Desarrollo

Escasez

Escasez es la ausencia o insuficiencia de un elemento que es capaz de satisfacer una necesidad humana. La escasez surge de una relación entre las necesidades humanas y la capacidad de los bienes y servicios disponibles para satisfacer estas necesidades.


La escasez no es una situación independiente de las preferencias de las personas, sino que las necesidades y preferencias de las personas pueden jugar un rol fundamental.

Escasez Objetiva y Subjetiva

Existen algunas necesidades que son básicamente inalterables, como la necesidad de alimento y protección física contra las inclemencias del tiempo. Los elementos capaces de satisfacer estas necesidades son comida y vivienda. Estos elementos se denominan satisfactores de necesidades. Cuando existe escasez de elementos para satisfacer necesidades humanas, consideramos a este tipo de escasez como escasez objetiva: una persona necesita cierta cantidad de calorías para poder sobrevivir. Esto no significa que la forma de satisfacer estas necesidades no pueda cambiar con el tiempo o ser distinta entre diversas culturas.


Otras necesidades de orden superior cambian con el tiempo y no dependen de la naturaleza humana inalterable. Elementos para satisfacer estas necesidades son teléfonos móviles, marcas de ropa, etc. Cuando existe insuficiencia de bienes o servicios para satisfacer este tipo de necesidades, consideramos a este tipo de escasez como escasez subjetiva.

Los satisfactores dependen de diversas variables y cambian con el paso del tiempo y entre diversas culturas.


Cambios en la Escasez

La escasez no es un concepto estático sino que puede variar, ya sea porque varía la disponibilidad de ciertos bienes y servicios, o porque cambian las preferencias de las personas.

Un mismo bien puede satisfacer varias necesidades, y la capacidad de satisfacción de las necesidades depende no solo de características intrínsecas del bien en cuestión, sino de elementos objetivos y subjetivos de las personas.

Escasez Artificial

La publicidad es una forma de influir en elementos subjetivos y modificar la percepción de la escasez. En la economía moderna, la publicidad y el marketing pueden crear una sensación de escasez para aumentar la demanda de cierto producto o servicio.

Diversos estudios muestran que la publicidad, a nivel agregado, puede tener un efecto negativo en el grado de satisfacción de las personas. La publicidad puede crear sensaciones de necesidad y escasez que afectan negativamente nuestra satisfacción.

También, las personas observan a quienes los rodean y realizan comparaciones con su situación. En este sentido, el grado de satisfacción no depende exclusivamente de su propio nivel de ingreso, sino también del nivel de ingreso de los demás. Las personas no quieren ser ricas, pero mas ricas que los demás. Entonces, la escasez no solo depende de nuestra capacidad para proveernos de bienes y servicios, sino también del nivel de ingreso de quienes nos rodean.

La Escasez como Objeto de Estudio de la Economía

La escasez es el principal objeto de estudio de la economía. Ante una situación de escasez, las personas deben tomar decisiones sobre cómo asignar recursos limitados para satisfacer sus necesidades de la mejor forma posible.

El economista Lionel Robbins, en 1932, definió a la economía como “la economía es la ciencia que estudia la conducta humana como una relación entre fines y medios escasos que tienen usos alternativos."

Ejemplos de Escasez

  • Tiempo: Todos tenemos un tiempo de vida limitado y la gran mayor parte de las personas desearía poder vivir mas años.
  • Dinero: El dinero, usualmente, permite disfrutar mas de nuestro tiempo limitado de vida.
  • Recursos Naturales no renovables: Los recursos no renovables son aquellos que no se regeneran, como el petróleo o el gas natural. Son un stock que disminuye con su uso. Mientras tengan la capacidad de satisfacer una necesidad humana, habrá cierta escasez de recursos naturales no renovables.

Deuda externa y su impacto en el efectivo cumplimiento de los derechos económicos, sociales y culturales en Argentina.

Contexto económico y social 1950-2010



(una breve reflexión)



(disponible PDF completo - descarga gratuita al pie del artículo)

INTRODUCCIÓN



Al hablar de endeudamiento externo Argentino, es fácil recurrir al recurso común del análisis de series numéricas o estadísticas. Estas series nos permiten visualizar la evolución de la deuda externa e incorporar conceptos que permiten comprender la magnitud del problema financiero al cual nos enfrentamos. Sin embargo, este método, nada nos dice en cuanto a las consecuencias socio-económicas del endeudamiento externo.

Este camino, que ha sido largamente recorrido por extensa bibliografía (Galasso: 2002), (Bonelli: 2004), Krikorian (2013), Manzinelli, Barrera, Wainer y Bona (2015)), se muestra sesgado en lo que sería el margen de discusión habilitado para presentar el tema a la opinión pública. De la bibliografía expuesta se advierte una discusión sobre el endeudamiento externo argentino soportada una compilación de hechos históricos. La exposición de la problemática objeto de estudio deviene en una transcripción de la debilidad de ciertas variables de las finanzas públicas argentinas que no han permitido honrar los compromisos externos asumidos considerando solamente aquellos vinculados con acreedores financieros internacionales. Este enfoque impide advertir el posible incumplimiento de compromisos internos asumidos con los ciudadanos pero también con la comunidad internacional en una materia que ha estado sistemáticamente fuera del contexto de análisis cuando hablamos de deuda externa: los derechos económicos sociales y culturales.

Nuestro objeto de estudio general se centrará en las consecuencias del endeudamiento externo para las finanzas públicas de la República Argentina. La consecuencia central objeto de estudio será la evolución de los derechos económicos, sociales y culturales conforme pactos internacionales de rango constitucional. Para ello consideraremos como marco conceptual el principio de no regresividad, propio de la rama del derecho en la cual centramos nuestro análisis (Courti, 2005).

LA DEUDA EXTERNA Y SU IMPACTO DIRECTO EN LOS COMPROMISOS INTERNACIONALES

Los compromisos han sido declarados para honrarlos. En este sentido, los compromisos externos son solo algunos de los diversos compromisos a los que deben responder los Estados, en todos sus niveles, para con la comunidad internacional y nacional. Ahora bien, indiscutida la necesidad de honrar los compromisos externos (CVDT Art. 26), corresponde preguntarnos si existe alguna jerarquía que permita determinar que honrar primero. En una situación donde, al atender compromisos financieros con acreedores externos, se impide al Estado cumplir algún compromiso asumido con la comunidad internacional en materia de derechos humanos, concretamente Pactos Internacionales en materia de Derechos Económicos, Sociales y Culturales (Art. 2 PIDESC y Art. 26 CADH), cabe preguntarnos: ¿acaso no estaremos, de todos modos, en presencia de una violación a los compromisos internacionales, puntualmente, al derecho público internacional?.

Con nuestro atalaya instalado y solo con espíritu reflexivo, cabe la segunda pregunta: ¿si la humanidad ha avanzado hasta reconocer al derecho superior del hombre por sobre la letra de la ley, puede sostenerse que un pacto financiero internacional se encuentra, en sus efectos, en jerarquía superior por sobre las necesidades de desarrollo humano de una población sometida al peso de la deuda?

La pregunta planteada, sostenemos, debe ser respondida con respeto a una de las esferas individuales de protección dispuestas por los mencionados tratados internacionales que fuera, en la reciente historia económica argentina, recurrentemente “agredida”: el derecho a la seguridad social. Horacio Gonzáles define a la seguridad social como aquellos “…derechos fundamentales, aspectos esenciales de la vida y la dignidad a dignidad de las personas, relacionadas con estados de necesidad, tales como los derechos previsionales, asistencia médica, asignaciones familiares, desempleo, accidentes de trabajo y enfermedades profesionales” (Courtis, 2005, p. 193).

Todo impacto en el presupuesto público que reduzca, restrinja, limite, menoscabe o dificulte el goce efectivo del conjunto de derechos de la seguridad social violenta pactos internacionales y, con ello, nuestra Constitución Nacional. El mencionado autor reflexiona de la siguiente manera: “Es indudable que existe, de acuerdo al texto constitucional argentino, un deber del legislador de “realización del Estado Social”. El cumplimiento de las cláusulas constitucionales implica dar respuesta a las demandas de la sociedad mediante prestaciones estatales” (Courtis, 2005, p. 195).

Desde otro ángulo, nos vemos obligados a repasar el preámbulo de nuestra Constitución Nacional (1994) que indica, entre otros de sus objetivos, “promover el bienestar general, y asegurar los beneficios de la libertad, para nosotros, para nuestra posteridad, y para todos los hombres del mundo que quieran habitar el suelo argentino…”. De ello advertiremos que, al hablar de derechos económicos sociales y culturales, se abren aquí dos argumentos. Encontramos uno de ellos completamente falaz.

Se ha dicho que tal manifestación es genérica o, desde un diálogo jurídico, que tal manifestación es “programática”[1] y, como consecuencia, todo lo expuesto lo será en la medida de las posibilidades de las finanzas públicas de la Nación. Como hemos advertido, el argumento aquí expuesto encierra su propia falacia. La razón de nuestra afirmación, en vista del desarrollo que impera en el marco de los derechos humanos a nivel internacional y en los derechos económicos sociales y culturales, la encontraremos al responder a las siguientes preguntas ¿puede considerarse en estado de bienestar general a aquella persona que no pueda gozar, plenamente, de los beneficios del desarrollo general de la población?, [2] y ¿puede considerarse libre a aquella persona que no tiene acceso a las mismas condiciones y oportunidades dado su lugar de implantación o de nacimiento?.

La segunda línea de razonamiento advierte que, habiendo la Nación Argentina suscripto a pactos internacionales de Derechos Humanos para atribución posterior de rango constitucional[3]; considerando la existencia del Pacto Internacional de los Derechos Económicos Sociales y Culturales[4], del Protocolo de San Salvador adicional a la Convención Americana sobre derechos humanos[5] pero, adicionalmente, considerando la existencia de los Principios de Limburgo[6], de las directrices de Maastricht[7], de las Declaraciones sobre el Desarrollo y de los principios sobre las obligaciones extraterritoriales de los Estados en materia de Derechos Económicos Sociales y Culturales[8], entre otros; no podrá sostenerse legítimo e incluso, ajustado a derecho, que un Estado (en nuestro caso el Estado Argentino) promueva una política económica, que violente, cercene, disminuya o aliene derechos reconocidos en el marco internacional.

 

Sostener lo contrario implicaría aceptar que el derecho interno de cada nación es autónomo del derecho internacional (Kelsen (2009)). Aceptado lo anterior deviene reconocer la legalidad de regímenes violatorios al derecho internacional de derechos humanos en cuanto a derechos esenciales de la que tanta veces nuestra historia mundial ha dado cuenta[9].

Los derechos económicos, sociales y culturales no son “inferiores” a los derechos comúnmente reconocidos como de primera generación. Los derechos humanos son interdependientes, universales, indivisibles y de desarrollo progresivo. Solo existirá, en consecuencia, pleno goce de aquellos consagrados en nuestra Constitución Nacional si respetamos, en lo que a nuestro interés convoca, el marco conceptual e internacional bajo referencia.

La historia del endeudamiento argentino se encuentra fuertemente condicionada por el rol de los organismos de crédito internacional, puntualmente del FMI. Este organismo, con sus “recetas”, ha impuesto el diseño sistemático del presupuesto nacional que terminaron por deteriorar variables que hacen al desarrollo interno de la Nación y de sus habitantes. El goce pleno de los derechos para cada uno de los connacionales y de la expectativa de futuro para los súbditos de la Nación, sometidos al presupuesto Nacional, quedan librados a la suerte de una economía altamente concentrada de nuestra Nación (Krikorian, 2013).

Proponemos, en consecuencia, “invertir la pirámide” de prioridades que, sistemáticamente, se ha aplicado para nuestra Nación, como fiel expresión de ley nuestros gobernantes. Durante el Siglo XIX o incluso durante la primera mitad del siglo XX, podríamos concebir como “razonable” que prestara prioridad a los compromisos financieros internacionales por sobre las consecuencias que esto generaba puertas adentro de la Nación. Sin embargo, ubicados en la segunda década del siglo XXI y considerando la evolución de los derechos humanos a nivel internacional, tal posición es insostenible.

Se requiere, por tanto, un cambio de paradigma con punto de partida en las obligaciones internacionales asumidas pero colocando en primer lugar aquellas que hacen al libre ejercicio de la persona como individuo y al disfrute de su humanidad. La propuesta demanda, para ello, nuevos principios internos que sirvan a la formulación y control del presupuesto público nacional.

 

Si Thomas Hobbes (1961) tenía razón, no podemos más que aceptar que el proyecto de vida del individuo debe, forzosamente, ser asistido, promovido y tutelado por la nación toda siempre y cuando el proyecto de vida de este individuo sea coherente con el proyecto de la Nación en su conjunto. Siendo la libertad de establecimiento y de tránsito un derecho constitucional que asiste a nuestro derecho, es dable sostener que el individuo que se somete, voluntariamente, a nuestro “contrato social” y que lo hace en conocimiento de las pautas sus reglamentarias (dentro de las cuales encontramos los pactos internacionales objeto de referencia).

