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¿El Blindaje Deteriorado?

Como consecuencia de distintos informes y notas expuestas en los últimos meses en la República Argentina, es que me veo en la impronta de indagar sobre las reales consecuencias del famoso blindaje económico nacional o, desde la otra orilla del río, del acoplamiento a la infructuosa crisis internacional financiera.

Pues, durante este último tiempo, han salido del “freezer” varios economistas remarcando las grietas que posee nuestra economía con vistas a que las aguas de la crisis mundial nos mueva el barco. Pero, a principios de año y en medio del conflicto (casi armado) entre el campo y el gobierno, se escuchaban voces avizorando que nuestra economía se encontraba perfectamente y, era muy posible, que no sufriera daños colaterales cuando nos chocara de frente la turbulencia internacional.

La idea es analizar las debilidades y fortalezas que posee la economía nacional para poder sacar la conclusión más acertada. Por ello, es conveniente empezar por las debilidades y concluir con las fortalezas, pues, así, concluiremos de manera más adecuada.

Debilidades

Desde que los Kirchner, en 2003, amarraron la economía a los dos pilares más esenciales de su modelo, a saber, superávit comercial y fiscal, los argentinos nos sentimos mejor, pues el empleo comenzó a crecer y la desigualdad disminuyó claramente. Es que, tanto el desempleo como la desigualdad, fueron dos de las más grandes ausentes a finales de la década del noventa, repercutiendo en el malestar de la gente que se sentía insegura y con alta incertidumbre a futuro a mediano plazo.

De esta manera, las debilidades más acuciantes que posee la economía nacional son, de acuerdo con voces desde el freezer, las siguientes:

1. La Inflación: a estas alturas se encuentra en niveles excesivamente alta, alrededor de los 30 puntos porcentuales, que perjudica al poder de compra de los ciudadanos, pues, además, los salarios dejarán de crecer y se estancarán o disminuirán. Es que la crisis a golpeado a sendos sectores que han empezado a despedir personal, más por miedo que por necesidad. Aunque, así, es probable que la inflación deje de crecer, pero en estos momentos sigue con la escala del año, ubicándose en niveles altos.

2. Disminución del Precio de los Commodities: esto, se debe a que la crisis afectó a países que demandaban grandes cantidades de nuestros recursos exportables y los especuladores se retiran de este mercado volviendo a invertir en países más seguros. Esta disminución afectará a las cuentas fiscales y externas, reduciendo los superávit y dejando al gobierno con menos margen de maniobras discrecionales.

3. Disminución del Crecimiento Económico: la misma afectará claramente a la recaudación de impuestos y desmejorara las cuentas fiscales, además de que la cantidad de empleo se verá reducida y la incertidumbre de los argentinos volverá a aflorar.

4. Industria: los sectores de la industria nacional vienen sufriendo las consecuencias de la turbulencia, pues han empezado a despedir personal y ven una disminución de sus ventas que les imposibilita invertir (inversión que escatimaban desde siempre). Esto, convergirá aún más en el crecimiento económico frenándolo todavía más.

Ahora, se observa claramente que las debilidades no son para dejar de lado, más precisamente, son desequilibrios que pueden afectar el bienestar de los ciudadanos argentinos. Pero, como contrapartida de estos factores negativos, existen algunos factores positivos que atenúan las consecuencias de la crisis internacional.

Fortalezas

Cuando analizamos las fortalezas, debemos centrarnos en factores que puedan servir de barrera para frenar o amortiguar la turbulencia internacional. Es que el modelo kirchnerista con sus dos pilares esenciales, superávit comercial y fiscal, posee algunos baluartes interesantes. Estos, haciendo eco de varios comentarios, en este caso son voces desde el gobierno, son los siguientes:

1. Nivel de Reservas: éstas, que ascienden a los casi 50.000 millones, es una impresionante fortaleza, aunque no es la muralla China. Por esto, el gobierno puede actuar discrecionalmente por un tiempo necesariamente prudente y de mediano plazo. Éstas, son consecuencia de las actuaciones del gobierno en los superávit y, también, por el crecimiento de los últimos años. Así, el gobierno se permite actuar sobre algunas variables para que las secuelas de la perturbación no sea demasiada profunda.

2. La Baja del Precio del Petróleo y Gas: esto conlleva a que el gobierno deba destinar menos dinero a los subsidios para frenar la inflación, mitigando el impacto de menores ingresos por retenciones por la baja del precio de las materias primas.

3. Menores Importaciones: la disminución de las importaciones por el menor nivel de actividad será un importante factor que mejorará el blindaje por la caída de las exportaciones. Así, el país se beneficiará con respecto al balance comercial, que podrá lograr que no caiga en rojo o, si lo hace, que sea apenas naranja.

4. Aislamiento Externo: con respecto al cierre de endeudamiento externo por la creciente crisis financiera internacional, Argentina se encuentra satisfactoriamente bien. Pues no depende en gran medida, como otros países, de préstamos globales para hacer frente a sus obligaciones de deuda y para financiar sus actividades.

Conclusión

Para finalizar, podemos afirmar que si bien Argentina se encuentra en mejor situación que cuando emergió la crisis de finales de los noventa, pues hay dinero para afrontar una posible recesión de corto plazo, también hay que saber observar que existen algunas variables que, si no se normalizan y se equilibran, pueden arrastrar a la economía nacional a una debacle peor de lo esperado.

Nicolas Pepicelli

walternicolasp@hotmail.com





Un cambio en los términos de intercambio

Si analizamos la actualidad, veremos como se ha revertido la idea plasmada por Prebisch en los años cincuenta. Es que los precios de las materias primas han venido aumentando y los precios de los productos industriales, al contrario, han mostrado un deterioro. Ahora veremos el porque de esta nueva realidad.



