Economía Monetaria y Mercados Financieros

Fuga de Capitales

El concepto de fuga de capitales se refiere a la salida de activos financieros del sistema financiero de un país.


La fuga de capitales incluye:

- Transferencias de fondos al exterior, como ayuda familiar, envío de remesas, compras de activos financieros en el exterior utilizando activos locales o gastos de turistas.

- Retiros de divisas del circuito financiero local sin ser transferidas al exterior.

- Retiros de fondos nominados en moneda local para la compra y atesoramiento de divisas por fuera del sistema financiero local.

La fuga de capitales no necesariamente tiene efectos nocivos en una economía. Empresas y personas invierten en otros países para obtener una rentabilidad que puede o no beneficiar al país de origen. En la mayoría de los países, la mayor parte de los ahorros se canaliza a la inversión a través del sistema financiero legal, incluyendo a bancos, bolsas de comercio y otras instituciones.

En otros países, como Argentina, la fuga de capitales puede tener efectos nocivos porque provoca una presión sobre el tipo de cambio y tiene efectos negativos para la recaudación impositiva. Algunos motivos por los que agentes económicos prefieren tener activos fuera del sistema financiero local son:


- Alta inestabilidad cambiaria.

- Alta inestabilidad política.

- Sistema financiero ineficiente.

- Burocracia estatal y privada.

- Sistema impositivo complejo.

Estos motivos hacen que muchos agentes prefieran tener parte de sus ahorros fuera del sistema financiero.

Ejemplos de Fuga de Capitales



Según Cristina Kirchner, ella fugó "varios millones de pesos":

Tomé la decisión de que todos los plazos fijos que teníamos de varios millones de pesos, todos en el Banco Galicia y cuya trazabilidad estaba perfectamente determinada no sólo en el banco sino también en todas las declaraciones juradas ante la oficina anticorrupción, ante la AFIP y en el expediente de la sucesión -en la que inclusive se había abonado la tasa de justicia por esos mismos plazos fijos-, fueran convertidos a dólares en efectivo y depositados en el mismo Banco Galicia, en cajas de seguridad.
Cristina Kirchner, pp 154 "Sinceramente"

En este caso, se trata de fuga de capitales para atesoramiento por fuera del sistema financiero.

Los Paraísos Fiscales y la Fuga de Capitales

En muchos casos, los capitales "fugados" tienen como destino países con escasa regulación, secreto bancario y un régimen tributario favorable a ciudadanos y empresas no residentes, denominados "paraísos fiscales", como por ejemplo Panamá, Islas Vírgenes y Seychelles, Islas Cook. Cristina Kirchner hizo una escala de 13 horas y 30 minutos en las Islas Vírgenes y Seychelles donde su avión no repostó combustible.

¿Qué es Ethereum?

Ethereum es una plataforma descentralizada que puede ejecutar programas de forma segura,  que cualquiera puede crear. Incluye una moneda virtual llamada Ether, con la que se pueden realizar pagos y recibir dinero. Los programas que corren en Ethereum pueden realizar pagos automáticamente.



Actualmente, Ethereum está recibiendo mucho interés por parte de grandes empresas relacionadas con las finanzas, gobiernos e inversores.



Sobre este artículo

Ethereum se basa en una tecnología novedosa. Las aplicaciones de Ethereum pueden ser variadas. La tecnología subyacente es compleja. Por esto creo que, luego de leer este artículo, muchos considerarán que habrán obtenido un conocimiento bastante amplio de Ethereum. Pero también creo que, para quienes quieran ahondar mas en Ethereum, este artículo puede ser una introducción que sirva como base para seguír investigando.



Los usuarios e inversores en tecnología como Ethereum y Bitcoin, no necesitan saber en detalle los datos técnicos del funcionamiento de las mismas, pero sí tener una visión de cómo funcionan y porqué están teniendo tanto éxito.

Sistema de Agentes Centrales

Vayamos al grano ¿Qué es Ethereum?

Para comprender qué es Ethereum es útil ver cómo funcionan muchos de los servicios a los que acceden los consumidores: hay un agente central encargado de almacenar registros y coordinar y validar las transacciones. 

Por ejemplo, los bancos privados mantienen bases de datos donde se indica cuanto dinero tiene cada cliente en cada cuenta. Cuando se realiza una transferencia bancaria, intervienen los bancos de quién envía el dinero y de quién lo recibe. 

Otro ejemplo, si un agropecuario contrata un seguro contra granizo, interviene el agente asegurador y el banco.



 

Una de las compañías aseguradoras mas grandes del mundo ofrece un seguro de demora de vuelo, basado en Ethereum. Se trata de la francesa AXA, cuyo servicio de demoras de vuelo compensa al pasajero cuando hay una demora de dos o mas horas en un vuelo. El servicio utiliza Ethereum. Se trata de un contrato inteligente que se ejecuta automáticamente al cumplirse ciertas condiciones. La empresa eligió Ethereum para brindar mas transparencia a sus seguros y mayor confianza a los clientes.

Ahora bien, Ethereum busca cambiar la forma en que operan muchos de los sistemas centralizados. Con Ethereum, muchos servicios comenzarán a estar basados en un sistema descentralizado. Ethereum funciona con miles de computadoras que operan las 24 horas y están distribuidos por todo el mundo. Por esto muchos denominan al sistema "Computadora Mundial Ethereum". 

 

Características Fundamentales de Ethereum

  • Decentralizado: es una red de computadoras interconectadas que funcionan en forma permanente y que segurá funcionando aún en el caso que muchas se desconecten.
  • Criptomoneda: la red incluye un medio de pago electrónico, que se puede usar para realizar pagos. Volviendo al ejemplo de seguro de granizo: se puede programar para que, si cae granizo, recibas un pago automáticamente, sin que nadie intervenga y sin posibilidad de que se pueda cancelar el contrato una vez que esté en la red.
  • Automático: la red de computadoras puede ejecutar ciertos programas de forma descentralizada y segura, sin intervención humana.
  • Abierto: Cualquiera puede subir un programa a Ethereum y cualquiera puede participar de la red de nodos que ejecutan los programas y verifican las transacciones.



Ventajas de Ethereum

  • Seguridad: la tecnología con la que funciona Ethereum la hace innerentemente segura en comparación a la ejecución por un agente central. 
  • Confiabilidad: las transacciones son validadad por miles de nodos.
  • Funciona las 24 horas: los nodos están conectados en red en todo el mundo. Muchos nodos pueden dejar de funcionar y la red seguirá funcionando: es extremadamente difícil apagar Ethereum.
  • Menos intermediarios: esto puede reducir los costos y disminuir riesgos. En muchos casos, los contratos se pueden ejecutar sin intermediarios en absoluto, lo que elimina la posibilidad de fraude.

¿Cómo funciona Ethereum?

Cualquier programador puede crear una aplicación para que funcione con Ethereum, y subirla a la red Ethereum. Ethereum es un sistema abierto. 

Una vez que las aplicaciones están en la red, un programa puede indicar que se ejecute cierta transacción, o que se ejecute una transacción automáticamente cuando se cumplen algunas condiciones (por ejemplo, que se envíe dinero a cierta persona cuando llueve en Madrid). Toda la red verifica las transacciones: que se cumpla la condición que la desencadenó, que se ejecute correctamente el código como estaba subido a la red y que se se ejecuten las transacciones previstas. 

Al mismo tiempo, cualquiera puede tener una cuenta en Ethereum. Estas cuentas pueden tener un saldo de la moneda virtual Ether. 

Ethereum se basa en la tecnología blockchain, que es como una hoja de cálculo que se encuentra replicada en cada uno de los nodos de Ethereum. Cuando se introduce una nueva transacción, los nodos verifican que la transacción sea correcta mediante un complejo algoritmo, y la "hoja de cálculo" se actualiza simultáneamente en todos los nodos. La integridad de los datos se garantiza por el hecho de que deben ser los mismos datos en todos los nodos participantes de la red. Cuando un nodo tiene una transacción inválida, la misma se descarta. Para entender esto es útil compararlo con la forma en que funciona un banco: en este caso, hay una sola "hoja de cálculo" que está en el banco, y el banco es el encargado de verificar los saldos de todas las cuentas.

Ethereum tiene incluido un lenguaje de programación, lo que le permite ejecutar transacciones que no se pueden ejecutar en otras redes, por ejemplo, contratos derivados o contratos por diferencia. Esto no es posible con Bitcoin, la otra gran criptomoneda.

La Red Ethereum

Cualquiera puede usar su computadora como un nodo de la red. Pero ¿Porqué querría yo gastar mi tiempo y electricidad usando mi computadora como un nodo de Ethereum? Porque Ethereum recompensa a quienes verifican las transacciones y la ejecución de código, mediante una moneda virtual llamada Ether.

Resumiendo mucho el funcionamiento:

1- Quienes verifican las transacciones se llaman "mineros". 

2- Los mineros "miran" las transacciones que están en la red, y que todavía no se han ejecutado, toman las que consideran validas y las agrupan en bloques. 

3- Los mineros gastan electricidad y poder computacional y producen un código (llamado hash) que prueba que el minero ha trabajado en ese bloque de transacciones. 

4- Si el resto de la red considera válido el hash y el bloque, el bloque pasa a formar, permanentemente, parte de la cadena de bloques. 

5- El minero que trabajó en el bloque recibe 5 Ether (actualmente un Ether cotiza a 200 USD) mas los fees de todas las transacciones que procesó.

Ether: una moneda virtual

Las transacciones y ejecución de programas en la red Ethereum incluyen un fee (llamado gas) que se agrega para que los nodos ejecuten los mismos. Mientras mas gas se incluya en una transacción, mas mineros estarán interesados en ejecutarla y mas rápido se ejecutará. Si no se incluye gas o se incluye muy poco, puede que nadie esté interesado en ejecutarla y la transacción demore mucho en ejecutarse o nunca se ejecute. 

El precio del gas se determina por los usuarios de la red, y actualmente es de ~0.00000005 ether. El costo en dólares de una transacción simple con un tiempo de ejecución normal es de aproximadamente entre $0.001 y $0.002 USD.

¿Cuál puede ser el impacto de Ethereum en la economía?

Si muchos servicios y usuarios comienzan a utilizar Ethereum para administrar sus transacciones, el impacto puede ser enorme, dado que los efectos en red harán que a su vez mas usuarios y servicios se ejecuten en Ethereum, llevando fees de la economía "tradicional" hacia la economía descentralizada. Principalmente en areas como las finanzas y los seguros.

Muchas grandes empresas ven a Ethereum como una oportunidad y están invirtiendo enormes sumas de dinero en Ethereum o en tecnologías relacionadas. JP Morgan, Microsoft, Intel y otras mas de 20 empresas se unieron para crear la Enterprise Ethereum Alliance que facilitará la adopción de Ethereum por grandes empresas. Al mismo tiempo, muchos bancos están probando Ethereum para reemplazar partes de sus sistemas. 

Sin embargo, estamos ante una tecnología novedosa y aún es muy temprano para evaluar con cierta certeza su probabilidad de éxito o su futuro alcance. 

El futuro de las cryptomonedas

Existen otras criptomonedas y sistemas similares que están compitiendo por ocupar un lugar. Al mismo tiempo, algunas criptomonedas se pueden complementar entre sí, epecializándose cada una en cietas características como velocidad (Dash), anonimidad (Monero y ZCash), seguridad (Bitcoin), estabilidad de precio. La característica que diferencia a Ethereum es su posibilidad de ejecutar contratos inteligentes y derivados financieros. Sin embargo, al incorporar Ethereum un lenguaje de programación, las aplicaciones pueden variadas y probablemente en el futuro surjan nuevas aplicaciones que aún desconocemos.

Probablemente en el futuro veamos un crecimiento del sector de criptomonedas. Una interesante opción, para quién desee invertir en criptomonedas, es invertir en una canasta de criptomonedas, con Ethereum siendo un importante participante de esta canasta.

La UE finaliza la propuesta sobre la protección de las inversiones y el Sistema de Tribunales de Inversiones para la ATCI

La UE finaliza la propuesta sobre la protección de las inversiones y el Sistema de Tribunales de Inversiones para la ATCI


TEAM EUROPE Juan Antonio Falcón Blasco

La UE ha presentado oficialmente a los EE.UU. su propuesta de un enfoque reformado sobre la protección de las inversiones y un sistema nuevo y más transparente para la solución de diferencias entre inversores y Estados miembros: el Sistema de Tribunales de Inversiones. 


