El Premio Nóbel Muhammad Yanus Banco de la Aldea

El destino de Muhammad Yunus, nuevo Premio Nóbel de la Paz era de otros economistas egresados de buenas universidades americanas, ser un académico, o un muy bien pagado consultor

Cuando en 1974 cientos de miles de personas murieron de hambre en Bangladesh, su país, se pregunto: “Mientras la gente moría de hambre en las calles yo enseñaba teoría económica elegantes. Me empecé a odiar a mi mismo, a la arrogancia de pretender  tener todas las respuestas”. Fue a la aldea cercana a su elitesca Universidad a aprender, Una mujer le mostró las sillas de bambú que producía. Trabajaba muy duramente pero seguía en total miseria, Para producir tenia que apelar a los prestamistas, y revenderles las sillas. Pagaba 10% de interés diario. Solo le quedaban dos centavos de dólar por día, Nadie ni la banca privada, ni la pública querían prestar a los muy pobres. No tenían garantías. Vio que con 27 dólares podría ayudar a 42 personas  a producir dignamente. Había descubierto la idea del microcrédito. Explica “me sentía avergonzado por pertenecer a una sociedad incapaz de das los 27 dólares”. Fundo el Graneen Bank (Banco de la Aldea). Le dio un diseño heterodoxo. Ante todo es un banco de los mismos pobres. Sus más de 6 millones de prestatarios  tienen el 92% de las acciones. Por otra parte, cero burocracia, los funcionarios del banco no debían esperar en oficinas que llegaran los pobres. Debían ir donde estaban. Vivir entre ellos, y captas sus necesidades. Como no había garantías, cero papeles. Todo ello reducía los costos de operación. Dos ideas maestras: una Privilegiar a las mujeres, porque mujer es madre, es familia y sabrían aplicar muy bien el dinero. Otra, para pedir un préstamo tenia que haber un grupo de cinco. El préstamo era individual pero el grupo se hacia responsable porque cada uno pagara. Allí movilizo la cooperación, el capital social, la responsabilidad. El Grameen Bank ha entregado en Bangladesh préstamos  por 5.700 millones de dólares (94% a mujeres). A los 20 años ya había llegado a los 12 millones de personas. Más de 100 países lo han replicado. Varias lecciones Yunus para América Latina: 1. Los  economistas y las elites deben salir de la oficina, hablar con los pobres y planear soluciones junto con los pobres y planear soluciones junto con ellos.2. Deben ser sensibles, compartir la auto indignación que llevo a Yunus a hacer lo que hizo.  

William Bernardo Anglas CernaEmail: