Economía

Políticas ante la Crisis



Las Similitudes de las Políticas de EEUU y Argentina

Autor: Lic. Aldo M. Abram

Según nuestro gobierno, EE.UU. estaría copiando las políticas de la gestión K. No sabemos si Obama habrá leído a Perón; pero parece que algunos funcionarios locales leyeron un artículo que publiqué en un diario el 1 de octubre de 2008, “EE.UU. cae por argentinización”. No hay duda que podemos enumerar algunas similitudes entre las políticas económicas del pasado reciente de ambos países, que justifican lo que está pasando la potencia del norte.



Desde que asumió en 2000, el Presidente Bush se dedicó a aumentar el gasto fenomenalmente, acumulando enormes déficits fiscales; con lo que colaboró a impulsar artificialmente el nivel de actividad y a gestar la actual crisis. Durante el gobierno K, también, se forzó el crecimiento de la economía incrementando las erogaciones del sector público en función de los aumentos extraordinarios de recursos provenientes de la bonanza internacional, la recuperación de la actividad local y el fuerte incremento de la presión tributaria. No se ahorró nada para las épocas de “vacas flacas” y, ahora, habrá que aguantar un ajuste económico “sin anestesia”. Sin embargo, en este punto, sí hubo una diferencia entre ambos países; ya que, al no tener crédito suficiente, el gobierno argentino se vio obligado a tener algún ahorro primario para evitar caer en un nuevo default.

El ex-Presidente Bush dejó a las generaciones futuras una enorme deuda pública, que ahora se incrementará más aún para pagar el costo de la “fiesta” de su período de gestión. En los últimos siete años, la Argentina se dedicó a destruir su credibilidad, es decir su crédito; incumpliendo sus compromisos, haciéndole enormes quitas a los deudores en default y dejándole la deuda a pagar a nuestros hijos y nietos. Como “cereza del postre”, la estatización del sistema de capitalización permitirá al gobierno gastar más en el presente año electoral, a costa de heredarle un impagable pasivo previsional a las generaciones futuras.

Desde principios de siglo, la Reserva Federal se dedicó a “inflar” la economía y los mercados estadounidenses, inundando de liquidez el mundo. Esta estrategia, insostenible en el tiempo, es la que llevó a la actual debacle financiera e incentivó a los inversores y bancos a asumir cualquier riesgo para ganar un centavo más. Por supuesto, en la Argentina, la política de tipo de cambio real alto, implicó básicamente lo mismo; ya que significó una fuerte expansión monetaria para seguir la depreciación del dólar, comprando reservas. Ahora, el ajuste mundial encuentra al Banco Central local con menos instrumentos para enfrentar la crisis; por que los niveles de inflación, que ya eran excesivamente altos, se potenciarían con una mayor devaluación.



Hasta acá, algunos puntos en los qué se parecieron las políticas pasadas de ambas naciones. Sin embargo, si bien es cierto que, para enfrentar la crisis en EE.UU., su gobierno se hizo accionista de varias empresas y bancos, fue sin ánimo de tomar el control o de sustituir al sector privado, sino para preservarlo. En cambio, en la Argentina, la gestión K llevó adelante una estrategia explícita de estatización o “argentinización” de empresas de servicios públicos de accionistas extranjeros; mediante el ahogo de tarifas congeladas y el uso del enorme “poder de convicción” de un Estado con nulos límites institucionales.

Otra diferencia, en EE.UU. y el mundo, los gobiernos se preocuparon por tratar de sostener sus sistemas bancarios y sus mercados de capitales. Por su parte, la gestión K importó la crisis financiera internacional con la confiscación de los ahorros para la vejez de los afiliados a las AFJPs. Junto al mal manejo oficial de la crisis con el campo y al empeoramiento de la crisis internacional desde mediados de 2008, esta decisión provocó una fuerte fuga de capitales, mayor a la de la crisis 2001-2002. Es decir, los argentinos de todos los niveles de ingresos, preocupados por el futuro del país, ahorraron (dejaron de consumir e invertir) y sacaron sus depósitos de los bancos para comprar divisas y mandarlas al exterior, guardarlas en una caja de seguridad o en el fondo de un placard. Por lo tanto, la demanda interna empezó a desacelerarse y a descender, arrastrando al nivel de actividad y empleo.

Tampoco hemos escuchado que en los países desarrollados se plantee la estatización del comercio de exportaciones u otras ideas en las que, supongo, el gobierno pretende hacer “punta” nuevamente. Por ello, además de un potencial nuevo conflicto con el campo, otro de los principales factores locales de riesgo futuro es que nuestro gobierno quiera seguir dando “cátedra” e “innovando” con resucitadas medidas que ya fracasaron en el pasado y que profundice el rumbo estatista e intervencionista actual. De esta forma, la economía argentina se volverá más vulnerable y pagaremos un costo mayor, en términos de producción, empleo y bienestar, en el marco de las actuales turbulencias internacionales.

Por el Lic. Aldo M. Abram, Director Ejecutivo del Centro de Investigaciones de Instituciones y Mercados de Argentina (CIIMA-ESEADE)

Teoría de la Causación Circular Acumulativa

Modelo de corte neo keynesiano, elaborado por Gunnar Myrdal (1957), surge como reacción al optimismo de las teorías neoclásicas, aportando algunas diferencias con la misma: critica la hipótesis de la unicidad de la función de producción admitiendo la existencia de una multiplicidad de técnicas productivas, especifica cual es la función de inversión que va a utilizar y otorgar especial atención a los procesos acumulativos producidos por la interacción de la oferta y la demanda.


Parte de la hipótesis fundamental de que las inversiones se producen en función de la dimensión y crecimiento esperando de la demanda, tanto local como externa, mas que una función de la tasa de beneficios que puedan producir. Con base en esta idea, las regiones avanzadas y dinámicas se aprovecharan de un doble proceso:

Por un lado, el crecimiento inicial de una determinada zona generara un flujo de inmigración que creara un mercado interno mas amplio y dinámico, lo que estimulara el proceso inversor como consecuencia del aumento de demanda y potencial de crecimiento.

Por otro lado, la existencia de economías de escala, economías de aglomeración y la adopción de innovaciones de procesos que acompaña a las nuevas inversión y bienes de capital provocaran un aumento de productividad y de competitividad de la económica local, lo que hará aumentar las demanda externa, que producirá, a su vez, un aumento del empleo, nuevos flujos de inmigración y mas desarrollo.


Por su parte, las regiones atrasadas registraran salida de emigrantes (y teniendo en cuenta que el proceso migratorio suele ser selectivo, la mano de obra cualificada, principalmente, será la que se traslade a las zonas mas prosperas), disminución de la demanda interna y reducción del procesos de acumulación de la inversión.

La conclusión extraída de dicho modelo es que la región prospera, con mayor nivel de renta y especialización, se ve favorecida por unos mayores rendimientos e impide el desarrollo de la región atrasada.

En forma especifica, los movimientos de mano de obra, capital y de bienes y servicios no contrarrestan por si mismos la tendencia natural hacia la desigualdad regional. Por si mismos, la migración, los movimientos de capital y el comercio son los medios a través de los cuales evoluciona el proceso acumulativo en forma ascendente en las regiones con suerte y en forma descendente en las desfavorecidas. Por lo general, si tienen resultados positivos para las primeras, sus efectos son negativos para las ultimas (Myrdal, 1959).


En definitiva, esta teoría plantea que la movilidad de los factores es desequilibrante, explica que los efectos de concentración se producen como consecuencia de la aparición de rendimientos crecientes de escala y ganancias de competitividad vía menor ratio salario – productividad, y admite que el propio proceso de acumulación, en el tiempo, puede generar deseconomías externas o costos de congestión y rendimientos decrecientes que provoquen efectos de difusión del crecimiento hacia las regiones próximas.

En ese sentido se pronuncia Myrdal afirma que no existe normalmente tal tendencia hacia la autoestabilización automática del sistema social. El sistema no se mueve por si mismo hacia ningún equilibrio entre fuerzas, sino que se esta alejando constantemente de tal posición. Normalmente un cambio no da lugar a cambios compensadores, sino que, por el contrario, da lugar a cambios coadyuvantes que mueven al sistema en la misma dirección que el cambio original, impulsándolo más lejos. Esta causación circular hace que un proceso social tienda a convertirse en acumulativo y que a menudo adquiera velocidad a un ritmo acelerado.

Autor: Lic. Marcos Morales Martinez

Crisis Alimentaria en México

Nuestro país no es ajeno a la llamada crisis alimentaria que afecta al mundo, expresada en incrementos de los precios internacionales de los principales productos agrícolas y, en consecuencia, de los alimentos. Desde 2007 se registro un aumento en el precio de la tortilla, uno de los principales componentes de la dieta de los mexicanos, que se acompaño de movimientos similares en otros productos de consumo básico; en apenas cuatro meses del presente año, los precios del arroz, los aceites comestibles, carnes, huevos y legumbres también se han elevado, afectando el poder adquisitivo de la población y en mayor medida a aquella en condiciones de

pobreza. Los datos indican que estamos ante una situación que no es pasajera ni temporal sino de largo plazo, en particular cuando se señala que los precios elevados en las materias primas, entre ellas los granos, se mantendrán por lo menos 10 años mas y que estos nunca desenredan a los precios que tenían antes iniciada esta crisis. Hay quienes aseguran que esta situación deberá ser aprovechada por los productores mexicanos para capitalizarse al vender mas caro, sin considerar que la venta de productos no es un hecho aislado, sino parte de un proceso dinámico en donde interrelacionan varios factores que lo hacen muy complejo.

SITUACION ACTUAL

En México se producen los comestibles suficientes para satisfacer la demanda de la población, pues al año se generan 200 millones de toneladas, pese a lo cual 14.4 millones de personas en el país se encuentran en pobreza alimentaria, planteó Luciano Aimar Reyes, presidente de la Asociación Mexicana de Bancos de Alimentos (AMBA), quien expresó que así como la actual crisis mundial alimentaria no es por escasez, sino por los altos precios que han alcanzado esos productos, la inseguridad alimentaria en que viven millones de mexicanos se deriva del hecho de que no perciben lo necesario para comprar comestibles.

El presidente Felipe Calderón anunció que su país eliminará aranceles a la importación de productos comestibles, ante lo que denominó un asunto de Estado, Entre las acciones que se tomarán están la eliminación de impuestos para importación de trigo, maíz blanco y amarillo, así como la fijación de una cuota de importación del fríjol libre de impuestos, y la garantía de que habrá suficiente abastecimiento en productos como la leche en polvo.

Calderón también anunció medidas para beneficiar a los campesinos, entre las que se encuentran la eliminación de tarifas a la importación de fertilizantes nitrogenados y a sustancias químicas necesarias para fabricar fertilizantes.

EFECTOS

Los altos precios coadyuven a mejorar el mercado nacional (producción, abasto y comercialización), han ocasionado un exponencial crecimiento de los costos de los productos básicos impactando a más de la mitad de la población mexicana que se encuentra en condiciones de pobreza y profundizando la pobreza alimentaria en la que viven cerca de 18 de cada 100 mexicanas/os.

En términos generales, el incremento del costo de los alimentos fue de 10.2% para las familias con ingresos de hasta tres salarios mínimos (unos 15 USD aproximadamente)4 quienes representan la mitad de la población que cuenta con algún tipo de empleo.

La gente resiente fuertemente esta crisis por dos razones. La primera es porque destinan más de la mitad de su salario diario a la compra de estos productos. La segunda es que el incremento de su salario en el 2008 fue de solo 3.5% mientras que el crecimiento de algunos productos básicos para la alimentación como el maíz, arroz y frijol fue sencillamente desmedido: el kilo de tortilla (producto principal de la dieta básica de sectores en pobreza) se incrementó -a principios del 2008- a más del 40% respecto a finales del año pasado, o el arroz -cuyo precio creció 57% en el mismo lapso.

PERSPECTIVAS

El pronóstico de la FAO tiene como su lado positivo los aumentos previstos en la producción de los principales cereales del planeta. Como ejemplo, el maíz impulsará la producción de los llamados cereales secundarios, que crecerá 5.6 por ciento para llegar a mil 33 millones de toneladas. La cosecha de trigo aumentará, en las previsiones de la FAO, 4.8 por ciento para llegar a 626 millones de toneladas. El aumento en la producción de arroz será marginal. Se esperan 423 millones de toneladas (tres millones más que en 2006).

La crisis mundial de los alimentos podría prolongarse más allá de 2008, debido a la caída de los inventarios internacionales, el uso de granos para producir combustibles y a la especulación que hay sobre los commodities, además, de otros factores como las subidas en los precios de los alimentos, una menor producción debido al cambio climático, mayor consumo de carne y productos lácteos en países emergentes y un mayor costo de la energía y transporte. De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) los precios mundiales de los alimentos han aumentado alrededor de 45 por ciento en los últimos nueve meses y hay una grave escasez de arroz, trigo y maíz, en lo que va de 2008, el precio internacional del arroz ha aumentado en más de 70 por ciento. Con base al índice de precios de la FAO los precios para todos los tipos de arroz subieron 14 por ciento de septiembre a diciembre de 2007, en dicho año, los costos fueron por término medio 17 por ciento más altos que en 2006.

El presidente de la Confederación Nacional de Productores de Maíz, Efraín García Bello, afirmó que México es autosuficiente en maíz blanco pero en amarillo es deficitario hasta en 10 millones de toneladas, lo cual afecta a la cadena pecuaria.

Recordó que el consumo anual de maíz blanco es de 16 millones de toneladas y la producción se estima en 22 millones, mientras que el del maíz amarillo es de sólo de dos millones, por lo que recomendó un programa de reconversión hacia el maíz amarillo. Así como establecer una reserva estratégica para amortiguar los efectos de la inestabilidad externa y la especulación.

García Bello coincidió en que los altos precios de los alimentos se reflejarán en la canasta básica pero pidió también tomar en cuenta que las alzas al consumidor final se deben a los incrementos de insumos y en particular al gas y la luz.

 





Ordenador de la Deuda

INTRODUCCION:



Se divide en dos estudios introductorios:

a.- Reitra los conceptos principales del libro “RESERVAS MONETA-RIAS en la formación del crédito”“BASES PARA UN ORDENADOR DE LA DEUDA”.- Editado En el año 2000.- Editorial Dunken.- Bs. As.

El objetivo es que el lector pueda ir a la segunda parte con una orienta-ción clara de los conceptos más importantes expuestos en el libro.-



a.- primera parteEstudia el mercado donde actúan “deudores-acreedores” el que está influí-dopor las variables de la economía produciendo, entre otros efectos, alte-raciones en las expectativas que motivan a de los operadores a efectuar negocios al tiempo de tomar decisiones.-

En este medio, en donde también ocurren e influyen acontecimientos socia-les y naturales, se desarrolla el “crédito” nexo entre el deudor y acreedor que es relación permanente del movimiento económico.-

Por último, y dentro de éste contexto, queda el “pago” o la cancelación de la deuda, como cierre del ciclo y que ocurrirá, en la granmayoría de los casos, en tiempo futuro al “crédito”.-



Es decir, el “crédito” nace permanentemente, al igual que la “cancelación” dentro de “tiempos” diferentes donde las “variables señaladas” cambian o pueden cambiar.-

En éstas circunstancias el “pago” de los créditos otorgados está ligada no sólo a la calidad del “deudor”. sino también a una serie de factores muy di-versos, la mayoría y más importantes, ajenos al origen de los créditos y ala voluntad de los contratantes.-

Si se cumplen las expectativas de origen de la relación “deudor-acreedor” se producirá el “pago” en el tiempo acordado y en tal caso la operación oel ciclo puede repetirse en condiciones aceptables.-

Sin embargo cuando algo negativo ocurre en el sistema, cuya naturaleza es el movimiento, las expectativas cambian y ya no guardarán relación con lasde inicio o partida.-

Cabe señalar que si los factores negativos no cesan en un determinado punto, que será variable según el operador económico-financiero que se trate semovilizan los conceptos sobre el estado de la situación económica-financiera en sentido desfavorable.-

Estos hechos producen la entrada a una nuevafase donde decae la confiabilidad y con ella, en mayor o menor medida y en diferentes tiempos y formas, se traslada a las decisiones que tomarán los “deudores-acreedores” que actúan en el mercado.-

La “deuda”, en éstas condiciones, crecerá (por mayores costos motivados, entre otros, por menores ventas, o ventas a o plazos mas largos), el aumento de la tasa de Interés” con lo cual y,más allá de las resultados esperados,posiblemente se esté operando con márgenes menores.-

En otro órden, y en tanto, en la cumbre de la pirámide económica-financie-ra en torno a un avance tecnológico excepcional que llega a casi todos loscampos de la actividad humana, se han producido cambios profundos quetienden a ser exponenciales.-

Nueva tecnología en bienes y servicios, a otros costos y formas de ventapueden dejar fuera de mercado, en poco tiempo, a un número considerablede productos y productores.-

Todo ello también está relacionado con el ritmo vertiginoso y la velocidadextraordinaria en que opera el centro económico-financiero, difícil de se-guir y de predecir, en particular para los países en la medida que descien-den en la escala económica.-

Este gigantismo está acompañado de otro hecho como es la “globalización”que produce efectos más generales (atento que abarca a más países con mercados distintos), quizá, no considerados cuidadosamente.-

En éste cuadro de situación, el autor estima, que el sistema debe y puedeadaptarse para licuar los efectos negativos que produce.-

Por último, es de destacar, que lo expuesto es una exposición que procura sólo ubicar el planteo de la situación pero que esta lejos de estar agotado.