Si este proyecto de vida se viera alterado por el establecimiento de contribuciones tributarias sumamente onerosas, que retrasen o impidan el crecimiento económico personal, o por indisposición de un contexto que habilite el libre desarrollo de la persona que sostenga y promocione al individuo para igualar oportunidades, en un contexto donde el Estado justifica su actuación en las necesidades financieras para atender compromisos externos, entonces existe violación franca y directa al “pacto primero”. Si Thomas Hobbes estaba equivocado, la consecuencia sería que nuestro siglo XXI no dista los regímenes despóticos que el mismo pretendió combatir desde su escritorio.

Según lo expuesto, se propone plantear el presupuesto público, las finanzas públicas que lo sustentan y, con ello, las variables de ingreso y egreso que afectan directa o indirectamente a la población sobre la base del cumplimento a compromisos internacionales externos como premisa fundante. La multiplicidad de compromisos externos asumidos no debe confundir ni orientar la decisión en una pretendida jerarquía u orden. Solo un juego de compromisos externos resulta en la base del ordenamiento jurídico argentino: aquel que no desnaturalice la letra de nuestra Constitución Nacional. De lo expuesto, todo aquello que violente las disposiciones en materia de derechos económicos y sociales deviene en directa violación al pacto social mencionado.

 

CONCLUSIÓN

Las políticas públicas dependen, para su formulación y ejecución, de las finanzas públicas. Estas, a su vez, dependen de la respuesta económica a las diferentes propuestas de administración de los ingresos públicos y los gastos públicos. La ejecución del presupuesto Nacional incide, directamente, en la vida de los ciudadanos y, con ello, la definición de las políticas públicas no debería jamás desatenderse de las consecuencias que despide hacia la sociedad.

Los derechos económicos, sociales y culturales no forman parte del discurso recurrente al momento de atender las consecuencias que los ajustes sobre el presupuesto nacional causarán debido al excesivo cargo por servicios de deuda, sin embargo, debemos recordar que los pactos internacionales de derechos humanos forman parte de las obligaciones externas de la nación al igual que los compromisos financieros asumidos con organismos internaciones o acreedores privados. Sembrar una discusión basada en la pretendida determinación de un orden de jerarquías será, en el mejor de los casos, un desvío de atención que impedirá encausar correctamente el diálogo necesario.

Sin jerarquías entre obligaciones internacionales queda entonces analizar los efectos que, sobre el ser humano, despliega cada una de las medidas perseguidas para que, allí donde exista ataque directo a derechos reconocidos por la comunidad internacional, deba el Estado aplicar el remedio jurídico y económico apropiado a tal situación. La discusión, así planteada, obliga a modificar el marco conceptual desde el cual hoy se discute el diseño y aplicación del presupuesto público nacional pero, por sobre todo, el marco conceptual de actuación del FMI como órgano rector de la política económica argentina, por lo menos y de forma evidente, desde 1955 en adelante.

 

Dr. Sergio Carbone

Contador Público (UBA)

 

BIBLIOGRAFÍA

Norberto Galasso (2002). De la banca Baring al FMI. Buenos Aires. Argentina: Colihue

                 

Marcelo Bonelli (2004). Un país en Deuda - La Argentina y su Imposible relación con el FMI. Buenos Aires. Argentina:                                     Planeta

 

Christian Courtis (comp). (2005). Ni un paso atrás. Buenos Aires. Argentina: Del Puerto

 

Marcelo Krikorian (2013). Derechos humanos, políticas públicas y rol del FMI. Buenos Aires. Argentina. Editora Platense

 

Thomas Hobbes (1961). Leviatan o la materia, Forma y poder de una República Eclesiástica y Civil.

 

Pablo Manzinelli, Mariano A. Barrera, Andres Wainer, Leandro Bona (2015). Ciclo de endeudamiento y fuga de capitales. De la dictadura hasta los fondos buitre. Buenos Aires. Argentina. Coordinador: Eduardo Basualdo.

 

María Luisa Inés (1987). La operatividad de los derechos reconocidos por la Convención Americana de los Derechos Humanos, Revista de Derecho Público, 2, 89

 

Daniel Sabsay (s.f.). El acceso a la vivienda digna en un fallo de la Corte Suprema de Justicia de la Nación. Recuperado de http://www.derecho.uba.ar/publicaciones/pensar-en-derecho/revistas/0/el-acceso-a-la-vivienda-digna-en-un-fallo-de-la-corte-suprema-de-justicia-de-la-nacion.pdf.

 

Hans Kelsen (2009). Teoría pura del derecho. Buenos Aires. Argentina. Eudeba

 

 

 

Abreviaturas

 

CVDT:                       Covención de Viena sobre derecho de los Tratados (1969).

 

PIDESC:                   Pacto Internacional de Derechos económicos, sociales y culturales (1966)

 

CADH:                      Convención Americana de Derechos Humanos (1969)

 

 

 

 

 

 

[1] Para una discusión respecto del carácter operativo o programático de las disposiciones y mandatos constitucionales en materia de Derechos Humanos. En este contexto María Luisa Ines (Ines, (1987) destaca: “La doctrina ha sostenido que las normas constitucionales que declaran derechos han de interpretarse como operativas, lo cual significa: a) que aún a falta de reglamentación han de aplicarse y funcionar; b) que si acaso la norma es programática y el órgano encargado de determinarla deja de hacerlo, su omisión prolongada es inconstitucional y ha de encontrar remedio ante el Poder Judicial”. Adicionalmente consultar a Daniel Sabsay (s.f.) quién propone un enfoque análogo al de Ines al reflexionar sobre el derecho a la vivienda digna.

[2] En este sentido cabe recordar que la República Argentina, como miembro de las Naciones Unidas desde 1945 (http://www.un.org/es/member-states/index.html) debe dirigirse, en todos sus actos de gobierno, según las manifestaciones acordadas en el seno de la Asamblea General celebrada el 13 de septiembre de 2000 en la cual se dicta la Resolución A/RES/55/2 denominada “DECLARACIONES DEL MILENIO” (http://www.un.org/es/comun/docs/?symbol=A/RES/55/2) en la cual, entre otras cuestiones, se reconoce la obligación de los dirigentes de defender y respetar los principios de la dignidad humana dedicando su punto III.- al fomento del desarrollo y erradicación de la pobreza.

[3] Reforma constitucional año 1994.

[4] Disponible en http://www.ohchr.org/SP/ProfessionalInterest/Pages/CESCR.aspx

[5] Disponible en https://www.oas.org/dil/esp/tratados_b-32_convencion_americana_sobre_derechos_humanos.htm

[6] Disponible en http://www.derechos.org.ve/pw/wp-content/uploads/desc_07.pdf

[7] http://www.derechos.org.ve/pw/wp-content/uploads/desc_11.pdf

[8] https://www.fidh.org/IMG/pdf/maastricht-eto-principles-es_web.pdf documento del que cabe destacar la denuncia que realiza respecto de la sistemática violación a derechos Económicos, Sociales y Culturales producto de funcionamiento general del sistema económico-financiero internacional a Pag. 3.

 

[9] Salvando las distancias temporales y contextuales; reconociendo al los derechos humanos como un concepto evolutivo, cabe recordar la discusión de fondo que se presentó en los Juicios de Nuremberg en cuanto a posiciones antagónicas: extremo positivismo y límite a esta posición reconociendo, por tanto, principios del derecho natural (fuente primera filosófica de los derechos humanos).

 

Dr. Sergio Carbone

Contador Publico (UBA)

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Tel: 4362-9602

Cel: 15-6660-9889

¿Qué es Desarrollo?

¿Qué es Desarrollo?


En las ciencias sociales, se entiende como desarrollo, al cambio en ciertos aspectos de las condiciones de vida de una sociedad. Este cambio debe traer aparejado una mejora en la calidad de vida. Por ejemplo:

- Mayor acceso a educación

- Menor tasa de criminalidad

- Menor contaminación ambiental

- Mayor acceso a bienes y servicios

- Etc.



Como podemos observar, el desarrollo es un concepto muy amplio que tiene en cuenta muchos factores, económicos, sociales y ambientales.

La finalidad última de todas las políticas de los estados debería ser el logro de un mayor grado de desarrollo de un país.

Una visión amplia del desarrollo tiene en cuenta todos los aspectos de la vida de las personas, desde el acceso a bienes y servicios hasta la libertad política, la participación social activa y el respeto de sus tradiciones.

La Organización de las Naciones Unidas (ONU) pone el énfasis en el individuo y su libertad. El desarrollo es un proceso de vida en el cual los individuos tienen posibilidad de elegir entre alternativas para satisfacer sus propias aspiraciones. Las aspiraciones principales son:

1- Tener una vida prolongada y saludable

2- Búsqueda de conocimientos

3- Acceso a recursos que permitan lograr un cierto nivel de vida


El desarrollo y el crecimiento económico

El desarrollo es un concepto amplio que incluye al crecimiento económico, pero no debe confundirse el crecimiento con el desarrollo. El crecimiento es sólo un medio para alcanzar un mejor nivel de vida. El desarrollo, además, incluye otras facetas de la vida, como la participación política de los individuos, la equidad de género, el respeto por las tradiciones culturales y la utilización sostenida de los recursos naturales.

La historia nos muestra ejemplos de políticas que, a pesar lo lograr un mayor nivel de crecimiento económico, pueden causar:

- un empeoramiento en la distribución del ingreso.

- destrucción o sobre utilización de recursos naturales.

- marginación social, cultural o económica de grupos minoritarios de la población, como pueden ser los adultos de edad avanzada o bien minorías culturales.

Actualmente existe un concenso en que las medidas económicas económicas centradas en ciertos indicadores, como el crecimiento del producto interno bruto per cápita, tienen limitaciones. No sólo porque el crecimiento económico que no va acompañado del desarrollo social puede ser insostenible en el tiempo, sino también porque no necesariamente se traduce en un mayor desarrollo en el largo plazo.

Desarrollo Humano

El desarrollo humano se refiere a una situación en la cual las personas pueden desarrollar su potencial y mejorar su calidad de vida.


Es un paradigma que en cierto sentido se opone a la visión tradicional, que enfatiza la importancia de mejorar los ingresos per cápita. Para lograr el desarrollo humano hace falta mucho mas que elevar el ingreso per cápita.


El desarrollo humano ubica a las personas como objeto directo de las políticas gubernamentales, y no a la creación de riqueza. Es decir, la riqueza sería sólo un medio mas para lograr el ambiente propicio para el desarrollo humano, y no un fin en sí mismo.


Las personas no sólo valoran los bienes materiales de que disponen, sino también su libertad, el tiempo libre, la educación, el acceso a bienes culturales, la posibilidad de vivir en sociedad interactuando con otras personas, la calidad del medio ambiente que los rodea, etc.

Ciertas condiciones básicas favorecen el desarrollo humano:

- Libertad (política, económica, etc.)

- Educación

- Salud

- Equidad (de géneros, religiosa, étnica, etc.)

- Adecuada distribución de la renta

- Sustentabilidad (ecológica, económica y social)

- Producción adecuada de bienes y servicios

O nascimento das fábricas

O nascimento das fábricas

Autor: Dhiogo José Caetano

O objetivo do artigo é mostra a “verdade” histórica do nascimento das fábricas, as influências provocadas no meio social, político e econômicas; visando ressaltar os conflitos e barreiras os quais a burguesia teve que enfrentar para implantar o seu objetivo pessoal no meio de produção; utilizando os saberes e a técnicas para desenvolver o processo de transformação do trabalho que passa de um sistema primitivo, para um modelo de produção capitalista.


Para explicar esta relação, antagônicas em decorrer do processo do trabalho, que visava o capital, como fonte principal, foram utilizadas ideais de Marx, Weber e Durkheim que trás a complexidade da vida social em sua varias modalidades, que descreve a realidade social em um processo concreto, um conjunto de características fundamentais de uma sociedade. Podemos perceber que a revolução industrial acelerou o conceito de alienação do trabalho dos meios sociais e produtivos; promovendo uma relação entre os homens de oposição, antagonismo e exploração; o capital transformou o trabalho em uma mercadoria.

As classes sociais, não apresentam apenas uma diferença por status, mas também posições, interesse e consciências diversas. Mas a partir da construção do artigo, foi possível perceber, que as fabricas nascem, mas junto com elas surgi à tecnologia e a modernidade de imediato, ficando claro que a burguesia, queria acabar com o trabalho individual, para ter o controle total não só no capital, mas até mesmo o controle dos saberes e técnicas.

Portanto as fábricas foram introduzidas com grande interesse, de fundamentar e organizar a sociedade, uma relação marcada por conflitos e revoltas de classes, que ao mesmo tempo rejeitavam e aceitavam o ideal, empregado pelas as classes superior, ou seja, a classe proletariado, cujo objetivo é manter a sua subsistência.


PALAVRA - CHAVE: trabalho, fábrica, capital, Marx e conflitos.

INTRODUÇÃO

A partir do século XVI, podemos percebe que dos vários acontecimentos e idéias, nenhum se realizou tão desgraçadamente com a sociedade do trabalho; fábricas-prisões, fábricas-convento, fabricassem salário, sonhos realizados pelos patrões, que tornou possível a glorificação do trabalho; palavra que tinha como significo penalidade, cansaço, dor, esforço extremo, um estado de pura miséria e pobreza; mas uma nova concepção da palavra trabalho surgiu no século XVI, uma visão que trás positividade.


