En si, las características que acosan a los países menos desarrollados son vastas. Nombrarlas a todas sería un largo camino, por eso nuestro cometido es explicar las más esenciales de estas naciones desfavorecidas. De esta manera, es preciso aclarar que vamos a seguir los rasgos principales que marcaron os siguientes autores: Paul Krugman y Maurice Obstfeld; Victor Becker y Francisco Mochón; y Ramón Tamames. Cada uno en sus respectivos libros sobre la Economía, para indicar a estos países como subdesarrollados.
Así, consideramos atractivo a la vista del lector que, además de las particularidades aportadas por estos autores, se les agreguen algunas más, que a nuestro entender son elementales en torno al tema tratado. Entonces, las características que subsisten en éstos países poco afortunados, no siendo estas jerárquicas, son las siguientes:
- Mercados Financieros Acorde con sus Economías;
- Intervención Estatal en la Economía;
- Constante Impresión de Dinero;
- Transacciones Financieras Estrictamente Controladas;
- Exportaciones Dependiente;
- Elevada Población;
- Escasez de Capital Físico;
- Distribución de la Renta; y
- Estructura Económica.
1. Mercados Financieros Acorde con sus Economías. Comúnmente, las naciones menos desarrolladas económicamente, escasean en unos mercados financieros que le sean de sustento ante una crisis, impensada o no, que sacuda la estructura económica real de los países. Dentro de esta área, nos encontramos muy a diario con escaso dinero para realizar las inversiones necesarias para las industrias y empresas radicadas en ellos.
Los préstamos están totalmente controlados por la administración estatal, que regula a sus gustos y preferencias, con la aplicación a la baja o alta de los tipos de interés. De esta manera, por lo general con tipos de interés bajos, ejercen el control para que los créditos fluyan hacía los sectores que se quieren favorecer, pero carecen totalmente de una planificación que les muestre de manera ordenada a que sectores favorecer. Pues en estos países, se favorecen a sectores que apoyan a los gobiernos, mientras que excluyen a los menos poderosos y que no aportan su cuota al Estado.
Estos tipos de interés baratos, ocasionan una salida (y no entrada) de capital hacía los mercados más desarrollados. Así, se licua el ahorro nacional y se destina a otras actividades extranacionales, cuando se tendrían que conseguir que se inviertan en sus respectivos países para poder hacer frente a distintos compromisos.
Esto, generalmente, ha generado una cultura del “no ahorro” nacional, pues no existen activos financieros de altos rendimientos en las regiones en vías de desarrollo. Y, así, se es muy difícil financiar la inversión interna con capital propio.
2. Intervención Estatal en la Economía. Normalmente, los gobiernos de los países menos desarrollados, tienden a intervenir en sus economías con la filosofía de que la influencia es mejor para “tapar” las fallas del mercado; pero muy a menudo se olvidan de que el estado también tiene fallas, y éstas, suelen ser muy perjudiciales para la sociedad en su conjunto.
Es común encontrar, en cantidad, las regulaciones que sucumben a la economía con la mayoría de empresas nacionales de origen público, dando procedencia a cierto déficit insolventes a largo plazo. Pero, recordemos, en las últimas décadas han acaecido una corriente masiva de privatizaciones, con las ventas desmedidas de las empresas estatales, que cambio la estructura económica de la mayoría de los países, generando para algunos perjuicios y para otros, los que hicieron mejor las cosas, beneficios.
Esta ola privatista, generó una enorme masa de capitales, que ingresaron a los países menos desarrollados, que fueron utilizados para tapar ciertos “agujeros” que la economía de cada nación presentaba. Así, los beneficiarios fueron, entre otros, el sector servicio. En cambio, el más perjudicado, uno de los tantos, fue el sector mano de obra.
El objetivo primordial que perseguían los defensores de la apertura económica en los países subdesarrollados, aplicaban la fórmula de que esto generaría mayor eficiencia en las empresas privatizadas, obteniendo el mayor rédito los consumidores, desde el punto de vista de la asignación de los recursos.