Por otro ladoéste trabajo, esun conjunto de ideas que necesitanun desarrollo y estudio más profundo.-

ESTOS CONCEPTOS FUERON EXPUESTOS EN EL AÑO 2000.- EN EL LIBRO “RESERVAS MONETARIAS EN LA FORMACION DEL CREDITO”“BASE PARA UN ORDENADOR DE LA DEUDA”

b.- Desde la publicación del libro aludido más arriba, hasta la fecha“año 2008” el autorcreyó oportuno presentar una forma más pragmática de llevar a cabo lo que estima serían, en gran parte, unanueva forma o método para encarar los difíciles tiempos venideros.-

Cabe destacar que si se hubiese procedido como se señalaba en aquellaoportunidad creando reservas monetarias en la moneda de pago es muy probable que la situación hubiese sido otra mejor a la actual.-

Hoy podemosapreciar, con más claridad, que estos errores acumulativos entregaron resultados negativos como la “crisis” actual (año 2008) que comienza a verse como incontrolable en sus consecuencias y que dejó a la vista parte de su magnitud.-

Estalla en el sistema financiero de donde provino el descontrol y ahora se está a la expectativa por el efecto que tendrá en la economía real .-

De cualquier manera los desaciertos comienzan mucho más atrás y se fueron agravando para llegar a éste resultado con un Estado que alentó, con medidas erróneas, a que se produjera éste verdadero ” agujero negro” (haciendo alusión al fenómeno conocido en astronomía donde la enorme fuerza de gravedad que tiene, éste, absorbe y traga todo lo que está cercano).- Van desapareciendo empresas de primer nivel por quiebras.-

La crisis que asistimos proviene, en la práctica de las transacciones, de la ineficiencia de los controles de todo tipo ante la enorme rapidez en queson superados por medios computarizados en tiempo real y de un conceptodemasiado laxo sobre la naturaleza de la función del Estado en el mercado.

Que sentido tienen los controles estatales y privados tradicionales ante ésta realidad de operaciones inmediatas con un pulso de computación?

Como serán las transacciones futuras y que tipo de documentos o valores serán suficientes para garantizar el pago?

Como y cual debe ser la función del estado?

Esto no exime a las políticas de Estado desafortunadas, en gran parte los hacedores de ésta situación, y tampoco a aquellos que usaron de manera inconciente o haciendo caso omiso de los indicios negativos claros que i-ba dando el mercado con quiebras y derrumbes que no podían obviarse.-

Así fue posible que, con éstos vetustos sistemas de control y sin entrar aconsiderar otros motivos ,una empresa financiera de muy buen nivel se comprometiera asumiendo deudas que superaban 32 (treinta y dos veces) su capital –

No se reúne una cantidad de deuda impaga de ésta magnitud, ni sumas de ayuda del estado como a la que asistimos, ni todos los países involucrados sin que nos preguntemos “se seguirá con un sistema queya no da los resultados esperados o realmente se cambiará”

Fué un descontrol que llegó y parece que no dejó de pegar en todos los estamentos tanto públicos como privados.-

Como se expresó antes, éste es un conjunto de ideas y de proponer una so-lución concreta.-

Pero no puedo dejar de señalar, por lo grave de los acontecimientos, los conceptos de IMMANUEL WALLERSTEIN, investigador de sociología de la Universidad de Yale y teórico de “economía-mundo” que estima “que el capitalismo, como lo conocemos, estaría en su fase final”.- Queda, como ha sucedido antes, el esfuerzo y trabajo para corregir los problemas y este es un pequeño aporte.-

NUEVO MARCO CONCEPTUAL

El nuevo eje conceptual pasa por incorporar el “pago” a la relación “deuda-crédito” con el que forman una unidad y un método para lo-grar una tendencia concreta para hacer posible el “pago”.-

Es un replanteo entre “deuda-crédito” y el “pago” al vincularlos a lastransacciones y no a la ganancia o responsabilidad del deudor a lo quese agrega el correlato de “resguardos monetarios”que los une en unsistema marco.-

Se trata de lograr una suerte de “registro general de todas las transa-cciones que fuere posible” como primer paso.-

Los objetivos resultan obvios.- Con ésta información, que sería en tiemporeal, el estado y los particulares, con los datos recogidos pueden ajustar susdecisiones y medidas.-

Este informadorde la situación general pasará a convertirse en unordenador y deberá ser transparente para conocimiento del Estado y delsector privado.-

Una herramienta actualizada, como la que se propone,permitirá tomar decisiones y ajustes de diverso tipo.-.El estado podrá alentar por medios monetarios o fiscales a rubros que lo re-quieran o ajustar el plan económico general a las tendencias dominantes yotras que ahora contarán con información precisa.-

Es decir, tomar medidas adecuadas, antes que estalle el sistema o produzcadaño difícil de erradicar.-

Este sistema está pensado para cubrir a gran parte del sistema económico-financiero, y quizá pueda reducir a un mínimo los períodos negativosquesiempre existirán puesto que no es posible cubrir todas las contingencias.-

RESGUARDOS MONETARIOS

Es un objetivo secundario, en la secuencia del trabajo, que se considera perfeccionará el sistema propuesto.-

Se parte de la constitución de “resguardos monetarios” al momento de concretarse la relación “deudor-acreedor”.-

Lo constituye el deudor a favor del acreedor y estará indisponible para ambos.- No es un impuesto, es un activo indisponible con capacidad de serusado de acuerdo con las normas que se fijen.-

La norma aludida es cuando el “deudor” reúne las condiciones de incobra-bilidad o cuando la transacción fué liquidada donde se devolverá el depósito.-

Los “resguardos” se depositarán en una institución creada al efecto y que acá se la denomina “fondo único”

Habrá transacciones que deberán contar con un alto grado de certeza de pa-go con lo cual el “resguardo monetario” a favor del acreedor será en pro-porción o relacionado con el riesgo.-

Los “acreedores con los deudores” evaluarán la garantía a depositar, y don-de el estado puede o no apoyar determinados rubros con distintas medidas.-

Lo expuesto no invalida la actuación de seguros contratados a tal efecto,pero éstos deberán ser informados al fondo unico.-

La finalidad es que el “acreedor” cobre su crédito.-

MEDIDAS ESPECIALES

Están relacionadas con el cumplimiento de denunciar la/s operaciones y e-ventualmente de depositar el “resguardo” dentro del “Ordenador de la deuda” y el “Fondo Unico” según el caso.-

La naturaleza de ésta crisis no permite crear otro sistema anémico o sin quese cumpla con el objetivo propuesto.-

Tendrán que crear normas terminantes.-

Si una dupla de “deudores-acreedores” no cumple con la denuncia de la operación o depósito serán sancionados.-

Por ej. El acreedor perderá el derecho a cobrar y el deudor tendrá quepagar la totalidad de lo pactado al Estado.-

Este ejemplo debe tomarse en el sentido del contexto general en que está expresado éste informe.-.

Del estudio saldrán otras variantes más aceptables o que lleguen al objetivo propuesto por otras vías.-

Por último hay una enorme masa de dinero fuera del circuito legal.-

Acá debe entenderse claramente que el autor se refiere a la “masa mone-taria” y no entra a considerar otros motivos más que el efecto sobre la economía y la parte financiera (en particular).-

Quizá haya que sincerar los problemas que generan ésta situación y lograr que esos fondos se encaminen hacia lo que podríamos llamar sistema legal de transacciones.-

No se puede ignorar que existen y tampoco que propicia la corrupción y crean condiciones de permisividad.-

BASES POSIBLES SOBRE COMO SERAN LOS APORTES.-

Ingresarán directamente al FONDO UNICO y será prudente consideraresta información como protegida de otro uso para evitar confusionessobre su propósito.-

Debería procederse rubro por rubro y en tiempos distintos.-La experiencia traerá el perfeccionamiento de los instrumentos ausar.-

En éste caso, individualizado el origen del desorden parece apropiado comenzar por la parte financiera y sus operaciones de riesgo.-

La confiabilidad que se obtendrá será muy rápida en la medida que lo pac-tado se cumpla.-

Para ello se contará con los resguardos y la información previa que decidi-rán los “deudores-acreedores” a hacer negocios.-

EL RESGUARDO MONETARIO EN LA MONEDA PACTADA es unaManera de formar un conjunto de garantía de pago que puede mejorara laschances del “acreedor” a percibir su “crédito”.-

Aquella operaciones (en especial las especulativas) que tengan un alto contenidode inseguridad deberán con un alto porcentaje de reservas monetarias en la moneda pactada y en efectivo.-

Depositadas, en éste caso, por el deudor y el presunto acreedor (por ej.los derivados) ya que en éstos casos se conoce al “deudor” cuando seliquida la operación.-

Aumenta el riesgo debe aumentar la reserva.-

ALICUOTAS QUE SE ESTIMAN DEBEN DEPOSITARSE

El sistema está pensado, conceptualmente, en que la mayoria de las ope-raciones queden registradas para tener UN ORDENADOR confiable almomento de tomar decisiones.-

Sin embargo, EL RESGUARDO MONETARIO EN LA MONEDA PAC-TADA, es una manera de formar un conjunto de garantía de pago que pue-de mejorar las chances del “acreedor” a percibir su credito.-

Si un deudor hace un aporte sobre una transacción es probable que los Ban-cos, hagan otro tanto para apoyar la ejecución de la operación y quizá el es-tado ayude con otro cantidad similar, en busca de promover un sector.-

El monto de la alícuota, que puede ser variable según la relación entre “deudor y acreedor,”.- Habrá operaciones que requieran un monto alto.-.

Al empezar se estima que puede ser del l% (uno por ciento) de lo transado.-

Se va a ir generando una suerte de SUMATORIA de posibles interesadosen participar con aportes donde comienza a perfilarsela CONFIABILIA-BILIDAD.-

De ésta manera habrá más negocios y quizá un poco menos de márgen peroel“pago”, a medida que aumente su certeza, hará que este activo se consi-dere de otra forma dentro de un balance empresario.-

La empresa con éstos activos distintos y privilegiados contará con más oportunidades de conseguir créditos a tasas más bajas y otros negocios.-.-

MONEDA PACTADA

Será la del contrato entre el “deudor-acreedor” y es la que se usará en la formación de los resguardos.-

No podrá ser cambiada, salvo, que por expresa disposición del “deudor-a-reedor”.- Los terceros involucrados tampoco podrán hacerlo.-

JURISDICCION DEL FONDO UNICO

Se entiende por jurisdicción aquella que, fijado los límites geográficos del“Fondo Unico” (que puede ser uno o varios edificios o superficie adecuada)el estado y los terceros (salvo los interesados directos) requieren de diver-sos requisitos para ingresar.-

No se trata de requisitos mínimos, la jurisdicción distinta al estado tiene unStatus jurídico similar al de otro país, donde pueden o no atender reclamos o solicitudes.-

NO SE PODRA CON OTRA LEY, CONVENIO O COMO SE DENOMINE CAMBIAR EL DESTINO ORIGINAL DEL DEPOSITO.-Para ello será necesario el consentimiento expreso de todas las partes(acreedor y/o deudor y/u destinatarios), operación que se practicará den-tro del Fondo Unico el que homologará el nuevo contrato.-

Es evidente que dentro de la crisis no habrá mayor confianza en que se cumpla con lo expuesto atento que el estado demostró saltear normas queparecían inalterables.- En tal sentido serán los juristas que puedan apor-tar formulas que perfeccionen la naturaleza de lo que se espera lograr.-

CONTRATO DE DEPOSITO

Es la figura jurídica que se estima identifica al Fondo Unico.-

La única operación que puede hacer es recibir y devolver lo recibido al depositante y/o al acreedor según el contrato dondedebe existir unaclaúsula “gatillo” clara y concreta para proceder.-

Estos conceptos son los rudimentos jurídicos que serán pulidos por losjuristas.-

En cuanto a la Organización del “Fondo Unico” parte de ser un depositarioy tratándose de dinero o valores la forma se asemeja a la de una Instituciónbancaria de depósito (no realiza operaciones comerciales o especulativas”.

Puede financiarse mediante una comisión que cubra sus gastos.-

RESUMEN: Lo expuesto, y las definiciones sobre la forma práctica quede cómo se podría constituir tanto el “ORDENADOR DE LA DEUDA”,como el “FONDO UNICO” deben tomarse como indicativas para realzarla naturaleza de lo que se propone.-

Es evidente que se trata de una acción concertada de los países ya que tantoel “ORDENADOR DE LA DEUDA” como “EL FONDO UNICO” será deverdadera utilidad si, como se dijo, SE PUEDEN CONTABILIZAR TODAS LAS OPERACIONES POSIBLES.-

Cada país, si bien es independiente del resto, las transacciones que se rea-licen por éste sistema estarán fuera del alcance de los mismos salvo que intervengan apoyando con dinero o descuentos fiscalespor los “deudores-acreedores” y por lo ingresado.-

Será efectivo contar con un método que relacione las transacciones con elpago y que además que genere sus propias “reservas monetarias en la moneda pactada” al margen de los resultados y distinto de la responsabi-dad patrimonial.-

Se estará en inmejorables condiciones al contar con un “ordenador de la deuda” que se irá perfeccionando hasta alcanzar un grado de estado de si-tuación puntual en tiempo presente y tomar decisiones antes que se pro-duzcan los acontecimientos negativos.-

Es posible que la propuesta tenga sus peores detractores en quienes se verán afectados por éstas medidas, en particular, cuando la crisis parezca que tiende a licuarse o desaparecer.-

La constitución de “reservas monetarias” inmovilizadas, como fue expues-to, será de utilidad dentro de una política monetaria ya que podrá extraer del mercado (sin emitir bonos u otros valores), y esterilizar en parte, esaenorme masa de dinero que hoy fue emitida u comprometida por el estado

Esta crisis no es una más, es una sumatoria de errores, que se han instalado en todo el sistema.- Esperamos que la humanidad, como ha sucedido en otras etapas históricas, no se muestran indiferentes y reacias a un cambio.-

Parece que caminar hacia el abismo formara parte de la naturaleza del hombre que tiende a repetir los mismos errores.-

Si no se efectúa un cambio de sistema,las crisis serán más frecuentes y desvastadoras.- Esperemos que de cualquier forma no ocurra.-

Octubre del año 2008.-

Dr. Raul Greco

Extratos del libro "RESERVAS MONETARIAS EN LA FORMACION DEL CREDITO-

BASES PARA UN ORDENADOR DE LA DEUDA".-

1999 Raúl E. Greco - ISBN 987-518-329-6,

Para información ampliada acerca de éstos temas no dude en visitarnos en nuestra

página Web, en ésta dirección de Internet:

www.ordenadordeladeuda.com

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Algunas Ideas Para Enfrentar la Crisis



Lic. Aldo Abram

18 de febrero de 2009

No solamente el efecto de la sequía amenaza el nivel de actividad de la Argentina, también la posibilidad de vivir un nuevo conflicto agropecuario. En el segundo trimestre del año pasado, el Gobierno manejó mal la crisis con el sector y esto incentivó una fuerte fuga de capitales. Cuando se habla de esto, la gente se imagina un señor rico, con un maletín lleno de dinero, saliendo por el aeropuerto de Ezeiza. Sin embargo, también es gente común y corriente que ahorra (es decir, que deja de consumir e invertir) para, junto con todo peso que tiene a mano, comprar divisas y guardarlas en el fondo del placard o en una caja de seguridad. Además, con el mismo fin, se retiran los depósitos del sistema financiero y, de esa forma, se desfinancia y también se reduce la demanda interna, por lo que los empresarios producen menos y aparecen las tendencias recesivas. Pues bien, si en un momento de altos precios de las commodities y de mucho menor nivel de incertidumbre mundial el costo pagado por el país fue tan alto, cabe imaginarse lo que podría suceder ahora.

Por lo tanto, ambas partes deberían dialogar y asumir el compromiso de evitar resucitar la crisis. Por su parte, los dirigentes del campo deberían tratar de no pedir cosas que son incompatibles entre sí. Es cierto que el Gobierno debe asistir a aquellos que sufren el duro impacto de la sequía y no porque les esté dando "un privilegio que no le da a ningún otro sector".



La gente del campo está acostumbrada a que haya épocas de buen tiempo y buenos precios internacionales en los que debe acumular "espaldas" para enfrentar los tiempos, que también llegan, de sequías, heladas, granizo y bajos valores de la producción. Lamentablemente, durante el período de "vacas gordas", el Gobierno se apropió de buena parte o de todo el excedente de la bonanza, y ahora el campo se encuentra debilitado para encarar esta dura etapa. Si el Estado fue un "codicioso" socio en las buenas, ahora tiene que ayudar en las malas.

