Economía

Bienes Sustitutos

Por el lado de la demanda, los bienes sustitutos son aquellos que tienen la capacidad de satisfacer la misma necesidad, aunque sea solo parcialmente. Los bienes sustitutos son aquellos que se pueden usar para un mismo fin.


Ejemplos de bienes sustitutos

  • Coca-Cola y Pepsi.
  • Automóvil, motocicleta, bicicleta y transporte público.
  • Manteca y margarina.
  • Te y café.
  • Bananas y manzanas.
  • Cigarrillos y cigarrillos electrónicos.

Elasticidad Cruzada de Bienes Sustitutos

La elasticidad cruzada es la variación porcentual en la cantidad demanda de un bien, ante una variación en el precio de un bien relacionado. ¿La elasticidad cruzada de los bienes sustitutos es positiva o negativa?


Si sube el precio de la Coca-Cola (+), la demanda de la Pepsi aumentará (+).

Matemáticamente:

e(A,B) = (ΔQA/QA)/(ΔPB/PB)


Donde

ΔQA es la variación en la cantidad consumida de Pepsi.

QA la cantidad consumida de Pepsi

ΔPB es la variación en el precio de la Coca-Cola

PB es el precio de la Coca-Cola

Si ΔPB es positiva, ΔQA también será positiva (y viceversa).

Entonces, la elasticidad cruzada de bienes sustitutos es positiva

Análisis Gráfico

Si Coca-Cola decide aumentar el precio (la curva de oferta de la Coca-Cola se desplaza hacia arriba) , la curva de demanda de la Pepsi se desplaza hacia la derecha.

Bienes Sustitutos perfectos

Los bienes sustitutos perfectos son los que son capaces de satisfacer la misma necesidad del mismo modo. Un consumidor es indiferente entre consumir un bien sustituto perfecto u otro.

Ejemplos de Bienes Sustitutos Perfectos

  • La electricidad que proviene de una usina eléctrica y la electricidad proveniente de otra usina.
  • Commodities con calidad estandarizada como la soja, el trigo, maíz, etc.
  • Bienes muy similares provenientes de distintos proveedores que no tienen diferencias de calidad ni diferenciación de marca, como manteca a granel.

La función de demanda de bienes sustitutos perfectos se define como:

D1 = G / p1 ; D2 = 0 si p1 < p2

D2 = G / p2 ; D1 = 0 si p1 > p2

Donde:

  • D1 : Cantidad Demandada del Bien 1
  • D2 : Cantidad Demandada del Bien 2
  • G : Gasto del Consumidor en ambos bienes

Es decir, el consumidor va a comprar únicamente el bien mas barato.

Función de Utilidad de Bienes Sustitutos Perfectos

La siguiente función de producción representa la utilidad cuando estamos ante bienes sustitutos perfectos:

U = x + y

La curva de indiferencia de los bienes sustitutos perfectos es una linea recta:

Y la tasa marginal de sustitución de los bienes sustitutos perfectos es constante.

Oferta: Bienes Sustitutos en la Producción

Los bienes sustitutos en la producción son aquellos que utilizan los mismos insumos. Un ejemplo hipotético es una fábrica de automóviles que se puede dedicar a producir un modelo de automóviles u otro. Un productor puede producir uno en lugar del otro.

Ejemplos de bienes sustitutos en la producción

- Un agricultor puede producir soja o maíz.

- Una fábrica de automóviles puede producir un modelo de auto, o camionetas.

- Una fábrica textil puede producir ropa de hombre o de mujer

- Una noche en un estadio se puede usar para un concierto o un partido de fútbol

Un productor de bienes sustitutos en la producción tiene la capacidad de cambiar la producción de un bien a otro de acuerdo a los cambios en los precios de los mismos o la disponibilidad y el precio de los insumos.

Elasticidad Cruzada de Bienes Sustitutos en la Producción

Si A y B son bienes sustitutos en la producción, y el precio de A aumenta, la cantidad producida de A usualmente aumentará, mientras que la cantidad producida de B disminuirá. Es decir, se trasladarán insumos de la producción de B a la producción de A.

Si aumenta el precio de la soja, muchos agricultores decidirán sembrar soja en lugar de maíz, entonces la cantidad producida de soja aumentará y la cantidad producida de maíz disminuirá.

La elasticidad cruzada en la producción se define como la variación porcentual en la cantidad producida de un bien, ante la variación porcentual en el precio de otro bien.

