Ley de Okun
En la teoría económica, la ley de Okum indica que existe una relación positiva entre las variaciones del producto y el nivel de empleo en la economía. Es decir que un incremento en el producto implica un aumento en la cantidad de personas ocupadas.
En Argentina se cumple la ley de Okum para el período 2000/2005, aunque es necesario determinar la magnitud de la misma y cómo evoluciona en el tiempo. Para ello se utilizará la elasticidad empleo-producto de la economía, que mide la repuesta relativa del nivel de empleo ante un cambio del producto. Dado que en el proceso de producción intervienen otros factores además del trabajo, el nivel de empleo no depende en forma exclusiva del nivel del Producto Interno Bruto ( PIB ). Por este motivo, los valores de la elasticidad deben analizarse teniendo en cuenta el ciclo económico y otros factores no menos importantes como la evolución de la productividad del factor trabajo, el nivel de inversión o los costos laborales, entre otros.
En el cuadro I se observa que en el 2° semestre de 2000 la elasticidad fue de 0,26, esto indica que un incremento de 1% en el producto generaba un aumento de 0,26% en el empleo. Este fue el último semestre de crecimiento del producto antes del derrumbe del modelo de convertibilidad.
En el 1° semestre de 2003 el coeficiente alcanzó el máximo valor en el período de análisis asumiendo un valor de 1,85. A partir de entonces, se observó una tendencia decreciente en la creación de empleo por cada incremento unitario porcentual del producto. Así, en el segundo semestre de 2004 un aumento del 1% en el PBI generaba un crecimiento de 0,46% en la ocupación, mientras que en el primer semestre de 2005 el mismo aumento del PBI implicó un aumento de 0,17 puntos porcentuales. Esta última medición indica que para que el empleo aumente un punto porcentual, es necesario un aumento del PBI de 5 puntos. (Ver tabla I)
Tabla I: Elasticidad empleo-producto
Explicar por qué el crecimiento del PBI genera menos empleo es un tema complicado debido a que el proceso de producción además de mano de obra utiliza insumos diversos como el capital y la tecnología cuyas demanda también varían frente a cambios en el nivel del producto. Por tal motivo, se toman como posibles factores que expliquen el fenómeno de la disminución de la elasticidad empleo-producto a la productividad de la mano de obra y la relación entre el nivel de capital y el de empleo.
Productividad del Factor trabajo
La productividad del factor trabajo depende entre otras cosas de la capacitación, del tiempo que una persona haya realizado la misma actividad, y del capital y tecnología disponible. Suponiendo el nivel del capital constante, un aumento en la productividad del factor trabajo implica que para generar un nivel dado de producción cada vez es necesario contratar menos trabajadores porque estos realizan las tareas de manera más eficiente.
El aumento en la productividad de la mano de obra es el primer argumento que esgrime el Gobierno a la hora de explicar la disminución en el coeficiente de elasticidad empleo-producto y ceder terreno a la hora de renegociar los salarios.
Sin embargo, la productividad se encuentra un 8% por debajo de los niveles de 1997-1998, y el nivel del PIB (a precios constantes) se acerca a los valores de 1998. Por lo tanto, es importante resaltar que con niveles de producción similares y baja productividad, este aumento en el producto fue posible debido a un mayor nivel de empleo en la economía, es decir la falta de productividad fue cubierta con mayor cantidad de gente ocupada.
Niveles de Inversión
A medida que cada de unidad capital es utilizada en forma más intensiva (con más unidades de trabajo) se vuelve más productiva, sin embargo este aumento en la productividad del capital es decreciente y tiene un límite que se encuentra en la capacidad instalada de cada industria.
Los niveles de inversión del primer semestre de 2005 (a precios constantes) todavía se encuentran 17% por debajo de los correspondientes al primer semestre de 1998 mientras que la tasa de empleo aumentó el 7% en el mismo período. En conjunto, las industrias están utilizando el 70% de su capacidad instalada –los casos más complicados son los de los sectores de petróleo y metálicas básicas, que se encuentran prácticamente en el límite de su capacidad de producción (84,4% y 94,4% respectivamente)-. De no mediar aumentos en la inversión, para ampliar la capacidad operativa de las industrias se limitará tanto el crecimiento en el producto como en el empleo. Resulta imperativo, entonces, fomentar políticas que estimulen la inversión para que se genere crecimiento con creación de empleo, dado que el stock de capital de algunos sectores no es suficiente para seguir incorporando trabajadores.
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