Adam Smith afirma que o trabalho e fonte de toda a riqueza, alcançando o topo do “sistema de trabalho de Marx”, pois o trabalho passa ser a fonte de toda a produtividade e expressão da própria humanidade do homem. A glorificação do trabalho se fortalece com o surgimento das fábricas mecanizadas, a qual alimenta a ilusão, que a partir dela há limites para produtividade humana. Percebemos que as fábricas ao mesmo tempo em que confirmavam a potencialidade criadora do trabalho, anunciava a dimensão ilimitada da produção.

A presença da máquina, trás com sigo a superação de barreiras da própria condição humana, uma reflexão que propõe uma imagem cristalizada do pensamento do século XIX, que se reduz a um acontecimento tecnológico, que apresenta uma intervenção de organizar e disciplinar o trabalho. Durkhein divide o trabalho em dois momentos identificado como uma espécie social, que estabelece a passagem da solidariedade orgânica; tipicamente relacionado às fábricas, ao conceito de solidariedade orgânica, afirmamos a aceleração da divisão do trabalho social, os indivíduos se tornam interdependentes. Essa interdependência garante a união social ao mesmo tempo em que os indivíduos são mutuamente dependentes, cada qual se especializa numa atividade e tende a desenvolver maior autonomia pessoal.

VIDA OU SUBSISTÊNCIA

O trabalho nas fábricas, não permitia, ao homem, pensar além do que já foi dado, o mercado estabelecia ao homem o que pensar e agir, empregando regras, portanto o comércio não só impõe aos homens determinadas tecnologias, como também impede que seja possível pensar em outras tecnologias.

Portanto deve-se pensar segundo regras já definidas, e a sua oposição, em relação à sociedade é juntamente a impossibilidade de pensar além das regras. Falar de mercado ou divisão social do trabalho do é apropriar-se da idéia, que o homem está vetado e impossibilitado de saber; um saber que restitui e serve hoje para manter a ordem de domínio político, técnico, cultural e etc.

Os mecanismos permitem o reconhecimento de uma imposição de normas de valores próprios de determinadas sociedades em que aparece dotada de universalidade; podemos utilizar como exemplo, o pensar do desenvolvimento de uma sociedade burguesa no seio da sociedade feudal, que logo imaginamos a instituição do mercado como esfera universalizadora de uma nova ordem que se impõe.

A autodisciplina, proposta pela classe dominante, torna-se idéias dominantes de toda a sociedade uma aplicação de novas normas, idéias e valores, que enfrenta conflitos gerados pelos trabalhadores que não, estava disposto a seguir normas, a cumprir horário e aceitar ordem de um superior; mas com o processo de organização das fábricas que constituía em primeiro momento de um trabalho manufatureiro, portanto fica claro que a tecnologia não surgiu juntamente com as fábricas. Em primeiro momento foi utilizada a força de trabalho como mercadoria, não se tratando de uma mercadoria qualquer, pois o trabalho significa a criação de valor, sendo reconhecido como verdadeira fonte de riqueza da sociedade. Afirma os marxistas que “o capitalismo transformou o trabalho em mercadoria”; portanto o valor da mercadoria dependia do tempo de trabalho que era estabelecido, da habilidade individual media e a condição técnicas vigentes na sociedade. Por isso o valor de uma mercadoria era incorporado ao tempo de trabalho socialmente necessário para a produção.

Sabemos que o capitalista produz com intuito de obter lucro, isto é quer ganhar com sua mercadoria, mas do que investiu. Podemos citar o exemplo da mais-valia de Marx, onde o trabalhador trabalha mais tempo e ganha o mesmo valor, ou seja, gera um valor maior do que e pago na forma de salário.

Porém, nota-se que a insuficiência do valor correspondente, do salário pago para o trabalhador, não sendo suficiente para a sua subsistência, provoca uma luta entre as classes, de um lado encontra-se a burguesia, do outro os menos favorecidos, que agora fazem parte de uma dimensão na qual o homem pensa e age, tornando o seu lugar imaginário e real, onde se opera efetivamente a divisão do social. As desigualdades sociais eram provocadas pelas relações de produção do sistema capitalista que divide os homens em proprietários e não proprietários dos meios de produção, afirma Marx que “As desigualdades são à base da formação de classes sócias”. Podemos perceber uma relação entre os homens, de oposição, antagonismo e exploração da classe proprietária, ou seja, a burguesia, sobre os trabalhadores a classe proletariada.

DESIGUALDADE SOCIAL E CONFLITOS

Em meio ao confronto nasce o sujeito social a imagem de que existe a imperiosidade da figura do capitalismo como elemento indispensável para o próprio processo de trabalha. A discussão está diante de uma situação história na qual o domínio da sociedade, embora esteja delimitado pelo dispositivo do mercado, não se transformou ainda em domínio técnico; no caso a razão técnica, por mais que esteja sob o domínio de quem participa do processo de trabalho, ainda não representa um instrumento através do qual se possa exercer o controle social.

Marglin mostra que nenhuma tecnologia avançada determinou a união dos trabalhadores no sistema de fábricas, seguindo em direção de como esse sistema possibilitou a disciplina e a hierarquia na produção, baseado na dispersão dos trabalhadores domésticos, que gerava problema ao capitalista, isto é desvio, de parte de produção a falsificar dos produtos, utilizando a matéria-prima de qualidade inferior àquelas fornecidas pelo capitalista.

O sistema fabril representou a perda desse controle dos trabalhadores domésticos; pois nas fábricas a hierarquia, a disciplina, a vigilância e outras formas de controle, tangíveis que tornaram pontos que os trabalhadores acabaram se submetendo ao regime de trabalho, ou seja, o domínio do capitalista sobre o processo de trabalhadores. Em primeiro lugar os comerciantes precisavam controlar e comercializar toda a produção dos artesãos com desejo de reduzir ao mínimo as praticas de desvio dessa produção; assim as fábricas transformam-se no marco organizador do desejo empresarial, um sistema ditado com necessidade de organização que teve como resultado uma ordem disciplinar durante todo o transcorrer da modernidade.

Na realidade as máquinas só foram desenvolvidas e introduzidas depois que os tecelões já haviam sido concentrados nas fabricas; os tecelões, os ceramistas não estavam acostumados com esse novo tipo de disciplina; segundo um historiador inglês, os ceramistas haviam gozado de uma independência durante muito tempo para aceitar amavelmente as regras, procurava implantar, a pontualidade, a presença constante, as horas prefixadas, as escrupulosas regras de cuidado e de limpeza a diminuição dos desperdícios, a proibição de bebidas alcoólicas; promovendo uma formação de um conjunto magnífico de mão.

O desenvolvimento foi crucial no que se refere ao estabelecimento do sistema fabril contribuído na efetivação de uma disciplinarização geral na força de trabalho; ocorrendo um impacto de poderosas forças, atrativas ou repulsivas, que o trabalhador ou artesão inglês se transformou em mão-de-obra fabril, afirmando uma nova relação de poder hierarquizado e autoritarista. Alguns historiadores ingleses afirmam mesmo que o êxito alcançado por alguns empresários capitalistas, em meio a tantos fracassos que rodearam as primeiras tentativas de instalação das fábricas, deve-se muito mais á qualidade de direção dessas empresas do que a uma substância de mudanças de qualidade do trabalho ou das máquinas.

O processo descrito esclarece a dependência do capitalismo em relação ao desenvolvimento das técnicas de produção; mostrando, ainda como o trabalho, sob o capital, perde todo o atrativo e faz do operário mero apênde da técnica, o homem, torna-se o principal elemento da força produtiva, e é o principal responsável pela ligação ente natureza e a técnica e os instrumentos. Porém os revoltosos e os destruidores de maquinas, se manifestava em varias regiões, como maneira criteriosa de como lutar, desencadeada não contra a mecanização em geral, mas em direção a determinadas máquinas em particular. Mas apesar de toda a resistência e das vitórias alcançadas pelos quebradores de máquinas, já por volta de 1820 “os avanços tecnológicos” adicionais mudaram de nova geração de operários acostumados à disciplina e á precisão da fábrica.

CONCLUSÃO

A utilização da maquinaria não só visava conseguir a docilização e a submissão do trabalho fabril e, neste sentido assegurar a regularidade e a continuidade apresentou um forte obstáculo do trabalhador fabril. As maquina vão sendo introduzidas, ajudando a criar um marco dentro do qual se podia impor uma disciplina, mas sua introdução se deu uma ação de contra partida dos patrões para controlar as greves e as outras formas de militância industrial.

Marx em O Capital, embora saudasse o advento do universo fabril como o limitar de uma nova era, deixa de ficar profundamente apreensivo com relação à introdução das máquinas automáticas no processo de trabalho o qual dizimaria a sociedade trabalhadora; nesse sentido enfatiza o determinismo pelo saber a técnica, cujo fundamento estava ligado ao inerente bojo de implicação relacionada à hierarquia, disciplina e controle do meio de trabalho, ao mesmo tempo em que separa crucialmente a produção do saber técnico.

Enfim, as relações sociais, produzidas a partir da expansão do mercado capitalista, com a união das fábricas, geraram uma relação antagônica na sociedade tornando possível o desenvolvimento de uma determinada tecnologia que impõe, não apenas aos instrumentos que incrementa a produtividade, mas como principal instrumento de controle, disciplinar que enfrenta conflitos da relação entre consciências e realidade e principalmente a dinâmica histórica.

Autor: Dhiogo José Caetano

¿Porqué una economía social y solidaria?

Muchas veces nos preguntamos que es la economía social y solidaria? Es otra economía? Y la pregunta que se suma automáticamente es porque hacer otra economía? La respuesta es única: no, toda la economía es social y no sólo eso sino que es fundamentalmente política. El objetivo del proyecto de la economía Social y Solidaria es dejar en claro cual son los valores centrales de esta propuesta. Una economía donde el eje central sea el trabajo del hombre, la sociedad y no el capital, donde los valores de de competencia y maximización de ganancia del mercado sean supeditados a otro tipo de valores como el de la solidaridad.


Quizás una buena forma de reflexionar sobre estas preguntas sea pensar que es la economía. Para muchos son números, y según las teorías económicas más citadas por los libros es la ciencia o actividades que tratan la administración de los recursos escasos. Esta definición que parece tan simple y certera deja muchos interrogantes como ¿Cuales son esos recursos y porque son escasos? La respuesta se debe a que esta corriente ideológica define a la economía como una simple relación de elección entre alternativos fines y escasos medios, ante un hombre de infinitas necesidades. Dicha escasez engloba a todos los bienes y la forma de distribuirlos es el mercado. A través de los precios se irán dando los intercambios garantizando, según ellos, una justa distribución ya que es imparcial. Así se plantea una sociedad centrada en los valores de competencia e accionar individual. Por ejemplo, si existe un terreno y dos interesados quien pague más lo obtendrá.

Desde la economía social y solidaria tomamos otra definición de economía que remite al intercambio entre el hombre y su entorno natural y social. Este intercambio provee al hombre de los medios para satisfacer sus necesidades Polanyi, 1957. Así la economía es el conjunto de actividades a través de las cuales los seres humanos garantizan la reproducción de si mismo e intergeneracionalmente, es decir al hombre hoy y a las futuras generaciones es por eso que la relación con la naturaleza debe estar presente.

Esto nos plantea la necesidad de un análisis más complejo, donde es difícil que simplemente a través de números representativos de costos conmensurables, como los precios, se pueda dar una justa distribución de los bienes. Pensar sólo en los precios genera que lo que no tiene precio no valga, como por ejemplo un río o incluso que cuando se les coloca precio este no sea representativo porque es imposible saber el valor de la perdida de un río. A esto debe sumarsele que si la distribución la realiza sólo el mercado, accederán a esta sólo quienes cuentan con poder en el mercado, es decir, quienes pueden afrontar esos precios sin importa la necesidad.


Es central revisar la concepción que se adopta de economía. Si la concepción sigue siendo la de administración de recursos escasos de nada sirve plantear una economía solidaria, o el tercer sector definido por el Banco Mundial, ya que el lugar es el de administrar aquellos sectores donde la lógica capitalista no es eficiente como pueden ser el cuidado ambiental o la asistencia a los pobres, convirtiéndose así en una forma de solucionar las fallas del sistema capitalista.

Es ante esta lectura de la economía donde nuestra propuesta de una Economía Social y Solidaria se diferencia y lo hace a partir de resaltar los componentes que ésta ya tiene, como el social y el solidario. Es alí donde nos diferenciamos del tercer sector porque la economía social y solidaria no viene a subsanar ningún tipo de error del capitalismo sino a plantarse como una propuesta de construcción de otra economía centrándose en valores de solidaridad y en la reproducción de la vida, con prácticas que parten desde la economía popular y van ampliándose, incorporando nuevas practicas incluso en los sectores publico y privado.

Es importante resaltar que no hablamos de una solidaridad de asistencia donde donamos o regalamos, sino de construir en una solidaridad ampliada a cualquier otro ser humano desde una mirada como a un igual. Es ejemplo de esto el sistema de reparto de las jubilaciones donde todos aportamos para acceder mañana a una jubilación sin saber cuantos años vivirá cada uno de nosotros. Otro ejemplo es el sistema de salud donde todos aportamos a su mantenimiento sin importar cuantas veces nos enfermemos, incluso esperando no hacerlo.