3. Constante Impresión de Dinero. Uno de los temas que más se ha debatido tanto en el ámbito internacional como en la esfera local de cada una de las naciones, ya sea desarrollada o en desarrollo, fue el de la inflación. Pues, ésta, estuvo presente en la vida de las naciones, sobre todo en estos años analizados, con la incipiente hiperinflación devenida de ella.
En realidad, la inflación, ese mal que aqueja a lo más pobres antes que nada, viene a costilla de que el gobierno, de los países menos desarrollados, debe emitir para cubrir sus compras de bienes y servicios, y sus pagos a empleados estatales, generando un aumento de la cantidad de dinero en la economía. Entonces, la emisión aumenta la base monetaria logrando que los precios empiecen la corrida hacía el alza, pues se aumenta el consumo de bienes en la economía.
Así, la constante impresión de dinero por parte de la autoridad monetaria de cada país, conduce a la inflación, produciendo una pérdida a los poseedores de dinero. Estos persistentes aumentos generalizados de los precios al alza, han ocasionado un cambio de postura de los gobernantes. Y, los cambios acometidos, terminaron produciendo una importante reducción de los precios, con una continuidad de mantenimiento durante toda la década del noventa, por ejemplo en la Argentina y su Plan de Convertibilidad del Dr. Domingo Cavallo.
4. Transacciones Financieras Estrictamente Controladas. En los países en vías de desarrollo, comúnmente, controlan la mayoría de las transacciones financieras que se desarrollan dentro de su jurisprudencia. Esto ha generado una mercado paralelo, donde se realizan muchas de las transacciones sin la intervención directa del poder gobernante.
Se verá que una de las restricciones que frecuentemente se han escuchado es mantener un tipo de cambio flexible con flotación sucia, ya que se los controla para que queden aparejados al nivel deseado por las autoridades, por medio de constantes mini devaluaciones o revaluaciones de la moneda.
Otra de las restricciones es que, en cierta medida, las monedas de estos países no son convertibles, o sea, no son intercambiadas con frecuencia en el mercado internacional con toda facilidad. Así, queda todo en manos de las autoridades pública, para que cualquier ciudadano que desee moneda de otro país, deba intercambiarla con estos.
De esta manera, las transacciones más relevantes de la economía en cuestión quedan controladas por las autoridades nacionales, dejan un breve espacio para la libertad de los mercados.
5. Exportaciones Dependiente. Claramente, este es un aspecto que marca la historia de estos países. Desde comienzos inmemoriales, las naciones menos desarrolladas han dado sus producciones a los países especialmente desarrollados.
En si, la mayor parte de los países en vías de desarrollo producen gran cantidad de productos relacionados con los recursos naturales y agrícolas. Con ello, estos países poseen una dependencia estrechamente afectada por el precio de las materias primas, precio que oscila frecuentemente, creando subas y bajas constantes de los mismos.
Claro esta que los países que son dependientes de las exportaciones primarias, que sus precios viven oscilando día a día, están atados a las incertidumbres del mercado internacional. Esto, perjudica a los productores y a la sociedad en su conjunto, ya que depende del precio internacional y no pueden modificarlo, cosa que no ocurre en los productos industrializados.
Definitivamente, si los precios fueran más constantes, existiría una economía menos dependiente de las exportaciones primarias. Y, probablemente, las estructuras productivas podrían mantenerse a largo plazo, con un crecimiento más prolongado.
6. Elevada Población. Las naciones menos favorecidas en torno a la cuestión económica, tienen un gran problema de población. Es que existe un número creciente de personas, por la fuerte tasa de natalidad, que contienen estos países. Así, el mismo es un factor determinante del subdesarrollo.
