En la toma de decisiones en el largo plazo, suponemos que tanto el capital como el trabajo de que puede disponer la empresa son variables y que ambos factores se encuentran disponibles en incrementos muy pequeños. Determinadas combinaciones de capital y trabajo generarán ciertos niveles de producción. Podemos utilizar nuestra teoría de la producción un instrumento geométrico llamado isocuantas. Una isocuanta de producción se define como una curva en un espacio de insumos, que muestra todas las combinaciones de capital y trabajo que son físicamente capaces de generar un nivel determinado de producción.
En la figura 3 se presenta una isocuanta hipotética. En el eje horizontal se miden montos físicos de trabajo, expresados en flujos de servicios por período de tiempo; por su parte, en el eje vertical se miden cantidades físicas de capital, expresadas en flujos de servicio por período de tiempo. La isocuanta se ha dibujado para una tasa determinada de producción, Q1. De esta manera, cualquier combinación de capital y trabajo dada por un punto a lo largo de la isocuanta generará exactamente la cantidad Q1 de producción. A medida que nos movemos sobre la curva Q1, simultáneamente estamos cambiando las cantidades de los dos insumos y las proporciones en las cuales el capital y el trabajo son utilizados.