En estos ejemplos que vemos rápidamente como las dos concepciones se contraponen. La primera concepción nos propone llevar la vida como una administración eficiente, donde cada uno administre su vejez o sus enfermedades de la manera mas conveniente convirtiendo el sentido de la economía, la reproducción de la vida humana, en un negocio más.

Cuando hablamos de una economía social y solidaria pensamos en una economía centrada en el hombre, en la búsqueda de mejorar las condiciones de vida de todos y todas. Una economía donde acciones como las de la empresa Nidera, descubiertas recientemente, donde los trabajadores se encontraban hacinados, tomando agua de tachos donde se transportan los agrotoxicos son inconcebibles porque las condiciones del trabajador dejan de ser un insumo a reducir y pasan a ser el objetivo a maximizar.

Este debate no pretende desterrar el análisis costos-ganancia de cada negocios sino aportar a desmitificar que la economía sea sólo eso y entender que deben ser objetivos supeditados al central que es garantizar y mejorar cada día la vida de todas y todos.

Autor: Lorena Putero - Economista CEMoP - Madres de Plaza de Mayo

Empresas Recuperadas y Crecimiento

Las empresas capitalistas tienen como principal objetivo la maximización de ganancias, esto implica minimizar costos, entre ellos los sueldos. Así también existe un costo empresario, es decir, para que la empresa funcione el empresario necesita tener garantizada una determinada tasa de ganancia sino no invertirá.


En un periodo de crecimiento económico el empresario obtendrá una mayor ganancia por el aumento de las ventas. Mientras que en caso de una recesión, ante la reducción de sus ventas, buscará reducir costos y esto incluye la posibilidad de despidos ya que los trabajadores son un costo más a reducir. Así también, existe la posibilidad de que cuando no esté garantizada su ganancia empresarial el empresario decida cerrarla.

En el caso de las empresas recuperadas, y de las cooperativas de trabajo en general, el objetivo principal es el trabajo. Una de sus características es que no existe el costo empresario, es decir, los ingresos ahora solo se distribuyen entre los socios-trabajadores en forma de retiros (que serian los salarios en una empresa capitalista) y los salarios dejan de ser un costo.

En periodos de crecimiento económico estas unidades productivas potencian las virtudes del mismo. Además de los puestos de trabajo que generan, dado que la mayoría de ellas son trabajo- intensivo, realizan inversiones en maquinaria buscando aumentar la productividad (sin que implique reducción de personal) para aumentar el excedente que luego será distribuido a través de los retiros entre los trabajadores. Ante un ciclo de recesión y una caída de las ventas, estos trabajadores decidirán entre: reducir la producción, trabajar menos horas e incluso reducir sus retiros pero no habrá despidos, ya que los trabajadores ya no son un insumo más.


En la empresa capitalista, la expansión económica beneficia al empresario, ya que aumentan sus ingresos pero la distribución a los trabajadores se dará ante un reclamo de éstos. Así también la decisión de invertir dependerá de la tasa de ganancia que esa inversión le genere porque si puede mantener salarios bajos elegirá mantener maquinaria vieja e incorporar más trabajadores baratos.

En las recuperadas y cooperativas ante la misma expansión, el aumento de ingresos por mayores ventas repercute directamente en un aumento de los retiros de los socios-trabajadores. El aumento de la inversión es la forma que tienen estas empresas de aumentar su productividad junto a su capacidad de innovación. Dicho aumento es necesario para aumentar sus ingresos ya que ellos no pueden reducir salarios para ganar más, esto potencia el efecto del crecimiento.

La comparación arroja que las empresas capitalistas amplían el efecto del crecimiento económico de manera limitada ya que dependerá de la decisión del empresario en redistribuir o invertir. En cambio, las cooperativas de trabajo potencian el efecto del crecimiento debido a su rápida redistribución entre los trabajadores de los beneficios obtenidos. En caso de recesión las primeras profundizan los efectos negativos de la crisis, por el contrario, las recuperadas amortiguan la caída y tienden a contener los puestos de trabajo.


Es importante dejar en claro que las ventajas de las empresas recuperadas y de las cooperativas de trabajo en su conjunto, no se agotan en las descriptas, y no caben en esta nota. Las relacionadas al desarrollo local, el medio ambiente y el efecto de practicas participativas en el crecimiento personal de los trabajadores son, entre otras, algunas de las ventajas por sobre las experiencias de empresas de capital.

Autor: Lorena Putero

Economista CEMoP - Madres de Plaza de Mayo

Mujeres Ejecutivas

Condición de la Mujer Ejecutiva en Latinoamérica, un Panorama General



Por: M.A.N. Ana Paola Sánchez Arrioja

D.C.A. Victor Manuel Alvarado Verdin

Antecedentes y contexto de la mujer ejecutiva

En el mundo empresarial de hoy en día no es fácil ni sencillo el explicar lo que hacen los ejecutivos, teniendo en cuenta que no hay dos organizaciones iguales y por lo tanto no hay dos puestos de administración iguales. Si se considera un esquema basado en funciones un ejecutivo es el que realiza actividades o deberes al tiempo que coordina de manera eficaz y eficiente el trabajo de los demás. En la primera parte del siglo XX, el industrial francés, Henry Fayol fue el primero en señalar que los ejecutivos son los responsables de definir las actividades y tareas para alcanzar las metas y objetivos de la organización; en otras palabras los ejecutivos definen las metas, fijan las estrategias para alcanzarlas, trazan los planes, coordinan las actividades teniendo siempre en claro lo que debe de hacerse, quién debe hacerlo, cómo se deben de agrupar y disponer los recursos, quién rinde cuentas a quién y dónde y cuándo se deben de tomar las decisiones, (Robbins y Couter, 2005, p.9) .De la exposición anterior se deduce que el trabajo del ejecutivo es amplio y complejo por lo que es difícil definir qué es un ejecutivo, pero teniendo en cuenta las funciones y responsabilidades descritas “ejecutivo” se puede definir como,


La persona, profesionista, contratada de ex profeso por una organización para la gestión y dirección administrativa de la organización o parte de ella haciéndose responsable de la directriz de la misma a través de la aplicación inteligente y racional de la autoridad y del poder, (Basado en AMME; Web)

El mundo actual de los negocios ha propuesto importantes retos a las empresas, sin importar su giro y tamaño, dentro de las cuales se puede precisar la necesidad de contar con equipos de ejecutivos con las capacidades para entender las condiciones de los entornos general y de tarea a efecto de precisar los planes estratégicos y de acción para el cumplimiento de los objetivos empresariales, procurando que éstos sean compatibles con las creencias y valores de la sociedad de los mercados donde operan. En otras palabras, la globalización exige ejecutivos con perfiles similares a los clientes –tanto internos como externos- con la intención de que éstos sepan “leer” mejor las necesidades procediendo a adecuar el estilo operativo de las empresas en búsqueda de una mayor eficiencia y eficacia (Ambronsini, Web).

Debe reconocerse que los ejecutivos realizan aportaciones de orden técnico, de gestión, así como de personalidad y visión particular sobre el manejo de las empresas, por lo que las contribuciones que cada ejecutivo puede ofrecer generan una amplia diversidad de opiniones dependiendo si se trata de un hombre o de una mujer.


En la actualidad, las empresas reconocen que el no integrar a la mujer en puestos ejecutivos es fomentar una ceguera operativa, ya que la mujer aporta diferencias importantes a la gestión empresarial empezando por una actitud de escucha que conlleva a la reflexión de las situaciones a efecto de tomar conciencia sobre las ventajas y los riesgos, pero con la determinación de que se hagan las cosas; lo anterior obedece a que la mujer ejecutiva ha demostrado poseer cualidades distintivas tales como (Ambronsini, Web):

- Permeabilidad a los climas emocionales

- Facilidad para el manejo de los conflictos

- Comunicación

- Ubicarse en la horizontalidad funcional

- Trabajar en redes

- Pensar en el desarrollo de las personas y sus necesidades humanas

- Complementariedad

- Compasión

- Cuidado del planeta

- Compromiso y responsabilidad

Donde estas cualidades le facilitan el desarrollo y aplicación conciente de habilidades directivas en cuanto a (Ambronsini, Web):

- Planear fijando las metas de grupo e individuos

- Motivar a los subordinados en el desarrollo de sus tareas

- Comunicar de manera clara los requerimientos y compromisos, así como con fines de socialización

- Gestionar el tiempo tanto para el desarrollo de las tareas como de los subordinados

En otras palabras, la mujer ejecutiva ha demostrado acercar el futuro a un presente inmediato con estrategias definidas para hacer compatibles las metas de los subordinados con las metas y objetivos de la organización (Goodstein, 2004, pp. 85-92). Por tal motivo, en la actualidad, se puede considerar un desafío ser ejecutivo siendo mujer.

En opinión de Griselda Martínez (2003) la perspectiva actual de la competencia empresarial ha generado una deshumanización en cuanto a los sacrificios y exigencias al recurso humano y debido a ello quien mejor que una mujer para generar un horizonte de soluciones para la concreción de resultados diferentes, basados en la inclusión de las personas que conforman el sistema empresarial, como seres humanos imprescindibles para el crecimiento y sostén de la organización. Lo anterior infiere que las mujeres ejecutivas desarrollan un estilo de dirección propio que solo toman lo necesario de sus pares masculinos.

De hecho, el estilo de dirección femenino ha contribuido al desarrollo de habilidades directivas para la creación de entornos de trabajo en los que la información se comparte para generar consenso, colaborativo y colegiado, en cuanto a la toma de decisiones, en otras palabras, las mujeres desarrollan equipos de trabajo bajo un liderazgo que promueve la inclusión y la conciliación, más que una gestión directiva, autónoma y controladora.

Debe reconocerse que la integración de los cuerpos ejecutivos con hombres y mujeres ofrece a las empresas la oportunidad de comprender mejor el entorno en el que se desarrollan las habilidades directivas, procurando un equilibrio bajo consenso en los procesos de toma de decisiones.

Problemas y condiciones que enfrenta la mujer para desarrollarse como ejecutivo

La participación de la mujer en puestos ejecutivos está condicionada a las costumbres y valores sociales, a las políticas de empleo de las organizaciones en cuanto a los roles y tareas transferidas en los últimos tiempos al género femenino, así como a las oportunidades que el propio mercado laboral pueda otorgar en cuanto a la adaptación de las condiciones laborales a las necesidades propias de las mujeres.

Durante los años 80 la participación y desarrollo de las mujeres como ejecutivas se ubicó en empresas de manufactura, bancos y empresas de servicios, siendo los servicios financieros, de seguros, bancarios e hipotecarios (Diversity in executive networks: a national study of women's representation in private sector economic development, Web).

Bajo las circunstancias actuales, la identidad laboral de las mujeres como ejecutivas se ha aproximado a la de los hombres considerando que han aprendido a explotar o desarrollar aquellas habilidades directivas que les permita competir laboralmente, porque de hecho las mujeres ejecutivas de hoy son nuevos sujetos sociales con rasgos de liderazgo específicos que encuentran su significado a través de la particularidad de su trabajo, su desarrollo profesional y su vida familiar. Por lo tanto, ha de reconocerse el efecto cultural que se provoca en la sociedad cuando la mujer se incorpora al mercado de trabajo al propiciar la gestación de una nueva relación entre el hombre y la mujer y, finalmente, que la mujer acceda a puestos de alta jerarquía en todos los ámbitos sociales.

De ser así, debe reconocerse cómo las mujeres que desempeñan actividades donde se ejerce la función de dirección con autoridad y poder van conformando estilos de gestión y liderazgo propios, donde muchas de ellas para mostrarse competitivas en el entorno social y el mercado laboral deciden complementar su perfil a través de estudios de posgrado teniendo en cuenta que la mujer ejecutiva está conciente del nivel que guardan sus capacidades de gestión y dirección por lo que busca el aval de las mismas a través del consenso académico que manifieste su evolución y consolidación como una persona capaz de aplicar sus conocimientos y habilidades para transformar y alinear los intereses individualistas en un interés colectivo a favor de las metas y objetivos empresariales.

Sobre esto último Cárdenas de Santamaría (2007) describe que el trabajo y esfuerzo realizado por las mujeres que desarrollan estudios de posgrado o de actualización tienen el propósito de enfatizar el cómo asumen su vida a partir de la conciencia de ser mujeres en posiciones de dirección y del cómo tienen que evolucionar en cuanto a sus formas de pensar, sentir y hacer, de manera que definan en qué tienen que cambiar para poder desarrollarse como personas y profesionistas.

La mujer ejecutiva que estudia parte del punto de dónde esta en su vida presente, así como el de tomar conciencia del conocimiento requerido para el desarrollo de su trabajo, su vida profesional y personal, reflexionado en todo aquello que le pueda generar satisfacción en el trabajo, pero teniendo conciencia sobre el precio que su desarrollo le puede exigir en el hogar, como amiga, colega, como esposa y como madre; en otras palabras es una condición complicada donde las barreras pueden generar insatisfacción y alta frustración.

