Minería en el Perú... ¿una nueva prosperidad Falaz?

Luis Sánchez A


...En los años del siglo XXI, en el Perú se vivió una época dorada... éramos vistos como un país de gran inversión y oportunidades en el contexto global... sin embargo... no se planificó.





El naturalista y científico italiano Antonio Raymondi alguna vez dijo que el Perú es un mendigo sentado en un banco de oro; pues al maravillarse de tantos y diversos recursos naturales que había conocido y estudiado pronunció dicha expresión muy recordada cada cierto tiempo. Y es que desde el siglo XIX el Perú ha ido experimentando una suerte de luz al final del túnel haciendo uso de sus variados y gratis recursos naturales; recursos que efectivamente salvaron su economía, pero el uso no sostenible de estos y la débil administración del Estado, terminaron por brindar prosperidades cortas, la historia las llama en su sentido singular, como prosperidad falaz.

Hacia la cuarta década del siglo XIX el capital, como hoy en día, era el eje que empezaba a mover la economía peruana. En Inglaterra, como consecuencia de la revolución industrial, se requería con suma urgencia cambios profundos en la agricultura, cambios que tomarían como materia prima a los fertilizantes, por lo tanto la demanda de estos aumentaron. Para suerte del Perú las numerosas aves costeras dejaron generosamente la materia prima para el impulso de la agricultura inglesa, es decir el guano.



La economía peruana reprimida por los gastos que ocasionó el proceso de independencia y otros conflictos, vio la luz al final de túnel con la comercialización del guano, y como la historia nos lo recuerda el guano fue comercializado de varias maneras.

En el año de 1879 el 80% de los ingresos fiscales totales provenían de la comercialización del guano. Entre 1840 y 1879 se exportaron directamente 12 millones de toneladas de guano, de esta cantidad el Estado peruano retuvo aproximadamente 525 millones de pesos. Para esa fecha, dicha cantidad representaba el capital para el inicio del desarrollo nacional, pero no fue así.

¿Cómo se gastó las rentas del guano?

El investigador Heraclio Bonilla en su trabajo “Guano y Crisis en el Perú del XIX”, indica que la mayor parte de la renta proveniente del guano fue usada para expandir la burocracia civil y militar, sólo el 20% fue usado para la construcción de ferrocarriles, ferrocarriles que se construyeron como corredores económicos, que servirían para la exportación de materias primas. No se incentivaron las actividades productivas del país y sólo una minoría de la población se enriqueció. Pensando que el guano duraría para siempre, el Estado se endeudó abusando del poder de crédito que el guano les permitía, el resultado fue la paralización de muchos ferrocarriles y una gran deuda con el capital inglés.

Pero las necesidades inglesas cambiaron y aparecieron los fertilizantes artificiales. Con la firma del contrato Dreyfus termina una época de prosperidad desaprovechada, la época del guano.

Otro recurso natural explotado fue el caucho, alrededor de la década de 1870 se originó una importante extracción indiscriminada del recurso natural en la selva peruana. El descubrimiento de la vulcanización y la cámara neumática desató una fiebre de extracción del recurso que trajo consigo la explotación de la población nativa en los centros de extracción caucheros, por otro lado las ganancias obtenidas migraron mayormente al exterior o a la capital, pero no se realizaron inversiones territoriales ni hubo industrialización; cabe resaltar que el capital inglés se llevó las semillas de la shiringuera (árbol donde provenía parte del caucho) a sus respectivas colonias, originándose la llamada crisis del caucho. Así acabó otra época de prosperidad falaz.

Han transcurrido varios años desde el guano, el salitre y el caucho, recursos naturales en sus estados más puros que fueron extraídos sin tener cuidado alguno, es probable que en aquellos tiempos no existiera la noción del uso sostenible de los recursos naturales que tanto se pronuncia hoy en mesas de debates entre economistas y diferentes profesionales. Sin embargo parece paradójico que los economistas de años atrás no hubieran reparado en la sostenibilidad de los recursos naturales, ya que la esencia de la economía como ciencia es administrar de la mejor manera los recursos limitados para satisfacer necesidades ilimitadas.

