¿Una Oportunidad?

La pregunta esta abierta, y es difícil poder responderla en estos tiempos, pues se necesitaran varios años más para saber la verdad. Consideramos, después de este análisis exhaustivo del tema, que la oportunidad esta al frente de las narices de estos países, la cuestión es saber si se aprovechara o, como hemos escuchado por varios rincones, se dejará diluir, esfumándose totalmente.



La sección número tres, la cual vamos a analizar ahora, esta dividida en dos partes, efímeras. Donde nos encontraremos con un estudio de las estrategias que pueden servir y ser útil para que los países menos desarrollados de América Latina puedan huir hacía el desarrollo, con sus tres patas o pilares.

En la segunda parte de esta sección, desarrollaremos la idea que ha venido tomando color en estos últimos años. Hablamos del cambio relativo o real, todavía no lo sabemos, de los términos de intercambio. Entonces, sin más para decir, nos queda solo ver cada una de estas partes.

Estrategias para emerger de las cenizas. Dentro de esta idea, trataremos de plasmar cuales pueden ser los métodos más reales para que la oportunidad no sea desaprovechada y para que, si se desaprovecha, ver que existe una luz al final del oscuro túnel que siempre tuvo este continente opulento. Obviamente, que las medidas mas reales deberán ser las que permitan abolir los problemas estructurales mas urgentes, como los que se plasmaron el la primera parte del trabajo, en la sección número uno, aludiendo a las principales características del subdesarrollo.



Claramente, observamos que estas deberían acabar cambiando la estructura para conseguir el traspaso al desarrollo, neutralizando las transacciones financieras estrictamente controladas, con un cambio en materia de los mercados financieros, llevándolos a que sean mas desregulados y que no exista la escasez de capital, para dejar de depender de los capitales extranjeros.

Otra cuestión a resolver seria el intervencionismo estatal apremiante, que suprime la competencia y que corrompe las reglas de juego del mercado. Tampoco es que hay que dejar libremente que actúe el mercado, sino aplicar los matices esenciales de la planificación a largo plazo: prospectiva, coordinación y evaluación. Esta planificación llevaría a que las economías sean en parte mixtas, con grados de libre competencia y con intervenciones mínimas estatales.

Además, se debería dejar de lado la libre impresión de dinero para cubrir los déficits, cosa que actualmente están haciendo muchos de los países del continente. Esto, permitiría que la inflación no llegue a ser hiperinflación. También, deben buscar diversificar las exportaciones dejando de depender de las materias primas y sus vaivenes en los precios internacionales. Así, con la diversificación, se deberán construir industrias sumamente relacionadas con la extracción de recursos naturales para comenzar a exportar valor agregado.



Otro variable, fundamental, para el traspaso desde ser las naciones menos desarrolladas al desarrollo con sus tres pilares (crecimiento económico, cultura moderna y democráticas instituciones), es el freno a la elevada población, por medio de controles de natalidad, porque sino la pobreza va a seguir aumentando sin cesar en estos países.

Además, es fundamental que la distribución del ingreso sea equitativa, con programas de ataques a la pobreza dinámicos, para que se combata los niveles bajos con políticas que realmente ayuden a sacara las personas de éstos. Esencial sería, aplicar el Ingreso Ciudadano, porque la pobreza es carencia de dinero para conseguir recursos, y con esta política se combatiría con recursos monetarios a la misma.

Por último, cabe aclarar que estos cambios definirán una nueva estructura económica para estos países tan golpeados. Esta nueva estructura, si bien es compleja, es un avance hacía la modernización y desarrollo del Estado latinoamericano.

Finalizando, veremos como se ha revertido la idea plasmada por Prebisch en los años cincuenta. Es que los precios de las materias primas han venido aumentando y los precios de los productos industriales, al contrario, han mostrado un deterioro. Ya veremos el porque de esta nueva realidad.

Un cambio en los términos de intercambio. Esta realidad, inesperada para muchos, ha venido desarrollándose desde comienzos del año 2003, aproximadamente. Al comienzo, como todo nuevo proceso, nadie le dio importancia, pero con el pasar del tiempo, encontramos distintas opiniones.

Así, a quienes, siendo escépticos, afirman que solo es un proceso pasajero, que va a volver la misma relación de los términos de intercambio cuando menos lo esperemos. Al contrario, otros se muestran en la vereda del frente, en el lado opuesto, afirmando que esto ha venido para quedarse, que es un cambio de paradigma como tantos otros y que perdurará en el tiempo. La realidad no la sabemos, solo el tiempo va a dar su veredicto en el futuro.

Brevemente, vemos que la relación de los términos de intercambio, expresada por Prebisch, nos dice que, estos, se determinan por las variaciones de la estructura de precios de las exportaciones y de las importaciones. En sí, podemos decir que es una expresión utilizada en el comercio internacional, para referirse a la evolución del valor de los productos exportados de los países, calculado según el valor de los productos que importa, a lo largo de un período de tiempo determinada.

En este caso, comúnmente se ha hablado de deterioro de los términos de intercambio, cuando el valor de los productos que son exportados tiende a disminuir comparando a los productos que son importados. Siendo esta, la relación que primo sobre el planeta desde su creación, década del cincuenta, hasta la culminación del paradigma neoliberal de los noventa.

Pero, desde la implosión de los chinos en el mercado internacional, desde que decidieron salir a comprar todo tipo de alimentos, sobre todo soja, los precios de las materias primas dieron un vuelco inevitable (¿irreversible?) en el mundo. Es que el precio lanzo elevadísimas perspectivas a largo plazo, beneficiando a varios países por los aumentos de la entradas de divisas.

Este cambio, que se cree que seguirá por lo menos hasta el año 2017, según la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación), tiene repercusiones benefactoras para la mayoría de los países de América Latina. Pues, por primera vez, los precios de los productos exportados por estos países van en continuo aumento, mientras que los precios de los bienes industriales están bajando constantemente.

Así, vemos que el deterioro de los términos de intercambio, que clásicamente perjudicaban al grueso del continente americano, ha pasado ahora a perjudicar a los países productores de bienes industriales. Pues, con los precios de sus productos en disminución o estancados, se ven perjudicados. En cambio, ahora las naciones productoras de bienes relacionados con la extracción de recursos naturales, se han beneficiado sobremanera.

Posiblemente, esta sea la oportunidad, pues pueden acaparar la cantidad de reservas necesarias para dar el giro imperioso que modifique la estructura de las economías menos desarrolladas relacionadas con la exportación de materias primas. Igual, deberán modificar otros aspectos relevantes, como los mencionados en las estrategias para salir del subdesarrollo.

Autor:

Walter Nicolás Pepicelli