Lo interesante de este instrumento es que va más allá de la típica protección de precios que hoy en día se puede realizar en el mercado financiero a través de futuros, también da un paso más a la administración del riesgo como es la necesidad de cubrirse de recibir flujos de cajas variables, lográndolos estabilizar mediante la negociación de un Swap.
Los productores agrícolas muchas veces están indefensos a disminuciones considerables en los rindes de sus cultivos a causa de años o temporadas con escasez de precipitaciones o escasez de días soleados para el buen desarrollo de determinados cultivos agrícolas1 donde ciertos factores climáticos o ambientales son fundamentales para obtener un buen rinde final y consecuentemente buenas ganancias.
Las variabilidades en los rindes a causa del clima son eventos de alta probabilidad pero de bajo riesgo (solo producen perdidas pequeñas en relación al conjunto del negocio), en cambio los seguros aplicados al sector agrícola intentan cubrir solo ciertos eventos climáticos de baja probabilidad pero de alto riesgo, es decir eventos que tienen efectos muy significativos o devastadores en los rindes de los cultivos agrícolas-forestales como son la caída de granizo, heladas tempranas, incendios2, etc...
Una vez más nos encontramos con un instrumento financiero que llega a un nivel mayor de protección y nos permite asegurar los volúmenes de rendimientos de venta y con ello volver más previsible los flujos de caja de las empresas y de los productores agrícolas.
La importancia de estos derivados seguramente irá en aumento a causa de los cambios bruscos que están sucediendo hoy en día en el clima del planeta, inestabilidades climáticas causadas por el paradigma de la sociedad de consumo que se apoya en un crecimiento no sustentable consumiendo grandes cantidades de combustibles fósiles y destruyendo millones de bosques cada año. Esto solo puede llevar al calentamiento global y a provocar desbalances en el frágil equilibrio del sistema climático ambiental de la tierra.
Las costosas consecuencias ya la estamos padeciendo en forma acelerada hace más de 30 años con crecimientos exponenciales de desastres naturales3 y pérdidas millonarias para los Estados, para las empresas y para la sociedad en su conjunto. La pregunta que queda por responder es la siguiente:¿Siempre estará a nuestro alcance instrumentos en el mercado que nos permita protegernos de los desequilibrios que nosotros mismos producimos? sinceramente creo que no… es como pretender tener siempre disponible un cuarto en nuestra casa donde dormir tranquilos cuando acabamos de prender fuego el techo de ella, no importa en que cuarto nos mudemos tarde o temprano el fuego nos llegará.
Autor: Mariano Castro