Si dos bienes son sustitutos en la producción, cuando aumente el precio de uno (+), disminuirá la cantidad producida del otro (-). Entonces, la elasticidad cruzada de 2 bienes sustitutos en la producción es negativa.

Análisis Gráfico de Bienes sustitutos en la producción

Si aumenta la demanda de camionetas, aumenta su precio y su cantidad producida. Como consecuencia, la oferta de automóviles se desplaza hacia la izquierda, disminuye la cantidad producida y aumenta su precio.

Determinantes de la Elasticidad

Determinantes de la Elasticidad Precio de la Demanda



Los determinantes de la elasticidad precio de la demanda son los siguientes:

  • Sección de la demanda donde se encuentre el mercado:


Usualmente, mientras mas alto el precio, mayor la elasticidad. En el siguiente gráfico, podemos ver porqué:



Supongamos por un momento que la función de demanda es lineal. Cuando el precio es elevado (punto A), la cantidad es pequeña. Ante un aumento del precio, la variación porcentual de la cantidad será relativamente grande.

Cuando el precio es bajo (punto B), la cantidad es elevada. Ante un aumento del precio, la variación porcentual de la cantidad será relativamente pequeña.

  • Disponibilidad de sustitutos cercanos:

Cuando un producto tiene mas sustitutos, mayor es la elasticidad, porque al consumidor le es mas fácil adquirir un producto alternativo. Por ejemplo, si en un estante de un supermercado hay dos marcas de cerveza de similar calidad, y el precio de la cerveza marca "A" aumenta, mientras que el precio de la cerveza marca "B" se mantiene, habrá muchos consumidores que dejarán de consumir "A" y consumirán "B". Si el supermercado sólo vende la cerveza marca "A" (es decir, hay menor disponibilidad de sustitutos cercanos), los consumidores que dejarán de consumir "A" serán relativamente menos.

  • Participación del gasto en el bien en el presupuesto del consumidor:

Un bien que tiene una alta participación en el presupuesto tendrá una elasticidad elevada. La sal es un producto que tiene una participación muy baja en el presupuesto de los consumidores. Por esto, si el precio de la sal aumenta por ejemplo un 5%, muchos consumidores serán indiferentes y seguirán consumiendo la misma cantidad de sal. Un automóvil, en cambio, tiene una alta participación en el presupuesto del consumidor. Su elasticidad precio será mayor.

  • Período de tiempo :

A medida que pasa el tiempo, los consumidores tienen mas posibilidades de ajustar sus hábitos de consumo. Entonces, a medida que pasa el tiempo, la elasticidad va aumentando. Si aumenta el precio de la gasolina, en el corto plazo su elasticidad será baja, porque la cantidad consumida no variará mucho. A medida que pasa el tiempo, los consumidores podrán ajustar sus hábitos: algunos comprarán automóviles que sean mas eficientes, otros comenzarán a utilizar la bicicleta, otros utilizarán el transporte público, otros compartirán el auto, etc.

Determinantes de la elasticidad de oferta

La elasticidad de la oferta depende de:

  • La complejidad de la producción:

Cuando la tecnología de producción es simple, la oferta responde rápidamente a cambios en el precio y la elasticidad es mas alta que cuando la tecnología es compleja y difícil de replicar. La producción de telas usa tecnología simple, por lo tanto su elasticidad oferta es alta. La producción de robots es compleja, su elasticidad precio es menor.

  • Disponibilidad de materias primas

Si la producción requiere materias primas que están fácilmente disponibles, la elasticidad será mayor que cuando la producción requiere insumos que son difíciles de conseguir. Por ejemplo, aumentar la producción de sal para el consumo es mas fácil que aumentar la producción de oro, porque la sal es mas disponible que el oro.

  • Movilidad de los factores

Cuando conseguir factores adicionales de producción es fácil, la elasticidad de producción será mayor. Si una región tiene una alta desocupación y la producción requiere muchos trabajadores sin calificación, la elasticidad de producción será mayor si comparamos una situación en la que la que la producción se encuentra en una región con pleno empleo y requiere muchos trabajadores calificados que no están disponibles.

  • Período de tiempo

En el largo plazo, las empresas tienen mas tiempo para ajustar los factores de producción, invertir en nuevas plantas, contratar mas empleados, buscar mas información, etc. Además, al ser los productores adversos al riesgo, estarán mas dispuestos a hacer ajustes en la cantidad producida cuando están seguros que la variación en el precio se mantendrá en el tiempo. Ante una variación en el corto plazo, algunos productores decidirán posponer el ajuste en la cantidad hasta estar seguros de que la variación se mantendrá en el tiempo.



