La Inversión Bruta Interna Fija (IBIF) mide el valor de los bienes y servicios de producción nacional e importados destinados a la incorporación de activos fijos por parte de las empresas y las familias. Al igual que en el cómputo del componente de Valor Agregado (o PBI), la formación del stock de capital se puede medir en valores corrientes o constantes. Según datos del Centro de Estudios Productivos (CEP) del Ministerio de Economía tenemos que la inversión del sector fue mayor a partir de mediados de los años 90’, resultando seriamente afectada por la crisis de 2002. En promedio la inversión bruta fija en el Upstream fue de aproximadamente 2000 millones de dólares entre 1993 y 2001, y de 1650 millones entre 2002 y 2006 en este segmento del negocio. En cambio en Refinación, entre 1993 y 2001 la inversión trepó en promedio a los 730 millones de dólares, mientras que se redujo a US$ 205 millones entre 2002 y 2006. Similar comportamiento tuvieron los desembolsos medios de los sectores de Distribución y Transporte de gas y petróleo, cuya inversión bajó de los 616 a 289 millones de dólares.
Gráfico 12
Inversión en el sector petrolero (en millones de dólares)
Fuente: CEP (Ministerio de Economía)
Las inversiones en el sector petroquímico no han sido incluidas en los datos gráficos, pero los mencionamos por tratarse de una industria vinculada (donde los actores son generalmente los mismos que en la industria petrolera) El grueso de su desembolso se concentra entre 1997 y 2000. En estos cuatro años, la inversión alcanzó un total de US$ 2030 millones, es decir el 80% de todo lo invertido entre 1990 y 2006 en la industria petroquímica. Entre los principales proyectos se destacan Mega, la planta separadora de líquidos del gas natural; Profértil: producción de urea y amoníaco; la ampliación de Petroquímica Bahía Blanca: etileno; ampliación de Polisur: polietileno; y la planta de metanol en Neuquén. Las reformas encaradas en el mercado de producción de petróleo y gas durante los ´90 permitieron incrementar la oferta de estos productos. Además, la posibilidad de acordar la compra de los mismos con empresas privadas permitió contar con un mercado que diera mayor garantía de disponibilidad de estos insumos para aquellas industrias que los utilizan intensivamente. Por lo tanto, no resulta extraño el fuerte aumento de la inversión en los sectores mencionados.
Autores:
Aldo M. Abram
Sebastián Scheimberg
Octubre de 2008