Este trabajo estudia la relación existente entre la cantidad de dinero y el nivel de precios en aquellos aglomerados representativos de cada una de las regiones geográficas de la Argentina, desde una perspectiva de corto plazo. Desde esta perspectiva se observa que la relación entre dinero y precios difiere entre los distintos aglomerados estudiados. Si bien la dirección entre ambas variables concuerda con lo que sostiene gran parte de la literatura económica, la magnitud y la intensidad difiere al interior de cada región según la tasa de desempleo que cada una de ellas presenta.
Del análisis de llevado a cabo a través de un modelo con corrección de errores se desprende que en aquellas regiones que presentan una tasa de desempleo más elevada para el período 2003-2010, la relación entre dinero y precios es de menor magnitud que en aquellas regiones más próximas al pleno empleo. Asimismo el análisis de cointegración llevado a cabo utilizando la metodología de Johansen arrojó que la relación de largo plazo entre ambas variables es positiva. La misma resultó significativa para explicar la dinámica de corto plazo entre la cantidad de dinero y el nivel de precios al interior de cada región.
Dentro de las regiones con niveles de desempleo más elevados se encuentra el aglomerado Gran Buenos Aires y el aglomerado Gran Córdoba. En ambos casos, la relación entre dinero y precios resultó débil, habiendo otros factores, como la existencia de persistencia inflacionaria, que juegan un rol más importante a la hora de explicar la evolución de los precios. Sin embargo, este hecho no es motivo de estudio de este trabajo. Para el aglomerado Gran Buenos Aires la estimación basada en la serie de precios provista por el Centro de Estudios Buenos Aires City muestra una relación más fuerte entre dinero y precios. Aún así, esta relación continúa siendo más débil que la que se observa en los aglomerados con una tasa de desempleo menor.
En el resto de los aglomerados se encuentran Neuquén-Plottier, Gran Mendoza, Posadas y San Salvador de Jujuy. En estos aglomerados, los cuales presentan tasas de desempleo más bajas, la relación entre dinero y precios es mucho más significativa aunque no necesariamente, dentro de este grupo, la región con menor desempleo es la que muestra una relación entre dinero y precios más estrecha. Esto pone de manifiesto que pequeñas diferencias en los niveles de empleo al interior de cada grupo no resultan significativas para este análisis. Sí es de suma importancia cuando las asimetrías en los niveles de empleo son mayores. Tal como lo demuestra este trabajo, la relación dinero y precios es diferente según la región que se estudie.
También es necesario destacar que en el caso de los aglomerados con menor tasa de desempleo, como lo son el aglomerado Gran Mendoza, San Salvador de Jujuy y Posadas, la única variable significativa para explicar el nivel de precios resultó ser la cantidad de dinero.
Los resultados aquí obtenidos no permiten rechazar la hipótesis de este trabajo, es decir, que el impacto de una política monetaria aplicada de manera centralizada en el nivel de precios difiere de acuerdo a las características propias de cada región, en este caso el nivel de desempleo. Este trabajo pretende dar un paso más sobre esta problemática tan poco discutida en la Argentina actualmente. Sin embargo, para poder realizar recomendaciones a futuro es necesario considerar el impacto que tienen otras variables como los salarios o las expectativas a la hora de analizar la inflación en las diferentes regiones. Asimismo es importante tener en cuenta que los canales de transmisión monetaria pueden diferir entre ellas. Variables como el tamaño de las firmas que allí operan y el acceso al crédito que tenga la región deben ser consideradas. Finalmente resulta conveniente que todas las provincias provean la información estadística necesaria para poder llevar a cabo un análisis más amplio.
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