Los niveles y la composición de la Inversión, son elementos claves para lograr un incremento sostenido del producto y de la competitividad. Para alcanzar este objetivo, es necesario que prevalezca la inversión en capital reproductivo y que se apunte tanto a mejorar la capacidad productiva como a mejorar la calidad de los bienes y servicios producidos, de manera que la exportación se oriente hacia mercados de gran escala y con alta voluntad de capacidad de pago por calidad.
En el gráfico 5 puede verse como cayeron los niveles de inversión como porcentaje del PBI a partir de la devaluación y aunque se evidencia una tendencia creciente, todavía no se alcanzan los niveles de inversión requeridos (22% del PIB) para mantener un crecimiento sostenido del producto del 5% (mínimo aceptable para reducir satisfactoriamente la pobreza) (SANCHEZ Y BRASIOLO,2005). A su vez, los actuales ratios de Inversión-PIB se encuentran por debajo de los que prevalecen en economías como Brasil y Chile.
Fuente: elaboración propia con base en datos de CEI
Por otro lado, Argentina parece estar perdiendo capacidad de atracción de capitales extranjeros respecto de otros países de la región. Si bien en los años recientes la IED hacia Chile y Brasil también retrocedió, Argentina fue el país que sufrió la mayor caída (ver Gráfico 6).
Fuente: elaboración propia con base en datos de CEI.
En cuanto a lo referente a la Inversión en capital reproductivo, en el gráfico 7 se evidencia una notable caída de la inversión pública y privada en bienes durables de producción. Recién a partir de 2003 se comienza a revertir la tendencia declinante, pero los actuales niveles se encuentran muy por debajo de los alcanzados en la década de los 90. Este retroceso es consecuencia lógica del encarecimiento de los bienes de inversión, ya que los cambios en los precios relativos son de particular relevancia en el proceso inversor de países importadores de tecnología tales como Argentina. “La mayor rentabilidad de productos de exportación no soluciona esta restricción a menos que se plantee sólo un proyecto de enclave exportador, es decir que compita sólo en nichos, por menores costos, sin tener en cuenta la competitividad global del país (VASCONCELOS, BUTLER Y MIRANDA,2005).
Fuente: elaboración propia con base en datos de CEI
Por último, en lo que se refiere al tipo de inversión, los datos disponibles sugieren que han predominado las inversiones tendientes a satisfacer la demanda interna por sobre aquellas orientadas al mercado mundial. Como se muestra en el Cuadro 3, la inversión en mejoras de calidad se ha reducido desde 2001. En su reemplazo, han aumentado su participación en el total las inversiones destinadas a aumentar la producción.
Cuadro 3: Destino de las inversiones empresarias