Al mismo tiempo, el sector agropecuario reclama la eliminación de las retenciones; lo cual siempre defendí públicamente. El problema es que este tipo de medidas redistribucionistas y populistas son imposibles de desmontar de un día para el otro, sin desfinanciar al sector público, incluida la asistencia a los damnificados por la sequía. Por lo tanto, aquellos que tengan la suerte de poder cosechar, ordeñar o engordar su ganado deberán aportar para la asistencia de los que no son tan afortunados.

Lo que sí habría que exigirles al Gobierno y al Congreso es que se apruebe una ley por la que se vayan bajando gradualmente los impuestos a la exportación hasta su eliminación en un tiempo razonable. Además, en la misma norma, debería dejarse claro que solo el Congreso tiene la facultad de aplicar este tipo de tributos. También, habría que agregar un punto por el cuál se eliminen las restricciones a las ventas externas y que la Legislatura también retenga esa facultad. Es cierto que esto no implicará una mejora inmediata para el sector, sino de sus perspectivas futuras, que les permitirá invertir y contar con un mayor financiamiento que el que tendrían si las cosas se mantienen como hasta hoy.



¿Qué más se puede hacer para enfrentar la crisis económica actual? La primera mala noticia es que nadie puede gastar más por cambiar la plata de bolsillo y eso es lo que significan la mayoría de las medidas lanzadas por el Gobierno. No obstante, independientemente de que se podría ampliar la lista, a continuación, se proponen algunas políticas públicas con las que se podría mejorar la situación:

a) Renegociar los contratos de concesión de servicios públicos en el largo plazo, con condiciones estables y fórmulas de actualización de las tarifas que se mantengan en el tiempo. Esto permitirá darles a las prestadoras la posibilidad de volver a invertir y, de esa forma, sacarle esa carga al Estado e incrementar la demanda interna.

b) La actualización de las tarifas, con un cronograma claro y con plazos más largos cuanto menor el ingreso de las familias, permitirá al Gobierno ahorrar recursos.

c) Es prioritario mantener el superávit primario, por lo menos, en el 3,15% del PBI pautado en el presupuesto y lanzar un programa que explique cómo se harán los pagos de deuda pública de 2009. El total de los fondos públicos disponibles debería tener como prioridad darles subsidios directos a los sectores más pobres o aquellos trabajadores formales e informales que pierdan su trabajo, asistir a los que pasen por una emergencia y para la construcción de obras de infraestructura, en ese orden.

d) Evitar usar en exceso las reservas internacionales para financiar al Gobierno; ya que eso traerá dudas sobre la capacidad de la autoridad monetaria de defender el valor de la moneda y los ahorros del sistema financiero. En el pasado, ésta fue la puerta de ingreso a varias crisis.

e) Maximizar el vínculo con los organismos internacionales para contar con la mayor asistencia externa posible. El Gobierno debería evaluar recomponer la relación con el Fondo Monetario Internacional (FMI), lo cual implicará realizar algunos cambios, pero nos daría acceso a mayor financiamiento. Contar con dichas líneas de crédito de emergencia podría permitir reducir el ahorro primario estatal, contra el compromiso de compensarlo cuando la economía se reactive, sin causar temores de cesación de pagos. Tener que vivir con lo nuestro no es una virtud; ya que tendrá un alto costo social.

f) Usar los instrumentos que tiene el Banco Central para continuar con la "flotación administrada" y evitar movimientos bruscos del dólar que puedan hacer estallar el pánico en la población; ya que, si sucede, será imposible evitar una debacle cambiaria y bancaria.

g) Es imposible recuperar la credibilidad de la Argentina si el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) sigue funcionando como instrumento de propaganda oficial y no como un proveedor de estadísticas confiables. Nadie le da crédito a quien, se sabe, engaña a los demás. Por ley, el Indec debería pasar a depender del Congreso y tener la misma autarquía que el Banco Central.

h) Aprobar por ley un proyecto que recupere para la Legislatura la facultad constitucional de determinar el valor de la moneda, es decir, su poder adquisitivo. Para eso, debería fijarle al Banco Central metas descendentes de inflación, hasta llevarla a niveles razonables, y exigirle que las cumpla. Por eso, es importante que controle el organismo que mide la suba de precios.

i) Las negociaciones salariales deben ser libres entre las partes. Los sindicatos y los empresarios deben entender que la prioridad es mantener el empleo y no aumentar el ingreso de quienes tengan la suerte de conservarlo, a costa de que otros lo pierdan.

Por el Lic. Aldo M. Abram

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Plan de Rescate Economía Estadounidense

¿Ahora sí EE.UU. puede liderar la recuperación de la economía mundial?



“Es esencial que todo estadounidense entienda que la batalla por la recuperación económica debe combatirse en dos frentes. Tenemos que hacer arrancar la creación de empleo y la inversión privada, y debemos hacer que el crédito fluya de nuevo a las empresas y las familias”. Palabras del Secretario del Tesoro de los EE.UU., Timothy Geithner, al anunciar el nuevo plan de salvataje para el sector bancario.

Ayer dos buenas noticias surgieron desde los Estados Unidos: el lanzamiento de lo que se ha dado en llamar el Plan de Estabilidad Financiera, anunciado por Geithner y el Paquete de Estímulo Económico (llamado Plan de Recuperación y Reinversión para EE.UU.), pero los mercados no reaccionaron de la manera esperada y cerraron en rojo, en una de las peores jornadas del año. En EE.UU. el Dow Jones perdió un 4,6% de su valor, S&P 500 cerró 4,91% abajo, mientras que el Nasdaq lo hizo 4,2% en rojo.

La poca información, principalmente relacionada al Plan de Estabilidad Financiera, en donde por ejemplo, no se precisó cuánto iba a pagar el gobierno estadounidense por los activos tóxicos, generó una gran desilusión en los mercados de valores, un mal inicio para un plan que busca cambiar las expectativas para reestablecer el crecimiento económico.


El paquete de estímulo económico, por su parte, que contempla un monto total de US$ 838.000 millones, no las tuvo fácil y fue aprobado por 61 votos a favor y 37 en contra (apenas un voto más del necesario para que resulte aprobado). Ahora resta que entre el Senado y la Cámara de Representantes se consensúe el proyecto de ley final.

Las diferencias entre los programas de estímulo económico aprobado por ambas cámaras se encuentran principalmente en el destino de esos fondos. Mientras que la Cámara baja aprobó exenciones fiscales por un monto estimado en US$ 182.300 millones, el Senado contempla en el proyecto que acaba de aprobar, exenciones por un valor de US$ 292.500 millones. Por otra parte, en relación a la cobertura de salud, trabajo y educación, el texto del Senado destina US$ 66.800 millones a ser destinados, mientras que el documento aprobado por la Cámara baja estipula un monto de US$ 92.300 millones.

El Plan de Recuperación y Reinversión para EE.UU. incluye inversiones en infraestructura, energías renovables y transporte, además de ayudas a los estados que están teniendo problemas para cumplir con sus presupuestos. Las estimaciones realizadas por el propio presidente estadounidense indican que el plan salvará o creará entre tres y cuatro millones de empleos.


En relación al plan de rescate financiero se estima que el mismo podría movilizar cerca de US$ 2 billones en dinero público y privado. En el plan de rescate del sector bancario, habrá un programa para la compra de activos tóxicos que captará fondos privados y se iniciará con una inversión de US$ 500.000 millones. Posiblemente se ampliará hasta US$ 1 billón.

De manera complementaria al plan de rescate del sector bancario, la Reserva Federal respaldará nuevos créditos hasta US$ 1 billón. El plan tiene estipulado además intervenir en el mercado inmobiliario (por un monto de entre US$ 50.000 y US$ 100.000 millones) con el objeto de evitar que las familias sufran el embargo de sus viviendas e incluso puedan acceder a la refinanciación de sus créditos hipotecarios.

Con este plan para el sector bancario se pretende limpiar los balances de las entidades para evitar nuevos episodios de crisis, lograr que las mismas cumplan con su fin que es generar financiamiento. Pero el plan también cuida que la calidad de la cartera hipotecaria no se deteriore producto de la preocupante situación económica. Con estos condimentos, el plan de estabilidad financiera pone en condiciones al sector bancario para que reactive el circuito crediticio, necesario para recuperar el crecimiento económico. En este sentido, Geithner decía: “En lugar de catalizar la recuperación, el sistema financiero es un freno para la recuperación y la recesión está poniendo presión sobre los bancos. Esa es una dinámica peligrosa que tenemos que cambiar”.

Si bien el mercado no ha recibido de la mejor manera estas noticias, la pregunta a responder es qué implicancias pueden tener estos dos anuncios para la economía estadounidense en particular y para la economía global en general.

Luego de los múltiples anuncios previos que incluían multimillonarios paquetes de estímulo económico y rescate del sistema financiero, hay que reconocer que existe un cierto nivel de desconfianza acerca de la eficacia de estas medidas para sacar a la economía estadounidense de la situación recesiva en la que se encuentra.

Todavía habrá que esperar un poco más para conocer más detalles sobre dichas medidas y con qué timing se implementarán las mismas. Estas cuestiones no son menores en términos de su efectividad.

El plan de rescate del sistema financiero es de gran relevancia para lograr que el mismo comience a generar el financiamiento necesario para las familias y las empresas. En este sentido quizás sea necesario lograr un compromiso explícito por parte de las entidades financieras para que apoyen a la economía estadounidense generando crédito a la recuperación de la economía. Después de todo, son las mismas grandes responsables de esta crisis y su salvataje se produce con dinero de los contribuyentes estadounidenses.

Por su magnitud, el plan de estímulo económico puede lograr un impacto sensible en la economía estadounidense dándole el empujón necesario para que la misma comience a recuperarse, aunque ello se produciría a un ritmo lento.

La recuperación de la economía estadounidense modificaría las perspectivas para el resto de las economías desarrolladas ya que la reversión en la dinámica de la demanda estadounidense de productos externos producirá un estímulo (aunque probablemente débil), en el resto de las economías.

Pero lo más importante para que el inicio de la recuperación de la economía estadounidense y su influencia positiva en el resto de las economías tenga lugar se relaciona a cómo evolucionarán las expectativas tanto de las familias como de las empresas ya que ello influirá en la dinámica de la demanda interna. Si las familias y las empresas no confían en el efecto positivo de ambos planes sobre la economía, no consumirán ni invertirán por lo que no se reactivará el círculo virtuoso que lleva al crecimiento.

Tanto el programa de estímulo económico como el Plan de Estabilidad Financiera son de utilidad en función de la recuperación económica estadounidense, pero no logran ser una condición suficiente para asegurar la misma ya que los temores que puedan permanecer en los mercados puedan jugar en contra de los mismos.

Luego de que tanto el plan de salvataje como el de estímulo económico estén claramente definidos en su metodología de implementación y en el alcance de los mismos, habrá un tiempo de espera que se tomará el mercado para evaluar la utilidad de los mismos. Este tiempo será clave para discernir si comienza el ciclo ascendente en la economía estadounidense y mundial o si deberemos seguir navegando en los mares tempestuosos de la crisis con la amenaza de que la situación pueda agravarse aún más.

Fuente: latinforme.com

Distorsiones en las Estadísticas del INDEC

04 de febrero de 2009.


INDEC. Un país sin brújula ni responsabilidad cívica.

Por el Lic. Aldo M. Abram

Lo más grave de la manipulación oficial de las estadísticas públicas tiene que ver con la obligación ciudadana de controlar a quienes elegimos como funcionarios. El principal objetivo de los organismos públicos que elaboran información es proveernos de los instrumentos para poder ejercer dicha responsabilidad cívica. Cosa que no podremos hacer si están intervenidos por aquellos a los que tenemos que controlar y se distorsionan los datos para engañar a los que les cedieron el poder con su voto; lo cual hace difícil hablar de la vigencia de una verdadera democracia republicana en la Argentina.

Otro perjuicio tiene que ver con que esos datos distorsionados son la base sobre las que se proyectan los escenarios que se utilizan para evaluar la viabilidad de posibles inversiones productivas. Si la información pública que se usa es dudosa, eso tiñe de mayor incertidumbre los marcos económicos estimados y, por ende, vuelve más riesgoso el encarar cualquier proyecto en el país, disminuyendo la producción, empleo y bienestar futuro de los argentinos. Es cierto que los consultores tendemos a tratar de elaborar cifras propias más confiables; pero difícilmente lo podamos hacer mejor que un organismo estatal que cuenta con mucho más recursos y capacidad de relevamiento de datos.

Por otro lado, cuando las cifras oficiales pierden credibilidad, la economía tiende a funcionar mucho más ineficientemente, bajando nuestro nivel de vida; ya que, por ejemplo, la inflación es un dato vital para negociar salarios, alquileres, tasas de interés, etc. Si no existe una estadística que todos consideren confiable, ¿en base a qué se llegará a un consenso en esas tratativas? Cada uno utilizará el que le venga mejor a sus intereses y las brechas a cerrar serán muy grandes, aumentando la conflictividad y la probabilidad de tomar decisiones erradas.


En forma generalizada se asume que los índices de precios al consumidor se “dibujan”; pero esto afecta a otras estadísticas que se toman a valores moneda corriente y luego se les quita la inflación para saber como evolucionaron en cantidades, como muchas cifras sobre ventas. También, al tomar precios más bajos que los reales, el gobierno “reduce” el nivel de pobreza e indigencia; ya que dichos menores valores se utilizan para calcular el nivel de gasto mínimo para que alguien no califique en estas categorías, dando montos artificialmente bajos. Otro cambio que se realizó en el INDEC fue modificar arbitrariamente el cronograma con el que se dan a conocer los datos. Si son malos, se publican a última hora del viernes, sabiendo que así tendrán menos impacto en los medios. Si son buenas noticias, los adelantan altos funcionarios del gobierno, aprovechándolos para el marketing oficial. También, sucede en algunas estadísticas que se da la cifra preliminar del último mes, que es la que toman los medios; pero que es corregida a la baja cuando se informa el definitivo junto al preliminar del mes siguiente, que es en ese momento la noticia. De esta forma, nadie se entera de que la evolución de dicha estadística es peor de lo que se publica.

Por último, para resolver este problema, el Congreso debería sancionar una ley por la que le de autarquía al INDEC y lo ponga bajo su órbita. Esto permitirá ir recuperando en el tiempo la credibilidad que supo tener en el pasado. Hasta principios de 2007, fecha en la que fue intervenido por el gobierno, era uno de los organismos de estadística más reconocidos de la región y servía de ejemplo a seguir. Lamentablemente, el haber permitido que esa confiabilidad se destruyera, habla de la pobre responsabilidad ciudadana de todos los argentinos.

Por el Lic. Aldo M. Abram

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Keynes, John Mainard

Keynes


de la ocupación, el interés y el dinero “, publicada por John Maynard Keynes en

blog de jmkeynes

Como bien sabemos o por lo menos asi nos enseñan cuando la oferta monetaria se ... Descargo de Responsabilidad Salvo indicación en contra, © zonaeconomica.com: todos los derechos ...


Keynes


Keynes cursó sus estudios secundarios en Eton, para posteriormente graduarse en

www.econlink.com.ar/biografia/keynes.shtml

La Teoría Keynesiana

Disponible en https://www.econlink.com.ar/economia/keynes/argentina/keynes.shtml

hubo años en los que los intereses reales fueron negativos, lo cual hace indeseables los bonos. recomiendo para más información

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Keynes cursó sus estudios secundarios en Eton, para posteriormente graduarse en ... Descargo de Responsabilidad © econlink.com.ar 2000 - 2008

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La Teoría Keynesiana

Crisis Global

Es negro el panorama que se avecina para América Latina en este 2009 que apenas empieza, no logro hacerme de optimismo ante lo que observo. Tengo que reconocer que estoy emocionalmente agotado cuando me esfuerzo por comprender el alcance de esto, y que a veces es tentador simplemente cerrar los ojos y hacer eco a lo que dicen los optimistas empedernidos. Si lo que usted busca es que le digan que estamos tocando fondo, sus ojos están en la lectura equivocada.


Creo que el reto más difícil al hacer este análisis es distinguir entre los problemas temporales y circunstanciales, de las tendencias que serán irreversibles y seculares. Sin la perspectiva que sólo da el tiempo, es fácil equivocarse; pero nada hay más fácil que decir qué se debió hacer o en qué se debió invertir, si simplemente se mira hacia atrás cuando el vendaval ha pasado.

Se ha hablado mucho de la inusual dependencia del consumo estadounidense que la economía mundial desarrolló. También se habla sobre el abuso del crédito que permitió a los estadounidenses gastar mucho más allá de sus posibilidades reales. La pregunta clave es si lo normal es que gasten, o no lo es; la abundancia de crédito es una condición ya intrínseca a nuestra realidad, o fue simplemente el resultado de desbalances temporales.