La Comisión Europea ha ultimado hoy su nuevo enfoque reformado sobre la protección de las inversiones y un sistema nuevo y más transparente para la solución de diferencias de la Asociación Transatlántica de Comercio e Inversión (ATCI), consecuencia de otra ronda de amplias consultas con el Consejo y el Parlamento Europeo. La propuesta de Sistema de Tribunales de Inversiones se ha remitido formalmente a los Estados Unidos y se ha hecho pública. 


El texto final incluye todos los elementos clave de la propuesta de la Comisión de 16 de septiembre, destinada a salvaguardar el derecho a regular y crear un sistema de características similares a las de un órgano judicial, con un mecanismo de apelación, sobre la base de normas claramente definidas, con jueces plenamente cualificados y procedimientos transparentes. La propuesta también incluye mejoras adicionales sobre el acceso al nuevo sistema de las pequeñas y medianas empresas.


El nuevo sistema sustituirá al actual mecanismo de solución de diferencias entre inversores y Estados en la ATCI y todas en las negociaciones en curso y futuras comerciales y de inversión de la UE. 


«La fecha de hoy marca el final de un largo proceso interno de la UE para desarrollar un planteamiento moderno sobre protección de las inversiones y solución de diferencias para la ATCI y más allá de la misma », ha declarado Cecilia Malmström, Comisaria de Comercio. «Este es el resultado de amplias consultas y debates con los Estados miembros, el Parlamento Europeo, las partes interesadas y los ciudadanos. Este enfoque permitirá a la UE asumir un papel global en la vía de las reformas, a fin de crear un Tribunal internacional basado en la confianza pública.»







Mercado de Capitales

El mercado de capitales es un conjunto de instituciones a través de las cuales se canalizan la oferta y la demanda de medios de financiación como acciones y créditos de mediano y largo plazo.


A diferencia del mercado de capitales, en los mercados monetarios se ofrecen y demandan fondos de corto plazo. Juntos, el mercado de capitales y el mercado monetario forman el mercado financiero.

Ejemplos de instrumentos del mercado de capitales:

- acciones

- bonos del gobierno a mas de 1 año

- bonos de empresas a mas de 1 año.

- etc.


Función

A través del mercado de capitales se canaliza gran parte del ahorro de empresas y familias hacia inversión de empresas y gobiernos. La eficiencia del mercado de capitales influye en el crecimiento económico del país. La eficiencia se puede observar en los menores costos de transacción, mayor velocidad de transacción, disponibilidad de la información y estabilidad jurídica.

Distribución



Actualmente, la mayor parte de las transacciones del mercado de capitales se realiza electrónicamente. El mercado de capitales no se trata de una institución central donde se realizan todas las transacciones, sino que se compone de múltiples sistemas, cada uno de los cuales sirve una pequeña parte del mercado de capitales.

Los grandes centros financieros, que concentran tanto a los mercados de capitales como a los mercados monetarios son:

1- Londres

2- Nueva York

3- Hong Kong

Mercados Primarios y Secundarios

Mercado Primario: En el mercado primario se realizan transacciones de nuevos instrumentos financieros. Los fondos recaudados van directamente al organismo emisor (gobiernos o empresas). Cuando una empresa realiza una primera oferta pública de acciones, esta se denomina IPO (Initial Public Offering). El instrumento se vende una vez en el mercado primario.

Mercado Secundario: Es la parte del mercado de capitales donde se compran y venden instrumentos ya emitidos en el mercado primario. Es decir, los inversores (en su mayor parte institucionales) que compraron instrumentos en el mercado primario, pueden ofrecerlos en el mercado secundario. En el mercado secundario, cada instrumento puede ser comprado y vendido varias veces.

Casi la totalidad de las transacciones del mercado primario se realizan entre instituciones como gobiernos, fondos de inversión, bancos centrales, departamentos de tesoro y empresas.

En los mercados secundarios, la gran mayoría de las transacciones también se realizan entre insituciones, pero también participan individuduos. Gracias a la reciente reducción en los costos de transacción y de información, ocacionados por la informatización de los mercados, la participación de individuos ha aumentado en los últimos años.

El mercado primario es una pieza fundamental para la canalización del ahorro hacia la inversión y la posibilidad de gobiernos y empresas de recaudar fondos para financiar sus actividades. El mercado secundario sirve al mercado primario, en el sentido que permite a los inversores del mercado primario revender sus activos y de este modo, generalmente, no necesitan mantener su inversión durante todo su período de vida. Esto beneficia también a los emisores del mercado primario.

El Riesgo Crediticio

El riesgo crediticio es el riesgo de pérdida de capital causado por la falta de pago en tiempo y forma por parte de un acreedor. En todas las inversiones financieras, incluyendo las operaciones de crédito, existe un riesgo.


El incumplimiento de las obligaciones crediticias puede ser de las siguientes maneras:

  1. Falta de pago.
  2. Pago parcial.
  3. Pago en fechas distintas de las pre acordadas.

La tasa de interés de una operación crediticia, representa el precio del uso del dinero en el tiempo, mas una compensación por el riesgo crediticio.


Cada acreedor tiene un riesgo estimado distinto. Se considera que las inversiones con menor riesgo crediticio son los bonos del Tesoro de Estados Unidos en el corto plazo. Su tasa de retorno es muy baja, dado que está compuesta exclusivamente por el costo del uso del dinero y no incluye el riesgo crediticio. Su rendimiento es muy bajo y su interés real es cercano a cero. En este caso, el acreedor es el gobierno de los Estados Unidos, el cual se considera muy solvente.

El riesgo crediticio incluye varios tipos de riesgo.

1- Riesgo de liquidez: falta de fondos por parte del acreedor.


2- Riesgo de instrumentación: ocasionado por la falta de conocimientos sobre los contratos, convenios y normativa e instrumentación legal.

3- Riesgo de solvencia: ausencia de garantías o activos colaterales.

Para el prestamista se trata de un problema de información imperfecta, dado que no conoce con exactitud la probabilidad de incumplimiento de las obligaciones crediticias, porque no puede conocer con exactitud la situación del prestatario, el funcionamiento de su empresa y la situación actual y futura de sus negocios y de la economía general.

Las instituciones crediticias, como los bancos, suelen realizar una clasificación de sus clientes en el cual tienen en cuenta varias variables que reflejan aproximadamente la situación de los potenciales prestatarios. Este análisis tiene como resultado una clasificación que se denomina "Scoring Crediticio".

Dado que la búsqueda de información es costosa, existen empresas que se dedican a evaluar la situación crediticia de grandes empresas. Las empresas que se dedican a evaluar el riesgo crediticio se denominan "calificadoras de riesgo" y las mas conocidas son "Standard & Poor's, Fitch Ratings y Moody's. Estas agencias califican la solvencia de grandes empresas y países, y otorgan calificaciones a los mismos. La credibilidad de las calificadoras de riesgo ha caído luego de la crisis financiera originada en Estados Unidos, dado que colocaron las mejores calificaciones a activos respaldados por hipotecas, que luego pasaron a ser activos con muy poco valor. La empresa Lehman Brothers tenía muy buena calificación cuando se declaró en quiebra.

Al mismo tiempo, además de mitigar su exposición al riesgo crediticio individual, evitando aquellos clientes cuya probabilidad de incumplimiento sea elevada, las instituciones financieras deben mitigar su exposición a un segmento de mercado o sector económico particular, dentro del esquema definido por su objetivo de negocios. Por ejemplo, una institución financiera puede definir sectores de clientes como empresas enfocadas en el consumo masivo, industriales, gobierno, servicios, comercio exterior, etc. y evitar que cada uno de estos sectores acapare una proporción excesiva de su cartera de créditos. Otra clasificación puede ser en clientes individuales, pequeñas empresas y grandes empresas; o de acuerdo a las garantías: créditos hipotecarios, créditos personales, etc.

Cuando una institución tiene una cartera amplia de clientes, puede monitorear la evolución de la tasa de morosidad global y de cada sector de clientes en el tiempo, para poder tomar medidas adecuadas con anticipación.

El riesgo crediticio existe en todas las operaciones de crédito. Las instituciones deben tenerlo en cuenta y gestionar el riesgo, para minimizar su exposición al mismo y de este modo, poder mantener una posición financiera estable en el tiempo.

The Equilibrium Real Exchange Rate of Argentina

Alejandro Gay



Department of Economics, National University of Córdoba and CONICET. Corresponding author. E-mail address: gay@eco.unc.edu.ar

Santiago Pellegrini

Department of Economics, National University of Córdoba, Argentina



First Draft: August 2002

This Version: Mars 2004

In this paper we deduce the equilibrium real exchange rate equation, considering a set of two countries and two sectors in the framework of the New Open Economy Macroeconomics (Redux Model). Solving the optimization problem faced by the representative agent, and based on the Johansen cointegration estimation methodology, the long-run behavior of the real exchange rate of Argentina in the period 1968-2002 can be explained by net foreign assets, relative sectoral productivities and terms of trade. On the basis of these fundamentals, the degree of misalignment is assessed. From the analysis of the dynamics of the model, it can be inferred that the collapse of the Convertibility fixed exchange rate was inevitable after the shocks initiated with East-Asian currency crises.

Keywords: equilibrium real exchange rate, cointegration, currency crisis, Argentina



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La relación entre la cantidad de dinero, el nivel de precios y el nivel de empleo

La relación entre la cantidad de dinero, representada por algún agregado monetario, y el nivel de precios ha sido largamente estudiada por diversos autores. La existencia de una relación positiva entre ambas variables descansa en la denominada Teoría Cuantitativa del Dinero. Según los principales exponentes de esta teoría, una variación en la cantidad de dinero se traduce en un aumento en el nivel de precios de igual magnitud. Esto se deriva de la ecuación MV=PY, en donde M es la cantidad de dinero, V es la velocidad de circulación del dinero, P es el nivel de precios e Y es el nivel de producto. Partiendo del supuesto que en el largo plazo tanto V como Y permanecen fijos, entonces un aumento de M se traduce en un incremento similar de P.



Diversos estudios empíricos avalan esta teoría. Para el largo plazo, Lucas (1980), Mills (1983) y McCandless y Weber (1995) encuentran una relación positiva entre el dinero y la inflación así como también una relación de proporcionalidad.Ver Basco, D'Amato y Garegnani (2009) Si bien no existe discusión sobre la existencia de una fuerte relación entre ambas variables en el largo plazo, al momento de analizar el ciclo económico se han generado distintas controversias sin poder establecer hechos estilizados al respecto.



Uno de los supuestos más importantes de la Teoría Cuantitativa del Dinero es la existencia de pleno empleo, supuesto poco frecuente cuando se analiza la dinámica de corto plazo. En su obra La Teoría General del empleo, el interés y el dinero, John Maynard Keynes sostiene que si la economía no opera al límite de su capacidad, cambios en la cantidad de dinero tendrán un impacto en el producto y, en consecuencia, en el nivel de empleo superior al impacto producido en el nivel de precios Ver Humphrey (1974). Así, en economías con elevados niveles de desempleo, los precios permanecen fijos en el corto plazo mientras que el producto es flexible, aumentando este último cuando se produce una expansión monetaria.

Otro supuesto crucial de la Teoría Cuantitativa del Dinero es que la velocidad de circulación del dinero es constante. Keynes critica este supuesto, afirmando que en el corto plazo la misma es sumamente inestable, por lo que un incremento en la cantidad de dinero puede ser absorbido por una caída en la velocidad de circulación del dinero sin que ello se traduzca en un aumento en el nivel de precios.



Basada en las ideas de Keynes, años más tarde surgió la corriente comúnmente conocida como Neo Keynesianismo, la cual afirma que las variables monetarias afectan a las variables reales en el corto plazo. Los autores pertenecientes a esta corriente de pensamiento enfatizan la importancia de la tasa de interés al momento de realizar política monetaria. Así, la cantidad de dinero se determina endógenamente de modo tal de ubicar la tasa de interés nominal de corto plazo en un nivel dado. De este modo una política monetaria contractiva eleva la tasa de interés, alterando la conducta de los agentes. Las familias se verán tentadas a posponer consumo presente por consumo futuro y las empresas reducirán su demanda de bienes de capital, disminuyendo los niveles de consumo e inversión, y provocando así una caída del producto.

De acuerdo a esta teoría, la cantidad de dinero no afecta exclusivamente al nivel de precios en el corto plazo sino que también tiene impacto en el producto. Esto es así debido a que los precios y los salarios son rígidos en el corto plazo pudiendo la autoridad monetaria perseguir objetivos respecto al producto y a la inflación. Los principales exponentes de esta teoría sostienen que, en el corto plazo, se verifica la Curva de Philips.

