latinoamérica
País | 1995 | 2000 | 2004 |
Brasil | 29,8% | 32,5% | 35,9% |
Uruguay | 23,1% | 23,6% | 24,0% |
Argentina | 20,3% | 21,5% | 26,3% |
Chile | 16,8% | 17,8% | 17,3% |
Panamá | 17,4% | 16,0% | 14,9% |
Colombia | 13,4% | 14,1% | 17,2% |
Paraguay | 12,0% | 12,0% | 13,3% |
México | 12,1% | 12,1% | 11,5% |
Ecuador | 11,6% | 11,6% | 13,7% |
Promedio | 16,6% | 17,7% | 19,4% |
Fuente: elaboración propia en base a FMI, CEPAL.
Existe una gran diferencia en cuanto a los niveles de presión fiscal, en gran medida, por los problemas de eficiencia y transparencia que existen en América Latina. El promedio de presión fiscal en estos países es 14,9%, mientras que en los países europeos es 40%. La Argentina, junto con Brasil y Uruguay, son los países de mayor presión fiscal de América Latina, mientras que en la Europa son Suecia, Dinamarca, y Bélgica. Estas grandes diferencias se relacionan con la falta de eficiencia y transparencia. Se supone que a mayor transparencia y equidad de un sistema tributario, los ciudadanos estarán más dispuestos a tolerar una alta presión fiscal.
Por el contrario, cuando existe poca transparencia el nivel de eficiencia también será bajo, se alcanzará poca equidad y la tolerancia será escasa. Por lo tanto un incremento del tipo de gravamen puede que no genere un aumento en la recaudación esperada.
También podemos entender dentro del concepto de transparencia, referida al ámbito tributario, el hecho de que los impuestos sean claros, de fácil aplicación, coherentes, estables y que incorporen seguridad jurídica en su aplicación, pues sólo así el importe que cada uno está obligado a pagar será más cierto y habrá mayor seguridad jurídica para el ciudadano.
La complejidad tributaria, genera problemas de eficiencia, eficacia y disminución del bienestar por aumento del costo para el ciudadano y aumento de la evasión, con la consiguiente pérdida de ingresos para el Estado y para la sociedad. Las herramientas tecnológicas actuales permiten mejorar la eficacia de los sistemas tributarios rápida y sensiblemente. Facilitar el cumplimiento voluntario de las obligaciones fiscales así como reducir el coste indirecto derivado del cumplimiento de las mismas incide en la transparencia. El nivel de fraude en el sistema impositivo afecta directamente a la equidad del mismo, cuanto mayor sea el fraude menor equidad se conseguirá. Uno de los supuestos de este trabajo es que la ineficiencia en la recaudación afecta a la equidad y eficiencia del sistema.
EFICIENCIA Y EVASION
La evasión impositiva es todo tributo que debiendo ingresar al estado no lo hace, constituyendo una especie de subsidio a favor del evasor. Un sistema podrá ser equitativo en teoría si sus leyes establecen equitativamente lo que cada uno tiene que pagar, pero si luego algunos pagan el impuesto y otros no, el sistema en la práctica no será equitativo.
Desde el punto de vista económico, la evasión genera efectos negativos en términos de equidad horizontal y eficiencia asignativa.
La equidad horizontal se ve afectada ya que los que evaden impuestos se auto discriminan positivamente respecto de los que tributan, cuando ambos están en igualdad de circunstancias y obligaciones respecto a la tributación.
La eficiencia paretiana también se ve afectada pues los que no pagan los impuestos que les corresponden enfrentan una menor restricción presupuestaria que la que tendrían si lo hiciesen, por lo tanto, expanden su nivel de actividad a niveles subóptimos respecto del óptimo social. Por otra parte en el caso concreto de un impuesto general a los consumos tipo IVA, el hecho que unos cumplan y otros evadan implica que el impuesto termina convirtiéndose en un tributo selectivo con la consecuente carga excedente (Macón, 2002), excepto que se trate de bienes o servicios con demanda perfectamente inelástica.
Según O’Connor (2006), el grado de desarrollo de los países esta inversamente correlacionado con la evasión en el IVA, y con la evasión en general, por eso en todos los países subdesarrollados la economía informal y la evasión son mayores.
Algunos factores determinantes de la evasión fiscal según distintas teorías y modelos de análisis económico y no económico son:
a) La magnitud de las alícuotas impositivas, en cuanto a que a mayores tipos impositivos mayor evasión.
b) El riesgo a ser fiscalizado, en el sentido que a mayor probabilidad de fiscalización menor propensión a evadir.
c) La magnitud de las sanciones (multas y penas privativas de la libertad), disminuyendo la propensión a evadir ante aumentos de las penas.
d) La equidad del sistema tributario, en cuanto que a mayor equidad menor propensión al fraude.
e) La actitud social hacia quienes no pagan, disminuyendo la propensión a la evasión ante una mayor reprobación social.
f) La relación de intercambio entre las prestaciones públicas y las obligaciones tributarias, en particular en casos de comparación con otros contribuyentes, decreciendo la propensión al fraude ante un aumento de los beneficios individuales que se perciben de las prestaciones públicas.
g) La falta de valoración positiva de los bienes sociales financiados por los tributos.
h) La moral media de la sociedad.
i) Los costos de cumplimiento.
Merece una breve y específica mención la creciente necesidad de intensificar las acciones gubernamentales en el camino de una mayor educación tributaria que cree conciencia de los efectos negativos que produce la evasión, lo que podría inducir algún cambio al menos en términos de los puntos e), g) e h) de los factores antes citados.
El problema de la evasión surge cuando un sector tiene una mayor capacidad de evasión que otros (a pesar de existir tasa impositivas homogéneas), provocando distorsiones en las decisiones de consumo, ya que los impuestos se cobran únicamente sobre el sector formal. De esta manera se ven afectadas la carga fiscal y la equidad del sistema tributario.