Mientras más lo analizo, más me convenzo de que la contracción del consumo que viene no es una reacción temporal sino un cambio secular que tiene raíces mucho más profundas. Igualmente, creo que la abundancia de crédito más que una bendición ha sido el reflejo de un desbalance anómalo, enfermizo e insostenible entre las economías del mundo.


Empecemos por el consumo. Éste tiene que reducirse por tres razones fundamentales: por el altísimo endeudamiento de las familias estadounidenses, por la fuerte caída en el patrimonio de éstas, y por el envejecimiento de la población.

Es interesante observar el fuerte incremento en la tasa marginal de ahorro de los estadounidenses a lo largo de 2008. Ésta pasó de 0.2% a 2.7% del PIB. Sin embargo, a pesar de los sacrificios, hoy están más endeudados que antes.

Parece lógico medir el endeudamiento en términos relativos al patrimonio. Si debo cien, y tengo mil de patrimonio es mucho menos grave que deber los mismos cien pero teniendo cincuenta. Siguiendo esta lógica, los estadounidenses hicieron un esfuerzo épico para pagar 29 mil millones de dólares de lo que debían durante el tercer trimestre de 2008. Pero si consideramos que perdieron casi siete billones de dólares de su patrimonio (9%) durante el año, como consecuencia de las caídas en los mercados inmobiliario y de valores, su pago fue intrascendente y están hoy mas endeudados que antes.


Comparemos, por otra parte, esta crisis inmobiliaria con la última que ocurrió, en 1990. La diferencia sustancial es demográfica. Recuerde que el mayor crecimiento poblacional en Estados Unidos se dio entre 1946 y 1964, cuando nacieron 78 millones de personas en el llamado "baby boom" de la postguerra. En 1990 el "baby-boomer" promedio tenía 35 años, hoy tiene 54. A los 35 años uno está en pleno proceso de hacerse de una casa, de acumular cosas; a los 54, los hijos se han ido de casa y las necesidades cambian.

Es vital entender que los estadounidenses acumularon muchas cosas en los últimos años, y por ello su capacidad de ajustarse el cinturón es mucho mayor. Recuerde, no lo harán por gusto sino por necesidad.

La familia estadounidense promedio tiene 40 mil dólares de bienes duraderos (además de su casa), 2.2 automóviles (1.2 por cada persona que tiene licencia para conducir), y 68% de las familias viven en casa propia cuando el promedio histórico es de 64%.

Por primera vez, la demanda anual por automóviles es inferior a la tasa de reposición del parque vehicular, diez millones versus doce millones de autos.

Hay un mito que se repite una y otra vez con respecto a lo que ocurrirá cuando los bancos sean recapitalizados por el gobierno, se dice que los tienen que forzar a prestar. Es absurdo el concepto.

La primera regla que debe respetar un banco es que sólo hay que dar crédito a quien tenga la capacidad para pagarlo. Ha habido un claro deterioro en la calidad crediticia de los estadounidenses. El desempleo, la merma patrimonial y el endeudamiento excesivo se reflejan en ésta. La calificación crediticia promedio es de 690 puntos. Para obtener una hipoteca a 30 años, se requiere de 760 puntos, para el préstamo para comprar un auto 720.

Es importante subrayar que los estadounidenses están muy endeudados y tienen que gastar menos para poder pagar lo que deben y para acumular ahorro para su retiro. Una vez más, el envejecimiento de la población es más que relevante. En cuanto al endeudamiento, imagine lo siguiente: la familia promedio gasta más haciendo pagos anuales de capital e intereses sobre lo que ya deben que lo que gastan en comida.

Y con respecto al tema de la abundancia de financiamiento, hay también situaciones insostenibles. Imaginemos el caso de un país que tiene gran poderío manufacturero y que provee al mundo de bienes. Un país que acumule un superávit comercial equivalente a 0.5% del producto mundial, y acumule tantas reservas internacionales que tiene con qué financiar los déficit de sus socios comerciales. No me refiero a China hoy, sino a Estados Unidos en 1929.

En aquel entonces, después del desplome bursátil, cuando cayó la demanda internacional por bienes estadounidenses, el congreso decidió imponer exorbitantes aranceles a las importaciones para forzar a la demanda local de los productos que antes se exportaban. Los socios comerciales de Estados Unidos, al verse afectados por la brutal medida, impusieron medidas similares a los productos de éste país. El resultado final fue una contracción de 70 por ciento en el comercio internacional y la resultante depresión a nivel mundial que culminó en la Segunda Guerra Mundial.

Hoy, China tiene la capacidad de inundar a los mercados financieros con las abundantes reservas que han acumulado al mantener su moneda artificialmente baja. Al hacerlo, imposibilitan que los chinos demanden "carísimos" productos importados y subsidian la compra de sus productos por los habitantes de los países que los importan (pero que no pueden producirlos y competir con sus precios). Esta medida les permite a los chinos mantener empleada a su población, por lo que están "exportando" desempleo.

Los enormes superávit de China (399 mil millones), Alemania (279 mil millones), Japón (195 mil millones), y de los países exportadores de petróleo (813 mil millones) financian los grandes déficit -y el consumo excesivo- de Estados Unidos (664 mil millones).

En el entorno actual, los países que se han acostumbrado a exportar desempleo sufrirán al ver la enorme contracción en los déficit de los países cuyo consumo se está contrayendo. Estimular la demanda local no es trivial, y sufrirán mayores niveles de desempleo.

El abundante financiamiento que proviene de los países superavitarios dejará de ser la constante en los mercados financieros internacionales. Esto ocurrirá en un año en el cual muchas economías emergentes tienen que salir a renovar emisiones de deuda que vencerán en 2009. Brasil tiene 205 mil millones de dólares de vencimientos, Rusia 605, la India 257 y China 2.4 billones. Argentina esta vez tuvo suerte, no logro ingresar a los mercados internaciones y esto lo ha beneficiado.

Los enormes desbalances entre las cuentas corrientes de las economías del mundo pueden provocar sanciones comerciales, aranceles, subsidios y prácticas desleales que podrían, como en 1930, generar proteccionismo y una contracción en el comercio internacional que sería más que inoportuna.

Mientras duró, fue cómodo contar con el colosal financiamiento que provino de los insostenibles vicios comerciales chinos. Como en el caso del consumo estadounidense, corregir los desbalances no es una tendencia temporal sino un cambio secular indispensable.

Siempre he tenido cierta fascinación con la posibilidad de saber qué depara el futuro. Claramente, no soy el único. El analista de una casa de bolsa, por ejemplo, difícilmente pronosticará una fuerte y prolongada baja en los precios de las acciones pues, al hacerlo, va en contra del negocio de la empresa para la cual trabaja. Ha sido, también, común ver a analistas de grandes fondos que pronostican "talking their book" (término que se usa para quienes están simplemente promoviendo escenarios convenientes para las posiciones en las que se encuentran invertidos). Probablemente, el analista pueda tener la honestidad para decir lo que realmente piensa, pero su siguiente observación será hecha desde la perspectiva del analista "independiente" (también conocido como "desempleado").

Muchos analistas y expertos quieren ver la situación actual como un ajuste temporal y una corrección menor. Pero desear que así sea no es razón suficiente para provocarla. Es más, muchos observadores del mercado están esperando a que haya verdaderamente una "capitulación" desesperada y generalizada que señalará el punto en el que, finalmente, hay que zambullirse en el mercado.

En mi opinión, muchos economistas han caído en la trampa keynesiana de pensar que es la voluntad de los gobiernos la que puede evitar que una crisis se profundice, que es cuestión de gastar con suficiente determinación y contundencia para lograr salir de la tormenta. Otros pensamos que el camino es harto más sinuoso y que requiere de provocar cambios profundos antes de generar las condiciones que nos regresen a un desarrollo sano y bien sustentado.

Pronosticar qué va a pasar es siempre difícil. Hoy lo es más, debido a la alta sensibilidad del mercado a rescates y decisiones políticas. Un mundo financiero que ha movido su centro de gravedad de Wall Street a Washington es no sólo inusual, sino también altamente volátil.

Le ofrezco, por ello, decirle qué creo que va a pasar. No lo hago desde la arrogancia del analista que cree tener la bola de cristal, sino con el sano intento de hacer que usted esté de acuerdo conmigo o no, el proceso intelectual de llegar a una u otra conclusión le será de mayor utilidad que la tediosa alternativa que yo tendría de darle muchos escenarios diferentes y docenas de conclusiones probables y mutuamente excluyentes.

La crisis actual no es, como se dice, producto de un par de años de laxa política monetaria, expansión crediticia y especulación inmobiliaria. Esas condiciones, sin duda, exacerbaron y agravaron el problema, pero el proceso ha sido mucho más largo y gradual, por lo que la salida también lo será.

Hemos visto a la economía estadounidense perder casi 2.6 millones de empleos en un año. El desempleo ha pasado de 3.5% en su mínimo a alrededor de 7.2% en este momento. Sin embargo, esa cifra es muy conservadora. Las estadísticas de empleo cuentan sólo a la gente activamente buscándolo. Hay una base mucho mayor de gente desempleada que se ha dado por vencida y no busca más, y otro numeroso grupo de gente subempleada quien se ha resignado a trabajar menos horas y por menor paga.

Como dije anteriormente, los cambios en el comportamiento de los consumidores no son temporales. El crecimiento en el ahorro marginal que vimos que el año pasado aumentó de cero a más de dos por ciento podría eventualmente regresar a 8%, como ocurría antes de la formación de las burbujas en los mercados de activos. Esa premisa implicaría un comportamiento de los consumidores radicalmente diferente al que ha tenido en las últimas décadas.

Todo esto me lleva a hacer algunos pronósticos poco atractivos.

Creo que el desempleo seguirá aumentando a un ritmo acelerado hasta rebasar 9% u 10 %. Esta condición contribuirá a una enorme contracción en el consumo. Provocará también que continúe el deterioro del crédito. Los problemas para los bancos van a seguir. El crédito al consumo, las tarjetas de crédito, el deterioro en las hipotecas serán los mecanismos para el deterioro de los balances. Los bancos tendrán que seguir siendo recapitalizados y seguirá la consolidación entre estas instituciones. Habrá mucho menos de ellas a fines de este año, ya sea porque se fusionen o porque quiebren.

Los grandes grupos financieros internacionales retendrán tanto cash como sea posible en el desesperado intento por sobrevivir más tiempo y en mejores condiciones que sus competidores. La reciente venta de Smith Barney nos recuerda que aún falta mucho para sanear los balances bancarios.

La situación de los bancos será, además, golpeada por la caída de los bienes raíces comerciales (cuya deuda está mucho menos bursatilizada -o titularizada- que la deuda residencial), y por los precios de bienes raíces residenciales que caerán 20% más en el año. No veremos a los precios de éstos tocar fondo sino hasta que haya una fuerte reducción en el inventario de propiedades por vender, el cual equivale a más de once meses de demanda en este momento.

Seguramente habrá decisivos planes para fomentar la demanda por inmuebles. Éstos incluirán la deductibilidad fiscal de enganches ("down payments"), tasas agresivamente subsidiadas y todo tipo de estímulo que, de funcionar, pudieran retardar -más no evitar- la caída. Al final del día, sólo la gradual digestión del exceso de inventario parará la caída, pero no hay razones ni demográficas, ni rezago en la demanda que justifique perspectivas optimistas.

La inversión privada también va a contraerse. Las empresas van a retener el "cash" que logren generar. Será un año de evidente presión deflacionaria y algunas empresas tendrán dificultades en ese entorno, particularmente las empresas apalancadas y más aún aquellas necesitadas de acudir al mercado para renovar líneas de financiamiento este año.

Recordemos que la economía estadounidense está más de 8% por debajo de su producción potencial y, por ello, el principal problema provendrá de encontrar qué hacer con la gigantesca proporción de la capacidad instalada que se encuentra ociosa. En su afán de sobrevivir más tiempo que el vecino, los productores estarán dispuestos a estrangular sus utilidades, con tal de seguir generando flujo. Repito, por ello, que la deflación será un tema dominante.

Los inversionistas tendrán una clara aversión al riesgo y también se mantendrán en cash. Esto reducirá la velocidad del dinero en forma determinante, por lo cual los estímulos fiscales tendrán un impacto mucho menor a lo esperado. Habrá más dinero, pero cambiará de menos manos; el efecto neto es que se sentirá como si hubiese menos.

En su esfuerzo por reducir las tasas hipotecarias, el banco central seguirá comprando bonos del tesoro, haciendo que las tasas de los bonos a plazos más largos sigan bajando (lo cual presenta una oportunidad de inversión a corto plazo). El dólar se fortalecerá contra el euro cuando la tasa en este último baje y desincentive la especulación de quienes se financian en dólares a tasas cercanas a cero para invertir en euros. El yen seguirá estando fuerte, y la libra llegará a estar a la par con el euro.

El crecimiento chino va a ser mucho menor a lo esperado, calculo que debería estar entre cinco y seis por ciento, y las economías desarrolladas considerarán imponer sanciones comerciales a las exportaciones de este país, dada su desesperada persistencia de mantener el yuán artificialmente barato.

Será un pésimo año para mercados emergentes. Los de Europa oriental y la vieja esfera soviética estarán particularmente afectados. Creo que Rusia tendrá una recesión severa, y los paises de la ex union sovietica, que intentan incorporarse a la Eurozona, tendrán igual resultado (vean Clarín 5/3/2009, Letonia, "paraíso del consumo y crédito fácil, a la ruina económica") y eso les hará mucho menos predecibles en temas geopolíticos. España enfrentará niveles de cesantía sin precedente, y la pésima situación económica generará tensión política.

A pesar de que se espera que el enorme estímulo fiscal estadounidense provoque presión inflacionaria y que genere escepticismo sobre el dólar, creo que esas no serán tendencias que veremos aún en 2009. Posteriormente (quizá después de 2010), sin embargo, parece probable un entorno de tasas a largo plazo más altas -ante las altas necesidades de financiamiento estadounidenses- e inflación.

El petróleo se mantendrá entre las bandas de los 40 a 60 dólares, a no ser que haya tensiones geopolíticas crecientes, en las cuales Irán debe estar involucrado. Otras materias primas industriales estarán débiles, pero la perspectiva de altos niveles de gasto público en infraestructura -más relevantes en 2010 que en este año- pudieran comenzar un ciclo de recuperación.

El oro, sin embargo, es la gran interrogante. Un entorno deflacionario parece ser negativo para el metal amarillo cuyo precio tiende a fortalecerse en períodos inflacionarios. La incertidumbre sobre las monedas duras y las tasas de interés cercanas a cero, por otra parte, pudieran incrementar el interés de los ahorradores. Creo, sin embargo, que pudiéramos ver ventas por parte de bancos centrales en este año.

En fin, como dije, pocas veces ha sido más difícil pronosticar de lo que lo es ahora. Seguramente, habrá incontables sorpresas en todos los niveles. Recuerde que hace apenas un año los analistas se debatían sobre si habría o no una recesión en los Estados Unidos. Aun quienes éramos muy pesimistas, jamás hubiéramos imaginado el desmoronamiento del sistema financiero mundial y el nivel de contracción económica que hemos visto.

En mi opinión, Obama, esta intentado sostener la demanda interna vía reducciones impositivas y generando un aumento colosal de inyecciones de liquidez al sector crediticio. Es ahí donde se está haciendo un esfuerzo fútil y poco sensato. Considerando que la descomunal demanda estuvo financiada con endeudamiento, y que el valor de los activos que fueron ofrecidos como colateral para obtener ese crédito se ha desplomado, ha llegado la hora de que esas familias endeudadas se aprieten el cinturón y paguen lo que deben.

Mientras tanto, los bancos quedarán lamiéndose las heridas y viendo cómo paulatinamente se vuelven a hacer de capital para compensar el enorme deterioro que han tenido y seguirán teniendo en su base de activos, conforme no puedan cobrar, las garantías que tienen no valgan lo que se creía, y sus propias inversiones bajen de valor.

¿Y esto qué tiene que ver con los países pobres? Nuevamente, mucho; la inusual abundancia de crédito se dio como consecuencia de los enormes sobrantes de ahorro que provenían de los países superavitarios. Idealmente, más que irse a financiar consumo, esa alta generación de ahorro debió irse a financiar inversiones de capital, a financiar el desarrollo de capacidad productiva y de infraestructura en países en vías de desarrollo. Si eso hubiese sido posible, ahora tendríamos una base de demanda mucho más amplia y balanceada.

En su lugar vemos un desesperado esfuerzo por hacer que los países deficitarios sigan demandando, lo cual equivaldría a convencer a un drogadicto en sobredosis de que se inyecte la última ración de heroína. Este ejercicio me recuerda al desatinado esfuerzo que los países en desarrollo hacen por incrementar sus ingresos fiscales recurriendo siempre al mismo pequeño grupo de causantes cautivos, en vez de incrementar la base de contribuyentes motivando incluso a los contribuyentes menores a que paguen impuestos.

