A largo plazo, no existen factores fijos, por lo que la empresa puede variar las cantidades utilizadas de todos los factores, en respuesta a un cambio en la producción. La curva de costos totales a largo plazo (CTL), se obtiene suponiendo que la empresa tiene tiempo suficiente, dados unos precios concretos de los factores, para ajustar la cantidad empleada de cada factor productivo de forma que alcance el costo de producción más bajo posible (figura 4). Esta senda de expansión de la empresa, o curva de planificación de costos, que se obtiene uniendo puntos tales como el A, el B y el C, es la envolvente de las curvas de costos totales a corto plazo (CTC) en el mínimo nivel de costo, para cada nivel de producción, es decir, para cada planta específica.