Hoy en día después de más de 10 años de operación, la minera más grande de oro en Sudamérica, Yanacocha en Cajamarca, nos deja ciertas interrogantes acerca de cómo el Estado peruano sigue administrando los recursos naturales y los réditos que su extracción otorga. Es importante también resaltar que el presente no pretende criticar la responsabilidad social ni ambiental que las empresas mineras efectúan en el Perú, es más muchas de ellas poseen certificados a nivel ISSO y también participan con aportes económicos a las necesidades de las poblaciones dentro de las áreas de influencia. Ese es otro tema, el punto principal es la administración del Estado peruano, la administración pública.

Según el último censo de población y vivienda realizado por el Instituto Nacional de Estadística e Informática, la región Cajamarca posee una de las tasas de analfabetismo más altas en comparación con los demás departamentos, con una tasa de 17,1% ocupa el cuarto puesto dentro de los departamentos con mayor incidencia; donde la tasa más alta es de Apurímac con 21,7%.

El distrito de la Encañada que es el área de influencia directa del campamento Yanacocha posee la tasa de analfabetismo de 28.1%, superior a la de la provincia de 13,8%.

En el distrito sólo el 35,8% de la población posee algún tipo de seguro de salud, y a nivel departamental sólo el 44,3%.

Según el mapa de desnutrición que el INEI ofrece, el departamento de Cajamarca ocupa el tercer lugar con porcentaje de desnutrición crónica para niños menores de 5 años, con 15,2%.

El distrito de la Encañada tiene el 58,2% de niños menores de 5 años con desnutrición crónica.

Las estadísticas del MINSA para el año 2007, muestran que no existen profesionales nutricionistas en el distrito de la Encañada.

A su vez el indicador de salud muestra que por cada 10 000 habitantes, existen 2,6 profesionales médicos para su atención.

Estos indicadores muestran la incongruencia que existen entre ingresos altos e índices de desarrollo humano; una evidente correlación negativa entre las variables socioeconómicas en el contexto de la extracción de los recursos naturales nos revela que las autoridades locales y el mismo gobierno central no han sabido administrar de manera eficiente los recursos que tiene el Perú.

Es menester pues indicar que los gobiernos locales deben tener fuertes y sólidos instrumentos de gestión para así la administración pública en todo su contexto, deje de ser una administración centralista. Los recursos naturales no sólo deben ser valorados desde el punto de vista natural, sino también por la importancia de reconocerlos como el capital natural y partícipe no sólo del crecimiento sino del desarrollo de un país.

Todo capital produce renta, y como se mencionó la economía trata de satisfacer necesidades ilimitadas con estos recursos limitados; es decir los recursos mineros que son no renovables, producirán las rentas necesarias para satisfacer las necesidades de esarias la población; ¿de qué población?, la respuesta es, de toda la población pero población, primordialmente la población de influencia del proyecto. Necesidades básicas que reflejen desarrollo, como salud, educación, vivienda y posibilidades de desarrollo individual.

La renta también deberá satisfacer las necesidades comunes de toda la región; deberá impulsar a las actividades económicas, mejorarlas o reconvertirlas, de manera que a largo plazo, los recursos no renovables de donde provino la renta se nde conviertan en el tiempo en recursos sostenibles, bien aprovechables y que hayan satisfecho las necesidades de todos.

Los gobiernos regionales que reciben el canon minero tienen el deber de administrarlo de manera eficaz de forma eficaz, que las necesidades de la población sean ue cubiertas en su totalidad y así no sólo se alcance grandes cifras de crecimiento sino de desarrollo socioeconómico.

Mejores instrumentos de gestión local y regional, una adecuada gestión en asesoramiento y seguimiento del gobierno to central, lograrán pues que en suma todos los indicadores socioeconómicos mejoren, sólo en ese momento se podrá decir que existe crecimiento y desarrollo en las regiones.

Que la extracción minera no se convierta en una etapa del país donde más tarde se diga: En los años del siglo XXI, en el Perú se vivió una época dorada, se hizo una gran extracción de los minerales, el PBI era grande, se crearon grandes ministerios y programas, éramos vistos como un país de gran inversión y oportunidades en el contexto global; sin embargo el país siguió con indicadores socioeconómicos iguales o peores, no se planificó, ni se administró correctamente; se vivió una nueva época de prosperidad falaz. Que sea sólo un párrafo mal redactado.

Fuentes:

*HISTORIA DEL PERÚ CONTEMPORANEO HISTORIA CONTEMPORANEO-ELIAS TOLEDO ESPINOZA. Profesor de Historia.

*INEI. Censo de Población y Vivienda 2007.

*MINSA. Estadísticas de Salud 2007.

*INEI. Mapa de Desnutrición 2007.