Éstos pueden tener una menor capacidad individual de pago, pero su número los puede volver una fuente de recaudación más estable. La otra alternativa sería que sean los propios países superavitarios los que se lancen a consumir, a pesar de que muchos de ellos no tienen (a corto plazo) las condiciones sociales básicas que les permitan frivolizarse, pues no tienen sus necesidades básicas cubiertas por una red de servicios sociales eficientemente provistos.

Eso es lo que ocurre en China, por ejemplo, con los deficientes servicios de salud estatales que fuerzan a que la población acumule ahorro en caso de que requieran acudir a los proveedores de medicina privada. Pretender que los problemas actuales se resuelvan con las mismas herramientas que provocaron el colapso, si bien puede generar frutos en un plazo más corto, garantiza que eventualmente volveremos al mismo punto del cual partimos. Se habla de la necesidad de recapitalizar a los bancos, con la cual estoy de acuerdo, pero se condiciona el proceso a que éstos se comprometan a volver a empezar a prestar. Eso es absurdo.

Tenemos que entender que el problema requerirá de soluciones mucho más realistas y, desafortunadamente, de más lento efecto. El principal problema de los balances de los bancos hoy es de opacidad. Hace veinte años, en éstos había activos fáciles de valuar y, por lo mismo, susceptibles de ser fácilmente liquidados -aunque fuese con descuento- en caso necesario.

Hoy tenemos bancos con estructuras de alta complejidad en sus libros. Algunas de éstas son el resultado de haber titularizado o bursatilizado hipotecas de baja calidad crediticia (el infame "subprime"), pero donde el banco no tiene directamente la hipoteca en sus libros sino una rebanada de un pastel donde hay muchas de éstas mezcladas. No sabemos si en esa rebanada hay estructuras tóxicas o si tiene otras que no lo son tanto.

Para agravar la situación, la necesidad de liquidez de los bancos para rehacer su capital ha provocado ventas de emergencia de estos valores. Al no tener éstos una valuación transparente, sus precios se han colapsado pues los inversionistas institucionales evitan comprarlos (aunque puedan hacerlo con enorme descuento) ante el miedo a no poder deshacerse de ellos después. Desafortunadamente, la probabilidad de que la rebanada del pastel sea tóxica seguirá aumentando conforme los precios de los bienes raíces sigan cayendo y conforme el crédito al consumo también se siga deteriorando. Y no, la solución no pasa por artificialmente crear demanda por inmuebles para que los precios dejen de caer.

Al final del día, de una u otra forma tenemos que volver a niveles razonables de los precios de éstos relativos al nivel de ingreso de la población y al posible rendimiento que éstos generan si son ofrecidos en renta.

Personalmente creo que los parámetros que hoy se usan para analizar el mercado inmobiliario están sesgados por un periodo de bonanza demasiado largo. Por ejemplo, se estima que más de 25% de la demanda por inmuebles en los últimos años provino de gente buscando especular, no tratando de hacerse de vivienda. Ésta se ha retirado del mercado y no va a volver.

También creo que todo mercado que produce una burbuja genera también una corrección excesiva en la baja. Esta condición es necesaria para volver a atraer capital a invertir en un activo a todas luces barato. Estamos aún lejos de ese punto. El problema está en que ese ajuste seguirá erosionando el capital de los bancos cuya única posibilidad de acción sensata es concentrarse en sanear su balance -ya sea incrementando su base de capital o disminuyendo sus pasivos- olvidándose de paliativos cortoplacistas y utópicos que sólo posponen la posibilidad de soluciones reales.

Desafortunadamente, tomará años que nos deshagamos de los excesos provocados por la euforia y el comportamiento irracional. Sería absurdo pensar que la solución está en que éstos continúen. El sistema bancario mundial está herido y la preocupación tiene que estar más en sanarlo que en asegurarnos de que se levante de la cama y empiece a correr pronto. Hacerlo garantiza simplemente una recaída. Los consumidores tienen que regresar a patrones razonables y vivir de acuerdo a su realidad. Hacerlos ver como las inocentes víctimas del engaño bancario es irresponsable y suscita un peligroso precedente.

Los bancos tienen que regresar a modelos de negocios prudentes y los excesos tienen que castigarse. Algo que "opaca" aún más la situación de los bancos es la enorme proporción del negocio que ni siquiera está formalmente en sus balances. Citibank, hoy en boca de todos, tiene más activos fuera de su balance que en éste. Quienes propiciaron esta situación tienen que mostrar que llegaron a ésta manteniéndose dentro de parámetros legales. La globalización de la economía provocó la aceleración de la fase expansiva del ciclo económico. Esa misma interacción entre las diferentes regiones y mercados tiene que sentar las bases para un desarrollo balanceado y realista.

En su discurso de toma de posesión, Barack Obama dijo que "la riqueza de Estados Unidos se mide no por el tamaño de su PIB sino por el alcance de su prosperidad". Lo mismo podemos decir del mundo. Las soluciones sustentables tienen que afrontar el problema de desigualdad porque sólo en la medida en que se desarrollen soluciones que incorporen a los miles de millones de marginados a la economía mundial, podremos generar niveles de demanda que no requieran de la frivolidad excesiva y el endeudamiento a niveles peligrosos de los habitantes de países como Estados Unidos, Inglaterra o España que ahora tendrán que sufrir la resaca posterior a la larga fiesta.

El mundo entero parece estar gradualmente dándose cuenta de que la tremenda crisis económica que empezó a manifestarse en Estados Unidos el año pasado no es un problema exclusivo de ese país. Las absurdas teorías que hablaban de la inmunidad de ciertos países o regiones al "contagio" están aún más devaluadas que todas las clases de activo en los mercados. España tiene una fenomenal crisis, el crédito ya extinguido empieza a generar incertidumbre en la cadena de pagos, los bancos mas importantes comienzan a demostrar flaquezas. Argentina es vulnerable en cierta medida, ya que los bancos españoles impactan directamente sobre sus acciones. No obstante bancos de primera línea que ya se han visto en problemas en España, sus repercusiones en el mercado local fueron rápidas y directas, los depositantes reaccionaron comúnmente a la cancelación de plazos fijos y retiros de ahorros, generando hacia el banco en cuestión una aumento de sobre tasas de "call" (prestamos entre bancos con el sencillo fin de llegar al encaje determinado por el Banco Central) para disipar una corrida.

En fin, el mundo globalizado tiene infinidad de mecanismos de conexión financiera no sólo por el vigoroso comercio internacional, sino también por la presencia de intermediarios financieros con exposición global. Ésta se da ya sea por la presencia física en otros países, o por haber invertido en valores emitidos por gobiernos o empresas de países diferentes al de origen.

Según una excelente publicación escrita por Olivier Blanchard, profesor de MIT (The crisis: Basic mechanisms and appropriate policies; diciembre 29, 2008), la exposición al resto del mundo de los bancos procedentes de los cinco países más industrializados se incrementó de 6.3 billones (millones de millones) de dólares en el año 2000 a 22 billones en junio de 2008, 4 billones de los cuales estaban en mercados emergentes. Ese nivel de inversión asegura un fugaz contagio.

Es significativo preguntarnos qué hizo que creciera tan rápidamente el apetito por tomar riesgo originado en otros mercados. Según otro prominente economista de la misma universidad -MIT- Ricardo Caballero (A global perspective on the great financial insurance run: Causes, consequences, and solutions; enero 23, 2009), lejos de que la explicación esté en el deseo de alto rendimiento, el origen se explica por la escasez de instrumentos financieros para proteger valor que se manifestó a fines de los noventa.

El incremento en la demanda provino no sólo del envejecimiento de las poblaciones de Japón y Europa, sino también de la integración de países altamente ahorrativos a la demanda global por instrumentos financieros, a la precavida respuesta de países emergentes como consecuencia de crisis financieras previas y a la estabilidad de economías productoras de materias primas.

Según Caballero, esa creciente demanda por instrumentos "seguros" es lo que explica la fuerte baja en las tasas de interés estadounidenses, no sólo la relejada política monetaria de la Reserva Federal de Greenspan.

¿Por qué es esto relevante? Lo es por dos motivos. Primero, porque para saciar esa demanda los "creativos" banqueros de Wall Street diseñaron instrumentos "seguros" cuya calidad crediticia se explicaba no por la fortaleza financiera del emisor, sino por la certeza de que si se empaquetaba a cientos de emisores de baja calificación de crédito en una canasta, éstos no dejarían todos de pagar al mismo tiempo.

Eso, entonces, satisfacía dos propósitos. Primero, alimentaba a esa creciente demanda por instrumentos que fuesen refugio de valor, mientras que permitía incrementar la cantidad de crédito disponible para deudores de baja calidad crediticia. Esta demanda creció exponencialmente en respuesta al "American Dream Downpayment Act" firmado en 2003 por la administración Bush para proveer de 5.5 millones de viviendas a familias de escasos recursos. Es aquí donde Geespan le guiño el ojo a Bush bajando drásticamente la tasa de referencia desde la reserva federal.

Como dije anteriormente, es precisamente la creación de estas complejas estructuras lo que le quitó transparencia a los balances bancarios, haciendo imposible valuar a ciencia cierta el nivel real de riesgo -y descomposición- que hay en éstos. Esto no sólo ha llevado a que a los bancos comerciales les sea imposible emitir papel comercial para fondearse, o convencer al público de que les pierda el miedo; incluso ha provocado que la única parte donde los ahorradores se sienten seguros es en la parte más conservadora y de corto plazo de las emisiones gubernamentales donde está hoy estacionado todo el ahorro.

Este análisis puede generarnos un cierto grado de esperanza. Por una parte, esas enormes cantidades de recursos no se quedarán para siempre inmóviles y resignadas a rentabilidades nulas. Cuando los mercados recuperen la confianza -lo cual no ocurrirá pronto, pero sí ocurrirá- es posible que se genere una redistribución colosal y rápida hacia activos más rentables conforme se generalice la sensación de que no pueden perderse las gangas que hoy abundan en el mercado. Por otra parte, si ese es el caso, quizá es en esa necesidad de tener "seguros" donde deben enfocarse los esfuerzos de los gobiernos que intentan estabilizar la situación.

Sin duda, uno de los factores más devastadores de esta crisis ha provenido de la sensación que tienen muchos inversionistas que pensaban haber comprado algún tipo de seguro, y que hoy descubren que esa cobertura no existe. Por ejemplo, en el mercado había tres billones de dólares de emisiones aseguradas por "monoliners" (Empresas aseguradoras dedicadas a cubrir el riesgo de no pago de un emisor de deuda. Es decir, si una empresa que emitió un bono pierde la capacidad para pagarlo, la monoliner lo hace. Esto permite que el emisor tenga una mejor calificación de crédito y un menor costo de financiamiento, a cambio de pagarle una prima de seguro a la monoliner.)

Sin embargo, esa sensación de seguridad desapareció cuando en una situación de riesgo extremo el mercado ponderó que las monoliners no podrían cubrir ese nivel de emisiones teniendo tan sólo 34 mil millones de dólares de capital propio.

Esa realización llevó a que hubiera ventas masivas de instrumentos que se percibían como de bajo riesgo sólo bajo el amparo de la monoliner, pero no sin éste.

Lo mismo pasa con los CDS's ("credit default swaps"), otro tipo de seguro contra riesgo crediticio, en el cual la inestabilidad de los intermediarios financieros que ofrecen cubrir el riesgo generó duda que se ha manifestado en la fuerte caída en los precios de las emisiones.

Esa es la teoría de Caballero, que la estabilización de los mercados comenzará cuando regrese la confianza por el seguro. Eso permitirá el gradual regreso hacia activos que no estén tan a prueba de balas como un bono de corto plazo emitido por el Tesoro estadounidense.

Sin embargo, entendamos que de lo que se está hablando es de que simplemente empiece el proceso de normalización de los mercados, de que gradualmente se vuelva a distribuir el ahorro entre diferentes clases de activo, lo que llevaría a una paulatina recuperación de los precios y que se reflejaría, por ejemplo, en un incremento en los niveles de capitalización de los bancos y de recuperación de los patrimonios familiares. Conforme esto ocurra, el consumo pudiera empezar lentamente a recuperarse.

Claramente, no estamos hablando -por mucho- de regresar a la bonanza en la cual estábamos. Esa se fue y quizá no regrese en décadas. Como dice David Rosenberg, el analista de Merrill Lynch, en este entorno no estamos hablando realmente de una recesión sino de una depresión. La diferencia entre una y otra es que un ciclo recesivo es mucho más corto -típicamente alrededor de año y medio- pues es provocado por un incremento en los niveles de inventarios conforme la demanda cae. En el proceso de reducir los inventarios, las empresas dejan de comprar y hay altos niveles de capacidad instalada que quedan ociosos. Eventualmente, la demanda se logra reactivar y la situación se normaliza. En una depresión el problema es de endeudamiento excesivo, cuya normalización pasa por una prolongada contracción de la demanda y un fuerte crecimiento del ahorro. Ese es un proceso más largo y lento, pues implica una venta masiva de activos y un prolongado cambio en patrones de consumo e inversión para ir pagando lo que se debe.

Si ésta es una depresión, es la primera desde la de los años treinta, y sólo hubo otras cuatro en el siglo XIX. Si lo es, el proceso de ajuste será largo y delicado. Considerando que alrededor de 30% de la capacidad industrial estadounidense está parada, tomará mucho para que la capacidad vuelva a utilizarse y el empleo se recupere. El proceso de contracción de éstos, de hecho, apenas está empezando.

La situación laboral contribuirá necesariamente a complicar el ciclo. La tasa de desempleo real en Estados Unidos es de alrededor de 13.5%, si tomamos una definición más amplia que la de desocupación entre quienes activamente están buscando trabajo (en cuyo caso es 7.2%). La Organización Mundial de Trabajo dijo el miércoles 28 de enero que más de cincuenta millones de trabajadores perderán su empleo este año, como consecuencia de lo que vivimos.

Como esperaba, la presión sindical ha comenzado. La primera huelga general en Francia paralizará al país ante la muy "francesa" demanda por "proteger al empleo y al poder adquisitivo". Habrá que preguntarle a los obreros franceses de dónde creen que vienen los recursos para proveer esa protección.

La depresión económica empieza y la psicológica va de la mano de la primera.

Desde mi humilde posición, quiero hacerles saber que la única y mejor forma de proteger el empleo es aumentando los esfuerzos y optimizando recursos. Los tiempos que se vienen son de una fuerte y ardua competencia, pero debemos tener presente que toda crisis genera cambios y estos pueden ser una oportunidad, solo hay que verlo como un desafio.

Luis A Sebastián Cuadros

luissebastianc@hotmail.com

El Crecimiento de las Exportaciones de Soja y sus Consecuencias Económicas y Ambientales

El presente proyecto de investigación pretende abordar algunas de las consecuencias del crecimiento de las exportaciones de soja en la Argentina desde los años `90 hasta la actualidad. El mismo parte de una descripción de la evolución de la producción de soja, influida por las políticas implementadas desde los `90, que favorecieron a la expansión de las exportaciones agropecuarias, especialmente las de soja, y pretende indagar en la siguiente problemática: ¿cuáles son las consecuencias del crecimiento de las exportaciones de soja en la Argentina desde los `90 hasta la actualidad?



Esta problemática resulta relevante porque dependiendo de la visión y las ideas que se tengan, se visualizarán consecuencias en algunos casos opuestas sobre la expansión sojera. A su vez, esta cuestión está estrechamente relacionada con el debate actual acerca de la factibilidad de la vuelta de un nuevo “modelo agroexportador”. Algunos tienen una visión del corto plazo: contemplan las altas ganancias, la elevada producción, el aumento progresivo de las exportaciones, la tecnología que promueve considerables mejoras, etc. Por otro lado, se encuentran quienes tienen una visión de largo plazo y son los que visualizan la generación de megaexcedentes por parte del campo, los efectos sobre el medio ambiente, los problemas de regulación del Estado, etc.

De esta forma, el objetivo de la investigación consiste en analizar las consecuencias de la expansión de la producción y exportación de soja, teniendo en cuenta dos dimensiones: la económica y la ambiental.

La hipótesis de este trabajo es que las consecuencias del crecimiento extraordinario de la producción y exportación de soja en Argentina presentan aspectos positivos, teniendo en cuenta la dimensión meramente económica, y negativos, contemplando la dimensión ambiental, tomando como referencia el período que abarca desde los años ’90 hasta la actualidad.



La teoría de David Ricardo. El comercio internacional

Es importante en esta investigación, para comprender el tema en cuestión, tratar de pensarlo en relación con alguna teoría económica. En este caso, se ha seleccionado la teoría del pensador David Ricardo (1817), quien ha dejado en claro su postura en relación al comercio internacional: se encuentra a  favor de la libre competencia, tanto dentro de un país como así también entre distintos países.

Para este autor, en condiciones de libre competencia, se establecerá una división internacional del trabajo, según la cual cada país se especializará en producir aquellos bienes en los que posee ventajas comparativas. En relación a ello, es preciso hacer referencia a la teoría de las ventajas comparativas de este pensador, que explica los beneficios que obtienen todos los países que participan en el comercio internacional. Según esta teoría, en unas condiciones técnicas dadas, el producto total que se obtiene de la especialización y el cambio, en lugar de la autarquía y el aislamiento económico, se maximizará si cada país o región se especializa en la producción de aquellos bienes o servicios en los que su costo comparativo sea relativamente menor.