Elasticidad Arco

La elasticidad arco mide el grado de respuesta de una variable calculada entre dos puntos de una función. La elasticidad precio de la demanda se define como la variación porcentual de la cantidad demandada ante la variación porcentual en el precio.



Para calcular la elasticidad arco, se toma como referencia un punto medio entre el precio inicial y el precio final.



Cálculo de la Elasticidad Arco

Ejemplo



Supongamos que:

  • El precio subió de 10 a 12
  • La cantidad disminuyó de 100 a 90

La fómula general de la elasticidad es:

(ΔQ/Q)/(ΔP/P)

En el caso de la elasticidad arco, tomamos el punto medio como referencia:

ΔQ = -10

ΔP = 2

Q = 95 (el promedio entre 100 y 90)

P = 11 (el promedio entre 10 y 12)

Entonces:

(ΔQ/Q)/(ΔP/P) = (-10/95) / (2/11) = 0.579

Gráficamente



Elasticidad

La elasticidad es un concepto muy importante en microeconomía, que tiene aplicaciones en las empresas y el gobierno.



La elasticidad se define como la variación porcentual de una variable (la cantidad demandada o ofrecida); cuando cambia otra variable (el precio de un bien, el ingreso de los consumidores, etc). Es decir, que la elasticidad mide el grado de respuesta de una variable.



Por ejemplo, si ante un aumento del precio del 10%, la cantidad consumida disminuye un 5%, la elasticidad es -0.5.

En economía, la variable cuyo grado de respuesta se mide puede ser la cantidad demanda o la cantidad ofrecida. Si se está midiendo la elasticidad de la cantidad demandada, la elasticidad se denomina elasticidad de la demanda; y si se está midiendo el grado de respuesta de la cantidad ofrecida, la elasticidad se denomina elasticidad de la oferta.



Ahora bien, las cantidades demandadas y ofrecidas pueden variar ante diversos factores.

En el caso de la demanda, los factores mas importantes son:

  • el precio del bien en cuestión.
  • el precio de bienes relacionados, como bienes complementarios o sustitutos
  • el ingreso de los consumidores
  • el gasto en publicidad que se haya realizado

En el caso de la oferta, los factores que mas influyen en la cantidad ofrecida son:

  • el precio del bien en cuestión.
  • el precio de bienes relacionados en la producción, como los bienes sustitutos o complementarios en la producción.

Si estamos analizando el cambio en la cantidad demanda ante un cambio en el precio del bien cuya cantidad estamos observando, la elasticidad se denomina "elasticidad precio de la demanda". Entonces, tenemos los siguientes tipos de elasticidades de acuerdo a las variables analizadas:

Demanda:

  • Elasticidad precio de la demanda
  • Elasticidad cruzada de la demanda (bienes relacionados).
  • Elasticidad ingreso de la demanda (ingreso de los consumidores)
  • Elasticidad a la publicidad (gasto en publicidad)

Oferta:

  • Elasticidad precio de la oferta
  • Elasticidad cruzada de la oferta

Gráficamente:



La Importancia de Monsanto y la Soja

El mercado



La producción de alimentos es de fundamental importancia para las economías de los países. La tecnología del sector ha avanzado rápidamente en los últimos años. Se trata de un sector que ha incorporado grandes avances tecnológicos y que ha aumentado su productividad enormemente. La tecnología utilizada es compleja.

El cultivo de soja es la actividad económica mas importante del sector agropecuario argentino. La producción se realiza principalmente utilizando semillas modificadas genéticamente. El mercado de este tipo de semillas está dominado por Monsanto.

Monsanto



Monsanto es una empresa multinacional estadounidense. Sus principales fuentes de ingresos son la venta de semillas convencionales y genéticamente modificadas, la venta de licencias para producir semillas genéticamente modificadas y el cobro de licencias por el uso de la tecnología genética y la venta de agroquímicos, principalmente Roundup.

Se trata una empresa controversial por el gran poder de mercado que ha alcanzado, el impacto que han tenido sus productos en el medio ambiente y su forma de influir en las agencias gubernamentales.

