Escriben Roberto A. Ruarte y Guillermina Simonetta
En línea con las perspectivas propuestas en esta misma columna semanas atrás para los precios del petróleo, estos días hemos observado una fuerte profundización bajista desde los máximos entre 78/79 dólares el barril, alcanzados entre julio y agosto pasados de máximos históricos en precios corrientes (es decir sin tener en cuenta la inflación).
En el momento que el petróleo alcanzaba estos máximos de 78/79 dólares en los meses de julio y agosto, los mercados se encontraban extremadamente vulnerables a la suba continua que venía mostrando este energético y las consecuencias que ello podría adicionar en el plano de la economía mundial, esto es, considerando las presiones inflacionarias en Estados Unidos, en un contexto de subas de tasas de interés y de cierta desaceleración en el ritmo de crecimiento, variables que sumadas al “achatamiento” en la curva de rendimientos de bonos norteamericanos ponían señales de alerta y rememoraban las fases de estancamiento con inflación de los años ‘70s. A estos temores se le sumaban imágenes de caos en medio oriente y conflictos políticos con Irán y Corea del Norte, dejando así mayor incertidumbre para las masas en relación al punto donde frenaría la escalada de precios del petróleo, al menos en forma temporal.
Para esos meses la atención a nivel mundial sobre este tipo de commodities era asombrosa; los fondos de inversión comúnmente denominados hedge funds, que se orientaban a la inversión en commodities aumentaron en más del doble en los últimos tres años, pasando de 29 a 68; al igual que las inversiones en commodities de los fondos mutuales, que se quintuplicaron en el mismo lapso...
Esta psicología reinante nos dejaba entrever ya un escenario de euforia, con proyecciones de suba que rondaban desde 100/150 y hasta 250 dólares el barril en algunos researchs mundiales, en este contexto de exacerbación de psicología positiva es que generalmente se producen los picos, efectivamente así ocurrió en el petróleo y nuestra técnica se mostró sumamente eficaz para reconocerlo.
Lo que resulta curioso aquí es que nuestro escenario de largo plazo convalida estos objetivos de 120-150 dólares para el petróleo, pero primero sosteníamos que el petróleo debía corregir, ajustar, caerse para limpiar la psicología positiva o de euforia, precisamente ese es el objeto del ajuste que estamos observando en los últimos días, limpiar la psicología. Creemos que la euforia de los meses de julio y agosto, será seguida por cautela y luego por escepticismo, ya empiezan a escucharse algunas voces de que el ciclo de los commodities terminó, eso después de la caída de los últimos días (caída de oro, plata y petróleo), cuando esas voces o pensamientos empiecen a generalizarse el ajuste llegará a su fin y el petróleo y los commodities en general tendrán todo lo necesario para producir una nueva y fuerte subida en el año 2007 y 2008.
EL ANÁLISIS
Este proceso de caída de precios, que nos llevó esta semana ya hacia la zona de 60 dólares el barril, que fuera un objetivo propuesto por nuestro análisis, no fue tan lineal como el que observamos en las últimas semanas. La volatilidad fue la característica predominante en la inflexión desde los máximos que marcó el precio del petróleo, oscilando en las primeras semanas de baja en un rango bastante acotado, testeando dos veces la zona de máximos como en un “doble techo técnico” y es por ello que esta aceleración bajista prácticamente lineal fue sorpresa para muchos...
Afortunadamente nuestras recomendaciones proponían tener extrema cautela entre los 78/81 dólares el barril, siendo que técnicamente esa zona se conjugaba como un nivel de fuerte resistencia de mediano plazo, que dejaría un techo intermedio al proceso tendencial de avance que viene acumulando el petróleo desde los pisos del año 1998, y debíamos esperar paulatinamente un regreso al rango de 60/55 dólares el barril.... ahí nos encontramos actualmente.
Desde el punto de vista técnico el petróleo colocó su piso de largo plazo en el año 1998, generó una onda 1 mayor alcista para hacer pico en el último semestre del 2000, luego vino una onda 2 mayor bajista que hiciera piso justo en el momento de la caída de las torres gemelas (en una de las torres funcionaban los futuros del petróleo), desde el último trimestre del 2001 empezó la onda 3 mayor alcista, resultando en una gran suba de precios de varios años, creemos que en los techos de agosto del 2006 terminó toda la onda 3 mayor del petróleo, y estamos en la onda 4 mayor recortando un porcentaje del avance de la onda 3 mayor. En 55-57 dólares el petróleo tiene la onda 4 de menor grado, y recortará el 38.2 % de la onda 3 mayor, por lo tanto esperamos que esta zona sea respetada y logre contener el proceso de baja desde los máximos de 78 dólares, a partir de donde el commodity podría iniciar un proceso de recuperación mayor. De hecho, técnicamente los valores alcanzados podrían actuar como soporte definitivo a partir de donde la tendencia alcista de largo plazo para el commodity podría quedar rehabilitada con objetivos bien por encima de los 78 dólares. Sin embargo, si bien reconocemos que la psicología de euforia reinante en la zona de máximo ha sido en gran parte erosionada, aún no hemos visto un detonante psicológico de piso que nos lleve a contemplar la posibilidad de una reanudación directa de la tendencia alcista de fondo.
En este sentido, si bien creemos que finalmente la zona de 60-55 actuará como soporte conteniendo la baja y generando subidas, posiblemente de importancia de corto plazo para el petróleo, nos inclinamos también a pensar que el cambio definitivo de psicología de euforia a escepticismo en los participantes se materializará con una corrección ya no en precio, sino en tiempos. Es decir, evaluamos que la zona de 60-55 actuará como área de inflexión alcista desde donde el commodity desarrollaría un proceso de consolidación, tipo triángulo en onda 4 mayor, ( los triángulos son tipicos de ondas 4) que demandará seguramente varios meses, con un rango de precios de 55-60 de soporte y de 70-72 de resistencia. Este rango que conformaría un triángulo en onda 4 mayor, se extenderá lo suficiente como para que el cambio de psicología se materialice y entonces sí el petróleo se encuentre en condiciones de retomar definitivamente la tendencia positiva de largo plazo y buscar hacia adelante objetivos tan ambiciosos como serían la zona de 120-130 ó aún 150 dólares; ello preferentemente sería hacia el año 2008.
En relación a lo arriba comentado, centrándonos en el corto plazo, recomendamos a nuestros lectores colocar principal atención al acceso que puedan tener los precios hacia al zona de 60-55 dólares en la semana que se inicia, ya que sin duda consideramos que hay altas probabilidades que el petróleo se detenga allí y genere un fuerte rebote que regresen los precios hacia objetivos de 70-72 dólares aproximadamente; ello sería como parte del proceso de consolidación tipo triángulo favorecido para el mediano plazo y que fuera propuesto más arriba. Veamos y observemos como muta la psicología y como la ciclotimia gobierna…
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