También dentro de la teoría monetarista el impacto que tiene un aumento de la cantidad de dinero en el nivel de precios en el corto plazo ha sido motivo de debate a lo largo de los años. Frisch (1988) desarrolla el modelo conocido como Mark I en donde demuestra que un impulso monetario en el corto plazo produce un incremento en la tasa de crecimiento de la economía por encima de lo previsto, provocando así una reducción en la tasa de desempleo. Esta caída en el desempleo, a través de la denominada Curva de Phillips, provoca un aumento de la inflación aunque en menor proporción al aumento de la cantidad de dinero. Así, una política monetaria expansiva, cuando la economía se encuentra lejos del pleno empleo, genera un impacto positivo en el nivel de actividad. También impacta de manera positiva en el nivel de inflación, aunque lo hace en menor medida que si la economía se encuentra en pleno empleo. En otras palabras, un impulso monetario induce dos efectos, uno real y otro inflacionario.

Al momento de considerar la dinámica de corto plazo entre el dinero y los precios, y teniendo en cuenta las diferencias existentes entre las diferentes regiones que conforman una nación, Julio H.G. Olivera (1991) sostiene que en una región con un elevado nivel de desempleo el aumento de la cantidad de dinero estimulará la actividad económica mientras que en aquellas regiones en donde la tasa de desocupación es menor el aumento de la cantidad de dinero se traducirá en un incremento en el nivel de precios.

Argentina

En Argentina el debate sobre la consecuencias que genera en las diferentes regiones del país realizar política monetaria de manera centralizada tiene una relevancia mucho menor, no siendo motivo de estudio actualmente. Sin embargo, ciertos autores hicieron mención al tema, destacándose entre ellos el trabajo de Julio H.G. Olivera (1991). Según este autor, en Argentina la organización del Banco Central es enteramente centralizada. A diferencia de lo ocurre en la mayoría los países latinoamericanos, en donde los bancos centrales se organizan por sucursales, el Banco Central de la República Argentina opera, desde su creación en 1935, únicamente con una casa matriz lo que hace perder de vista las diferencias regionales existentes.



En ese sentido, en el año 1991 el Senador Nacional Juan Carlos Romero presentó un proyecto de ley, ideado en su mayoría por Olivera, para modificar la Carta Orgánica del Banco Central. Este proyecto incluía en su artículo número 4 que el banco debe establecer al menos una sucursal en cada provincia. Estas sucursales tendrían la facultad de llevar a cabo la política de adelantos y redescuentos con instituciones de su distrito, es decir, tendrían a cargo una de las herramientas de política monetaria con que cuenta el Banco Central.



De acuerdo al proyecto de ley presentado al Congreso de la Nación, los presidentes de cada directorio regional deben participar en el directorio nacional, asesorando a este último y a las autoridades ejecutivas del banco sobre la situación económica de cada distrito. El objetivo último del proyecto de ley queda de manifiesto en sus fundamentos:

La eficiencia de la actividad bancaria es tanto mayor, en general, cuánto más próxima su localización respecto al destinatario del crédito. De esto resulta la conveniencia de la descentralización territorial de los servicios bancarios y, por consiguiente, de la banca central como proveedora de asistencia crediticia.
Senado de la Nación, 1989, p. 117


Para poder comprender la organización centralizada del Banco Central de la República Argentina, a diferencia de las ideas de Olivera y Romero, es necesario detenerse en dos cuestiones de suma importancia: el federalismo como esquema de organización y la existencia de dominancia fiscal a lo largo de la historia.

Argentina tiene actualmente una organización más centralizada que otros países que adoptaron el sistema federal como es el caso de Brasil o de Estados Unidos. Dalla Vía (2003) sostiene que el federalismo argentino desde sus orígenes fue un federalismo centralizado (el cuál se fue acentuando con el paso del tiempo) en donde los principales adeptos a este régimen no eran propiamente "federalistas" sino que abogaban por una Confederación de estados soberanos cuyo fundamento principal era la oposición a Buenos Aires. Así, el sistema federal surge con el único propósito de constituir la unión nacional y asegurar la paz interior, dando lugar a una fuerte dependencia de las provincias respecto al poder central.

En el caso de los Estados Unidos, el objetivo del federalismo descansa en que los estados conserven los poderes que no son delegados expresamente en el gobierno federal, generándose una mayor descentralización de funciones. Así, por ejemplo, en el campo tributario la organización del federalismo norteamericano se basó en un sistema de separación de fuentes en donde los estados no tenían intenciones de resignar poderes al gobierno central.

Según el autor, más allá de la forma de Estado adoptada, dentro de cada una de ellas pueden existir importantes diferencias de grado hacia una mayor o menor centralización de funciones. En ese sentido, el federalismo de Argentina y el de Estados Unidos se diferencian por sus distintos grados de descentralización y la organización del Banco Central es un claro ejemplo de ello.

El otro aspecto a tener en cuenta al momento de analizar la organización del Banco Central en Argentina es que históricamente a dicha institución se le atribuyó la responsabilidad de atender cuestiones de una importancia mayor para las necesidades económicas del país debido a los frecuentes períodos de inestabilidad macroeconómica que acontecieron en el país desde su creación, quedando en un segundo plano la posibilidad de introducir reformas institucionales.

En este sentido, adquiere suma importancia la existencia de dominancia fiscal, la cual se encuentra presente a lo largo de la historia argentina, entendiendo a ésta como el grado en que las acciones de política fiscal deben ser sostenidas por la política monetaria (Liviatan, 2003). Históricamente la política monetaria en Argentina fue utilizada como una herramienta de política económica al servicio de la política fiscal, resignando la misma grados de libertad. El recurrente financiamiento monetario del déficit fiscal es un ejemplo de ello. Asimismo, en diversas oportunidades se utilizó al tipo de cambio fijo como ancla del nivel de precios, reduciendo así el papel del Banco Central al de una caja de conversión y dejando un margen prácticamente nulo para utilizar a la política monetaria como herramienta de política económica. Un ejemplo de ello es el Plan de Convertibilidad adoptado en gran parte de la década del 90.

Unión Europea

De gran importancia es el debate que se da hoy en día en Europa sobre los beneficios y perjuicios de adoptar determinado grado de descentralización en cuanto a la política monetaria. Con la creación del Banco Central Europeo y la adopción del euro como moneda única, se designa a éste organismo como el encargado de llevar a cabo una política común para los doce países miembros de la Unión Europea, renunciando las naciones a la política monetaria como herramienta de política económica.



Es en la Unión Europea donde adquieren una relevancia mayor las interacciones fiscales y monetarias debido a la heterogeneidad que presentan los países miembros en cuanto a las principales variables macroeconómicas. Según López-Salido y Pierpaolo (2004) los países que conforman la Unión presentan grandes diferencias en sus tasas de crecimiento así como también en los niveles de inflación, encontrándose los mismos en diferentes puntos del ciclo económico. De acuerdo a la información provista por el Banco Mundial, mientras que Grecia el año 2010 experimentó una inflación superior al 4%, el nivel de precios en Portugal sufrió una contracción del 1%. Más notorias son las asimetrías en las tasas de crecimiento. Mientras que Alemania para el año 2010 tuvo un crecimiento del 3.6% del PIB, países como Irlanda, España y Grecia experimentaron una contracción de su producto bruto interno. Asimismo los autores afirman que se observa una fuerte asimetría en los canales de transmisión de la política monetaria en los países miembros de la región.



Por otro lado, Beetsma y Debrun (2004) indican que la regla fiscal existente en la Unión Europea, que no permite que los países miembrocuentra organizado el Banco Central responsable de llevar a cabo esta políticas presenten déficits superiores al 3% del producto bruto interno, es muy criticada por el hecho de reducir la flexibilidad en la utilización de la política fiscal como estabilizador frente a diferentes shocks, rol que la política monetaria no puede asumir dado que la misma es llevada a cabo por un organismo supranacional.

Los autores afirman que la función de pérdida del Banco Central Europeo difiere de la de los gobiernos nacionales, asignándole diferente importancia a las desviaciones con respecto a los objetivos de inflación y crecimiento. Los autores sostienen que el Banco Central Europeo suele poner un mayor énfasis en la estabilidad de precios que en otros objetivos, lo que puede no coincidir con los objetivos de los gobiernos nacionales. . El Tratado de Amsterdam impone una separación estricta entre la política monetaria y la política fiscal en la región, haciendo improbable que el Banco Central Europeo participe en un proceso de decisión conjunta con los gobiernos nacionales, generándose así problemas de coordinación entre las partes. Estos problemas de coordinación generan tensiones que ensanchan las diferencias entre los objetivos del Banco Central Europeo y los gobiernos de cada país.



Mochón Morcillo (2010) analiza las relaciones que hay entre la política fiscal y monetaria en la región, concluyendo que la deficiencia más importante de la Unión Monetaria Europea desde su creación ha sido que presenta una situación desequilibrada: una política monetaria común y un sistema financiero integrado, pero una política fiscal descentralizada e incompleta, lo que resulta insostenible.

Estados Unidos

Uno de los países con mayor descentralización de su Banco Central es Estados Unidos, el cual adquiere el nombre de Reserva Federal de los Estados Unidos. En los Estados Unidos existen doce bancos centrales dotados de jurisdicción territorial diferenciada. El directorio de estos bancos está compuesto por representantes de la comunidad financiera, agrícola, comercial y manufacturera local. Asimismo, los bancos centrales regionales tienen participación en el Comité Federal del Mercado Abierto que es el órgano encargado de decidir sobre las medidas a adoptar en materia de política monetaria en los Estados Unidos. Por otro lado, cada uno de los bancos centrales tiene la facultad de determinar la tasa de redescuento a establecer en sus jurisdicciones.



El propósito que esto sea así, según la propia institución, es tener una amplia perspectiva sobre la actividad económica de todas las regiones de la nación. Actualmente se observa un amplio consenso en la literatura de ese país sobre el efecto que tiene una determinada política monetaria en las diferentes regiones que conforman la nación.



Carlino y DeFina (1996, 1999), analizando el caso de los Estados Unidos, indican algunas causas que hacen que la política monetaria genere un impacto diferente en las distintas regiones y en los diferentes estados. Entre ellas mencionan los sectores económicos que operan en la economía regional así como también el tamaño de las empresas. Según los autores, aquellas regiones en donde predominan los sectores vinculados a la construcción y a la producción de bienes durables son más sensibles a cambios en la tasa de interés por parte de la Reserva Federal que aquellas en donde el sector inmobiliario y el sector financiero tienen una mayor participación. También resulta importante para los autores considerar el tamaño de las firmas que operan en cada una de las regiones. Aquellas en donde predominen las empresas de menor tamaño son más sensibles a cambios en la tasa de interés.

Francis, Owyang y Sekhposyan (2009) analizan que pasa en el último nivel de descentralización, es decir, las ciudades. Allí también los autores encuentran impactos dispares por parte de la política monetaria, indicando que las causas de las mismas se pueden explicar por la densidad de población así como por la participación de empleo público que haya en la ciudad, siendo el nivel de empleo total menos sensible a shocks de política monetaria contractiva cuando el empleo público tiene una participación mayor.



Meade y Sheets (2005) concluyen que los presidentes de cada distrito, a la hora de realizar su votación acerca de la tasa de interés a establecer, tienen en cuenta la tasa de desempleo de la región a la cual pertenecen por sobre la de la nación. Sin embargo, los principales críticos al esquema de la Reserva Federal sostienen que dicho esquema genera mayores vulnerabilidades a las presiones de las burocracias regionales, debido a que a éstas últimas les es más fácil el acceso a las autoridades de cada distrito, influenciando en las decisiones a adoptar en materia de política monetaria.

El impacto de la política monetaria en las diferentes regiones: teoría y evidencia empírica

Al momento de estudiar el impacto que tiene una política monetaria aplicada de manera centralizada en las diferentes regiones geográficas de un país, adquiere relevancia el análisis de cómo se encuentra organizado el Banco Central responsable de llevar a cabo esta política. Julio H.G. Olivera (1991) afirma que toda política monetaria racional, en el corto plazo, debe tener en cuenta las diferencias regionales, y que el modo más completo de garantizar este objetivo es la descentralización geográfica del propio Banco Central. La experiencia reciente muestra que dos de las economías más importantes a nivel mundial, como lo son Estados Unidos y la Unión Europea, difieren sustancialmente en cuanto al grado de descentralización de sus bancos centrales. En estos países, el debate sobre el impacto que tiene la política monetaria a nivel regional adquiere una gran importancia actualmente. Distinto es el caso de Argentina, en donde dicho debate no se encuentra presente.