Monsanto opera fuertemente en Argentina. El cultivo de soja transgénica se aprobó en 1996. A partir de ese momento, el área cultivada con soja aumentó fuertemente año a año. La soja reemplazó a otros cultivos como trigo y maíz en grandes áreas cultivables, lo que afectó a la diversidad de la agricultura, además de tener un impacto ecológico y poner en riesgo la sustentabilidad del sector. En diversas regiones, grandes superficies de bosque nativo fueron y son eliminadas como consecuencia de la expansión de la frontera productiva de la agricultura.


Roundup es el nombre comercial de un herbicida producido por Monsanto. Roundup pertenece a una familia de herbicidas basados en el Glifosato. Este tipo de herbicidas son los mas aplicados actualmente. Roundup inhibe la producción de una encima, llamada EPSP, que la mayor parte de las plantas necesitan para crecer. Luego de la aplicación de Roundup, las plantas se ponen amarillentas y mueren.

Las semillas modificadas genéticamente, como la soja “Roundup Ready”, producen una enzima alternativa a la EPSP, que cumple la misma función, pero que no se ve afectada por el Glifosato.

Monsanto fue pionera en el desarrollo y patentamiento de esta tecnología; logrando un gran poder de mercado a nivel mundial. La empresa cuenta con mas de 1600 patentes de biotecnología a nivel mundial. La tecnología llamada "Roundup Ready" o simplemente RR, fue adoptada muy rápidamente desde su creación. La primer soja RR fue producida en el año 1996 y el crecimiento de su tasa de utilización ha sido explosivo. Monsanto no solo tiene esta ventaja tecnológica, sino que también tiene capacidad a nivel de comercialización y de negociación con los gobiernos y diferentes entidades agropecuarias.

El mercado en Argentina

En Argentina, el mercado de semillas está muy concentrado y sus principales actores son empresas multinacionales. 3 empresas tienen casi el 50% del mercado: Monsanto, Dupont y Syngenta. Debido a las características del mercado, la concentración es un fenómeno que se observa en muchos países a nivel mundial. El desarrollo y aprobación de una nueva variedad modificada genéticamente, usualmente implica una inversión de mas de 100 mil millones de dólares. Teniendo en cuenta que se trata del mercado de alimentos, no es un fenómeno que deba ser tomado a la ligera. Otros actores importantes en el mercado de tecnología genética y de agroquímicos a nivel mundial son Dow, Basf y Bayer.

Monsanto está lanzando periódicamente nuevas variedades de semillas, que incorporan nuevas innovaciones tecnológicas. Una de las últimas variedades de semillas lanzadas al mercado se denomina "Intacta". Las semillas con esta tecnología incorporan, además de la capacidad de ser tolerantes al Glifosato, un gen que permite a la planta "protegerse a sí misma” de insectos, permitiendo que el agricultor use menos agroquímicos (1). La tecnología Intacta RR2 Pro fue autorizada en Argentina en agosto de 2012.

Sucede que muchos productores, en particular de provincias del norte del país, comenzaron a usar semillas que obtenían de plantas cultivadas anteriormente. Es decir, para el primer cultivo, compraban las semillas, pero luego obtenían las semillas de las plantas.

Por sus características biológicas, la soja es una especie en la que predomina la autofecundación y que conserva casi intacta su información genética de generación en generación. Cabe mencionar que la tecnología que permite producir semillas que darán lugar a plantas que eviten la "multiplicación de semillas autofecundadas" está disponible pero no es aplicada en la actualidad. Sin embargo, empresas como Monsanto están buscando desarrollar plantas que permitan la autofecundación pero no conserven ciertas modificaciones genéticas de generación a generación.

La legislación con respecto al uso de semillas

En Argentina, el uso de las semillas está regulado principalmente por dos leyes: la Ley de Semillas y la Ley de Patentes. La constitución genética de la variedad vegetal está regulada por la Ley de Semillas, mientras que la Ley de Patentes regula las incorporaciones transgenéticas que otorgan características adicionales a la constitución genética de la variedad vegetal, como la resistencia al Glifosato. Es decir que la soja transgénica es una nueva construcción genética que se regula por ambas leyes.

La Ley de Semillas, permite que el agricultor resiembre su cosecha, sin pagar ningún concepto adicional a quién le vendió las semillas (excepción del agricultor). También permite que quienes se dedican a mejorar las semillas mediante métodos no transgénicos, como los fitomejoradores, puedan usar las semillas de cualquier variedad comercial como fuente para producir sus propias semillas (excepción del fitomejorador).