Adicionalmente, durante el desempeño laboral las ejecutivas pueden afrontar problemas en cuanto a la concepción y aplicación de las habilidades directivas, los cuales se muestran como los aspectos laborales que impactan dentro de las dimensiones psicológicas, psicosociales o ambientales determinantes de su satisfacción laboral.

En otras palabras, pese al nivel de participación actual de las mujeres ejecutivas dentro de las organizaciones, muchos de los trabajos desempeñados no cubren sus expectativas, ya que no les reconocen sus logros o trabajan bajo condiciones de inequidad, y en muchos casos sin el apoyo para cubrir sus necesidades personales y familiares con oportunidad, lo que les impide sentirse satisfechas en sus empleos ; de hecho algunos autores, como Baron y Byrne (2005), así como Farfán (2006), dan cuenta de aquellos factores propios de la mujer (denominados internos) que limitan su progreso como lo pueden ser,

a)El impacto de su carrera dentro de su vida familiar,

b)El conflicto de roles entre los géneros,

c)La falta de modelos a seguir dentro de las relación género-profesión,

d)La desmotivación debido a la discriminación corporativa, así como

e)Las desigualdades de oportunidad.

Debe reconocerse que las condiciones laborales varían según el grupo ocupacional al que pertenecen las mujeres, donde estas condiciones pueden mostrar diferentes grados de limitantes para su desarrollo, de segregación ocupacional, tanto horizontal como vertical, lo que origina desigualdad de oportunidades y diferenciación salarial.

Asimismo, Baron y Byrne (2005), Sarrió, Ramos y Candela (2002, pp. 167-182) Halpern (2005;pp. 397-409), así como el Instituto Nacional de la mujer (2006, Web) y el Instituto Nacional de las mujeres (2004, Web), exponen que así como existen los factores internos también existen los factores externos (ubicados en el entorno laboral) que dificultan el acceso a mujeres a puestos directivos o que generan obstáculos a su desempeño laboral y que son también determinantes de su satisfacción laboral, pudiendo citar los siguientes,

a)Estereotipos de género

b)Segregación del mercado de trabajo

c)Discriminación laboral de las mujeres

d)Acoso psicológico en el trabajo

e)Menores oportunidades de desarrollo de carrera en la organización

f)La ausencia de una política laboral consolidada que favorezca la conciliación de la vida laboral y familiar.

g)Baja autoeficacia en cuestiones tradicionalmente masculinas

h)Formación en áreas tradicionalmente femeninas

Podría pensarse que en las sociedades industrializadas, las circunstancias objetivas para la inserción de la mujer en el medio laboral han sido cada vez mejores, pese a los factores que se manifiestan en el turbulento medio organizacional, que amenazan precisamente los lugares de trabajo ocupados por ellas.

Participación de la mujer como ejecutivo en el mundo.

Son diversos los estudios y opiniones alrededor del mundo que dan cuenta de los impedimentos para que las mujeres alcancen cargos directivos pese a tener la preparación y el temple para desarrollar la gestión y dirección administrativa tanto en organizaciones públicas como privadas.

En acuerdo a María Laura Lorenzo (2010, Web) un ejecutivo son aquellos individuos que toman decisiones sobre la ubicación y los usos de los recursos humanos, físicos y financieros de una organización, pero que en el caso de la mujeres existe un techo de cristal que les impide su inserción en cargos directivos. Pese a que las mujeres participan cada vez más de la población económicamente activa los puestos de dirección les están en gran medida vedados. Éste no es un fenómeno propio de México ni tercermundista, o por motivos de exclusión religiosa, sino también existe en los llamados países del primer mundo de hecho considérense los resultados del Estudio sobre las Habilidades Directivas de la Mujer (patrocinada por el Fondo Económico Europeo en el 2005) los cuales dan cuenta que la participación de la mujer en puestos ejecutivos se ve limitada debido a dos razones principales:

1) Los valores sociales y la cultura del mercado laboral que restringe y cuestiona su participación y capacidad, así como a sus habilidades directivas; o sea, se ofrecen juicios que cuestionan su capacidad para generar resultados (concepto de auto-eficacia). Considerando que tanto la autoeficacia como las habilidades directivas se complementan para generar un funcionamiento directivo eficaz.

2) Las limitaciones que las mujeres se generan per se como reacción ante las condiciones y restricciones laborales, así como las presiones para cumplir con sus roles tradicionales con la familia y la pareja. Lo anterior puede generarle juicios sobre el propio valor personal los cuales le pueden afectar su auto-estima. Cabe decir que la creencia firme en uno mismo no conduce necesariamente al éxito, sin embargo, la falta de fe en uno mismo sí conlleva con bastante posibilidad al fracaso (concepto de auto-afirmación/ auto-decepción).

En complemento a lo anterior en el mismo año se celebró en la ciudad de México el congreso Global Summit of Women (GSW) reuniendo a las principales asociaciones de mujeres ejecutivas tanto internacionales como nacionales por citar: la National Association for Female Executives (NAFE); la Organización Internacional del Trabajo (OIT); y la Asociación Mexicana de Mujeres Ejecutivas (AMME); así como importantes investigadoras sobre el tema de las mujeres ejecutivas como lo son las investigadoras de la UNAM Gina Zabludovsky y Julia Chavez Carapia.

Las conclusiones de este encuentro se integraron junto con otros tantos estudios y fueron dadas a conocer por la NAFE y la Globe Women Association (GSW) en el 2008 haciendo énfasis en la situación problemática que sufre la mujer para alcanzar y ejercer puestos directivos en Latinoamérica. Dentro de las conclusiones más destacadas, para el periodo 2005-2008, se exponen las siguientes:

Las empresas latinoamericanas se encuentran a la zaga en la promoción de mujeres a puestos ejecutivos, en acuerdo al informe presentado por la Latin Trade y la consultora McKinsey solo el 5.1% de las empresas catalogadas en América latina cuentan con mujeres en las juntas directivas a comparación del 10.4 % reportado ese mismo año por Fortune.

Se puso de manifiesto la discriminación a la mujer durante los procesos de reclutamiento de ejecutivos. Se destacaron los casos de Argentina y México citando que ninguna de las cinco empresas argentinas más importantes contaba con una mujer en puestos ejecutivos y en el caso mexicano 24 de las empresas mexicanas más importantes no contaban con mujeres ejecutivas; sin embargo, puede apuntarse que en ese momento en FEMSA 3 de cada 19 puestos de administración y dirección empresarial eran ocupadas por mujeres, mientras que en BIMBO 2 de 17; dando de manera global que en México 28 de los 360 puestos registrados eran ocupados por mujeres.

El caso brasileño fue la excepción ya que 11 de las 16 empresas más importantes cuentan con mujeres en cargos de administración y dirección.

En tiempos más recientes los reportes 2010 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) señalan que la situación no ha mejorado significativamente, ya que el porcentaje de mujeres en posiciones ejecutivas, a nivel mundial, es de sólo el 16,5%. A su vez, dentro de la categoría de ejecutivos, se repiten las discriminaciones. Un claro ejemplo de ello son los Estados Unidos, donde hay un 39% de mujeres ejecutivas pero sólo el 3% ocupa posiciones en los máximos niveles de decisión (top management) o llegan a Chief Executive Officer (CEO). En la Argentina, según algunas cifras aportadas por consultoras de personal, sólo un 3 o 4% de los cargos directivos se encuentran ocupados por mujeres (Lorenzo, Web).

Esta discriminación también se refleja en las remuneraciones y posiciones. En un reciente estudio sobre un millar de ejecutivos y ejecutivas de 500 empresas de Estados Unidos realizado por la revista Fortune se comprobó que, a paridad de educación, las mujeres siempre ganaban menos y que estaban “sobrepresentadas” en posiciones gerenciales. Eso significa que, a pesar de estar profesionalmente capacitadas, su participación no se refleja en los puestos de decisión, sino que ocupan los que exigen un rendimiento mucho menor (Lorenzo, Web))

Las fuentes de información ofrecen amplios argumentos que pueden dar origen discusiones por tema específico, sin embargo es un hecho que instituciones, consultores y académicos aún se encuentran identificando las causas de la falta de participación de la mujer en puestos de administración y dirección dentro de las organizaciones, aunque coinciden que una de las principales condiciones del impedimento es la prevalencia del estereotipo del ejecutivo masculino significado por características tales como competitividad y capacidad de decisión en lugar de incorporar las habilidades habitualmente catalogadas como femeninas, como la empatía y la comunicación. Lo anterior da origen al denominado “techo de cristal extra-grueso”.

Participación de la mujer como ejecutivo en México.

En términos generales se puede señalar que la incorporación de las mujeres a puestos ejecutivos en México no ha cambiado en mucho con respecto al reporte de la NAFE y la GWA (2005), ya que de acuerdo con los datos aportados por el Instituto Panamericano de Alta Dirección de Empresa (IPADE-Economista, 2010), actualmente el 17% del Producto Interno Bruto (PIB) del país se encuentra en manos de mujeres ejecutivas, además, en lo que respecta a la iniciativa privada, las mujeres ocupan dos de cada 10 puestos de alta dirección.

Lo anterior, de manera ponderada, refiere que el 31% de las empresas tiene a una mujer en su dirección, el 7% cuenta con dos y 15% tiene entre sus altos mandos a tres o más personas del sexo femenino; lo que en proporción directa expone que el 52% de las empresas cuenta alguna mujer en puestos de administración y dirección (IPADE-Economista; 2010).

Esta situación se explica debido a los costos que les implica a las empresas el contar con mujeres en cargos de alta dirección en atención al tiempo que se puede invertir para cumplir con el denominado “Home-Office”, lo que compromete a las organizaciones el contemplar el “flextime” para que las mujeres en puestos de responsabilidad cumplan con sus deberes para con la familia, donde adicionalmente se debe de contemplar los costos por compromisos matrimoniales y la maternidad.

De hecho Margarita Chico (citada por IPADE-Economista, 2010) señala que la mujer ejecutiva mexicana es de las menos beneficiadas en cuanto al número de días que tienen para cumplir con sus necesidades “out office” con respecto a sus similares de Chile y Brasil; sin embargo, manifiesta que ha sido posible, en los menos casos, establecer esquemas adecuados de “flextime” e incluso combinarlo con un tiempo de trabajo en la oficina y otro desde el hogar.

Las organizaciones mexicanas, en los últimos años, reconocen que las mujeres que ocupan puestos ejecutivos cuentan con un talento catalogado de indispensable para la administración y dirección por lo que han procurado generar adaptaciones en el mercado laboral para reclutar más mujeres en atención a los resultados que puedan generar. Sin embargo, la NAFE opina que la participación de la mujer en puestos importantes dentro de las organizaciones mejora muy lentamente, que es necesario despertar el interés para acelerar los procesos de integración, ya que de continuar con las tasas de integración actuales llevará 50 años para igualar el número de mujeres ejecutivas con el de varones.

Referencias.

Ambronsini, Silvina, La Mujer Ejecutiva Aporta Hoy un Liderazgo Complementario y Necesario, Recuperado de: http://www.m-sb.com/files/Site/Articles/SA1.PDF; Mayo 8 del 2009

Asociación Mexicana de Mujeres Ejecutivas (AMME), Recuperado de: http://www. amme. org.mx/ Julio 30 del 2010.

Baron, R.A. y Byrne, D., Prejuicio: Causas, Efectos y Formas de Contrarrestarlo, citado por: Baron, R.A. Baron y D. Byrne (2005.). Psicología Social. Madrid: Prentice Hall.

Cárdenas de Santamaría, María Consuelo (2007). Mal de muchas, consuelo de ninguna. Revista Latinoamericana de Administración, 38, 27-44

Chávez, Carapia Julia (2009). Situación de la Mujer en México. Conferencia, Instituto de Estudios Superiores en Administración Pública, A.C., México

Diversity in Executive Networks: A National Study of Women's Representation in Private Sector Economic Development, Recuperado de: www.entrepreneur.com/tradejournals/article/17536683.html; Septiembre 14 del 2009.

Estudio sobre las Habilidades Directivas de la Mujer patrocinada por el Fondo Económico Europeo en el 2005

Farfán, García Ma. del Carmen Consuelo (2006). Construcción, Validez y Confiabilidad de un Instrumento para Medir la Satisfacción Laboral en las Mujeres. (Tesis Doctoral). Universidad Iberoamericana, México.

Goodstein, Leonard. (2004). Planeación Estratégica Aplicada. México: Mc.Graw Hill.

Halpern, D.F. (2005). Psychology in the Intersection of Work and Family. American Psychologist, 60, 5

Instituto de la Mujer (2006). Distintas Estadísticas correspondientes al Primer Trimestre de 2006, extraídas de: Mujer en Cifras; Septiembre 14 del 2009.

Instituto Nacional de las Mujeres (2004), El Impacto de los Estereotipos y los Roles de Género en México, Recuperado de: htp://cedoc.inmujeres.gob.mx/documentos_download/100893.pdf ; Septiembre 14 del 2009.

IPADE-Economista. (2010) Mujeres ejecutivas manejan 17% del PIB. ; Recuperado de: http://www.boletin-infomail.com/2010/05/mujeres-ejecutivas-manejan-17-del-pib.html Julio 15 del 2010

Lorenzo, María Laura, Mujeres ejecutivas, Recuperado de: https://www.econlink.com.ar/articulos/mujeresejecutivas; Julio 15 del 2010.