Construccion de un Índice de Sentimiento Inversor para Argentina

Autor: Nicolás Calicchio



Resumen

Las teorías alternativas sobre el funcionamiento de los mercados financieros han proliferado durante los últimos años. En este sentido, el presente trabajo tiene como objetivo reproducir la metodología llevada a cabo por Baker y Wurgler (2007), la cual se enmarca dentro de los trabajos de Behavioral Finance “macro-fundados” que intentan dilucidar el efecto del sentimiento de los inversores sobre los retornos de los activos financieros. Una vez construido el índice de sentimiento, hallamos que un mayor sentimiento inversor implica un menor retorno actual de los activos más seguros y un mayor retorno de los más riesgosos. A su vez, este índice permite predecir un mayor o menor retorno de mercado futuro luego de períodos de sentimiento muy bajo o muy alto. Por otro lado, no permite explicar los retornos actuales de mercado, ni tampoco confirma empíricamente la hipótesis del “columpio” del sentimiento inversor sobre los retornos futuros. Por último, se mencionan algunas posibles mejoras a la metodología aquí empleada que podrían constituir futuras líneas de investigación que permitan discernir con mayor claridad el efecto del sentimiento inversor en el mercado de activos financieros argentino.

Introducción

Las explicaciones alternativas a las tradicionales acerca del funcionamiento de los mercados financieros han proliferado durante los últimos años. Estas teorías suelen enmarcarse en la rama conocida como Behavioral Economics, cuyas aplicaciones a los mercados financieros son agrupadas en particular en la rama de Behavioral Finance. A diferencia de los modelos financieros estándar, en los cuales los agentes arbitran los precios de los activos y los llevan igualarse a su valor fundamental determinado racionalmente, esta nueva rama de investigación se basa en la presunción de que los agentes deciden en base a sentimientos o sensaciones. Por lo tanto, no determinan el valor de los activos financieros racionalmente. A su vez, estas teorías descansan en un segundo supuesto: el arbitraje es costoso y riesgoso, motivo por el cual los agentes que quieran arbitrar los precios de los activos y llevarlos a su valor fundamental podrían no lograrlo.



Existen básicamente dos tipos de aproximaciones a estas teorías. Una es aquella que se basa en la micro-fundación y estudia comportamientos observados en inversores individuales que los llevan a “sub-reaccionar” o “sobre-reaccionar” en determinadas situaciones. Estos comportamientos son luego agregados y utilizados para obtener predicciones sobre el sentimiento general de los inversores y cómo afecta este a los precios en el mercado de activos financieros.

Existe un segundo tipo de aproximación, que podríamos denominar como “macro- fundada” y que se basa directamente en la medición del sentimiento inversor a nivel agregado, para luego estudiar el efecto de este último tanto sobre los retornos de mercado como sobre los distintos tipos de activos. Con respecto a este último aspecto, usualmente se intenta identificar cuáles son los activos más sensibles al sentimiento inversor.



Baker y Wurgler (2007) plantean en su investigación un modelo del segundo tipo y hallan evidencia acerca de la influencia acerca del sentimiento inversor sobre los retornos con distinto nivel de volatilidad (y por ende de riesgo) en el mercado de acciones norteamericano. La hipótesis que postulan es que los activos más riesgosos son más sensibles a variaciones en el sentimiento inversor. A su vez, también plantean esta situación en un marco tal que el precio de los activos más seguros puede aumentar en situaciones de mayor pesimismo entre los inversores (y por ende, tener un mayor retorno hoy), lo cual contradice las teorías financieras tradicionales que definen al retorno como el precio del riesgo (a mayor riesgo, mayor retorno).

El objetivo del presente trabajo será llevar a cabo una investigación similar a la de Baker y Wurgler (2007) para el mercado de acciones argentino. Si bien respetamos los lineamientos básicos de su metodología, se ha debido adaptar la misma a las mayores limitaciones de datos existentes en Argentina. Las dos modificaciones que se consideran más significativas han sido el menor tamaño de la muestra utilizada (aproximadamente 10 años de datos con frecuencia mensual para nuestro caso, mientras que los mencionados autores utilizan 40 años con idéntica frecuencia) y el reemplazo de las variables con que se construyeron los índices de confianza para Argentina.

Por último, es importante aclarar que, al igual que dichos autores, nuestro objetivo no es discutir la validez de la teoría del sentimiento de los inversores, sino establecer si es factible construir un índice que permita discernir al menos en cierta medida el efecto del sentimiento inversor sobre el mercado de acciones argentino.

Efectos teóricos del sentimiento de los inversores

Baker y Wurgler (2007) plantean la siguiente hipótesis: las acciones más sensibles al sentimiento de los inversores serán aquellas de compañías más jóvenes y pequeñas, cuyas acciones sean más volátiles, que no obtengan ganancias y no paguen dividendos y tengan mayor potencial de crecimiento. De esto también se deduce que aquellas con características opuestas tendrán un precio menos sensible a aquél. Esta hipótesis descansa básicamente en dos supuestos. Por un lado, el sentimiento del inversor es entendido simplemente como un mayor optimismo o pesimismo con respecto a la evolución del mercado de acciones en general. A su vez, es necesaria la existencia de límites al arbitraje, los cuales serán más fuertes justamente en las compañías con las características anteriormente expuestas y cuya sensibilidad al sentimiento inversor es mayor.

Figura 1. El “columpio” del sentimiento inversor



Fuente: Baker y Wurgler (2007)

La figura 1 resume dicha hipótesis. Cuando el sentimiento de los inversores es bajo (es decir, hay más pesimismo), aquellos activos más fáciles de arbitrar tiene una mayor valuación y los más especulativos una menor. En cambio, cuando el sentimiento es alto (mayor optimismo) la valuación de estos últimos es superior. Ante la ausencia del sentimiento de los inversores, las acciones se valuarían correctamente de acuerdo a sus fundamentals en el nivel P*. La forma propuesta del diagrama tiene otra implicancia más: el precio de los activos más seguros está inversamente relacionado con el sentimiento de los inversores. Esto implica que, ante cambios en el sentimiento, los inversores modificarán significativamente la composición de su portfolio de activos (por ejemplo, ante una caída en el sentimiento de los inversores, se produciría un efecto “flight to quality” al interior del mercado de acciones). Baker y Wurgler (2007) aclaran que también podría pensarse en una configuración tal que no se diera este efecto, de tal manera que un aumento en el sentimiento produjera un incremento en todas las cotizaciones, pero con una variación mayor en los activos más especulativos y menor en los más seguros.

Otras teorías sobre los mercados financieros llegan a conclusiones diferentes a la teoría de los sentimientos en lo que respecta al rendimiento de los distintos tipos de activos. Los modelos clásicos de valuación de activos predicen que los activos más riesgosos y difíciles de arbitrar tendrán siempre un retorno superior al de los activos más seguros y fáciles de arbitrar. Los modelos basados en “behavioral economics” y restricciones al arbitraje indican que se puede generar una burbuja en los activos más difíciles de arbitrar, la cual explotará una vez que se revele que el precio no refleja el valor derivado de los fundamentales y el retorno de dichos activos caiga por debajo de la media. En cambio, la teoría expuesta en el gráfico 1 postula que el retorno de los activos más seguros puede ser superior al de los más riesgosos cuando el sentimiento de los inversores es bajo y que el precio de éstos últimos puede estar también subvaluado de acuerdo a cual sea el sentimiento que predomine entre los inversores.

A continuación se construirá un índice de sentimiento de los inversores para el mercado de acciones argentino, siguiendo la metodología de Baker y Wurgler (2007).

Construcción de un índice de sentimiento inversor para Argentina

Series y metodología utilizada

Como destacan Baker y Wurgler (2007), no existe una única forma de medir el sentimiento de los inversores. Las posibles variables que sirven para construir un índice con este objetivo son varias. Por otro lado, la falta de disponibilidad de datos es un gran obstáculo en el caso de Argentina. Por este motivo, no fue posible reproducir exactamente el índice construido por dichos autores, aunque si se pudo llevar a cabo la elaboración de un indicador basado en la amplia gama de variables que mencionan como potenciales proxies para poder construirlo.

Las variables que se utilizaron en la construcción del índice de sentimiento fueron las siguientes:

Índice de confianza del consumidor (ICC): esta serie fue obtenida de la Universidad Di Tella. Debido a que no se tomó conocimiento de la existencia de una encuesta confiable sobre el humor de los inversores para Argentina, se consideró a este indicador como proxy del mismo, de acuerdo a lo sugerido por Qiu y Welch (2006) para Estados Unidos. El sentimiento de los inversores debería aumentar ante un incremento en la confianza de los consumidores.

Volumen negociado de acciones (Volumen Acciones): esta variable muestra la liquidez existente en el mercado. Los inversores estarán más dispuestos a realizar transacciones en el mercado de valores cuando predomina un sentimiento positivo, por lo que la relación con el indicador será también positiva.

Ratio entre volumen de acciones y otras formas de financiamiento de empresas (Ratio Acciones): de acuerdo a los mencionados autores, si la proporción en que las firmas se financian con acciones es alta, el retorno de dichos activos será bajo y por ende su valuación alta. Como proxy de esta variable tomamos el cociente entre el volumen negociado en acciones y el volumen negociado en acciones y obligaciones negociables. Si este ratio se eleva, entonces también lo hará el sentimiento inversor.

Volatilidad del mercado (Volatilidad): los autores mencionan que una buena aproximación del sentimiento de los inversores es la volatilidad implícita en el valor de las opciones. Como no pudimos acceder a este dato para el mercado argentino, se reemplazó por la volatilidad del mercado directamente (promedio mensual del desvío estándar de los precios). Un incremento en la volatilidad debería reducir el índice de sentimiento inversor.

Volumen negociado de fondos de inversión (Volumen Fondos de Inversión): Baker y Wurgler (2007) en realidad no mencionan esta variable en particular, pero consideran el efecto de inversores similares en vinculación con la entrada y salida de inversores de acuerdo al estado de ánimo. En el presente estudio decidimos utilizar esta variable, aunque como una proxy del sentimiento de los inversores institucionales, los cuales probablemente sean más relevantes para el análisis del mercado argentino. Por lo tanto, su relación con el sentimiento inversor debería ser positiva.

Para construir el índice, se utilizará el método de componentes principales, que permite captar gran parte de la variabilidad conjunta de las variables mediante una combinación lineal de las mismas.

Existen tres aclaraciones adicionales que se deben hacer sobre la metodología empleada. En primer lugar, se decidió utilizar una muestra de frecuencia mensual que va de Marzo 2001 a Mayo 2011. Este es un período significativamente más breve que el analizado por Baker y Wurgler (2007). Cabe destacar que esto se debe exclusivamente a la limitación para obtener datos para la economía argentina (por ejemplo, la serie de ICC nacional de la Universidad Di Tella recién comienza justamente en Marzo 2001).

En segunda instancia, Baker y Wurgler (2007) indican que algunas series utilizadas pueden contener efectos derivados de la variación en los fundamentales. Por este motivo, se procedió a analizar mediante una regresión simple la relevancia de algunas variables macroeconómicas para explicar las variaciones en las series de datos utilizada. Las variables macroeconómicas incluidas en el análisis fueron el crecimiento interanual en el nivel de actividad medido por el EMAE, el índice de demanda laboral para GBA y Capital Federal elaborado por la Universidad Di Tella y un índice líder del ciclo económico construido por la misma casa de estudios. Estas variables son similares a las utilizadas por Baker y Wurgler (2007), aunque debemos aclarar que el índice de demanda laboral pretende ser una proxy de la situación del empleo (los mencionados autores utilizan el crecimiento del empleo, variable que no está disponible con frecuencia mensual para Argentina) y que no se pudo obtener una serie de consumo privado mensual para Argentina (motivo por el cual se excluyó de las estimaciones el crecimiento en el consumo de bienes durables, no durables y servicios que ellos utilizan). Se encontró que únicamente la tasa de crecimiento interanual del EMAE era relevante para explicar las variables ICC y Volumen Acciones:

Figura 2. Efecto de los fundamentales sobre las variables ICC y Volumen Acciones



Estas regresiones cumplen con todas las propiedades correspondientes a la estimación por el método de la Cowles Comission (normalidad de los residuos, homocedasticidad y ausencia de autocorrelación en los residuos) y por ende cumplirían en principio el teorema de Gauss-Markov. Los tests correspondientes que se llevaron a cabo no se incluyen en el presente trabajo, pero se pueden solicitar al autor.