Sin embargo, la Ley de Patentes no prevé las excepciones del agricultor ni la del fitomejorador, por lo tanto, el propietario de la patente de una variedad semilla con elementos genéticos incorporados por el hombre, puede impedir su uso por parte de un tercero (3).

Monsanto ejerció el poder de policía

Desde fines de 2014, Monsanto incorporó cláusulas al contrato que firman los productores, que permite que fiscalizadores de la empresa ingresen a los campos para verificar el origen genético y vender la cosecha únicamente a exportadores o acopiadores autorizados por Monsanto.

Monsanto también acordó con exportadores y acopiadores, para que controlen los granos y cobren un canon al productor que no pueda demostrar que pagó las regalías. Por ejemplo, si utilizó semillas por resiembra. Los exportadores comenzaron a controlar los granos desde 2015. Se cobraba 15 dólares la tonelada.

Monsanto logró que empresas exportadoras pidan documentación donde se indique que se han pagado las regalías por el uso de la tecnología; y cuando no se disponga de la documentación, que se pueda realizar una inspección para detectar rastros del uso de la tecnología Intacta. Esto se denominó como la "Cláusula Monsanto". Este hecho desató una disputa entre las cámaras que agrupan a los agricultores y Monsanto.

Para terminar con la polémica desatada, en Abril de 2016, el ministro de agricultura emitió un boletín oficial en el que se indica que cualquier inspección necesita autorización previa. (4)

DISPONESE QUE TODO SISTEMA, PROCEDIMIENTO O METODO DE CONTROL, MUESTREO Y/O ANALISIS QUE SE UTILICE EN EL COMERCIO DE GRANOS PARA PESAR, MEDIR, MEJORAR, CONSERVAR Y ANALIZAR LOS MISMOS, DEBERA CONTAR PARA SU IMPLEMENTACION, CON LA PREVIA AUTORIZACION DEL MINISTERIO DE AGROINDUSTRIA.

Es decir, que las empresas exportadoras pierden la facultad "otorgada por Monsanto" de controlar los rastros genéticos de las semillas.

Problemas de fondo en el sector

A modo de conclusión, hay que reconocer que existen varios problemas de fondo:

- Una legislación desactualizada que no está al tanto de los recientes avances tecnológicos.

- Una incapacidad del estado para fiscalizar y controlar las semillas y las cosechas. Esto permite que mejoradores locales utilicen ilegalmente semillas transgénicas para obtener nuevas variedades.

- Una falta de acción o de iniciativas por parte de entidades gubernamentales que podrían servir a los agricultores locales y lograr una menor concentración del mercado, como el desarrollo de semillas de uso libre para los agricultores y mejoradores.

(1) http://www.monsanto.com/products/pages/intacta-rr2-pro-soybeans.aspx

(2) http://www.inase.gov.ar/consultaGestion/gestiones Catálogo nacional de cultivares

(3) http://www.abogados.com.ar/las-semillas-y-su-propiedad-intelectual/17607

(4) http://www.infoleg.gob.ar/infolegInternet/anexos/260000-264999/260395/norma.htm

Subsidios en Argentina

Las distorsiones que existen en la Argentina en el andamiaje económico, tributario, financiero y administrativo luego de más de 70 años de populismo en sus diversas variantes son inmensas. Intentar comenzar a corregirlas es un trabajo ímprobo, inconmensurable. Porque siendo como es la economía una ciencia social, las reacciones que pueden esperarse de parte de productores o consumidores de bienes y servicios, son muchas veces imprevisibles.


Trataremos de analizar aquí breve y exclusivamente del problema de la energía eléctrica, y muy en particular de las medidas anunciadas por el ministro del área energética hace algunas horas.




Más allá de las dificultades oratorias del ministro y del entramado increíblemente denso y burocrático de la normativa, cabe antes que nada hacer algunas reflexiones generales

Ningún sistema que implique subsidios, que hoy eufemísticamente se denominan “tarifas sociales”, puede ser establecido PARA SIEMPRE.

Debe apuntarse siempre a corregir las causas que dan o dieron lugar a la necesidad de subsidiar, para salir de esta clase de esquemas que generan dependencia política y hasta humillación.