Para explicar su teoría, el autor se basa en un modelo simplificado que supone el comercio entre dos países, que intercambian tan sólo dos bienes. De esta forma, establece en su obra que teniendo en cuenta por ejemplo que Inglaterra requiere el trabajo de 100 hombres durante un año para producir paños y el trabajo de 120, para producir vino en el mismo tiempo, la situación de Portugal es la siguiente en comparación con la producción de Inglaterra:



“Portugal probablemente pueda producir su vino mediante el trabajo de 80 hombres durante un año, mientras que para la producción del paño requiere el trabajo de 90 hombrees durante el mismo tiempo. Resulta, en consecuencia, ventajoso para Portugal exportar vino a cambio de paños. Este intercambio puede efectuarse aun cuando la mercancía importada se pueda producir en Portugal mediante una cantidad menor de mano de obra que en Inglaterra. (…) seria más provechoso para Portugal emplear su capital en la producción de vino, mediante el cual obtendría una cantidad mayor de paños procedentes de Inglaterra, que el que podría  producir invirtiendo en la manufactura de paños una parte del capital que ahora dedica a la producción de vino.” (Ricardo, 1817: 103).

En esta teoría no sólo se expresa que la especialización a la que lleva el libre comercio hará que cada país se especialice en la producción de aquellos bienes en que relativamente posee ventajas comparativas, sino que también se establece que se estarán produciendo beneficios netos para todos. En palabras del pensador:

“En un sistema de intercambio perfectamente libre, cada país dedicará lógicamente su capital y su trabajo a aquellas producciones que son más beneficiosas para él. Pero este propósito de percibir la ventaja individual está admirablemente unido a la conveniencia general del conjunto (…) Es éste el principio que determina que el vino se elabore en Francia y Portugal, el trigo se cultive en América y Polonia y otras mercancías se fabriquen en Inglaterra”. (Ricardo, 1817: 102).

Relacionando ahora esta teoría con la historia económica argentina y tomando las ideas que Aldo Ferrer (2004) establece en su obra, puede decirse en primer lugar, que en el período 1880-1930, la Argentina se insertó al mercado mundial de forma tal que las exportaciones agropecuarias constituyeron la actividad dinámica del período. Así, según indica el autor, se estableció una división internacional del trabajo en la cual Argentina se especializó en la producción de productos primarios (exportaba éstos e importaba productos manufacturados).

Pero ¿era conveniente esa especialización de la Argentina en productos primarios? Para ese período puede decirse que sí. Siguiendo a Ferrer (2004) las grandes extensiones de tierras fértiles y escasamente pobladas de la pampa húmeda, la entrada de capitales extranjeros y las mejoras en transporte y comunicaciones que poco a poco iban teniendo lugar, son algunos de los condicionantes que hacían casi impensables otras alternativas, y que permitieron un período de prosperidad económica.

Actualmente, se vive un contexto en el que la producción y la exportación de soja presentan una gran preponderancia. Ello se debe, en parte, a las políticas implementadas en los años ´90. Como indica Ferrer (2004) se trató de una etapa en la que se profundizó la desregulación estatal y la apertura económica, y en la que la industria se vio desprotegida.

Seguramente sería imprescindible para la economía del país, especializarse en una actividad como la producción de soja, que presenta una gran rentabilidad y posibilidad de expansión del área sembrada, mediante la deforestación, por ejemplo (en el gráfico 1 del anexo se puede apreciar la evolución del área sembrada del `97 al `07). pero ello no quiere decir que especializarse en esta actividad, genere beneficios también a largo plazo y en todos los ámbitos posibles (social, ambiental, etc.)

Gráfico 1: Evolución de la Producción y Rendimiento de Soja - Campañas 1997/98 a 2006/2007

En relación a lo expuesto, es necesario mencionar que Ricardo (1817), en su análisis de la especialización y determinación de las ventajas, no tuvo en cuenta otras dimensiones distintas a la económica, como la social y ambiental.

La expansión de la producción de soja desde una perspectiva económica

Resulta interesante hacer una breve referencia al debate que los autores Fritzche y Kohan (2004) expresan en su texto sobre el proceso de globalización. Teniendo en cuenta que “globalización” no posee una definición compartida y aceptada universalmente, los autores toman las ideas y concepciones de diversos autores, uno de ellos es Hirsch (1997) y refiere que teniendo en cuenta las diferentes esferas, habrán varios niveles de significados de este proceso de globalización. De esta forma este autor afirma:

“Si tomamos la esfera económica, la globalización consiste en la integración a un mercado mundial en el que se pretende incorporar un producto determinado y lograr que su demanda aumente para obtener beneficios. Si la demanda de tal producto va en aumento, lo lógico sería aumentar su producción (expandirla) lo más posible para aumentar así las exportaciones.” (Hirsch: 1997; citado en Fritzche y Kohan: 2004,26).

Estas ideas de Hirsch (1997) permiten comprender claramente la expansión de la producción de soja. Se trata de un sector que, por los enormes beneficios que se obtienen, resulta conveniente (para ciertos actores) seguir expandiendo la producción. De esta manera, hay una enorme rentabilidad de la producción soja (también conocida como “oro verde”) por su fabuloso rendimiento. Con un mercado en alza y con China que demanda más y más (es decir aumentan las exportaciones), podría pensarse que hay una tentación irresistible por parte de los empresarios de seguir invirtiendo en este sector.

Ocurre que la producción de soja es una fuente importante de divisas. Ello puede evidenciarse luego de la crisis de 2001, cuando los elevadísimos precios internacionales de estos cultivos inyectaron dinero fresco al mercado argentino. Ese dinero le dejó al Estado regalías nunca antes generadas por otra actividad económica, tanto que el Banco Central llegó a tener las mayores reservas de su historia, a pesar de haber destinado fondos para pagar la deuda externa. De esta forma, grandes sumas de dinero fueron esparcidas en forma de ayuda social y emprendimientos de construcción, que bajaron las tasas de desocupación rápidamente y evitaron un desenlace de estallido y caos social que parecían inevitables.

Por otro lado, los empresarios sojeros fueron los nuevos ricos y su único objetivo consistía en maximizar sus beneficios.

Desarrollo sostenible

El hecho de que los grandes empresarios sólo visualicen el corto plazo y piensen en obtener así, extraordinarias ganancias, ello lleva a que los agentes cosechen tan rápido y tanto como puedan que el recurso en cuestión termina siendo sobreutilizado. Ocurre que muchas veces no se realiza una previa valuación de los beneficios indirectos del recurso forestal, con lo cual no se toma conciencia de la ventaja de su aprovechamiento sustentable. Dado que comúnmente prevalecen visiones cortoplacistas, raramente se considera este proceso y sus consecuencias a la hora de tomar decisiones y llevarlas a la práctica.

El manejo forestal sustentable, teóricamente es aquel que asegura una producción de bienes y servicios a perpetuidad, pero ocasionando la mínima alteración de los ecosistemas (definición publicada por la secretaría de Recursos Naturales y Desarrollo Sustentable). Pero en la práctica, ocurre que se tienen en mente los beneficios meramente económicos y se pierden de vista las consecuencias ambientales: todas ellas negativas, pues es imposible pensar aquí, en aspectos que resulten beneficiosos frente al proceso de deforestación, por ejemplo, que se lleva a cabo para expandir el área sembrada de la soja.

Como afirma el investigador Reboratti (1996), el término “manejo sostenible” de los recursos naturales renovables establecen una confusión entre la teoría y la práctica, porque

“el manejo de una situación específica debería ser la aplicación de una serie de prácticas basadas en el concepto de desarrollo sostenible (…). No se trata de un ‘manejo sostenible de recursos’ sino de un ‘manejo de recursos para el desarrollo sostenible’”. (Reboratti: 1996, 5).

Lo correcto entonces, sería hacer referencia al desarrollo sostenible, que abarca todos los sectores o facetas del desarrollo, ya que

“un proceso de desarrollo es un sistema donde se incluyen variables naturales, sociales, económicas y políticas actuando en forma interrelacionada y en un sistema de causalidad múltiple y circular.” (Reboratti: 1996, 9).

Estas ideas de Reboratti (1996) sugieren, entonces, que no hay que perder de vista las consecuencias ambientales cuando se pone en juego el manejo de cierto recurso natural. Las diversas políticas que se aplican deberían considerar las diferentes variables y no tan sólo la económica, para que sea posible un desarrollo sostenible a largo plazo.

Evolución de la producción y exportación de soja

Análisis de algunos datos en relación a la dimensión económica

Según establece un informe de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentos (SAPYA), el cultivo de soja tuvo un significativo desarrollo en la Argentina a partir de 1970.  De esta forma, en el cuadro 1 se resumen, para algunos períodos, la evolución de las variables productivas  más características de la actividad.


Cuadro 1: Evolución de variables productivas del cultivo a nivel nacional

Períodos

Superficie sembrada

(miles ha)

Rendimiento

(kg/ha)

Producción

(miles t)

70/1-72/3

95,65

1.500

136,33

80/1-82/3

2.100,00

1.950

3.973,30

90/1-92/3

5.088,67

2.263

11.031,30

2000/01

10.300,00

2.530

25.500,00

2001/02

11.610,90

2.630

29.955,30

Fuente: SAGPyA, Julio 2002           

Surge del cuadro un muy importante crecimiento de la producción: según esta fuente, la producción entre la década del ’70 y ’80 crece veintiocho veces a partir de un bajo valor inicial.  Entre la década del ’80 y ’90 lo hace un 178% y  desde comienzos del ’90 hasta el 2000/01 en 131%.  Asimismo, según la campaña finalizada en 2001/02, la producción de la oleaginosa se incrementó en 17,5% respecto al ya alto valor del ciclo anterior.

Al analizar la SAPYA, los factores de este alto crecimiento en la producción,   surge que los cambios en la superficie sembrada entre períodos fueron sucesivamente de: 2095%, 142%, 102% y 13%.  A su vez, la variación entre ciclos en el rendimiento fue: 30%, 16%, 12% y 4%.

En este trabajo interesa describir el proceso de sojización desde los ’90, década en la que se desarrolló un eficiente complejo agroindustrial oleaginoso, pues como indica el investigador Aldo Ferrer, en estos años comienza una etapa de profunda desregulación estatal, apertura económica, privatizaciones, endeudamiento y una tendencia creciente a la valorización financiera  Este escenario, puede afirmarse, permitió a la Argentina ser en la actualidad el primer exportador mundial de aceite y de harina de soja.  (En el cuadro 2 del anexo se sintetizan estos datos)

Gráfico 1: Evolución de la Superficie Cosechada y Sembrada

Ubicación de Argentina en el ranking mundial de exportación


Producto

Posición en el ranking mundial

Soja



Harina de soja



Aceite de soja



Harina de girasol



Aceite de girasol



Maíz



Carne bovina



Leche en polvo



Jugo concentrado de limón



Limones y limas



Peras



Miel



Papas congeladas



Lana grasienta



Fuente: elaboración propia en base a datos del USDA y FAO.

Fuente: Secretaría de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentos

En un informe más reciente de la SAPYA, se establece que el volumen recolectado de soja en la campaña agrícola 2006/07, totalizó un valor cercano a 47.500.000 toneladas, y, tal como lo indica el gráfico 2, es el valor más alto alcanzado en toda la historia de las exportaciones de soja. Según esta fuente, este incremento en el volumen de producción, está explicado en parte, por un aumento operado en la superficie sembrada del 4,9%, además del incremento del rendimiento de la soja (en el cuadro 3 del anexo se muestra la evolución de la producción, del área sembrada y del rendimiento de la soja) ello se suman otros factores: los avances tecnológicos, el bajo costo de producción, los buenos precios y por ende la mejor rentabilidad. Todo esto ha permitido aumentar considerablemente la producción de soja (si bien la producción varía en cada provincia, tal como indica el gráfico 3 del anexo) y además ubicar al cultivo de la soja en una posición importante de las exportaciones argentinas.

 

 

 

 

 

Campañas Agrícolas

Superficie Sembrada

(en miles de ha.)

Variación 06/07 vs.(1), (2), (3) y (4)

Val. Absolutos (ha)

Val. Relativos (%)

2006/07 final

16.141

 

 

(1) 2006/07 intención

15.905

236

1,5

(2) 2005/06

15.393

748

4,9

(3) Prom. 02/03-06/07

14.613

1.528

10,5

(4) Prom. 97/98-06/07

11.974

4.167

34,8

 

 

 

 

SOJA - EVOLUCION DE LOS RENDIMIENTOS

 

 

 

 

Campañas Agrícolas

Rendimiento

(en kg/ha)

Variación 06/07 vs.(1), (2) y (3))

Val. Absolutos (kg/ha)

Val. Relativos (%)

2006/07 final

2.971

 

 

(1) 2005/06

2.679

292

10,9

(2) Prom. 02/03-06/07

2.681

290

10,8

(3) Prom. 97/98-06/07

2.626

345

13,1

 

 

 

 

SOJA - EVOLUCION DE LA PRODUCCION

 

 

 

 

Campañas Agrícolas

Producción

(en miles de tn.)

Variación 06/07 vs.(1), (2) y (3))

Val. Absolutos (tn)

Val. Relativos (%)

2006/07 final

47.482

 

 

(1) 2005/06

40.537

6.945

17,1

(2) Prom. 02/03-06/07

38.543

8.939

23,2

(3) Prom. 97/98-06/07

30.846

16.636

53,9

 

Fuente: Secretaría de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentos.

Gráfico 3: Producción de Soja por Provincia - Campaña 2006/2007

Por otro lado, el informe de la SAPYA también establece que la demanda de soja en el mundo ha aumentado (especialmente en China) y parece ser una tendencia muy lejos de modificarse. 

Ante este escenario favorable a la producción y exportación de soja, y centrándose en la dimensión económica, parece ser conveniente continuar expandiendo su producción y obtener así más beneficios económicos a través de las exportaciones. Esta es la lógica que refiere Hirsch (1997) en su trabajo al hacer referencia  a la globalización desde una perspectiva económica. Pero como se verá a continuación, las consecuencias de la expansión sojera no siempre son favorables teniendo en cuenta otras dimensiones distintas a la económica.



La expansión sojera en relación a las consecuencias ambientales

Si bien la producción de soja es uno de los sectores que mayor rentabilidad presenta, es importante atender a las consecuencias ambientales que este proceso de producción genera. Respecto a ello, es interesante hacer referencia a las ideas que la licenciada  Marcela Valente desarrolla en su artículo electrónico (se adjunta al final) en el que considera a la soja como un “infierno rentable” por las consecuencias ambiéntales negativas que trae. En el artículo se expresan comentarios de distintos especialistas, como el siguiente, que pertenece a un miembro de la Fundación Proteger:

“El modelo de la soja se considera de ‘boom y colapso’ como sucede con la pesca, la minería o la explotación intensiva de la madera. Se presiona un ecosistema por encima de su capacidad de carga para obtener una gran rentabilidad asegurada, ¿quién va a querer producir trigo o leche? El modelo de la soja hace agua por el impacto social, ambiental, sanitario y económico en el mediano y largo plazo. Destruye la agricultura familiar y empuja a los trabajadores rurales a las ciudades”.

Según datos de Greenpeace Argentina, en los últimos nueve años se perdieron 2,5 millones de hectáreas de bosques nativos, sobre todo en el norte del país, y esto en gran medida se debe a la deforestación para sembrar soja. No sólo la deforestación y la puesta en peligro de diferentes especies son un problema alarmante, sino que el uso descontrolado de insumos químicos también lo son. Un ejemplo de ello son las denuncias motorizadas por el llamado Grupo de Reflexión Rural, otra organización ambientalista, y señalan que la fumigación sin control causa alergias, intoxicaciones, malformaciones, aborto espontáneo y cáncer. Según esta organización, desde la década del 70, cuando comenzó a cultivarse soja, el suelo perdió 11,3 millones de toneladas de nitrógeno (ya descontada la reposición natural), 2,5 millones de toneladas de fósforo, y valores muy altos de otros nutrientes.

De esta forma, si bien a través de las exportaciones de soja se logra una fuente importante de recursos, algunos notan en ello no sólo un problema ambiental sino también social. Un analista agropecuario, expresa sus ideas en el artículo de la licenciada Valente, y enfatiza que:

“Hay una prosperidad puntual en algunas ciudades por los buenos precios. Pequeños chacareros arriendan su tierra y obtienen más dinero de lo que vieron en su vida. Pero esa bonanza no es desarrollo. Un país no puede depender exclusivamente de los precios de un producto, tiene que apuntar a todos los alimentos, como está haciendo Brasil”.