Para estas dos variables, se utilizó entonces el residuo de estas estimaciones (R_Volumen Acciones y R_ICC), el cual debería representar la porción de las mismas que no se encuentra causada por los fundamentales. En cuanto a las variables Volatilidad, Volumen Fondos de Inversión y Ratio Acciones, se decidió no seguir este procedimiento, ya sea porque las variables macroeconómicas no eran significativas para explicarlas o bien porque no se pudo llegar a una regresión que cumpliera los supuestos de Gauss-Markov mencionados en el párrafo anterior.

En tercer lugar, dado que algunas variables toman típicamente valores más grandes que otras, esto podría haber distorsionado su peso a la hora de calcular el índice. Por lo tanto, también seguimos el procedimiento de estandarización de Baker y Wurgler (2007) basado en la fórmula:

zt = (xt - x̄) / σx

donde zt es la variable estandarizada, xt es la variable que se está estandarizando, x̄ es su media aritmética y σx su desvío estándar.

Por lo tanto, las variables utilizadas para la construcción del índice fueron las variables estandarizadas (R_ICC_E, R_Volumen Acciones_E, Ratio Acciones_E, Volatilidad_E y Volumen Fondos de Inversión_E).

Construcción y primera evaluación del índice de sentimiento

A continuación se procedió a estimar los coeficientes de cada una de las variables mediante el método de componentes principales, utilizando el primer componente principal tal como Baker y Wurgler (2007). Esto se llevó a cabo con las variables en niveles y las variables en diferencias, obteniéndose el siguiente resultado:

sent = 0.634152*r_icc_e + 0.492046*r_volumen_acciones_e + 0.525140*ratio_acciones_e - 0.001077*volatilidad_e + 0.282788*volumen_fondos_de_inv_e

d_sent = 0.573311*dr_icc_e + 0.531908*dr_volumen_acciones_e + 0.567455*d_ratio_acciones_e + 0.011530*d_volatilidad_e - 0.257391*dvolumen_fondos_de_inv_e

Puede observarse que en la ecuación en niveles todas las variables toman los signos esperados. En cuanto a la ecuación en diferencias, la volatilidad y el volumen negociado de fondos de inversión tienen signos contrarios a los esperados. Baker y Wurgler (2007) se encuentran con un problema similar en su ecuación en diferencias. Su resolución fue mantener la variable con que tenían problemas en la ecuación, para evitar problemas derivados de la extracción de datos. Por lo tanto, se decidió seguir su metodología en este punto también y, tomando nota de esta aparente inconsistencia, dejar las variables volatilidad y volumen de fondos de inversión en el segundo índice.

Ya teniendo los coeficientes, se prosiguió con la construcción de estos índices. Luego de hacerlo, se estandarizó a los mismos mediante la misma fórmula expuesta en el apartado 3.1, de tal manera que tuvieran media cero y varianza/desvío estándar unitario. Los resultados se exponen en la figura 3:

Figura 3. Indice de sentimiento y de cambio en el sentimiento de los inversores

Con respecto al índice de sentimiento en niveles, es relevante mencionar que parece reflejar gran parte de los hechos económicos y políticos que podrían haber afectado el sentimiento de los inversores. En primer lugar, se ubica en un terreno negativo durante el período Febrero-Abril 2003, lo cual resulta razonable teniendo que en el último de esos meses hubo elecciones presidenciales en el marco de un nivel todavía alto de incertidumbre política y económica. En los años 2006 y 2007, el índice se ubica en valores positivos, reflejando el boom económico de dichos años tanto en Argentina como en el mundo y la “años de oro” del actual modelo económico. Asimismo, a partir de principios de 2008 y hasta mediados de 2010 permanece en niveles negativos, probablemente mostrando el efecto de la crisis con el campo primero y de la crisis económica mundial luego en el sentimiento de los inversores. Por último, el indicador presenta una breve recuperación posteriormente (probablemente relacionada con la mayor solidez de las economías emergentes en general y de la economía argentina en particular) y se ubica en valores negativos nuevamente durante 2011, lo cual coincide con el incremento en la incertidumbre acerca de la capacidad de algunos países desarrollados para hacer frente a sus deudas. Por otro lado, no parece reflejar un bajo sentimiento de los inversores en 2001, aunque esto puede deberse al hecho de que la serie del índice construido comienza en dicho año. Por lo tanto, podemos concluir que el índice parece reflejar la repercusión de los distintos hechos políticos y económicos sobre el sentimiento de los inversores.

En cuanto al índice de cambio en el sentimiento inversor, al igual que lo ocurrido con el índice construido por Baker y Wurgler (2007), su evaluación a simple vista parece ser más difícil por su mayor volatilidad. Si bien se puede observar que este índice parece mostrar “saltos” antes o durante el comienzo de algunos de los hechos mencionados en el párrafo anterior (por ejemplo, fines de 2002, principios de 2006 y fines de 2010), no parece reflejar en este sentido otros (Agosto 2004, crisis 2008-2010) y presenta saltos en otros momentos en que no parece haber habido hechos económicos y políticos relevantes que afecten el humor de los inversores (por ejemplo, principios de 2004). En realidad, Baker y Wurgler (2007) encuentran que este índice tiene aumentos de volatilidad durante los períodos especulativos. Por tanto, tal vez la ausencia de burbujas en el mercado de activos en el mercado argentino durante la muestra tomada y el amplio período analizado por aquellos, así como los problemas registrados con los signos de las variables volatilidad y volumen de fondos de inversión en su construcción, le quiten relevancia a este índice para el caso argentino

Efectos del sentimiento inversor sobre los retornos

Clasificación de los activos

Se siguió un procedimiento similar al de Baker y Wurgler (2007) para clasificar los activos a analizar de acuerdo a su nivel de riesgo. La metodología que siguen estos autores es dividir a los activos en 10 portafolios de acuerdo a la volatilidad de sus retornos en los últimos 12 meses para cada mes del período muestral utilizado. En el presente trabajo seguiremos un procedimiento similar: se calculó la volatilidad del retorno de 16 acciones del índice Merval 25 para las cuales existe disponibilidad de datos para la totalidad de la muestra. Debido a la menor cantidad de acciones tomadas (lo cual se debe a la menor cantidad de empresas cotizando en bolsa en el mercado argentino), se clasificaron las mismas en solamente 4 portfolios, siendo el portafolio 1 el constituido por activos más riesgosos (retornos más volátiles) y el portafolio 4 por acciones menos riesgosas (retornos menos volátiles).

Efectos del índice de cambio en el sentimiento inversor

A continuación, se reprodujo la regresión llevada a cabo por Baker y Wurgler (2007) para estudiar el efecto de cambios en el sentimiento de los inversores sobre los retornos de los portafolios construidos. Si bien tanto el estudio de dichos autores como el presente trabajo encuentran que el índice de sentimiento inversor parecería más relevante en una primera inspección visual, aquellos basan su posterior investigación en el índice de cambios en el sentimiento inversor que construyeron. Por lo tanto, seguimos en principio los lineamientos de su investigación y utilizamos el índice de cambios en el sentimiento inversor calculado para Argentina.

Para esto, se corrió una regresión simple entre el retorno promedio de cada portafolio (utilizando igual peso para cada activo) y el índice de cambio en el sentimiento inversor. A su vez, se controló por el retorno promedio de las 16 acciones estudiadas para evitar una sobrestimación de los coeficientes de los portafolios más riesgosos, los cuales deberían tener un beta de mercado más elevado que podría “contaminar” a los betas del sentimiento inversor que queremos obtener1. Cabe mencionar que se incluyeron además algunas variables dummy para corregir algunos outliers particulares que generaban problemas de no normalidad y autocorrelación en los residuos. Asimismo, se llevó a cabo la estimación con la corrección de White para aquellos casos en que se detectó heterocedasticidad mediante el test de White sin términos cruzados. Los resultados de estos tests, así como las regresiones llevadas a cabo, se pueden solicitar al autor en caso de ser necesario. En la figura 4 se exponen los coeficientes estimados para cada portafolio:

Figura 4. Coeficientes basados en el índice de cambios en el sentimiento inversor

Si bien pareciera que los coeficientes de los portafolios 2 y 3 no coinciden con la teoría, debe destacarse que no son estadísticamente distintos de cero. Es decir, en estos casos los cambios en el sentimiento inversor no parecen ser significativos para explicar modificaciones en los retornos de dichos portafolios. En cambio, los betas de los portafolios 1 y 4 si son significativos. Dado que el primero posee un coeficiente positivo y el segundo un coeficiente levemente negativo, esto parece indicar evidencia a favor de la conjetura realizada por Baker y Wurgler. Es decir, los activos de mayor riesgo ven incrementado su retorno ante un cambio positivo en el sentimiento inversor, mientras que aquellos más seguros registran una caída en su rendimiento y los activos “intermedios” no lo ven modificado significativamente

Por otro lado, no puede ignorarse que en este caso los coeficientes obtenidos para los portafolios 2 y 3 implican cierta incertidumbre sobre los resultados obtenidos. Asimismo, tampoco parece metodológicamente apropiado ignorar los problemas que también se obtuvieron para calcular el índice de cambios en el sentimiento de los inversores, el cual se construyó con dos coeficientes que parecen contra intuitivos (volatilidad y volumen de fondos de inversión). Por lo tanto, como verificación adicional de los resultados, procederemos a llevar a cabo la misma prueba empírica con el índice de sentimiento de los inversores en niveles, el cual parece mostrar menos dificultades en su elaboración.

Efectos del índice de sentimiento inversor

Cabe aclarar en principio que los resultados esperados para este caso son los mismos que para el anterior: ante un mayor optimismo de los inversores, aquellos portafolios más riesgosos deberían registrar un aumento en su retorno actual y los más seguros tendrían que mostrar una caída del mismo.

El procedimiento seguido es similar al del punto anterior. Se llevó a cabo una regresión simple entre el retorno de los 4 portafolios obtenidos y el índice de sentimiento inversor, controlando por el retorno promedio de los 16 activos incluidos en el análisis. En los casos en que fuera necesario, nuevamente se incluyeron variables dummy para meses en particular con el objeto de corregir problemas de no normalidad y autocorrelación en los residuos y se utilizó el método de corrección de White para aquellos casos en que se detectó heterocedasticidad mediante el test de White sin términos cruzados. Los resultados se pueden observar en la Figura 5:

Figura 5. Coeficientes basados en el índice de sentimiento inversor



Los valores estimados para los betas de los portafolios 2 y 3 parecen ahora más coherentes con la hipótesis de Baker y Wurgler. Asimismo, nuevamente se obtuvo un coeficiente positivo para el portafolio 1 y uno negativo para el portafolio 4. Estos resultados indicarían que los portafolios más riesgosos (1 y 2) ven incrementado su retorno ante una mejora en el sentimiento de los inversores, mientras que los portafolios de activos más seguros reducen su retorno. Por ejemplo, ante un incremento de un desvío estándar en el índice de sentimiento de los inversores, el retorno actual del portafolio 1 aumenta en 1,09 puntos porcentuales y el del portafolio 4 cae en 0,72 puntos porcentuales.

Por otro lado, los resultados obtenidos no son estadísticamente distintos de los anteriores. Mientras los coeficientes de los portafolios 1 y 4 son significativos (a un nivel de significancia del 5%), los portafolios 2 y 3 no son estadísticamente distintos de cero, con lo cual puede concluirse nuevamente que estos últimos no tienen retornos sensibles a modificaciones en nuestro índice de sentimiento inversor.

Efectos de los índices de sentimiento inversor sobre el retorno agregado

Por último, Baker y Wurgler (2007) también postulan que el índice de cambios en el sentimiento inversor tendrá una correlación positiva con el retorno agregado del mercado. Dado que anteriormente estudiamos el efecto de los dos índices construidos sobre el retorno de los 4 portafolios de activos construidos, también estudiaremos la verificación de esta nueva hipótesis mediante ambos índices.