Esta realidad, inesperada para muchos, ha venido desarrollándose desde comienzos del año 2003, aproximadamente. Al comienzo, como todo nuevo proceso, nadie le dio importancia, pero con el pasar del tiempo, encontramos distintas opiniones.

Así, a quienes, siendo escépticos, afirman que solo es un proceso pasajero, que va a volver la misma relación de los términos de intercambio cuando menos lo esperemos. Al contrario, otros se muestran en la vereda del frente, en el lado opuesto, afirmando que esto ha venido para quedarse, que es un cambio de paradigma como tantos otros y que perdurará en el tiempo. La realidad no la sabemos, solo el tiempo va a dar su veredicto en el futuro.

Brevemente, vemos que la relación de los términos de intercambio, expresada por Prebisch, nos dice que, estos, se determinan por las variaciones de la estructura de precios de las exportaciones y de las importaciones. En sí, podemos decir que es una expresión utilizada en el comercio internacional para referirse a la evolución del valor de los productos exportados de los países, calculado según el valor de los productos que importa, a lo largo de un período de tiempo determinada.



En este caso, comúnmente se ha hablado de deterioro de los términos de intercambio, cuando el valor de los productos que son exportados tiende a disminuir comparando a los productos que son importados. Siendo esta, la relación que primo sobre el planeta desde su creación, década del cincuenta, hasta la culminación del paradigma neoliberal de los noventa.

Pero, desde la implosión de los chinos en el mercado internacional, desde que decidieron salir a comprar todo tipo de alimentos, sobre todo soja, los precios de las materias primas dieron un vuelco inevitable (¿irreversible?) en el mundo. Es que el precio lanzo elevadísimas perspectivas a largo plazo, beneficiando a varios países por los aumentos de la entradas de divisas.

Este cambio, que se cree que seguirá por lo menos hasta el año 2017, según la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación), tiene repercusiones benefactoras para la mayoría de los países de América Latina. Pues, por primera vez, los precios de los productos exportados por estos países van en continuo aumento, mientras que los precios de los bienes industriales están bajando constantemente.



Así, vemos que el deterioro de los términos de intercambio, que clásicamente perjudicaban al grueso del continente americano, ha pasado ahora a perjudicar a los países productores de bienes industriales. Pues, con los precios de sus productos en disminución o estancados, se ven perjudicados. En cambio, ahora las naciones productoras de bienes relacionados con la extracción de recursos naturales, se han beneficiado sobremanera.

Posiblemente, esta sea la oportunidad, pues pueden acaparar la cantidad de reservas necesarias para dar el giro imperioso que modifique la estructura de las economías menos desarrolladas relacionadas con la exportación de materias primas. Igual, deberán modificar otros aspectos relevantes, como los mencionados en las estrategias para salir del subdesarrollo.

Así, los único que me queda por preguntar es ¿es esta una verdadera oportunidad o solo será un tiempo de vacas gordas para el subdesarrollo? La respuesta la sabremos, creemos, que con el solo pasar de los años. A esperar. Pero, la luz al final del camino, si bien es tenue, existe.

Crisis Financiera Internacional

 



Debido a las tantas notas leídas y a los tantos comentarios escuchados, considero importante hacer una breve presentación sobre la crisis de los Estados Unidos. Así, vemos claramente que la crisis en aquel país central es indudable y, más aún, es inevitable.

Pero, que nos depara como argentinos esta crisis financiera estadounidense, tendremos o no desacople de dicha turbulencia monetaria internacional. Aparentemente, según comentarios de expertos economistas, no tendría porque impactarnos, si teóricamente nuestro país crece y, además, las arcas del gobierno están llenas de divisas. O sea, tenemos financiamiento interno, ya que carecemos del externo por el default del 2001.

Pero, si bien todo esto es cierto, considero oportuno aclarar que la Argentina puede sufrir consecuencias, aunque no sean graves como las ocasionadas en los últimos años de la convertibilidad. Por eso, es menester hacer saber que indudablemente China va a "ligar" un coletazo, de la crisis subprime estadounidense, pues exporta incontables productos a este país en dificultad.



Pero, esto que nos incumbe a nosotros. Pues bien, nosotros dependemos de que los precios de los commodities (trigo, soja, carne, derivados, etc.) estén elevados como ha ocurrido desde 2003. Asimismo, si el impacto en China es grande, lógicamente que va a originar una baja en los precios internacionales de los productos comercializados por nuestro país.

Esto, va a repercutir en la economía nacional de la manera más atroz si no se comienzan a bajar las retenciones agrícolas. Es decir, que si los precios de las materias primas disminuyen, consecuentemente deberá, el gobierno, reducir las retenciones para que la economía no se enfríe o se paralice. Esto, depende de lo que considere el gobierno como prioridad. Y por lo visto hasta el momento, son trascendentales las retenciones agrícolas para el gobierno de Cristina.

Definitivamente, Argentina no esta a salvo de una posible disminución de su actividad productiva, de un crecimiento más leve, mermando la inflación y la producción. El tiempo dirá. Esperemos que no sea tan grave, pues se llega a ser así, los que van a acoplarse a la crisis inmobiliaria del norte, vamos a ser nosotros, los de la clase media y los de las clases más bajas.



Deseo, asimismo, que el gobierno prevea las medidas de política económica para el futuro. Porque, innegablemente, la administración actual considera relevante el corto o mediano plazo, dejando de lado el largo plazo, que en economía es vital para un país. Sin la mirada hacía el más allá, la Argentina carecerá de desarrollo y crecimiento sostenible. Veremos lo que nos depara el futuro.

 

Nicolás Pepicelli

walternicolasp@hotmail.com

 

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