Entonces, lo éste genera es una gran masa de personas improductivas y desocupadas, ya que no encuentran actividad donde desempeñarse productivamente, por la carencia de un entramado económico acorde a la cantidad de personas. Estas cuestiones de infecundidad e inacción dentro de la economía, perjudican a la sociedad en su conjunto, ya que se manifiesta en la insuficiencia en términos alimenticios, sanitarios y culturales.
Ante estas características demográficas de los países en desarrollo, no faltan quienes auguran por el control directo de la natalidad en las zonas más pobres de estas naciones rezagadas económicamente.
Definitivamente, las preocupaciones alimenticias, sanitarias y culturales, dan lugar a la paupérrima educación profesional, dando como resultado una bajísima calificación de la mano de obra en estas naciones. Presentándose, de esta manera, en una limitación del crecimiento necesario para llegar al desarrollo deseado.
7. Escasez de Capital Físico. Es claro, sin dudas algunas, que este problema se presenta muy a menudo en los países en vías de desarrollo. Es sabido, además, que el mismo es una causa esencial, ya que sin el mismo se es casi imposible conseguir el desarrollo tan ansiado para sacar a la población de le mendicidad.
Es que, comúnmente, en estos países hay una laguna, difícil de eliminar en el corto plazo, de innovación tecnológica en base a nuevas fábricas y maquinarias modernas, conjuntamente con la falta de infraestructura a nivel nacional.
Entones, a la insuficiencia de capital para realizar las inversiones necesarias, se la suple con capital externo, o sea, ahorro de países extranjeros, generalmente desarrollados. Porque, en estos países con insuficientes niveles de ingreso, lo poco que cosechan lo gastan, lo consumen. Por ello, el ahorro interno es casi nulo, debiendo esperar que los inversores o especuladores del centro decidan llevar sus monedas hacía estos países.
Claramente, vemos que la dependencia pasa por varias aristas, donde en este caso, es financiera (inversiones extranjeras) y tecnológica (falta de innovaciones). La tecnología es adquirida en otras naciones, para incorporarlas al proceso productivo nacional.
8. Distribución de la Renta. La renta per cápita en las naciones menos favorecidas está lejos de alcanzar o acercarse a la de las potencias desarrolladas. Además, la distribución es mucho más desequilibrada, donde las desigualdades sobrepasan a las medias mundiales.
Es evidente, que con estas discrepancias a la hora de distribuir el ingreso o renta, conlleva a problemas sociales de diversas índoles. Es fehaciente exponer, que las divergencias llevan a distintos latrocinios dentro de una sociedad. Se expresa en común acuerdo, que la pobreza no es la causa de los delitos y depredaciones, porque allí donde existe pobreza extrema no existen ninguno de estas consecuencias. En cambio, donde persiste la desigualdad es donde las mismas se manifiestan constantemente.
En si, la falta de igualdad en la distribución genera continuamente vastos problemas sociales para la ciudadanía. Esto, va a demandar, para solucionarlo, mayores tasas de ahorro e inversión, pilares que faltan siempre.
9. Estructura Económica. No cabe dudas que todo lo dicho anteriormente terminará haciendo, en estos países tan golpeados, una estructura económica endeble de sobremanera. No resta decir, que los ocho nefastos puntos anteriores encuadran a las sociedades subdesarrolladas dentro de un marco totalmente frágil, que se puede romper en cualquier momento.
Este marco indiscutiblemente frágil, terminará contrastando la incertidumbre que suscitan en éstos países; conjuntamente con políticas sin un rumbo fijo, que se acomodan a las distintas coyunturas del momento; también, existen medidas económicas sin planificación a largo plazo, carentes de programas y planes acordes a sus posibilidades.
En claro, las carencias son muchas y de difícil solución pronta. Pues se deben aplicar políticas de estado, para que no sean abandonas al cambio de gobierno. Pero, a pesar de todo esto, las oportunidades son muchas, porque igualmente los países se levantan de los golpes duros que les propician las crisis internacionales; como es el caso de la Argentina y su crisis más grande: 2001.
Autor:
Walter Nicolás Pepicelli