Se llevaron a cabo dos regresiones simples con el retorno de mercado calculado en base a los 16 activos utilizados en este estudio y los índices de sentimiento inversor y de cambio en el sentimiento de los inversores. Los resultados obtenidos pueden observarse a continuación en la Figura 6:

Figura 6. Sentimiento inversor y retorno de mercado

Como puede observarse, fue necesaria la inclusión de variables dummy para corregir algunos outliers que provocaban no normalidad en la distribución de los residuos. Asimismo, se incluyó un término AR(1) para eliminar la autocorrelación en los residuos.

Los coeficientes obtenidos en estas regresiones son claramente no significativos. Por lo tanto, no podemos afirmar que exista una correlación positiva entre el retorno actual de mercado y los índices de sentimiento inversor y de cambio en el sentimiento inversor, como si pueden hacerlo Baker y Wurgler (2007) en su trabajo. Esto implica que el retorno de mercado y de los activos que muestran una evolución en sus retornos similar al de éste no se ven afectados por el sentimiento de los inversores locales, con lo cual no parece verificarse esta hipótesis particular de dichos autores. Este hallazgo no resulta sorprendente, dado que los resultados empíricos de los apartados 4.2 y 4.3 ya nos habían mostrado la insensibilidad de las acciones de riesgo intermedio a los índices construidos.

Predicción de los retornos a través del índice de sentimiento inversor.

Predicción de los retornos de activos con distinto nivel de riesgo.

Siguiendo el procedimiento de Baker y Wurgler (2007) y utilizando la misma clasificación en portafolios de acuerdo al nivel de volatilidad de los activos que usamos anteriormente, se dividieron las series de retornos de cada uno de ellos en momentos de alto y bajo sentimiento inversor mediante el valor que toma el índice de sentimiento en el mes anterior (ya que pretendemos testear la capacidad de predicción de retornos de este índice). Si dicho valor se encuentra por debajo de cero, lo clasificamos como bajo sentimiento; si está por encima de cero, lo consideramos de alto sentimiento. Posteriormente, se calculó el retorno promedio de cada portafolio cuando el sentimiento es alto, cuando el sentimiento es bajo y con el total de la muestra. El resultado obtenido se puede observar en el panel A de la Figura 7.

La hipótesis propuesta en la Figura 1 postula que cuando el sentimiento es alto, los retornos futuros de los activos más riesgosos serán más bajos que los de los activos más seguros; asimismo, cuando el sentimiento sea bajo, serán aquellos los que posean un mayor retorno futuro. Claramente, esto no ocurre con nuestro indicador de sentimiento. La evidencia indica que cuando hay mayor optimismo en el mercado, los retornos del mes siguiente fueron más altos para los activos más riesgosos. Esto es más bien coherente con la teoría clásica de valuación de activos, que postula que el retorno de los activos es un premio al riesgo.

A su vez, cuando el sentimiento es bajo, el retorno del portafolio 1 (más riesgoso) es menor que el del portafolio 4 (menos riesgoso). Esto también implica una refutación de nuestro índice de sentimiento, ya que en esta situación serían los activos más seguros los que debieran estar sobrevaluados y por ende deberían tener un menor retorno.

Por último, la curva de retornos para la totalidad de la muestra parece tener una pendiente positiva, a diferencia de la pendiente levemente negativa que exhibe en el trabajo de Baker y Wurgler (2007). En otras palabras, mientras ellos hallan que el retorno de los portafolios se reduce cuando son más riesgosos, aquí parece incrementarse.

Para verificar la robustez de este resultado, se decidió también reproducir el ejercicio utilizando el índice de sentimiento rezagado 2, 3 y 4 meses, los cuales también se exhiben en la Figura 7.

Figura 7. Sentimiento inversor y retornos futuros



Podemos observar que la configuración con el lag 2 del sentimiento del inversor es similar a la anterior. Solamente a partir del lag 3 parece modificarse la misma, terminando de hacerlo con el lag 4. Sin embargo, solamente se observa un cambio cuando el sentimiento es bajo: el retorno dentro de 4 meses de los activos del portafolio 1 (más riesgoso) pasa a ser mayor que el de los activos del portafolio 4 (menos riesgoso). Sin embargo, la curva de sentimiento alto solo registró un desplazamiento paralelo hacia abajo, sin ver modificada su pendiente. Es decir, cuando el sentimiento es alto, el retorno de los activos más riesgosos todavía parece ser más elevado que el de los menos riesgosos. Se puede concluir que en el caso argentino, un mayor nivel de sentimiento inversor medido con nuestro índice no parece predecir un menor retorno futuro de los activos más riesgosos.

Predicción del retorno agregado del mercado.

Por último, Baker y Wurgler (2007) plantean la siguiente hipótesis: los niveles altos de sentimiento serán seguidos de bajos retornos de mercado. Para probar esto, seguimos nuevamente su procedimiento y segmentamos nuestra muestra de acuerdo a si el índice de sentimiento del mes anterior se ubica más de un desvío estándar por encima de su media, menos de un desvío estándar por encima de su media, menos de un desvío estándar por debajo de su media y más de un desvío estándar por debajo de su media. A diferencia de ellos, solo utilizamos el retorno medio de mercado calculado con igual ponderación para todas las acciones, dejando de lado el retorno medio ponderado por el tamaño de las firmas. El resultado obtenido se observa en el Panel A de la Figura 8.

Figura 8. Sentimiento inversor y retorno futuro del mercado

Por un lado, debemos mencionar que los retornos de mercado cuando el sentimiento del inversor no se encuentra muy alejado de su media (menos de un desvío estándar) no parecen seguir el patrón sugerido por Baker y Wurgler (2007), ya que claramente el retorno del mes siguiente es mayor cuando el sentimiento está por encima de su media. Sin embargo, podemos decir que cuando el sentimiento de los inversores se encuentra en valores extremos (más de un desvío estándar por encima o por debajo de su media), el índice construido cumple la teoría postulada por dichos autores. En este caso, un elevado (bajo) nivel de sentimiento inversor es seguido de un retorno de mercado menor (mayor) e inclusive negativo (positivo).

Si incrementamos el rezago del índice de sentimiento del inversor utilizado para este análisis, estos resultados parecen mantenerse para los lags 2 y 3. Cuando analizamos el efecto del índice de sentimiento sobre el retorno de mercado 4 meses después, el gráfico parece asemejarse más a lo postulado por Baker y Wurgler (2007). Si bien el retorno de mercado cuando el desvío de la media es mayor a un desvío estándar es positivo y más elevado que el del portafolio 2, la diferencia entre ambas situaciones es de apenas 0,5 puntos porcentuales aproximadamente. Más allá de este aparente problema cuando el sentimiento es alto, la conclusión que podemos sacar del Panel D es similar a la de Baker y Wurgler (2007): luego de episodios de sentimiento inversor relativamente bajos, el retorno futuro de mercado será más alto que después de episodios de sentimiento más optimista. Además, el retorno futuro será especialmente elevado si el sentimiento inversor se encuentra debajo de la media en más de un desvío estándar.

Conclusiones

En el presente trabajo se ha procurado construir índices de sentimiento inversor y de cambio en el sentimiento inversor que permitan identificar el efecto del sentimiento en el mercado de acciones argentino. Para hacerlo, se utilizó la metodología seguida por Baker y Wurgler (2007), quienes lograron obtener un índice de sentimiento inversor que arroja resultados altamente consistentes con la teoría e hipótesis propuestas para el mercado de acciones norteamericano.

En primer lugar, identificamos los efectos teóricos del sentimiento inversor postulados por dichos autores. Su hipótesis se basa en el “columpio” del sentimiento inversor y postula que aquellos activos más afectados por el mismo serán los de mayor riesgo. A su vez, dicha hipótesis también implica que se pueden dar situaciones de bajo sentimiento inversor en las cuales el retorno actual de los activos más seguros sea mayor que el de los más riesgosos, algo que contradice las teorías tradicionales de valuación de activos.

Posteriormente se procedió a construir un posible índice de sentimiento para Argentina, el cual no está exento de limitaciones. Estas se deben fundamentalmente a la mayor carencia de datos sobre la economía y el mercado de capitales local, motivo por el cual debió tomarse una muestra significativamente más corta que la utilizada por Baker y Wurgler (2007) y tuvo que reemplazarse algunas variables por proxies (o bien utilizar otras series de datos mencionadas en el trabajo de ellos como potenciales proxies del sentimiento inversor, pero no utilizadas en el índice que construyeron). Sin embargo, una primera evaluación visual del índice de sentimiento obtenido muestra que parece reflejar los principales hechos económicos y políticos de la última década que podrían haber afectado el sentimiento de los inversores. En cuanto al índice de cambio en el sentimiento, su interpretación parece más difícil y el mismo presenta algunas dificultades en su construcción (signos contrarios a lo que parecería intuitivo para dos variables), ambos problemas con los cuales también se encontraron Baker y Wurgler (2007).

A continuación, se llevó a cabo una clasificación de 16 acciones cotizadas en el mercado argentino de acuerdo a su nivel de volatilidad durante la totalidad de la muestra analizada. Esta clasificación se utilizó para llevar a cabo un análisis similar al de Baker y Wurgler (2007) acerca del efecto del sentimiento inversor en un período sobre el retorno de los activos en el mismo. Por un lado, se halló que los índices de cambio en el sentimiento y de sentimiento no son tan relevantes como en el estudio de dichos autores, ya que los activos de riesgo intermedio no poseen un nivel de retorno significativamente distinto de cero. Sin embargo, en los portafolios de activos de menor y mayor riesgo, se encontraron coeficientes significativos y con los signos esperados de acuerdo a la hipótesis de aquellos autores. Es decir, un mayor sentimiento o un cambio positivo en el sentimiento de los inversores, implica un mayor retorno actual de los activos más riesgosos y uno menor de los activos menos riesgosos. Por lo tanto, en nuestro caso pareciera que los índices de sentimiento obtenidos pueden ser utilizados solo para explicar los retornos actuales de los activos más extremos (entendiendo por esto, los de mayor o menor riesgo del mercado). Por otro lado, no se encontró evidencia estadística significativa acerca de la capacidad de nuestros índices de sentimiento de explicar el retorno actual de mercado, a diferencia de lo ocurrido con los índices de Baker y Wurgler (2007).

También se evaluó seguidamente la capacidad predictiva del índice de sentimiento en niveles sobre los retornos futuros. Aquí los hallazgos fueron inversos a los de los apartados anteriores acerca de los retornos del mismo período. Por un lado, no se verifica la hipótesis expuesta en la Figura 1: cuando el sentimiento es alto, los portafolios más riesgosos exhiben un mayor retorno promedio futuro desde 1 período hasta 4 períodos más adelante. A su vez, cuando el sentimiento es bajo en un período, solo se halló un retorno futuro más alto de los activos más riesgosos 4 períodos después.

Sin embargo, cuando se analiza la capacidad predictiva del nivel de sentimiento actual sobre el retorno futuro de mercado, la misma es relevante cuando existen fuertes desvíos respecto de la media del índice de sentimiento: cuando el sentimiento está más de un desvío estándar por debajo de la media, el retorno de mercado es elevado en los 4 períodos siguientes; cuando el sentimiento es más de un desvío estándar mayor a la media, el retorno de mercado es negativo en los tres períodos siguientes e inferior en el cuarto período al retorno de mercado luego de períodos de sentimiento bajo.

En resumen, hemos encontrado que los índices de sentimiento construido sirven para identificar el efecto del mismo sobre los retornos del mismo período de los activos más extremos en términos de riesgo (los más y menos riesgosos). A su vez, si bien el índice de sentimiento no parece tener capacidad predictiva acerca de los retornos futuros de cada tipo de activo, sí permite predecir un retorno de mercado futuro más alto luego de episodios de sentimiento muy bajo y uno negativo o bien más bajo luego de períodos de sentimiento inversor muy alto.

La falta de disponibilidad de datos ha limitado en cierta medida la posibilidad de construir un índice de sentimiento inversor que cumpla con todas las pruebas llevadas a cabo por Baker y Wurgler (2007). Sin embargo, los hallazgos mencionados en el párrafo anterior implican cierta evidencia parcialmente favorable sobre la capacidad de los índices de sentimiento inversor obtenidos de explicar los retornos actuales y predecir los retornos futuros en el mercado de activos argentino. Las posibilidades para mejorarlos son amplias: obtener series de datos que permitan ampliar el tamaño de la muestra (y fundamentalmente, incluir al menos parte de la década del ’90 y el período de crisis de 1998-2001 completo), utilizar nuevas proxies del sentimiento inversor para adaptar mejor el índice obtenido al caso argentino, mejorar la segmentación de los activos en portafolios de mayor o menor riesgo, etc. Si bien estos aspectos exceden ampliamente los objetivos de este trabajo, constituyen posibles líneas de investigación para futuros trabajos que busquen profundizar el conocimiento del efecto del sentimiento de los inversores sobre el mercado de activos financieros argentino.

