El pasado lunes El Banco Privado Portugués, interrumpió formalmente el pago de depósitos a clientes ya que corre el riesgo de declararse en quiebra, con la conclusión de que todos deben de gozar de un tratamiento equitativo. El BPP se encuentra a la espera de un plan de rescate por parte de las autoridades.
En cuanto a sus clientes el día de ayer ocuparon la sede en Oporto, y permanecerán en el edificio exigiendo un reembolso de sus depósitos y la renuncia de la directiva del banco ya que se niegan seguir pagando. También denuncian delitos de blanqueamiento de capital, con supuestas falsificaciones contables y la inexistencia de una contabilidad organizada.
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