Martínez V., Griselda (2003). Las Mujeres Ejecutivas ante los Retos de la Administración Moderna, Recuperado de: http://www.azc.uam.mx/publicaciones/gestion/num13/doc06.htm ; Mayo 8 del 2009.

Robbins, Stephen y Mary Coutler (2005). Administración (8ª. ed.). México: Pearson-Prentice Hall.

Sarrió, M., Barberá, E., Ramos, A. y Candela, C. (2002). El Techo de Cristal en la Promoción Profesional de las Mujeres. Revista de Psicología Social, 17 (2)

Zabludovsky, Gina (2007), Las mujeres en los cargos de dirección en México; Recuperado de: http://www.cimacnoticias.com/especiales/coinversion2007/mujeresambitolaboral/contexto/contextonacional/lasmujeresenloscargosdedireccionenmexico.pdf ; Julio 15 del 2010.

Desarrollo Humano: La formación de la ciudadanía y la dimensión cultural de la transformación educativa

El conocimiento y la educación para el desarrollo deben incidir significativamente en la dinámica de un orden democrático. Esto debido a que la base material y simbólica de la democracia se ha ampliado incorporando el conocimiento, la información y la comunicación.


Un sistema educativo que se plantee como objetivo educar para la modernidad, supone asumir el desafío de conciliar funciones instrumentales con compromisos éticos y políticos. Por eso es importante que los procesos de adquisición de destrezas y conocimientos sean dotados por un estilo que induzca a los sujetos a utilizar el conocimiento con mayor autonomía, a estar más dispuesto a participar en debates y en trabajo de grupos como complemento importante y a adquirir mayor conciencia respecto de sus deberes y derechos.

La necesidad de transmitir códigos de modernidad que permitan participar en la vida pública y desenvolverse productivamente en la sociedad moderna es compatible con el rescate de la identidad cultural, la promoción de la ciudadanía y una ética universalista. En este sentido, la multiplicidad cultural de la región encuentra, una vía de desarrollo. Esta posibilidad de autoafirmación cultural tiene cuatro elementos decisivos: los nuevos sistemas de redes en la transmisión horizontal de conocimientos entre agentes. La incorporación de la variable cultural y el énfasis de los regímenes democráticos en el pluralismo; la importancia de la gestión local en los procesos de desarrollo; y el vínculo cada vez más estrecho entre el ejercicio de la ciudadanía y la expresividad de sujetos que se afirman en sus diferencias específicas.

Hay poderosas razones para considerar que el objetivo fundamental de la actividad humana es el desarrollo humano y no el desarrollo económico. Se ha definido al desarrollo humano como la ampliación de las oportunidades que tienen las personas de acceder a una vida más larga, más saludable y más plena. Nosotros nos limitamos a la educación. Y buscamos una vinculación entre el desarrollo humano y el crecimiento económico, se ha analizado en los modelos que existe una firme relación recíproca entre ambos. Por una parte, el crecimiento económico proporciona los recursos que permiten mejorar al desarrollo humano; por la otra parte, el mejoramiento de la calidad de la mano de obra contribuye de manera importante al crecimiento económico. Según el trabajo de Gustav Ranis y Frances Stewart hay dos cadenas causales: una de ellas va del crecimiento económico al desarrollo humano, a medida que los recursos provenientes del ingreso nacional se asignan a actividades que contribuyen a este último; la segunda va del desarrollo humano al crecimiento económico e indica de qué manera el desarrollo humano, a parte de ser un objetivo primordial, contribuye a aumentar el ingreso nacional. (Gráfico 3)


Gráfico 3: Desarrollo humano y crecimiento económico

Fuente: Gustav Rannis y Frances Stewart, diciembre de 2002.

En este trabajo, las economías pueden encontrarse en un espiral ascendente de desarrollo humano y de crecimiento económico que se refuerzan mutuamente. Clasificaron el desempeño en las siguientes categorías: la del ciclo virtuoso, la del ciclo vicioso y dos categorías de desarrollo simétrico, una con sesgo pro desarrollo humano (esto es, con fuerte desarrollo humano y escaso crecimiento económico) y otra con sesgo pro crecimiento económico (es decir con escaso desarrollo humano y marcado crecimiento económico). En el caso del ciclo virtuoso, un buen desarrollo humano refuerza al crecimiento, el que a su vez promueve el desarrollo humano, y así sucesivamente. En el caso del ciclo vicioso, un comportamiento deficiente en materia de desarrollo humano tiende a traducirse en resultados mediocres en cuanto al crecimiento. Cuando las vinculaciones son precarias, pueden producirse casos de desarrollo asimétrico. Puede suceder que un crecimiento económico propicio no traiga consigo un desarrollo humano satisfactorio, si por ejemplo hay conexiones débiles, como un bajo coeficiente de gasto social; por otra parte es posible, que un desempeño satisfactorio en materia de desarrollo humano no genere un crecimiento económico favorable si hay escasez de recursos complementarios. Lo más probable es que en estos casos de desarrollo simétrico, con el tiempo la parte débil actuará de freno sobre la otra y se producirá un ciclo vicioso.

Los países de América Latina entran y salen de las categorías de desempeño virtuoso y vicioso con mayor frecuencia que la observada en el contexto mundial. Es importante considerar que países que tienen un desempeño sesgado a favor del desarrollo humano pasan a menudo al ciclo virtuoso mientras que lo que sesgan las economías hacia el crecimiento económico tienden hacia el ciclo económico.


Autores: María Delia Irastorza y Nicolás Wilfredo

Educación y Desarrollo

En el desarrollo, la educación ha sido concebida como un instrumento privilegiado para fomentar una mayor integración sociocultural, acelerar la modernización de las estructuras productivas y formar las élites dirigentes de la nación. En este sentido, los logros registrados en gran parte de los países de América Latina a fines de los años setenta mostraban el efecto virtuoso de la expansión de la educación formal en las décadas previas, a saber: una población adulta alfabetizada en una proporción alta, una población infantil mayoritariamente inserta en el sistema educativo formal, una población juvenil con crecientes años de escolaridad, una élite que llevaba a cabo las tareas del estado y estaba capacitada para hacerlo, y un porcentaje de profesionales y operarios calificados en continuo aumento. Para la década de 1980, la reducción del gasto social, provocada por la crisis de la deuda y los posteriores ajustes, impactó negativamente las inversiones en el sector educativo. Para la década de 1990, volvió a aumentar el gasto social dedicado a educación, y en algunos países, este incremento fue sostenido e intenso.


Desde mediados del decenio de 1970, un nuevo conjunto de prioridades ha comenzado a influir en el discurso sobre la política educativa en todo el mundo. Las nuevas prioridades valoraron el desarrollo de la competitividad individual, nacional y global. En la educación, esto se tradujo en la mayor importancia atribuida en la calidad de la enseñanza. Como consecuencia de las nuevas prioridades educativas, los dirigentes políticos han iniciado, en los últimos veinte años reformas encaminadas a lograr un mejor ajuste entre los productos del sistema educativo y las necesidades de la economía. (Reimers, ed., 2000)

Autores: María Delia Irastorza y Nicolás Wilfredo





Calidad Institucional

Autor: Lic. Aldo Abram


Los argentinos valoramos poco la importancia de la calidad de las instituciones. Es más, solemos confundir las instituciones con los instrumentos que las viabilizan o, incluso, con clubes de futbol, asociaciones, etc. En realidad, son las normas y principios que rigen una sociedad y que se plasman, principalmente, en la Constitución Nacional y en las leyes.

Si formamos un conjunto con los países que tienen alta calidad institucional, veremos que coinciden con los que ya les brindan a su gente, o están haciendo avances en ese sentido, una mayor posibilidad de progreso o bienestar económico. En cambio, aquellos en los que no se respetan los derechos y las instituciones, son naciones con altos niveles de pobreza o en decadencia económica.

Esto no debería llamarnos mucho la atención; ya que uno trataría de no invertir en un país donde: a) se confisquen los depósitos bancarios; b) un secretario de un Ministerio pueda obligarnos a manejar a su antojo nuestra empresa (los costos, a quién, cuánto y a qué precio vendemos), a veces sin norma que lo avale e incluso sin una directiva escrita; c) un funcionario pueda presionarnos para que nos desprendamos de nuestra empresa e, incluso, pretenda decirnos a quién debemos vendérsela; d) los organismos de información pública brinden estadísticas falseadas; e) un Estado, que sea incapaz de cumplir con sus funciones básicas, pretenda ejercer de empresario o decidir mejor el destino de la plata ajena; o f) las reglas de juego varíen según le convenga coyunturalmente a los funcionarios de turno.


Desde 2007, el Centro de Investigaciones de Instituciones y Mercados de Argentina (ESEADE) elabora anualmente un Índice de Calidad Institucional para 192 países del mundo (Informe completo )y, recientemente, se presentó el del corriente período. Allí se confirma que aquellos países con mayor calidad institucional son los que generan mayores avances en innovaciones; ya que son los que respetan los derechos de propiedad intelectual. Además, al tener reglas de juego claras y generales que se mantienen en el tiempo, permiten los largos procesos de inversión que la investigación demanda. Por ello, tampoco debería asombrarnos que sean los que más progresan y brindan bienestar a sus pueblos.

Sin embargo, la calidad institucional no es solamente importante para incentivar la inversión, el empleo y generar riqueza. Doña Rosa también necesita poder tener alguna certidumbre para planificar su vida. Por ejemplo, un matutino económico publicó una encuesta realizada entre los que aportan al sistema previsional y más del 80% manifestó que no espera poder vivir de la jubilación que cobrará cuando entre en la etapa pasiva. La realidad es que el actual régimen de reparto estatal tiene los mismos vicios que aquel que estafó a nuestros abuelos y padres; ¿por qué debería ser el resultado distinto? Una respuesta puede ser: porque el actual sistema administre mejor los recursos. En el año 2007, se hizo una moratoria que permitió cobrar jubilaciones y pensiones a más de 1.000.000 de personas que no hicieron los correspondientes aportes. Los recursos no salieron de las rentas generales del gobierno, sino de la caja previsional. De allí también están fondeando la asignación universal para la niñez, las laptops para los estudiantes de los colegios, los decodificadores de la televisión digital, etc. ¿Qué quedará para los futuros jubilados? En suma, una historia que se repite.

Los argentinos no tenemos instrumentos para ahorrar en nuestro país, excepto la vieja tradición del “ladrillo”. Son demasiadas las veces que los gobiernos han manoteado los depósitos del sistema financiero para pagar crisis o beneficiar a deudores “licuados”. Incluso, la mayoría de nuestros políticos consideran que los ahorros que están en la banca deben ser instrumentos de política económica. Es decir, deben ser asignados según lo decida algún burócrata y, una clara prueba de ello, son algunos proyectos de reforma de la ley que rige al sistema financiero que se conocieron recientemente. Nuevamente se confirma la percepción de los ciudadanos de que no se respetará el derecho de los verdaderos dueños de esos recursos, que no es el gobierno ni los banqueros, sino los depositantes.


Cuando alguien le confía sus ahorros a un banco, lo hace porque eligió a quién considera sabrá cuidarlos e invertirlos bien. ¿Qué derecho tiene un funcionario a asignar esos recursos en una forma distinta? ¿Quién dice que él puede elegir mejor a quién darle un crédito? No debería extrañar que tengamos un sistema financiero que pocos usan para ahorrar y, sin dicho insumo básico, con una irrisoria capacidad de dar préstamos. Con muchas de las reformas propuestas, esto sólo tenderá a empeorar.

Sin calidad institucional, rige la “ley de la selva” y prima el derecho del más fuerte. La gente puede tratar de sobrevivir; pero se le vuelve cuesta arriba el progresar y construir un futuro mejor para su familia. No es casualidad que, en el índice de 2010, la Argentina ocupe el lugar 120 y, desde 2007, haya bajado 27 lugares. Sólo cinco países tuvieron peor evolución (Bolivia, Senegal. Maldivas, Kiribati e Islas Salomón). Entre los 36 países de América, estamos en el lugar 28. Cabe aclarar que esta decadencia institucional argentina no es una historia de los últimos años, lleva décadas. Cada vez más naciones, incluso entre nuestros vecinos, entienden que mayor calidad institucional significa mejor calidad de vida para sus pueblos y, por ende, nos superan y nos dejan en peor posición relativa. ¿Tardaremos mucho en entenderlo los argentinos?

Todos tenemos, en la medida de nuestras posibilidades, la responsabilidad cívica de exigir que nuestros representantes respeten los derechos, las instituciones y los límites para el ejercicio de sus funciones que establece la Constitución Nacional. Sin embargo, deben asumir un mayor compromiso quiénes más “talentos” recibieron, es decir: la dirigencia empresaria, profesional e intelectual. No cabe duda que, en general, no ha estado a la altura de las circunstancias y que, hasta ahora, ha primado el interés particular sobre el general. Al que le quepa el sayo que se lo ponga; pero no seamos hipócritas y, luego, le echemos la culpa a otros de la creciente decadencia y pobreza que resulta de nuestras acciones, errores y omisiones.