Bibliografía

Baker, Malcolm y Jeffrey Wurgler. 2007. “Investor Sentiment in the Stock Market” Journal of Economic Perspectives, 21 (2): 129-151.

Brown, Gregory W. y Michael T. Cliff. 2004. “Investor Sentiment and the Near-Term Stock Market”. Journal of Empirical Finance, 11 (1): 1-27.

De Long, J. Bradford et al. 1990. “Noise Trader Risk in Financial Markets”. Journal of Political Economy. 98 (4): 703-738.

Diebold, Francis D. 1998. Elements of Forecasting. International Thomson Publishing.

Fama, Eugene F. y Kenneth R. French. 2004. “The Capital Asset Pricing Model: Theory and Evidence”. Journal of Economic Perspectives, 18 (3): 25-46.

Favero, Carlo A. 2001. Applied Macroeconometrics. Oxford University Press.

Gujarati, Damodar. 2004. Basic Econometrics. 4° Edición. Mc-Graw-Hill.

Perold, Andre F. 2004. “The Capital Asset Pricing Model”. Journal of Economic Perspectives, 18 (3): 3-24.

Pyndyck, Robert S. y Daniel L. Rubinfeld. 2001. Econometría: Modelos y Pronósticos. 4° Edición. McGraw-Hill

Quantitative Micro Software. 2004. E-Views 5 User’s Guide.

Qiu, Lily X. y Ivo Welch. 2006. “Investor Sentimient. Measures”. http://www.nber.org/papers/w10794.

Toranzos, Fausto I. 1971. Teoría Estadística y Aplicaciones. 3° Edición. Editorial Kapelusz.

Se Agotó el Dólar Como Moneda de Reserva y de Cambios Internacionales

 



17/02/2010

La Revista EnPlenitud.com que circula por Internet ha publicado un artículo mío referido al dólar. Este artículo lo escribí en marzo de 2009, pero recién fue publicado el 17 de febrero de 2010 y me enteré por la consulta de un lector.

    Si es de vuestro interés leerlo, deberán hacer clic en el link que figura abajo, o copiarlo y pegarlo en Internet.



 

 

 



SE AGOTÓ EL DÓLAR COMO MONEDA DE RESERVA Y DE CAMBIOS INTERNACIONALES

 

Por ALBERTO ESTEBAN IRIARTE

www.economiafacilonline.com

 

En este artículo pretendemos demostrar que el dólar de EE.UU. ha perdido su capacidad de funcionar como moneda de reserva y deberá dejar de funcionar como moneda que sirva para los cambios internacionales.

 

 

Desde que se inventó un instrumento que facilitara los cambios, el mundo pudo progresar.

 

Ese facilitador de los cambios debía cumplir las funciones monetarias, medida de valor, instrumento de cambio y servir como depósito de valor.

 

De todos los instrumentos utilizados para el cambio, el oro fue el que perduró en el tiempo y su valor actual guarda estricta relación con la apreciación que hacen los operadores económicos, de su cualidad de servir como valor de cambio y depósito de valor.

 

Hubo un momento en que casi todas las monedas de papel que circulaban como instrumento de cambio guardaban relación con la cantidad de oro por la que la moneda de papel se podía cambiar.

 

Actualmente, el dólar de EE.UU. es no sólo la moneda de ese país sino también la que sirve de base para la realización de los cambios internacionales.

 

También agregaremos que la Argentina, como se verá más adelante, no ha sido el país que declaró el mayor “default” de la historia. Ese privilegio le corresponde a EE.UU., país que además está en condiciones de volver a superar su propio record anterior.

 

Por “default” se entiende que es no solamente no pagar las deudas, sino también quedarse con lo ajeno. Podría afirmarse que cada vez que hubo devaluación de la moneda  y en cada una de las numerosas oportunidades de la historia económica en que los gobiernos echaron mano a los ahorros y acreencias de la sociedad  local o mundial – a la postre la verdadera dueña del oro–, ésta perdió bajo el argumento de salvar la economía, que no tiene nombre pero somos todos con forma de país o como integrantes del mundo, o sea, con el argumento de salvar al país, que como está quebrado no tiene nada. Y vaya a saber entonces hasta cuándo seguirá sin salvarse, total el Estado nunca quiebra.

 

“El presupuesto del Estado debe estar equilibrado. Las deudas públicas han de reducirse. La arrogancia de las autoridades debe ser mermada y controlada. Los pagos a gobiernos extranjeros deben disminuirse para impedir la quiebra del Estado. La gente debe volver a trabajar en vez de vivir de cuenta del gobierno”. Marco Tulio Cicerón. Año 55 a. C.[1] La enseñanza es antigua, lo lamentable es que no ha resultado cumplida por muchos gobiernos.

 

Nuestro país de alguna manera ha contribuido con sus inventos y exportaciones al desarrollo del mundo, con relación a ello procuraremos destacar nuestra opinión más adelante.

 

Los ejemplos los deben dar los dirigentes de los gobiernos. Deben ser buenos,  para que el pueblo comprenda y los aplique, por eso me parece importante como hecho histórico este ejemplo antiguo:

 

He recibido un mail que traduce como cierta una cuestión histórica, que prueba que el dirigente es quien da el ejemplo:

 

“Esto es lo que Alejandro Magno dispuso para su funeral…

 

1 – Que su ataúd fuese llevado en hombros y transportado por los mejores médicos de la época.

2 - Que los tesoros que había conquistado (plata, oro, piedras preciosas) fueran esparcidos por el camino hasta su tumba, y...

3 - Que sus manos quedaran balanceándose en el aire, fuera del ataúd, y a la vista de todos.  

              Uno de sus generales, asombrado por tan insólitos deseos, le preguntó a Alejandro cuáles eran sus razones.

 Alejandro le explicó:

1 - Quiero que los más eminentes médicos carguen mi ataúd para así mostrar que ellos no tienen, ante la muerte, el poder de curar.

 2 - Quiero que el suelo sea cubierto por mis tesoros para que todos puedan ver que los bienes materiales aquí conquistados, aquí permanecen.

 3 - Quiero que mis manos se balanceen al viento, para que las personas puedan ver que vinimos con las manos vacías, y con las manos vacías partimos, cuando se nos termina el más valioso tesoro que es el tiempo.

 

Agrego: El tiempo es el tesoro más valioso que tenemos porque es limitado. Podemos producir más dinero, pero no más tiempo. Al morir, nada material te llevas, te llevarás las buenas acciones que supiste realizar.

Cuando le dedicamos tiempo a una persona, le estamos entregando una porción de nuestra vida.

El mejor regalo que le puedes dar a alguien... es tu tiempo.”

 

Actualmente, los argentinos decimos simplemente: “La mortaja no tiene bolsillos”.

 

Luego realizaré una síntesis histórica del quebranto de las reglas  a las que se había sometido EE.UU. en el tratado de Bretón Woods para que el dólar sirviera como moneda para las transacciones internacionales.

 

Y culminaré el trabajo demostrando por qué se producirá el nuevo “default” americano y el dólar dejará de ser la moneda de reserva y moneda para los cambios internacionales.

 

 

1.- Los argentinos, sus inventos y sus exportaciones:

 

El dulce de leche.

El colectivo,

El bolígrafo

Cerebros (técnicos, profesionales e intelectuales) no reconocidos [2]

 

El ajuste por inflación

La inflación de la corrupción.

Jugadores de fútbol juveniles

Estupefacientes

 

Todo ello ha sido inventado y exportado, conjuntamente con muchas otras cosas, lo destacable es que las cuatro primeras son cosas útiles y las cuatro segundas han sido perniciosas para nosotros y para el mundo.

 

 Desde hace tiempo los argentinos practicamos primero el fraude eleccionario patriótico y después directamente el fraude, con el que  hemos ilustrado a otros países.

 

2- “El mayor default de la historia no es el nuestro

I Antecedentes históricos

 El default argentino de 88.000 millones de dólares no es el más grande de la historia.

El 15 de agosto de 1971 desconoció EE.UU. el tratado de Bretton Woods, que lo obligaba a entregar a los bancos centrales de los países signatarios oro a razón de una onza por cada 35 dólares.

“En Bretton Woods se adoptó el dólar como única divisa para los pagos internacionales con la condición de que EE.UU. rescatara los dólares billete depositados en cualquiera de los bancos centrales de los países signatarios entregando una onza troy por cada 35 dólares billete. En ese momento, EE.UU. era depositario del 75% del oro del mundo. En 1949 contaba con 25 mil millones de dólares en oro a esa paridad y debía solamente 10 mil millones. El respaldo en oro más que duplicaba las deudas. La garantía de convertibilidad automática del dólar en oro era esencial para resguardar los derechos de los restantes países ante el riesgo de un eventual emisionismo, ya que EE.UU. tenía en su poder la máquina de imprimir dólares billete y no se pactaron límites físicos a la cantidad que el gobierno norteamericano podía imprimir. Si cualquier país miembro advertía un riesgo de inflación del dólar tenía una solución práctica e instantánea: canjear sus dólares papel por lingotes de oro a la paridad prefijada.”

“Fue lo que ocurrió: alentado por la facilidad de imprimir billetes que eran recibidos de buen grado en el resto del mundo, EE.UU. se lanzó a una política desenfrenada de inversiones y gastos, muchas veces suntuarios. En el período 1960-1964 tuvo déficit en la balanza comercial por 80 mil millones de dólares; inversiones y compras de empresas por 29 mil millones; turismo y viajes al exterior por 18 mil millones; y gastos de las fuerzas armadas en el exterior por 11 mil millones.” (El subrayado es de Alberto Esteban Iriarte)[3]

El 20 de octubre de 1967, dándose cuenta de  ello,  Jacques Rueff, consejero del general De Gaulle expresó: EE.UU. ha agotado su capacidad de pagar en oro a sus acreedores.

Francia y Gran Bretaña, hacían lo mismo.

El viernes 13 de agosto de 1971, tomó la decisión de incurrir en default desconociendo el tratado de Bretton Woods y además congelar precios y salarios por 90 días.

“El default quedó tipificado en el momento en que EE.UU. anunció al mundo que no entregaría el oro que aún le quedaba en Fort Knox, que no era poco: restaban 8635 toneladas”3

“Al retener en forma ilegal el oro, EE.UU. obligaba a los países que quisieran tener sus reservas en oro -como era su derecho- a comprarlas en el mercado libre, en el que se produjo una suba desenfrenada, debida al default norteamericano, que alcanzó su pico el 21 de enero de 1980 con el precio récord de 850 dólares la onza (The New York Times, 22-1-80). El precio había subido 24 veces: el 2400%. Medido en oro, los países sólo podían recuperar el 4,1% de su crédito con una quita del 95,9%. Bastante más alta que la quita del 75% ofrecida por la Argentina.”3

“El default estadounidense del 15 de agosto de 1971 consistió en negarse a entregar oro por 51.775 toneladas o 1714 millones de onzas, que correspondían a los 60 mil millones de dólares papel en manos de los bancos centrales. El valor actual del default es de 704 mil millones de dólares a la paridad de 411 dólares la onza del día 12-2-04 (Mercado de Londres)”3.

“Por lo tanto, podemos afirmar que este default fue ocho veces más grande que el argentino y que los argentinos podemos renunciar al incómodo privilegio de ser los defaulters más grandes de la historia.”3(El subrayado es de Alberto Esteban Iriarte).

3.El nuevo “default” americano   

           Samuelson decía en su Manual de Economía Moderna que muchas veces los hombres razonan como si fuera ciencia lo que  “sucede después de”: Algo así como la observación del brujo de la tribu lo llevaba a creer que cuando llegaba el invierno, su baile tribal era el que traía las hojas y flores que llegaban con la primavera.

 

            Aquellos mayores que han olvidado la historia reciente frente a nuestro resumen histórico, siguen creyendo, como dicen varios escritores, que el capitalismo ha muerto y por lo tanto tratan de inservible a la ciencia económica.

 

            Basta recurrir a la teoría de los costos comparados de David Ricardo para poder saber que la economía en esa teoría había presagiado el acontecimiento, donde se demuestra que cada país debe producir aquello para lo que está suficientemente preparado, logrando así menores costos a través de una mayor productividad.