Haciendo especial referencia a las ideas de Hirsh (1997) sobre desarrollo sostenible, las  cuestiones detalladas en este apartado requieren ser tenidas en cuenta para analizar las consecuencias de la expansión de la soja en nuestro país. Retomando las ideas que Ricardo (1817) expone en su teoría, es cierto que las condiciones del país permiten seguir expandiendo la producción, pero estas ideas se basan en ventajas comparativas, que privilegian y tienen en cuenta los beneficios económicos que ya se han descripto. Pero las consecuencias ambientales, constituyen un elemento fundamental para un desarrollo sostenible a largo plazo, y ello es algo que queda fuera de la teoría de este pensador.

Conclusiones

A lo largo de este trabajo se ha intentado aproximarse a la problemática que considera las consecuencias de la expansión de las exportaciones de soja. Ello se ha abordado no sólo recurriendo a fuentes de información para obtener datos estadísticos confiables y tomando diferentes autores, sino que también han sido tenidas en cuenta dos dimensiones: por un lado la económica, que pareciera tener mayor importancia a la hora de decidir expandir la producción de soja, por ejemplo; por otro lado,  se ha considerado la dimensión ambiental que pareciera ser poco considerada en esta cuestión.

Si nos detenemos en la dimensión económica, se distinguen principalmente beneficios relacionados con las extraordinarias ganancias que se obtienen del fabuloso rendimiento de la soja  y sus buenos precios en el mercado. Lo lógico sería, siguiendo las ideas de Hirsch (1997), expandir la producción de soja (teniendo en cuenta que su demanda también está en aumento) para incrementar las exportaciones y obtener así los mayores beneficios económicos.

Si en cambio nos centramos en la dimensión ambiental, vimos que hay quienes miran más allá de las extraordinarias ganancias generadas y visualizan un horizonte lleno de problemáticas: el aumento de la deforestación como producto de la expansión exponencial de las hectáreas cultivadas, la tendencia al monocultivo y la utilización descontrolada de fertilizantes, herbicidas y otros químicos que pueden traer consecuencias perjudiciales no sólo para el suelo y plantas autóctonas, sino también para los seres humanos.

Ante esto,  puede concluirse que las consecuencias de la expansión de las exportaciones de soja son tales, que se hace insostenible en el largo plazo. Tanto la su producción, como su exportación son limitadas.

Por otro lado, se desprende de la expansión de la producción y exportación de soja (y otros productos agrícolas) un debate sobre el posible retorno a un nuevo “modelo agroexportador”. En un sitio virtual sobre la biodiversidad en América Latina, el ingeniero agrónomo Alberto J. Lapolla (cuyo informe se anexa al final) expresa que efectivamente estamos en presencia de un retorno al modelo agroexportador:

“Ante una nueva variante -que podemos llamar en el marco de la globalización financiero-norteamericana- del modelo agroexportador ‘Argentina Granero del mundo’, más que en una instalación de un modelo agroindustrial, como suelen llamar algunos... Hoy hemos vuelto al Estado Factoría por decisión de la burguesía colonial nacida en la Argentina y del imperialismo anglo-norteamericano. Hoy nuestro país exporta soja en sus distintas variantes, petróleo crudo, gas natural, electricidad, caramelos y a veces galletitas. También caños sin costura de Techint, único rubro industrial que siguió teniendo protección estatal en el desguace de la nación producido en los ‘90”

Por otro lado, el investigador Juan Fraschina (2008) desarrolla en su ponencia la cuestión relacionada con el crecimiento del sector agropecuario y su influencia en el crecimiento del país (tomando como referencia el período post-convertibilidad). De esta forma, sostiene que la “agrodependencia” del país para su crecimiento es un mito y descarta el discurso que establece que el país crece gracias a las exportaciones agropecuarias. El autor hace hincapié en el crecimiento económico que el país experimenta a partir del año 2002; de esta forma, analiza a qué se debe este crecimiento y sostiene que el único motor de crecimiento a largo plazo es la industria manufacturera, ya que por ejemplo, “lo que permitió que cayera el desempleo fue la industria y no el agro”.

Finalmente, puede decirse que la cuestión parece ser, no tanto si se logra instaurar o no una cultura sojera o un nuevo modelo en base a su producción, sino más bien qué consecuencias trae aquello que se pretende aplicar, más allá de los aparente beneficios inmediatos. Retomando las ideas de David Ricardo (1817) sobre las ventajas comparativas, puede decirse que los datos expresados en este trabajo (incremento del área sembrada, de la producción y exportaciones de soja) se basan en dichas ventajas. Se visualizan así, beneficios sobre todo económicos. Pero la teoría de este pensador no tiene en cuenta otros elementos que son fundamentales  para un desarrollo sostenible a largo plazo. Como afirma Reborati (1996) se trata de un sistema que abarca todas las dimensiones del desarrollo: la social, la política, la ambiental y no sólo la dimensión económica.

Bibliografía

Ferrer, A. (2004): La economía argentina desde sus orígenes hasta principios del siglo XXI. FCE. Buenos Aires.

Fritzche y Kohan (2004): Globalización, algunos debates sobre el proceso y el concepto desde América Latina. En Realidad Económica. N° 208. IADE.

Juan Fraschina (CEINLADI, FCE-UBA) - “El mito de la agrodependencia del crecimiento post convertibilidad”. II Jornada de Economía Política, 10 y 11 de octubre de 2008, UNGS.

Lapolla, Alberto, “Argentina: sojización: retorno al modelo agroexportador (‘agroindustrial’), latifundio y dependencia”, 03 noviembre, 2005. http://www.biodiversidadla.org/content/view/full/20784 (28 noviembre, 2008)

Reborati, C. (1996): territorio, escala y desarrollo sostenible. Most Program, UNESCO.

Ricardo, D. (1817): Principios de Economía Política y Tributación. FCE, Buenos Aires

Valente, Marcela, “soja: ese infierno tan rentable”, 10 julio, 2008. (28 noviembre, 2008)

Autor: Elisa Rodas Vega

Publicado en Enero de 2009

La Economía Argentina ante la Crisis

Argentina: Ejemplo del Mundo... de Perseverante Decadencia



Lic. Aldo M. Abram - 12 de enero de 2009.

Desde que estalló la crisis en EE.UU. nos hemos cansado de escuchar a nuestros funcionarios decir que es la muestra del fracaso del capitalismo, poniendo como ejemplo de modelo alternativo a la Argentina. Pues ni esta interpretación ni la supuesta inmunidad argentina se han demostrado ciertas. A continuación demostraremos que el origen de los problemas estadounidenses es el resultado de la “argentinización” de la política económica de la potencia del norte. También, concluiremos a dónde llevará a nuestro país, nuestra perseverancia populista y el actual “régimen económico” que el gobierno promueve mundialmente.

EL COMPORTAMIENTO DE LAS BOLSAS DEL MUNDO



Base Diciembre 1998=100



Fuente: ESEADE en base Bloomberg

Se puede anticipar un escenario internacional muy desfavorable; ya que quienes tienen que “curar” al paciente parten de un diagnóstico equivocado. Suponen que un grupo de especuladores se dedicó a prestarle irresponsablemente a gente que quería comprar una vivienda y no calificaba para un crédito. Sin embargo, cuando uno ve lo ocurrido en el mundo, observa que las tasas de riesgo país de las economías emergentes nunca bajaron tanto como hasta principios de 2007. En tanto, los mercados de activos financieros e inmobiliarios alcanzaron valores récords medidos en dólares en casi todo el planeta. Entonces, parece que fue generalizado el incentivo desmesurado a asumir riesgo para ganar un centavo más; lo cual sólo pasa cuando la liquidez abunda y, estos excesos, sólo los pueden generar los bancos centrales. ¿Cómo sucedió? En el año, 2000, la economía de EE.UU. amenazaba con iniciar un proceso de ajuste. Por ello, la Reserva Federal, dirigida por Alan Greenspan, en pos de alentar la demanda interna, empezó a inyectar fuertes dosis de liquidez, bajando su tasa de referencia hasta un 1%. Por otro lado, el Presidente Bush empieza a desandar el camino de superávit fiscal de la administración “Clinton” y aumenta la colocación de deuda del Estado; lo que se agravó desde el 11 de septiembre de 2001. Luego, en 2003, el nivel de actividad comenzó a crecer y el sector privado, también, incrementó su demanda de crédito. Ante dichas presiones al alza sobre la tasa de interés de mercado y para evitar que subiera por encima de la que había fijado como referencia, la Reserva Federal respondió comprando, con emisión, bonos del Tesoro de los EE.UU.



PRODUCTO BRUTO INTERNO y TASA DE INTERÉS DE REFERENCIA



Fuente: ESEADE en base BEA y FED

El problema es que la gente y el gobierno demandaban crédito para gastar y la Fed les daba dólares, que no necesariamente contaban con una demanda para atesoramiento. Por lo tanto, el exceso de oferta hizo bajar a la moneda estadounidense desde 2002, incentivando la suba de precios domésticos, de los bienes comercializables internacionalmente y de los activos financieros e inmobiliarios. En mayor o menor medida, esta política monetaria flexible de la Fed fue seguida por otros bancos centrales; por lo que no extraña que las presiones inflacionarias hayan alcanzado, también, a sus unidades monetarias. Tampoco lo es que, en pos de mejorar los menguantes rendimientos, los inversores se vieran incentivados a asumir riesgo, en forma exagerada.

Desde 2004, la Reserva Federal decidió combatir la aceleración de la inflación aumentando muy gradualmente la Federal Fund Rate. Hacia fines de 2005, había un amplio consenso sobre la necesidad de un “aterrizaje suave”. En mayo de 2006, luego de nuevos récord en los precios de los activos financieros, empezó a crecer la expectativa de un ajuste y pareció iniciarse un ajuste (excesivamente) moderado. Pero la Reserva Federal, con su nuevo Presidente Ben Bernanke, decidió detener, en 5,25%, la suba de su tasa de referencia por temor a las señales de debilidad del sector inmobiliario de los EE.UU. y su impacto negativo en la economía. Para agosto, quedó claro que no habría nuevas subas e, incluso, los inversores comenzaron a descontar una baja, lanzándose nuevamente a maximizar ganancias.

INFLACIÓN ACUMULADA DOCE MESES DE LAS PRINCIPALES ECONOMÍAS DEL MUNDO



Fuente: ESEADE en base BEA, Eurostat, UK Statistics Authority, Statistics Bureau of Japan

Hasta junio de 2007, se siguieron batiendo récord de precios. El “avión” lejos de apuntar la trompa hacia abajo y reducir la velocidad para aproximarse a la pista, siguió acelerando y mirando al cielo. Lo que nos trajo a la tierra fue el estallido de la crisis del sector inmobiliario e hipotecario de los EE.UU. Explotó primero allí porque debía ser el mercado más “inflado”, pero los efectos de los excesos afectaban a los valores de todos los bienes y activos internacionales. Ya no era posible un “aterrizaje suave”, porque la Fed obligó al avión a subir demasiado alto; pero pudimos haber tenido un aterrizaje algo brusco, aunque controlado. Simplemente, se necesitaba que los Bancos Centrales del mundo siguieran proveyendo liquidez a los bancos para evitar una crisis del sistema financiero, como hizo al principio el Banco Central Europeo. Mientras tanto, convenía dejar que los precios de activos financieros e inmobiliarios ajustaran a la baja y que la economía internacional se desacelerara o incluso fuera a una, relativamente, menor recesión. Empero, la Reserva Federal decidió bajar la tasa de interés e incrementar los excedentes de liquidez existentes, respondiendo complacientemente a los ruegos de los inversores, que querían seguir ganando con el alza de los mercados, y de los políticos, deseosos de sostener un crecimiento económico artificial. Según parece, la misma política monetaria expansiva que nos metió en este lío, es la que nos va a sacar de él. Parece difícil, ¿no? Esta historia es una vieja conocida de los argentinos y sabemos como termina. Se postergan los costos de los errores de los funcionarios gubernamentales y/o de los bancos centrales; pero se potencia el ajuste cuando éste se vuelve inevitable. A esta altura, lo que queda claro es que lo que fracasó no es el capitalismo. Fue la eterna vocación de los funcionarios y de los economistas de pensar que pueden hacer crecer “mágicamente” los mercados y la economía más allá de sus posibilidades. Por supuesto, en todo el mundo, el fracaso de estos “curanderos” siempre lo pagan los sufridos ciudadanos. La resolución de la crisis política en EE.UU., por la elección y asunción de un nuevo y más creíble Presidente, más los salvatajes, políticas fiscales y monetarias expansivas, puede que traigan algún alivio. Sin embargo, el definitivo ajuste económico y de los mercados estadounidenses está aún por venir y será muy duro.

“RIESGO PAÍS” – ARGENTINA VS EMERGENTES Promedios mensuales - En puntos básicos



Fuente: ESEADE en base JP Morgan

En ese sentido, es bueno preguntarse cómo está la Argentina para enfrentarlo. En las peores condiciones, con una absoluta falta de credibilidad debido, entre otras cosas, a: a) la estafa a los tenedores de títulos de deuda pública en CER que significan los “dibujos” de la inflación por parte del INDEC; b) el desgaste del gobierno debido a la pésima gestión de la crisis con el campo; c)) las políticas de manotazos de ahogado, como el blanqueo de capitales y las moratorias, que confirman la falta de moralidad e institucionalidad de la Argentina; d) las propuestas de políticas fiscales expansivas para las que no hay recursos y diluirán la solvencia fiscal de un Estado sin crédito; e) las “estatización” o “argentinización” de empresas extranjeras mediante expropiaciones o del “enorme poder de convicción del gobierno”; y f) la clara opción demostrada en el articulado del Presupuesto 2009, de utilizar las reservas internacionales del Banco Central para financiarse, debilitando sus posibilidades de controlar una corrida cambiaria y/o bancaria. Así es que, si bien es difícil que nuestro país entre en crisis por un default de la deuda estatal, los títulos públicos cotizan a valores de cesación de pagos y se observa una continua fuga de capitales. La inconstitucional confiscación de los ahorros para la vejez de los afiliados del sistema de capitalización terminó de diluir el derecho de propiedad y de importar una crisis financiera internacional que, hasta entonces, lográbamos “navegar” con dificultad. Por lo tanto, los orígenes de una debacle local, que en inicios sería cambiaria y bancaria para con el tiempo devenir en default, empiezan a multiplicarse. No solamente pasan por un posible “tsunami” internacional, sino que suma una probable debacle electoral oficialista en 2009, dado un escenario de creciente caída de la imagen gubernamental, debido a la mala evolución de la economía, la pobreza y el empleo. En el mejor de los casos, cuando pase el temporal externo, nos encontraremos con una gestión oficial sumamente desgastada y una elección presidencial en ciernes. Serán tres años duros; ya que es improbable que el gobierno cambie el rumbo y cuanto más haga, más acelerará hacia el precipicio. Ante esta nueva desilusión y fracaso como sociedad, podemos aprender y tener una visión de largo plazo. Deberíamos pensar si no es hora de que abandonemos esta historia de Presidentes populistas de izquierda y de derecha, que caracterizó los últimos casi 80 años de decadencia argentina. Eso exige un cambio de cultura, que nos lleve a asumir nuestras responsabilidades cívicas, lo cual incluye a “Doña Rosa”; pero que no podemos esperar que sea quien la lidere y difunda. Esa es tarea de la dirigencia empresaria, intelectual y profesional de la Argentina, que es quien tiene los medios económicos y de comunicación para lograrlo. Sin embargo, ya sea por acción u omisión, la mayoría de este sector de la comunidad fue cómplice de este continuo avasallamiento de los derechos e instituciones que están en nuestra Constitución Nacional. El temor o la codicia primaron, hoy deberían preguntarse cuál fue el resultado. El Dr. Carlos Escudé dijo en una conferencia que “el populismo, es la única alternativa democrática para los pueblos con altos niveles de pobreza”; lo cual los condena al subdesarrollo. Yo creo que la Argentina es el ejemplo de que “el populismo es la única alternativa democrática para los países con dirigencia pobre”.

Lic. Aldo M. Abram - 12 de enero de 2009.


CONSULTORA EXANTE

Carlos Fernandez |

Carlos Fernandez

carlos fernandez Carlos Rafael Fernández realizó sus estudios en la Universidad de la Plata, donde se licenció en economía en el año 1979. ...

www.econlink.com.ar/biografia/carlos-fernandez


Martín Lousteau

14 Nov 2007 ... Carlos Fernandez es el sucesor de Martin Lousteau. Enviado por mbarros el 26 Marzo, 2008 - 17:35. Para darle una impronta ...

www.econlink.com.ar/biografia/lousteau



¿El Blindaje Deteriorado?

Como consecuencia de distintos informes y notas expuestas en los últimos meses en la República Argentina, es que me veo en la impronta de indagar sobre las reales consecuencias del famoso blindaje económico nacional o, desde la otra orilla del río, del acoplamiento a la infructuosa crisis internacional financiera.

Pues, durante este último tiempo, han salido del “freezer” varios economistas remarcando las grietas que posee nuestra economía con vistas a que las aguas de la crisis mundial nos mueva el barco. Pero, a principios de año y en medio del conflicto (casi armado) entre el campo y el gobierno, se escuchaban voces avizorando que nuestra economía se encontraba perfectamente y, era muy posible, que no sufriera daños colaterales cuando nos chocara de frente la turbulencia internacional.