Por el Lic. Aldo Abram, director del Centro de Investigaciones de Instituciones y Mercados de Argentina (CIIMA-ESEADE)

El Crecimiento Económico y la Equidad de Género

¿Cómo influye el crecimiento económico en la equidad de género?



Analizando los datos del Índice de Equidad de Género elaborados por la organización Social Watch, y los datos del PIB per cápita del banco mundial, obtuvimos los siguientes gráficos:



Vemos que la equidad de género está relacionada con los recursos materiales de los países, aunque esta relación no es directa y depende qué dimensión de la equidad de género estemos analizando.


El índice de equidad de género en educación mide la tasa de alfabetización y la tasa de matriculación los tres niveles educativos (primaria, secundaria y terciaria). Observando este índice, que los países con menor PIB per cápita tienen un menor índice de equidad de género en educación. A medida que comienza a aumentar el PIB per cápita, el índice de equidad de género en educación aumenta rápidamente, pero a un ritmo cada vez menor. A partir de cierto punto, que no se corresponde con un PIB per cápita elevado, no se observa una relación clara entre PIB y equidad en educación, lo que estaría sugiriendo que los países muy pobres tienen mas dificultades para lograr equidad en educación, sin embargo, luego de alcanzado cierto nivel económico, el PIB per cápita deja de tener influencia en la equidad de género en educación.

El índice de equidad de género en la actividad económica mide la tasa de actividad económica y la tasa de ingresos percibidos estimados. Este índice muestra que existe una muy baja relación positiva entre el PIB per cápita y la tasa de equidad. Esta relación es muy difusa, sugiriendo que si bien existe una influencia leve, la tasa de equidad en actividad económica se ve influida mucho mas por otros factores distinto del PIB per cápita.

El índice de empoderamiento de las mujeres se calculó usando la cantidad de ministros mujeres, la cantidad de bancas parlamentarias obtenidas por mujeres, la cantidad de mujeres en posiciones legislativas y la cantidad de años que una mujer fue jefa de estado. Se observa una relación parecida a la observada con la educación, es decir, el empoderamiento aumenta rápidamente a medida que aumenta el PBI per cápita de los países pobres, pero luego parece estar afectado por otros factores, e incluso parece disminuir a partir de cierto punto, ya que países con un PIB per cápita muy elevado (Qatar, Luxemburgo, Singapur, Hong Kong, Suiza, etc.) tienen relativamente bajos índices de empoderamiento de la mujer.

La relación observada en cada uno de los índices se refleja en el índice general de equidad de género: la equidad de género tiene una relación positiva con el PIB per cápita, aunque esta relación es muy difusa y cada vez menor a medida que aumenta el PIB per cápita.

Como conclusión de este modesto análisis (un análisis profundo implicaría la utilización de técnicas econométricas complejas y que tengan en cuenta elementos institucionales), podemos decir que la pobreza es una barrera para la equidad de género, probablemente relacionada con la menor calidad de educación a la que tienen acceso las personas de bajos recursos.

Referencias:

Social Watch 2008, Gender Equity Index (GEI) 2008, disponible en http://www.socialwatch.org/node/9267

GENUINE PROGRES INDICATOR (GPI). MONITOREO Y EVALUACION DEL DESARROLLO.

Actualmente el indicador comúnmente utilizado para medir y comparar economías es el PIB. Sin embargo, este tipo de indicador presenta una serie de carencias en tanto que no incluye variables relacionadas con las externalidades que el crecimiento genera. Nos da una visión limitada en tanto que solo informa de CUANTO se crece, obviando COMO es ese crecimiento.


El GPI se crea una alternativa al tradicional PIB, intentando corregir esas deficiencias. Ofrece las herramientas de análisis más allá de lo puramente económico. Es una herramienta innovadora para la planificación y desarrollo de políticas encaminadas a garantizar la sustentabilidad de la economía, sociedad y medioambiente.

Si bien, ambos indicadores parten de la misma base en términos estimativos sobre Gasto y el Consumo, el GPI añade un indicador sobre equidad en la distribución del ingreso. Adicionalmente se incluyen variables externas al mercado asociadas de forma positiva o negativa con lo social y medioambiental: educación, crimen, voluntarismo, informalidad de la economía, polución, contaminación, financiamiento y prestamos…

Ambos, tanto PIB como GPI están expresado en términos monetarios, por lo que es posible su comparativa.

En la práctica, al menos 11 países (Austria, Inglaterra, Suecia y Alemania entre otros) han adoptado esta metodología, mostrando claramente que pese a los incrementos del PIB, en términos de sustentabilidad estos países han sufrido un claro retroceso.


Para más información sobre el GPI: economia@fepat.org.ar



Trabajo Infantil y su Impacto Económico

ANDREA FABIANA MAC DONALD (*)


I-INTRODUCCIÓN:

En el presente análisis, expondremos uno de los temas más preocupantes en el mercado laboral como es el trabajo infantil en el mundo globalizado. Con el advenimiento de la flexibilización laboral, han aparecido nuevas modalidades contractuales en el ámbito del derecho laboral, originando precariedad en el empleo, incrementando el desempleo y consecuentemente el nacimiento del trabajo infantil considerándose al mismo como un serio costo económico y social en el mercado laboral mundial.



II-EL TRABAJO INFANTIL Y SU IMPORTANCIA EN EL CONTEXTO SOCIOECONÓMICO:

El trabajo infantil es un fenómeno socioeconómico que deviene de la flexibilización laboral, la cual ha provocado el aumento del desempleo y la precariedad laboral, y por ende, el surgimiento del trabajo de los niños en el mercado laboral.

Según LIVELLARA considera que “el trabajo infantil constituye una amenaza para el desarrollo integral de los/ as niños /as , obstaculizando su correcta inserción social (sistema educativo, tiempo libre, contención familiar, etc.), impidiendo el normal desarrollo de su niñez y adolescencia. Esto conlleva una futura exclusión social y el riesgo de repetir la experiencia de vida en sus hijos / as”. 1


Por mi parte, considero que el trabajo infantil constituye una problemática socioeconómica actual que origina serios costos económicos y sociales creando retroceso al futuro de toda una sociedad.2

Frente esta problemática, previamente debemos conocer los datos que nos suministra la estadística, a fin de proceder posteriormente cuales serían las posibles soluciones y propuestas para la erradicación del trabajo infantil.

Según la OIT (Organización Internacional del Trabajo), más de 246 millones de niños, trabajan actualmente en el sector informal y carecen de protección legal. Sólo en América Latina hay 48 millones de niños trabajadores. La cifra confirma que el trabajo infantil forma parte de la vida diaria latinoamericana.3

ARTELA señala al respecto, que “todas las formas de esclavitud y prácticas análogas, la prostitución 4, la pornografía infantil, las actividades ilícitas y trabajos peligrosos. En este campo, cada país define esa lista pero incluye cargas pesadas, trabajo en las minas, en canteros y con químicos. Esos son los trabajos que son totalmente inaceptables y sobre todo el trabajo que impide el acceso a la escuela.”. 4

A continuación expondremos datos en materia de trabajo forzado que efectúan los niños en el mundo globalizado:

PORCENTAJES MACROECONÓMICOS DEL TRABAJO FORZADO DE NIÑOS EN EL MUNDO GLOBALIZADO
EDADESPAÍS O CONTINENTEPORCENTAJE
5 a 14 añosEUROPA58%
5 a 14 añosAFRICA41%
5 a 14 añosAMÉRICA LATINA57%

Fuente: Revista BBC – Mundo América Latina – “Niñez en peligro”.

Advertimos aquí datos estadísticos lo cual revela que el trabajo infantil ha crecido notablemente en los últimos tiempos. El fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) ha revelado que uno de cada 12 niños del mundo, es forzado a trabajar tiempo completo en actividades peligrosas o de alto riesgo. Más de 180 millones menores de 18 años efectúan trabajos de alto riesgo como obreros en plantas químicas y fábricas en Asia, y trabajos en minería en América Latina.

III-EL IMPACTO ECONÓMICO Y SOCIAL DEL TRABAJO INFANTIL EN EL MUNDO GLOBALIZADO.

Se considera que el trabajo infantil ha provocado en el mundo globalizado un verdadero impacto económico y social, lo cual representa un costo de importancia en la sociedad mundial.

MAGNITUD DEL TRABAJO INFANTIL POR ZONAS EN EL MUNDO GLOBALIZADO.
EDAD INFANTIL ZONAS PORCENTAJE
5 y 17 añosUrbana6 y 32 %
5 y 17 añosRural15 y 55 %

Fuente: Informe de la OIT (Organización Internacional del Trabajo). (http// : www.oit.org.ar)

Aquí se advierte la magnitud del trabajo infantil y adolescente es considerable en gran parte de los países globalizados oscilando entre un 6 y 32% en las zonas urbanas y entre un 15 y 55% en las zonas rurales, cuyas edades son entre los 5 y 17 años de edad. En cuanto a los costos económicos y sociales, uno de los efectos macroeconómicos son la pérdida en años de educación que ascienden a 2 o mas años de estudio. En materia de ingresos, se estima que un futuro, los países tendrán una población económicamente activa (PEA) que percibirán ingresos inferiores al 20%.

Los análisis cualitativos sobre trabajo infantil y adolescente, muestran que éste se lleva a cabo en actividades no formativas, por lo general en condiciones de explotación y en muchos casos son agravadas por sus características ilícitas tales como la trata de blancas, tráfico de órganos, tráfico de drogas, etc.

DISTRIBUCIÓN MACROECONÓMICA DE LAS ACTIVIDADES DEL TRABAJO INFANTIL EN EL MUNDO GLOBALIZADO
EDADESTIPO DE ACTIVIDADCANTIDAD DE NIÑOS
5 y 17 añosForzosa246 millones
5 y 17 añosInsalubre179 millones
5 y 17 añospeligrosa111 millones
5 y 17 añosprecarios59 millones
5 y 17 añosilícita8,4 millones

Elaboración de la autora.

En el cuadro observamos la cantidad de niños distribuidos en las actividades indicadas, cifras que nos conducen a tomar conciencia de la problemática del trabajo infantil en el mundo globalizado.

PERFIL DEL TRABAJO INFANTIL EN EL MUNDO GLOBALIZADO
EDADESCONTINENTECANTIDADPORCENTAJE
5 y 14 añosAsiático127 millones 60%
5 y 14 añosAfricano48 millones 23%
5 y 14 añosAmericano40 millones 20%

Informe suministrado por la Organización Mundial del Trabajo (OIT): Un futuro sin trabajo infantil. Año 2002.

IV-LA EDUCACIÓN COMO SOLUCIÓN PARA ERRADICAR EL TRABAJO INFANTIL EN EL MUNDO GLOBALIZADO. COSTOS Y BENEFICIOS ECONÓMICOS.

Según un estudio de OIT dice que eliminar el trabajo infantil a largo plazo en América Latina, podría reportar grandes beneficios económicos los cuales rondarían en un beneficio económico estimado en 340.000 millones de dólares en los Estados Unidos como resultado de la mejora del acceso de los niños a la educación. Ello demuestra que dichos beneficios superarían a los costes de la erradicación del trabajo infantil estimados en 105 millones de dólares que se invertirían entre 2006 y 2025. Tal inversión deparará un beneficio económico neto de alrededor de 235 millones de dólares en los Estados Unidos.

En España, se llevó a cabo un análisis de costes y beneficios del trabajo infantil, a fin de poder examinar la repercusión económica que supone ejecutar los dos convenios de la OIT sobre trabajo infantil tales como el Convenio 138 sobre edad mínima y 182 sobre las peores formas de trabajo infantil. Dicho análisis se efectuó sobre 19 países de la región en la que se estima que hay 19,7 millones de niños entre 5 y 17 años de edad que efectúan una actividad laboral.

Se ha considerado que la educación es una de las posibles soluciones para erradicar el trabajo infantil, lo cual ello requiere que los gobiernos deberían efectuar inversiones, teniendo como beneficios económicos los que derivan de una población más sana y mejor educada y del aumento de la productividad. Otro de los efectos sería la reducción de costos económicos y sociales erradicándose el analfabetismo, la marginalidad social, la delincuencia y la desigualdad social.

Los países efectuando inversiones necesarias en la educación produciría como externalidades positivas las siguientes:

1-Erradicación del trabajo infantil en su totalidad.

2- Reducción del analfabetismo.

3-Disminución de la delincuencia juvenil.

4-Mayor seguridad en las calles.

5-Mayor capacitación profesional en los jóvenes.

6-Implementación de políticas de educación consistente en la adaptación y conocimiento del mercado de trabajo.

Las cifras que se expondrán a continuación, refleja la posibilidad que los países apliquen de manera conveniente políticas que estimulen y mejoren la inversión, erradicando el trabajo infantil, reduciendo los serios costos económicos y sociales al adoptar posteriormente medidas coercitivas más onerosas y menos efectivas.

