LA INFLACION Y LOS TIPOS DE INTERES

El ajuste de demanda de dinero a la inflación esperada no es, en principios, diferente de ajuste a las variaciones del tipo de interés, que también incrementaran el costo de mantener dinero. En efecto, en los países que tienen mercados de capitales suficientemente desarrollados la inflación esperada se refleja en los tipos de interés nominales. Cuando se espera inflación, los prestatarios saben que devolverán sus deudas con un dinero que tendrá un poder adquisitivo menor que el que recibieron originalmente y los prestamistas también lo saben. Estos últimos se hacen, por tanto, más reacios a prestar a cualquier tipo de interés nominal y los prestatarios se vuelven más deseosos de endeudarse a cualquier tipo de interés nominal. El resultado es que, cuando se prevé una inflación, el tipo de interés nominal aumenta compensando, por lo tanto, a los prestamistas por la pérdida de poder adquisitivo del dinero.

La elevación del tipo de interés nominal a la que nos estamos refiriéndonos nos recuerda la diferencia entre los tipos de interés nominales y reales, cuando aumenta la tasa de inflación esperada, se elevan los tipos de interés nominales, es decir, los tipos de interés que indican cuantos dólares hay que devolver. El tipo de interés real, que es el tipo de interés nominal menos la tasa de inflación esperada, puede que no aumente e incluso puede descender. Sin lugar a dudas, una de las principales razones de la elevación de los tipos de interés nominales entre los años 1982 en los Estados Unidos de Norteamérica, fue la elevación de la tasa de inflación esperada. En algunos países de Latinoamericanos en que las tasas de inflación ha llegado a ser 100% anuales o mayores, nadie se extraña de que los tipos de interés de los prestamos bancarios sean del orden del 80%, por ejemplo.

Al hablar de la tasa de inflación esperada en sí misma y de los tipos de interés nominales, nos planteamos si cada uno de ellos influye de manera independiente en la demanda de dinero. En los mercados de capitales bien desarrollados, en que los tipos de interés pueden moverse libremente para reflejar la inflación esperada, el tipo de interés nominal es el costo reoportunidad relevante de mantener dinero. Ello se debe a que el público podría hacer inversiones a ese tipo de interés. En los mercados en que los tipos de interés están controlados y no se compran bienes en lugar de mantener dinero cuando aumenta la tasa de inflación esperada. Por lo tanto, ésta tiene, en si misma una influencia independiente en la demanda de dinero. Franco Modigliani ha ofrecido la siguiente regla práctica para decidir si es el tipo de interés nominal o la tasa esperada de inflación, lo que debe considerarse como determinante de la demanda de dinero: si el tipo de interés nominal supera a la tasa de inflación esperada, es el tipo de interés nominal el que debe considerarse como costo de mantener dinero. Si la tasa de inflación esperada es superior al tipo de interés nominal, es la tasa de inflación esperada la que debe considerarse como el costo de mantener dinero.


William B, Anglas Cerna

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