La idea es analizar las debilidades y fortalezas que posee la economía nacional para poder sacar la conclusión más acertada. Por ello, es conveniente empezar por las debilidades y concluir con las fortalezas, pues, así, concluiremos de manera más adecuada.

Debilidades

Desde que los Kirchner, en 2003, amarraron la economía a los dos pilares más esenciales de su modelo, a saber, superávit comercial y fiscal, los argentinos nos sentimos mejor, pues el empleo comenzó a crecer y la desigualdad disminuyó claramente. Es que, tanto el desempleo como la desigualdad, fueron dos de las más grandes ausentes a finales de la década del noventa, repercutiendo en el malestar de la gente que se sentía insegura y con alta incertidumbre a futuro a mediano plazo.

De esta manera, las debilidades más acuciantes que posee la economía nacional son, de acuerdo con voces desde el freezer, las siguientes:

1. La Inflación: a estas alturas se encuentra en niveles excesivamente alta, alrededor de los 30 puntos porcentuales, que perjudica al poder de compra de los ciudadanos, pues, además, los salarios dejarán de crecer y se estancarán o disminuirán. Es que la crisis a golpeado a sendos sectores que han empezado a despedir personal, más por miedo que por necesidad. Aunque, así, es probable que la inflación deje de crecer, pero en estos momentos sigue con la escala del año, ubicándose en niveles altos.

2. Disminución del Precio de los Commodities: esto, se debe a que la crisis afectó a países que demandaban grandes cantidades de nuestros recursos exportables y los especuladores se retiran de este mercado volviendo a invertir en países más seguros. Esta disminución afectará a las cuentas fiscales y externas, reduciendo los superávit y dejando al gobierno con menos margen de maniobras discrecionales.

3. Disminución del Crecimiento Económico: la misma afectará claramente a la recaudación de impuestos y desmejorara las cuentas fiscales, además de que la cantidad de empleo se verá reducida y la incertidumbre de los argentinos volverá a aflorar.

4. Industria: los sectores de la industria nacional vienen sufriendo las consecuencias de la turbulencia, pues han empezado a despedir personal y ven una disminución de sus ventas que les imposibilita invertir (inversión que escatimaban desde siempre). Esto, convergirá aún más en el crecimiento económico frenándolo todavía más.

Ahora, se observa claramente que las debilidades no son para dejar de lado, más precisamente, son desequilibrios que pueden afectar el bienestar de los ciudadanos argentinos. Pero, como contrapartida de estos factores negativos, existen algunos factores positivos que atenúan las consecuencias de la crisis internacional.

Fortalezas

Cuando analizamos las fortalezas, debemos centrarnos en factores que puedan servir de barrera para frenar o amortiguar la turbulencia internacional. Es que el modelo kirchnerista con sus dos pilares esenciales, superávit comercial y fiscal, posee algunos baluartes interesantes. Estos, haciendo eco de varios comentarios, en este caso son voces desde el gobierno, son los siguientes:

1. Nivel de Reservas: éstas, que ascienden a los casi 50.000 millones, es una impresionante fortaleza, aunque no es la muralla China. Por esto, el gobierno puede actuar discrecionalmente por un tiempo necesariamente prudente y de mediano plazo. Éstas, son consecuencia de las actuaciones del gobierno en los superávit y, también, por el crecimiento de los últimos años. Así, el gobierno se permite actuar sobre algunas variables para que las secuelas de la perturbación no sea demasiada profunda.

2. La Baja del Precio del Petróleo y Gas: esto conlleva a que el gobierno deba destinar menos dinero a los subsidios para frenar la inflación, mitigando el impacto de menores ingresos por retenciones por la baja del precio de las materias primas.

3. Menores Importaciones: la disminución de las importaciones por el menor nivel de actividad será un importante factor que mejorará el blindaje por la caída de las exportaciones. Así, el país se beneficiará con respecto al balance comercial, que podrá lograr que no caiga en rojo o, si lo hace, que sea apenas naranja.

4. Aislamiento Externo: con respecto al cierre de endeudamiento externo por la creciente crisis financiera internacional, Argentina se encuentra satisfactoriamente bien. Pues no depende en gran medida, como otros países, de préstamos globales para hacer frente a sus obligaciones de deuda y para financiar sus actividades.

Conclusión

Para finalizar, podemos afirmar que si bien Argentina se encuentra en mejor situación que cuando emergió la crisis de finales de los noventa, pues hay dinero para afrontar una posible recesión de corto plazo, también hay que saber observar que existen algunas variables que, si no se normalizan y se equilibran, pueden arrastrar a la economía nacional a una debacle peor de lo esperado.

Nicolas Pepicelli

walternicolasp@hotmail.com





Modelos de crecimiento

En estas dos últimas décadas, varios países han tenido el mismo modelo de crecimiento, el exceso de liquidez, las bajadas de interés, provocando mas inflación, un exceso de producción, de consumo y de endeudamiento. La teorías de Hayek-Mises indican que después de una euforia económica provocada por el dinero barato se acaba en secesión mundial.



Se ha provocado un crecimiento desmesurado de construcción de viviendas, paralelamente un negocio bancario basado en la colocación de nuevas hipotecas a familias, en EEUU facilitaron el paso del alquiler a compra, los bancos asumieron riesgos por encima de los limites de prudencia,y no fomentaron una banca industrial, las empresas se apalancaron financieramente de forma excesiva y las familias se endeudaron por encima de sus posibilidades.

La primera lección, de sobras conocida, es que un crecimiento basado en una economía especulativa (casi de casino, o economía dopada) tiene fecha de caducidad.

La segunda gran lección, la crisis actual un serio aviso, si seguimos con el mismo sistema sin reformar, tendremos otra crisis de mayor magnitud,


La tercera lección, no sirve de nada anunciar una crisis, varios premios nobeles denunciaban fallas en el mercado y en los gobiernos, obteniendo poca respuesta de los medios de comunicación, que seguían mostrando una economía sin dificultades.

La lógica nos indica que se tocara fondo y se volverá a empezar desde otro nivel mas bajo, el exceso de producción de varios sectores deberá ajustarse con repercusiones muy importantes de paro mundial. En el caso de los bancos se debe intervenir, para evitar entrar en depresión, en los otros casos es mas discutible, porque al final las pymes no tienen acceso a la ayuda......su tamaño no les permite presionar....

La solución para las pymes, es un aumento de su dimensión, con fusiones de empresas, para tener mas estructura de activo, para tener mas posibilidad facilidades de encontrar financiación, mas mercado, mas sinergias y economías de escala. Se deberían incentivar estas agrupaciones a nivel Europeo para poder competir a nivel mundial. La colaboración es la única formula para avanzar (redes de conocimiento, comunidades virtuales, economía social y economía del conocimiento)


Esta crisis financiera, es de mayor magnitud y mayor intensidad (afecta a mas países y población que en el 1929). El New Deal permitió salir de la crisis al aumentar los salarios, pero en el entorno actual de diferencias de salarios tan grandes entre países es otro problema fundamental, la perdida de poder adquisitivo de la clase media.

En esta crisis se debe de tener en cuenta la evolución de los productos financieros, las tensiones de siempre por el control de m,p,, las energéticas, el mayor volumen de operaciones especulativas en el mercado de futuros, pero sobretodo el factor clave, para mi es - La globalización económica --- no regulada---es el factor --mas importante-- en esta crisis, las consecuencias de esta globalización, seguramente ha provocado "la huida hacia adelante" de la economía USA, traspasando con el dólar sus problemas (déficit comercial ,inflación,endeudamiento, tasa de ahorro negativa,etc)... al resto de las economías.

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Este libro: Global Trade and Conflicting National Interests (Lionel Robbins Lectures) (Hardcover) by Ralph E. Gomory (Author), William J. Baumol (Author)

Fue publicado hace unos ocho años, el libro languideció en la oscuridad académica y fue ignorado por los círculos políticos de Washington hasta muy recientemente.

http://books.google.com.ar/books?id=s2DMLV6ptnwC

nos indicaba:

"....los americanos estarán crecientemente expuestos a una presión a la baja sobre sus ingresos y su nivel de vida, por el impacto destructivo de la globalización en la prosperidad americana. Se avecinan enormes pérdidas ?10 millones de empleos- ...."

"....Estados Unidos paga cada vez más por sus importaciones. La producción que en un principio se externalizaba para obtener mano de obra y bienes más baratos, alcanza una proporción cada vez más amplia del ingreso nacional, y los crecientes - déficit comerciales-, literalmente, menguan el crecimiento nacional estadounidense.

----El país consume más de lo que produce----. Pide pesados préstamos a sus socios comerciales, comenzando por China, a fin de poder financiar su “exceso” de consumo“ "Esta política de inversión extranjera puede luego demostrarse muy buena para la empresa transnacional”, escriben. “Pero subsiste la pregunta: ¿es buena para su propio país?” En muchos casos, sí. Si la empresa se instala en países muy pobres y de producción industrial de baja calificación, los americanos obtienen bienes más baratos, el comercio se expande para ambas partes y el resultado es “mutuamente beneficioso”.

---- Pero los socios comerciales entran en ---“zona de conflicto”--- si la nación pobre desarrolla grandes capacidades y asume la producción de bienes más avanzados. Entonces, explican los autores, “los socios recientemente desarrollados llegan a ser perjudiciales para el país más industrializado”. El éxito del interés de la empresa “puede constituir una pérdida real de ingreso nacional para el país originario de la compañía"

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-- Ante este nuevo entorno, se necesitan reformas las instituciones globales, con nuevos pactos, con la reunion de todos los países democraticos.---ver Ubuntu, web reforma instituciones globales

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-La historia se repite, solo cambian los actores-

-Conocer la historia económica es útil para prever parte del futuro-

Crisis Financiera - Reserva Federal

02 de octubre de 2008



EE.UU. cae por argentinización

Por el Lic. Aldo M. Abram

En la Argentina, hemos escuchado a varios funcionarios públicos y economistas hablar de que la crisis muestra el fracaso del modelo de libre mercado y de que el paquete es una solución que muestra un cambio de rumbo. Ninguna de ambas cosas es cierta. Lo que observamos en la potencia del Norte lo podemos definir como el fruto de la «argentinización» de la política económica y monetaria estadounidense. En tanto que el paquete de salvataje es sólo una muestra más de ello.

Dado que el gobierno estadounidense tiene déficit fiscal, para poder absorber los activos «basura» de su sistema financiero deberá tomar fondos en el mercado. De esta forma, presionará al alza de las tasas de interés; pero como, hasta ahora, la Reserva Federal ha decidido que ésta debe permanecer en 2%, deberá proveer los recursos necesarios a través de operaciones de mercado abierto. Es decir, el Banco Central emite dólares para comprar bonos del Tesoro de los EE.UU. y financia al gobierno. Esto debería sonarle conocido a cualquier argentino medianamente informado ya que es una historia repetida en nuestro país y terminará de la misma forma que aquí.



El exceso de oferta de dólares presionará a su baja y, dado que es la unidad de medida de los valores de los bienes y servicios en los EE.UU. y del comercio internacional, pronto la reducción del « metro» se notará en el alza de los precios domésticos y de los bienes comercializables. Por lo tanto, los tenedores de moneda estadounidense ayudarán a los contribuyentes de dicho país a sufragar el salvataje, pagando el impuesto inflacionario, o sea perdiendo poder adquisitivo.

El paquete de absorción de créditos «tóxicos» puede que permita evitar una crisis sistémica en EE.UU., lo que no está mal; aunque no resolverá el problema de fondo. Esta coyuntural «solución» parte del diagnóstico de que un grupo de especuladores se dedicó a prestarle irresponsablemente a gente que quería comprar una vivienda y no calificaba para un crédito. Sin embargo, cuando uno ve lo ocurrido en el mundo, observa que las tasas de riesgo-país de las economías emergentes nunca bajaron tanto como hasta fines de 2006. En tanto, los mercados de activos financieros e inmobiliarios alcanzaron valores récord medidos en dólares en casi todo el planeta. Entonces, parece que en todas partes hubo un incentivo desmesurado a asumir riesgo para ganar un centavo más; lo cual sólo pasa cuando la liquidez abunda y, estos excesos, sólo los pueden generar los bancos centrales. ¿Cómo sucedió?

En el año 2000, la economía de EE.UU. amenazaba con iniciar un proceso de ajuste y se inició un proceso muy «argentino» de acumulación de déficits fiscales extravagantes y de excesos monetarios. En 2001, la Reserva Federal, dirigida por Alan Greenspan, en pos de alentar la demanda interna, empezó a inyectar fuertes dosis de liquidez, bajando su tasa de referencia hasta 1%. Por otro lado, el presidente Bush empieza a desandar el camino de superávit fiscal de la administración Clinton y aumenta la demanda de crédito del Estado; lo que se agravó desde el 11 de setiembre de 2001.



Luego, en 2003, el nivel de actividad comenzó a crecer y el sector privado, también, incrementó su demanda de financiamiento. Ante dichas presiones al alza sobre la tasa de interés de mercado y para evitar que subiera por encima de la que había fijado como referencia, la Reserva Federal respondió comprando, con emisión, bonos del Tesoro de los EE.UU.

El problema es que la gente y el gobierno demandaban crédito para gastar y la Fed les daba dólares, que no necesariamente contaban con una demanda para atesoramiento. Por lo tanto, el exceso de oferta hizo bajar a la moneda estadounidense desde 2002, incentivando la suba de precios doméstica, de los bienes comercializables internacionalmente y de los activos financieros e inmobiliarios.

Incentivos

En mayor o menor medida, esta política monetaria flexible de la Fed fue seguida por otros bancos centrales, por lo que no extraña que las presiones inflacionarias hayan alcanzado, también, a sus unidades monetarias. Tampoco lo es que, en pos de mejorar los menguantes rendimientos, los inversores se vieran incentivados a asumir riesgo, en forma exagerada.

Desde 2004, la Reserva Federal decidió combatir la aceleración de la inflación aumentando muy gradualmente la Federal Fund Rate. Hacia fines de 2005, había un amplio consenso sobre la necesidad de un «aterrizaje suave» o ajuste moderado en 2006.

En mayo de dicho año, luego de nuevos récords en los precios de los activos financieros, empezó a crecer la expectativa de un ajuste y pareció iniciarse un «aterrizaje (excesivamente) suave». Pero la Reserva Federal, con su nuevo presidente Ben Bernanke, decidió detener, en 5,25%, la suba de su tasa de referencia por temor a las señales de debilidad del sector inmobiliario de los EE.UU. y su impacto negativo en la economía. Para agosto, quedó claro que no habría nuevas subas e, incluso, los inversores comenzaron a descontar una baja, lanzándose nuevamente a maximizar ganancias. El «avión» lejos de apuntar la trompa hacia abajo y reducir la velocidad para aproximarse a la pista, siguió acelerando y mirando al cielo.

Hasta junio de 2007, se siguieron batiendo récords de precios y, más que un aterrizaje, parecía un alunizaje. No obstante, todos sabemos que es imposible que un avión alunice y lo que nos trajo a la tierra fue el estallido de la crisis del sector inmobiliario e hipotecario de los EE.UU.

Explotó primero allí porque debía ser el mercado más «inflado», pero los efectos de los excesos afectaban a los valores de todos los bienes y activos internacionales.

Ya no era posible un « aterrizaje suave» porque la Fed obligó al avión a subir demasiado alto. Sin embargo, pudimos haber tenido un aterrizaje algo brusco, pero controlado.

Simplemente, se necesitaba que los bancos centrales del mundo siguieran proveyendo liquidez a los bancos para evitar una crisis del sistema financiero, como lo viene haciendo el Banco Central Europeo. Mientras tanto, convenía dejar que los precios de activos financieros e inmobiliarios ajustaran a la baja y que la economía internacional se desacelerara.

Empero, la Reserva Federal decidió bajar la tasa de interés e incrementar los excedentes de liquidez existentes, respondiendo complacientemente a los ruegos de los inversores, que querían seguir ganando con el alza de los mercados, y de los políticos, deseosos de sostener un crecimiento económico artificial. Desde entonces, se continúa en este rumbo de colisión.

Esta historia también es una vieja conocida de los argentinos y sabemos como termina. Se postergan los costos de los anteriores errores de funcionarios gubernamentales (en general, fiscales) y/o de los bancos centrales (excesos monetarios); pero se potencia el ajuste cuando éste se vuelve inevitable. Ahora estamos en esa etapa y el paquete de salvataje es un paso más. Más allá del « veranito» que su aprobación pueda traer, la Reserva Federal deberá optar por subir sus tasas y evitar que se acelere la inflación, profundizando la recesión que se viene, o seguir con la «fiesta» y meter a EE.UU. en una « estanflación».

El Lic. Aldo Abram es economista de la UBA con un master en economía del CEMA. Es director-socio de Exante SRL y director del CIIMA – ESEADE-

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