INVERSIÓN DE LOS PAÍSES EN EDUCACIÓN PARA ERRADICAR EL TRABAJO INFANTIL (en dólares)
PAÍSGASTOS (Educ. Primaria)GASTOS (Educ. secundaria)MONTO TOTAL A 10 AÑOS
ARGENTINA47012706
BOLIVIA4002305
BRASIL77590010
CHILE5808908
COLOMBIA3004704
COSTA RICA60015608
GUATEMALA220-----3
MÉXICO5409507
PANAMÁ1000110043
PERU3306905

Fuente: CEPAL – UNICEF: Inversión en la infancia – Santiago de Chile. Año 2002

V-A MODO DE CONCLUSIÓN:

Nuestra conclusión al tema expuesto, nos conduce a sostener que el trabajo infantil constituye una seria problemática social y económica, representando serios costos económicos y sociales; la OIT ha efectuado esfuerzos importantes a través de los avances legislativos en materia de convenios, previendo de esta manera dicha problemática y aportando soluciones como la educación como una posible salida para erradicar definitivamente al trabajo infantil en el mundo globalizado.

ANDREA FABIANA MAC DONALD

(*) Jefa de Trabajos Prácticos de la cátedra Análisis Económico y Financiero. Jefa de Trabajos Prácticos de la cátedra Elementos de Derecho del Trabajo de la Universidad de Buenos Aires. Facultad de Derecho. Master en Derecho y Economía (tesis en curso).Universidad de Buenos Aires. Facultad de Derecho.

1- Livellara, Carlos Alberto: “Eliminación del trabajo infantil: un proyecto alargo plazo que compromete a todos”. Derecho del Trabajo – Revista mensual de jurisprudencia, doctrina y legislación. Director: Juan José Etala. Editorial La Ley – Año LXV- Número IV – abril 2005.

2- Opinión de la autora.

3- “Pequeños trabajadores”: BBC – Mundo América Latina – 12 de diciembre de 2005.

4- BBC – Mundo América Latina . ob. cit.

El presente articulo fue publicado en la Revista jurídica Justicia y Derecho – Perú – Año 2009.

Subdesarrollo

Autor: Lic. Pablo Díaz Almada Septiembre 2009


Cuando entró en escena el debate sobre el desarrollo de los países en la década de 1940 se produjo a través de la teoría del crecimiento. Los primeros ensayos vinculaban a los países no desarrollados o subdesarrollados con aquellos donde el nivel de renta era bajo. Poco a poco la discusión comenzó a incluir el bienestar de las personas y su libertad, pasando la renta a ser solo un punto dentro de los factores que influyen en el desarrollo.

Hoy el debate no solo involucra aspectos cuantitativos, sino también cualitativos. Para algunos autores se puede decir que un país subdesarrollado es aquel cuyo producto per cápita es bajo si se lo compara con los países industrializados (ej: países que integran la OCDE). Esta visión sugiere que el país subdesarrollado se encuentra en una etapa de atraso en el crecimiento del producto total y que con adecuadas políticas de reformas es posible llegar a la meta final del desarrollo. Para otros, el subdesarrollo es un fenómeno más complejo que mezcla desigualdad, pobreza, estancamiento y dependencia económica, financiera, cultural, tecnológica y/o política. Estos autores sugieren que una alta tasa de crecimiento no tiene por qué representar un aumento del bienestar de la mayoría. Los programas de política reflejan cambios estructurales diferentes.

Según el PNUD (1990) la verdadera riqueza de una nación está en su gente. El objetivo del desarrollo es crear un ambiente propicio para que los seres humanos disfruten de una vida prolongada, saludable y creativa. Objetivo con frecuencia olvidado debido a la preocupación inmediata de acumular bienes de consumo y riqueza financiera. Los individuos generalmente valoran logros que nunca se materializan en términos de mayores ingresos o cifras de crecimiento: mejor nutrición y servicios médicos, mayor acceso al conocimiento, vidas más seguras, mejores condiciones de trabajo, protección contra el crimen y la violencia física, horas de descanso más gratificantes y un sentimiento de participación en las actividades económicas, culturales y políticas de sus comunidades. Ya Aristóteles y muchos otros pensadores en la economía formularon que le riqueza sólo debe ser un medio para alcanzar el bienestar de las personas.


A veces se sugiere que el ingreso es un sustituto de las demás oportunidades del ser humano, ya que el acceso al mismo permite el ejercicio de cualquier otra opción, pero esto es parcialmente cierto porque el ingreso constituye un medio y no un fin, el bienestar de la sociedad depende del uso que se le de al mismo; además la experiencia de los países muestra muchos casos de niveles de desarrollo alto con niveles modestos de ingreso, y deficientes niveles de desarrollo humano con niveles de ingreso bastante altos; los múltiples problemas que enfrentan los países industrializados son una muestra de que los altos niveles de ingreso no son garantía de desarrollo humano. Así entonces, el PNB se considera necesario pero no suficiente.

Concepto de Subdesarrollo

Podemos decir que el desarrollo humano es un proceso por el cual se amplían las oportunidades de las personas. Según el PNUD las tres más esenciales son disfrutar de una vida prolongada y saludable, adquirir conocimientos y tener el acceso a los recursos necesarios para lograr un nivel de vida decente; pues si no se poseen éstas, muchas otras quedarán inaccesibles. Entre otras oportunidades altamente valoradas podemos mencionar las libertades políticas, económicas, sociales y culturales, como también la posibilidad de ser creativo y productivo, gozar del respeto mutuo y disfrutar de la garantía de los derechos humanos. El desarrollo humano tiene dos aspectos, la formación de las capacidades como la mejora de la salud, el conocimiento y habilidades; y el uso que la gente hace de tales capacidades para el descanso, la producción o las actividades culturales, sociales y políticas.


Los países en donde no se presentan las condiciones favorables en este sentido en ocasiones se los menciona como SUBDESARROLLADOS, la palabra pareciera tener una connotación de permanencia en el significado de remarcar la presencia de barreras que impiden que estos países avancen hacia el desarrollo. Otra forma de clasificarlos es llamar a estos países EN VÍAS DE DESARROLLO para dejar en claro la posibilidad de tal avance.

Componentes esenciales del desarrollo

Siguiendo a Haq (1995), economista paquistaní considerado pionero de la teoría del desarrollo humano, es posible enumerar cuatro componentes básicos en el paradigma del desarrollo humano:

a)Equidad: si el desarrollo implica ampliar la elección libre de las personas, la gente debe gozar de equidad en el acceso a las oportunidades, el desarrollo sin equidad significa una restricción a las elecciones de algunos individuos de la sociedad. Se habla de equidad de oportunidades, no de resultados, lo que las personas hacen con sus oportunidades concierne a ellas mismas. Es importante reconocer que la equidad en el acceso a las oportunidades políticas y económicas debe ser vista desde el paradigma del desarrollo humano como un derecho humano básico. Esto demanda reestructuraciones fundamentales en las estructuras de poder de algunas sociedades como la distribución de los activos productivos (especialmente a través de la reforma agraria), la restructuración para una política fiscal más progresiva, un replanteo del sistema financiero con menores restricciones para los emprendimientos potenciales de la gente pobre, acciones que ayuden a limitar el poder político de minorías feudales y propender a eliminar las barreras sociales y legales que limitan el acceso de las mujeres y los grupos y etnias minoritarias a la vida económica y política.

b)Sustentabilidad: el desarrollo se debe lograr tanto para el hoy como para el mañana, las próximas generaciones merecen lograr el mismo bienestar que nosotros gozamos ahora, muchas veces se confunde con el problema de los recursos naturales, el cual es solo un aspecto, la idea en esencia significa sustentar toda forma de capital físico, humano, financiero y ambiental. Se deben llevar a cabo estrategias para reponer y regenerar toda forma de capital, que en sentido último significa preservar la propia vida humana. Este concepto no requiere un “puritanismo ambiental” de mantener el entorno en su estado actual, pues el progreso tecnológico crea sustitutos para los recursos naturales; lo que debe ser preservado es la capacidad de producir un nivel similar de bienestar humano.

c)Productividad: para lograr el desarrollo se requiere un entorno macroeconómico que posibilite desarrollar al máximo el potencial de las personas. El crecimiento económico es un componente esencial del desarrollo humano pero debemos tener presente que aquél es solo un subconjunto de éste.

d)Empoderamiento: el concepto de desarrollo humano no es paternalístico y no es basado en la limosna, se focaliza en el desarrollo llevado a cabo por la gente, la cual debe participar en las actividades, eventos y procesos que componen sus propias vidas. La peor política para las naciones pobres es dar lugar a la permanente limosna, pues tal estrategia no es consistente con la dignidad humana. Esto implica una política democrática en la que la gente influye en las decisiones acerca de sus vidas y una real descentralización del poder de gobierno.

Elementos comunes del subdesarrollo

Es posible encontrar en los países no desarrollados algunas características estructurales comunes en menor o mayor medida, sin pretender hacer una enumeración tácita Blanchard y Pérez Enrri (2000) mencionan:

  1. Baja renta per cápita: como consecuencia de la baja productividad de los factores ocupados generalmente en actividades tradicionales en el sector primario.

  2. Concentración de la tierra: generalmente el factor más importante en la estructura productiva de la economía se encuentra aglutinado en pocos dueños.

  3. Escaso mercado interno: normalmente existe poca capacidad adquisitiva en la mayoría de la población, lo cual impide desarrollar un mercado propicio para generar industrias que aprovechen las economías de escala.

  4. Mercados financieros poco desarrollados: a veces inexistentes, imposibilitando la generación de muchas inversiones y el fomento del consumo.

  5. Problemas de empleo: generalmente gran parte de la población se encuentra desocupada o subocupada.

  6. Escasos sectores generadores de divisas: el comercio exterior se encuentra concentrado en pocos bienes.

Índice de Desarrollo Humano

Metodología de cálculo del IDH

La Organización de Naciones Unidas en su programa para el Desarrollo estima un índice de desarrollo humano (IDH) en forma periódica y a nivel mundial. El informe del año 1990, influido por los aportes sobre todo de Mahbub ul Haq, introdujo una nueva forma de medir el desarrollo mediante la combinación de indicadores de esperanza de vida, logros educacionales e ingresos. El IDH define un valor mínimo y uno máximo para cada dimensión, denominados objetivos, y luego muestra la posición de cada país con relación a estos valores objetivos, expresados mediante un valor entre 0 y 1.

El componente de educación está compuesto por las tasas de alfabetización de adultos y de la tasa combinada bruta de matriculación en educación primaria, secundaria y terciaria, ponderado para que la alfabetización de los adultos tenga una mayor importancia en las estadísticas. Debido a que la tasa mínima de alfabetización de los adultos es 0% y la máxima es 100%, el componente de alfabetización de la educación para un país con una tasa de alfabetización del 75% será 0,75. La estadística de matriculación bruta combinada se calcula de manera análoga. Estas cifras son un reflejo del acceso a la educación de buena calidad necesaria para llevar a cabo una vida productiva en la sociedad actual.

La esperanza de vida se calcula con un valor mínimo de 25 años y un valor máximo de 85 años. Por lo tanto, el componente de longevidad para un país con una expectativa de vida de 55 años sería de 0,5. Su importancia radica en que una vida prolongada es valiosa en sí misma y en el hecho de que varios beneficios indirectos están relacionados como una adecuada nutrición y una buena salud.

En el componente de riqueza, el objetivo para el ingreso mínimo es de US$100 (dólares estadounidenses) y el máximo es de US$40.000 ambos ajustados al poder de paridad adquisitiva. El IDH utiliza el logaritmo de ingreso per cápita para reflejar la importancia decreciente del ingreso con un PIB mayor. El manejo de los recursos es necesario para una vida decente, se precisarían datos sobre el acceso a la tierra, el crédito, el ingreso entre otros para calcular un índice más adecuado pero para ello es sumamente necesaria la mejora en cuanto a confiabilidad y relevamiento de los datos estadísticos de muchos países.

El puntaje de los tres componentes del IDH se promedia en un índice general. Pues la idea es que los individuos no aíslan los diferentes ámbitos de sus vidas sino que experimentan una sensación general de lo que es el bienestar. Cabe mencionar que las tres medidas adolecen de una falla común que es que al tomar promedios de la población, no tienen en cuenta las tremendas divergencias que se presentan en la misma.

El subdesarrollo en América Latina

Para el año 2008 se calcularon los siguientes índices para la región latinoamericana, donde se detalla la ubicación de cada país en el ranking mundial y además se especifica la clasificación que realiza el PNUD entre países con alto, medio y bajo desarrollo humano según el resultado del índice IDH se encuentre entre 0,8 y 1; 0,5 y 0,79; 0 y 0,49 respectivamente. Notar que, según esta clasificación, a partir del año 2005 no existen países latinoamericanos con bajo nivel de desarrollo humano.

Fuente: Elaboración propia en base a datos del PNUD.

Fuente: Elaboración propia en base a datos del PNUD.

https://www.econlink.com.ar/el-subdesarrollo

©www.econlink.com.ar

Autor: Lic. Pablo Díaz Almada Septiembre 2009

Referencias

Blanchard, O.; Pérez Enrri, D. (2000) “Macroeconomía: Teoría y política económica con aplicaciones a América Latina.” Prentice Hall Iberia. Buenos Aires.

Haq, Mahbub ul (1995) “Reflections on Human Development.” Oxford University Press.

Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) (1990) “Concepto y medición del desarrollo humano.” Tercer Mundo Editores. Bogotá.

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