 

            Es conocido que cuando la economía funciona bien, es un logro de los políticos, cuando lo hace mal los políticos dicen que es culpa de los economistas.

 

            Cenando con un argentino en Nueva York, presidente de una multinacional que ocupaba a 2.200 personas, él me explicaba que le convenía mucho más abrir fábricas en China y no utilizar mano de obra de EE.UU. porque esta última era más cara.

 

            Es sabido que todas las fábricas de EE.UU. han venido practicando esta metodología, por ello es que las importaciones superaban a las exportaciones, lo que siguió ocurriendo después de las citas que realiza el autor de la nota histórica.Esta situación se apoya en argumentaciones propias del periodista Andrés Oppenheimer en charlas y notas, como en su libro Cuentos chinos, donde habla de la nueva economía libre.

 

            Pero también vale la pena destacar por qué Oriente obtiene menores costos y mayor productividad.   

 

            Cosas menos traumáticas también están ocurriendo en la Argentina con extranjeros que ingresan ilegalmente a mi país, de acuerdo a inspecciones laborales que salen frecuentemente como noticias periodísticas.

 

            Cuando  un dirigente comunista argentino fue a visitar China no lo dejaron pasar a ver sus fábricas. Se tuvo que contentar con ver sólo las pulcras industrias de exportación.

 

            Así también las empresas que certificaban las normas de calidad de China ignoraban o “no veían” lo que realmente ocurría, sabiendo que “certificaban” como bueno  lo que no debían.

 

            Un día, al salir de almorzar de un restaurante del “barrio chino” de la Ciudad de Buenos Aires, se me acercó una persona y muy sigilosamente me entregó un papel que explicaba lo que ocurría en China. [4]

Evidentemente, cuando el mundo se olvida del ser humano, la consecuencia inmediata puede ser que, -aun sin darnos cuenta o no queriéndolo ver-, estamos comprando bienes a quienes tratan a sus trabajadores como esclavos y así, con la productividad lograda, venden más baratos sus productos. 

 

Con lo que la predicción de la economía de mercado, que es la base declamada por la globalización, cumple con las leyes de la economía, pero la parte política, que debería ser la del resguardo de la persona, promete la existencia de un derrame de dinero, cuando en realidad lo que se está derramando es sangre.

 

            En una observación reciente en EE.UU. verifiqué que casi todo lo que se vende es de procedencia oriental.

          

Esto justifica por sí solo lo que dicen sus números de comercio exterior, a lo que se le debe sumar los juegos de la guerra de su anterior presidente.  Mucha gente cree que las guerras, donde los EE.UU. jugaron siempre de visitantes, le dieron razón a su dominio del mundo y ahora pareciera que se encuentran frente a una decisión del Supremo.

 

            No hace falta saber de economía, sino simplemente contar los años que llevan de déficit, y trasladándolo afuera, a los tenedores de su moneda y de sus bonos, para darse cuenta del tiempo que les demandará recuperarse.

 

            Esto no es igual a la crisis del 30, donde con una guerra y después de 20 años las acciones alcanzaron el valor que tenían. En aquella época la economía producía y si bien cerraron las importaciones de productos primarios, pudieron salir de la crisis y después vivir la fiesta del ganador haciendo que los perdedores y otros paguen la cuenta.

 

            No es del caso estar o no contra el pueblo americano, lo que ocurre es que ellos también están infectados de nuestras exportaciones, y sino fíjense en las dificultades del Dr. Barack Obama para encontrar gente cumplidora de sus obligaciones fiscales.

 

            El libro más leído, Padre Rico, Padre Pobre, de Robert Kiyosaki, que trasmite enseñanzas básicas del comercio, describe también cómo se puede eludir o evadir la ley de impuestos en ese país. Del mismo modo, hace muchos años atrás la revista “International Management”,  hoy desaparecida, señalaba en uno de sus artículos que las mayores fortunas en ese país se habían generado con buenos asesores de impuestos que ayudaban a eludir o evadir la ley. Todo lo financiaba la emisión no controlada.

 

            EE.UU. no ha cumplido las reglas a las cuales se había comprometido, y continúa emitiendo alegremente, tratando de apagar su incendio,  este podrá mantenerse mientras los demás países consideren al dólar como moneda de cambio y las empresas y particulares, por la teoría-ciencia de “sucede después de”, sigan reteniendo dólares como moneda de reserva.

 

            Para colmo de males, además, lo primero que hicieron, sus dirigentes empresarios, con los fondos del Estado, que reflejan el aporte de los contribuyentes, fue generarse importantes premios y pagos de sus ya altos salarios, lo que generó la replica legislativa de imponer la prohibición de tales prácticas.

 

            En el momento en que esa ciencia social que es la economía haga que los particulares empiecen lentamente a darse cuenta, como ya algunos lo perciben, el nuevo default será inevitable, aunque el inteligente y capaz presidente negro, bien inspirado, frente a la multiplicación geométrica de la gente que irá a vender sus bonos y sus monedas,  tenga que decirle al mundo: “No puedo pagar”. Salvo que un fuerte apoyo mundial, le permita salir adelante, cosa muy dudosa al momento presente.

 

Como en las empresas, cuanto más demora el empresario, más difícil le resultará salir de la situación. O se asume la realidad hoy con toda su crudeza, o mañana será peor.

 

            No pretendo contestar cómo será el nuevo equilibrio mundial. Cuando se rompe un equilibrio, simplemente nace otro. Esto corresponde a la futurología, no pretendo meterme dentro de ella, por la cantidad de variables que entran en juego. He expuesto con fundamento lo que ocurrirá. 

 

            Mientras tanto, la cuestión de Argentina es distinta, pues nosotros, como decía un amigo que estaba en el PAMI durante la gestión del Dr. Alderete, “estamos bailando en la cubierta del Titanic” y además somos expertos en sobrevivir increíblemente como podemos, claro que a costa de continuas caídas en nuestro nivel económico de vida.

 

ALBERTO ESTEBAN IRIARTE

Ex profesor de Microeconomía, ex vicerrector y hoy Profesor Consulto de la Universidad Católica Argentina. Autor de “Microeconomía” editado por Ediciones Macchi y de artículos periodísticos.

www.economiafacilonline.com



[1] Tomado del archivo de El Tiempo.com de Colombia

[2] (¿Cuántos cerebros somos capaces de reconocer?, ¿cuántos no valoramos y se fueron y se van del país? ¿Cuántos evitamos que se vayan? y ¿cuántos se han quedado?)

 

 

[3]  Guillermo Laura, para LA NACIÓN, Noticias de Opinión: Martes 9 de marzo de 2004 | Publicado en edición impresa El autor es abogado y economista.

 

[4]            A quien le interese puede consultar la página de Internet www.falundafa.org, conjuntamente con un papel que formulaba una denuncia que decía cosas terribles que ocurrían en China, como que “los enemigos políticos eran descuartizados y sus piezas vendidas por medio de Internet al mejor postor”.

 

 En la parte de la página de Internet referida a la Argentina, en este momento se puede leer, entre otras cosas: “Asimismo, informamos a través de esta página sobre la grave persecución que están sufriendo los practicantes de esta pacífica disciplina en China. Al respecto, podrá encontrar las declaraciones de prensa de la Asociación Estudios de Falun Dafa en Argentina y las acciones legales que fueron tomadas en nuestro país contra el genocidio en China”.

 

Inflación

Los precios son elementos fundamentales en la economía moderna, dado que transmiten información fundamental para la asignación de recursos, ya sea en un sistema capitalista como el vigente, como en un sistema centralmente planificado.


- Si la sociedad valora mas un bien, su demanda aumenta. A medida que la demanda de un bien aumenta, su precio suele aumentar.

- A medida que el precio de un bien aumenta, suelen aumentar las ganancias de los productores de ese bien, lo que suele hacer que se produzca mas de ese bien. Ya sea porque los productores actuales aumentas su producción o porque ingresan nuevos productores al mercado.

Es decir, que los precios transmiten información sobre los deseos de los individuos, para asignar recursos escasos para producir aquellos bienes que la sociedad valora mas.

La inflación es un aumento generalizado en el nivel de precios.


Debido a muchos factores, los precios de los bienes y servicios de las economías no son estáticos, sino que se van modificando con el paso del tiempo. Las causas de estas variaciones pueden ser muchas. Algunos ejemplos son:

- Cambios en los gustos de los consumidores.

- Cambios en las políticas de los productores.

- Clima: una mala cosecha del trigo en EEUU puede causar que aumente el precio mundial del trigo.

- Políticas económicas: un aumento de la oferta monetaria puede causar que aumente el precio de casi todos los bienes de un país.

- Presión sobre los recursos: la escases de un recurso natural puede causar que su precio aumente.

- Crecimiento económico: el crecimiento económico suele aumentar la demanda de muchos bienes y puede disminuir la demanda de algunos pocos, causando no solo cambios en los precios relativos sino también aumentos generalizados de precios.

- Transmisiones de cambios en los precios: los cambios en los precios de un producto se trasladan a los precios de otros productos. Por ejemplo si aumenta el precio de la soja, aumentará el precio de la soja, lo que no solo aumentará el precio de las milanesas de soja, sino que también puede aumentar el precio de la carne, porque se destinará mas tierra a producir soja y menos a producir carne, o el precio de los inmuebles, porque los productores de soja ganan mas e invierten en inmuebles. Como vemos, existen relaciones muy complejas entre los diversos productos y servicios de la economía.

Ahora bien, usualmente todos los países tienen un nivel de inflación que ronda el 2% o 3% anual, esto significa que si comparamos el promedio de los precios actuales con el promedio de los precios de hace 12 meses, los actuales son un 2% o 3% mayores que los de hace 12 meses. Este nivel de inflación es considerado normal y no perjudicial.

Sin embargo, en otros países, la inflación suele ser mas elevada. Por ejemplo, una inflación del 10% o del 20% es considerada muy alta y suele considerarse perjudicial para la economía, porque suelen existir grandes cambios en los precios relativos que hacen que la asignación de recursos sea mas ineficiente, afectando el crecimiento económico. Por ejemplo, si tienes una casa y debes alquilarla por 2 años, es muy complicado establecer el monto del alquiler debido a la incertidumbre con la que evolucionarán los precios. Del mismo modo, cuando la inflación es tan alta, algunos precios suelen aumentar mucho mas rápido que otros sin motivos reales (oferta, demanda, etc.) sino debido a problemas de información o a posiciones de poder de mercado (un monopolio puede aprovechar la situación para aumentar los precios) o a asimetrías de información: como los consumidores no pueden estar comparando cientos de precios cada vez que desean comprar algo, los vendedores pueden aumentar los precios de sus productos confiando que los consumidores no irán al otro vendedor para ver si el otro tiene el precio de ese producto un poco mas bajo.


Como vemos, la información es un bien muy valioso para el bienestar de las personas; y los precios son importantes para asignar recursos. Una inflación baja se considera normal en la economía, mientras que una inflación elevada puede ser perjudicial para el bienestar social.

Autor: Osvaldo de la Fuente - 2009

Managing Weather Risk with Rainfall Option - Derivados Climáticos

Autor: Mariano Castro


Los derivados climáticos constituyen una herramienta para reducir el riesgo financiero que enfrentan empresas cuyas ganancias o flujos de efectivo están directamente correlacionados a las condiciones climáticas. Proporcionan cobertura frente a eventos altamente probables (lluvias, sequías, nieve, temperaturas demasiado altas/frías, etc.) de relativo bajo riesgo.

Un derivado del clima se basa en un subyacente que no es negociable como si lo son los precios de activos financieros, este instrumento se apoya en el clima mismo. En el caso de una opción climática aplicado a agricultura el objetivo es cubrir la incertidumbre sobre volúmenes producidos o sea sobre el rinde final, por ello mismo lo que intentaremos realizar en este trabajo será una valuación donde se intenta modelizar una variable que esta íntimamente relacionada con el rendimiento del cultivo como lo es la precipitación.

Si bien en la Argentina esta muy poco desarrollado el mercado de derivados financieros, este trabajo tiene como objetivo acompañar el resurgimiento a nivel internacional de la necesidad de protegerse contra las inclemencias de la madre naturaleza, que día tras día produce perdidas cuantiosas y millonarias en las economías de los países.


Debido a que este país ha tenido una larga historia ligada a la agricultura, es una mezcla interesante tratar de analizar la aplicabilidad de un derivado exótico a la producción agrícola.

Autor: Mariano Castro

Universidad Torcuato di Tella

Maestría en Finanzas 2009

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