Además, cualquier formato de subsidio que fuera necesario debe aplicarse caso por caso, mediante relevamientos de campo, y no a través de parámetros generalizados como los que la nueva normativa ha establecido (dos sueldos mínimos, monotributistas sociales, autos con más de 15 años y cosas por el estilo). Es necesario tomarse el trabajo de ir casa por casa, como en un censo, y relevar la situación de todas las zonas afectadas, que esencialmente comprenden en este caso el conglomerado urbano de Buenos Aires y sus alrededores, ya que en el Interior muchos de estos subsidios directamente no existen, lo cual de paso sea dicho constituye una inequidad insólita ¿En el Interior la gente necesita menos los subsidios, o en Buenos Aires no se necesitan tanto? Estamos en el mismo país ¿no?

También hay que considerar que la generalizada idea de que quien más consume debe pagar más que proporcionalmente atenta contra la ley de oferta y demanda y castiga al que más gasta para cubrir de ese modo y favorecer al que está subsidiado, el que a su vez consume más porque en definitiva le sale más barato.

Es como si dijéramos que vamos al quiosco a comprar un paquete de pastillas que cuesta 10 pesos, pero como nos vamos de viaje pedimos una caja de 100 paquetes, y entonces el quiosquero nos cobre a razón de 15 pesos el paquete porque consumimos mucho, en lugar de por ejemplo hacernos un descuento por cantidad.

En la Argentina existen más de 18 millones de personas que reciben alguna forma de subsidio directo, es decir, prácticamente la mitad de la población. ¿Por qué ocurre esto?, son preguntas que deben formularse.

Ocurre porque toda esa gente (dejando de lado distorsiones y subsidios inútiles a gente que puede pagar pero que fue incluida en sistemas subsidiados por fallas gravísimas en la instauración de tales sistemas), gana poco dinero. ¿Y por qué gana poco dinero? Porque la productividad es muy baja, esencialmente. Y por qué razón es muy baja la productividad? Porque no hay inversiones o producción suficiente. Y por qué razón: porque todos los sistemas vigentes hasta hace muy poco de controles de precios, cepo cambiario, cierre de exportaciones, limitaciones de importaciones de insumos, arbitrariedades de funcionarios sobre márgenes de utilidad, prohibiciones de girar dividendos, confiscaciones de empresas (como Repsol) y AFJP, apropiación de las reservas del Banco Central y un sinfín de etcéteras llevan a que nadie quiera arriesgarse a invertir en el país. Si alguien invierte para que luego los gobernantes le fijen precios, cupos, topes, márgenes, salarios, y todo lo demás, realmente no parece ser una buena decisión hacerlo.

Que tanta gente deba ser subsidiada de alguna forma, no es un éxito, es un fracaso. Y que deba serlo sine die, no es terminar con la pobreza, sino anquilosarla.

Volvamos a la energía eléctrica. Durante varios años las tarifas en la Capital y alrededores fueron congeladas por razones políticas. Varias veces se intentó corregir en parte este verdadero dislate mediante la supresión de subsidios en determinados barrios, como queda dicho, o el “renunciamiento” de quienes quisieran. También se iban a enviar formularios a los domicilios para que la gente expresara si necesitaba seguir siendo subsidiada y los motivos por los cuales consideraba que fuera así.

Todos sabemos en qué quedó todo esto. En prácticamente nada.

Pero es importante tener en cuenta que el gobierno anterior tenía plena conciencia del problema. Y lo mismo ocurría con el gas domiciliario, donde se aplicaron normas que hicieron subir tarifas hasta un 500% durante 2015 si no se ahorraba hasta un 20% del consumo del año anterior.

Al país le falta un programa integral sobre los aspectos que mencionamos al comienzo (economía, finanzas, impuestos, administración de la cosa pública) y todo esto debe ser atacado, definido, consensuado.

Salir con un programa de subsidios selectivos sobre bases de datos frías metidas en sistemas computadorizados oficiales no es una buena elección. Y mucho menos producir incrementos tarifarios casi sobrenaturales. Somos conscientes de que las tarifas son ridículas, pero tampoco podemos pasarnos al otro lado de un día para el otro.

Viene a nuestra mente aquella vieja ley de los años 40 o 50 por la cual el régimen peronista congeló todos los alquileres y prohibió los desalojos provocando el verdadero desastre inmobiliario que provocó. Esa le duró más de 30 años y había gente que directamente regalaba sus propiedades a los inquilinos porque debía pagar más impuestos por ellas que lo que percibían de alquiler. De ese esquema perverso se salió en los años 70 mediante el recurso de ir pasando a valores de mercado porcentajes de los alquileres en períodos trimestrales o semestrales. Luego hubo otras intervenciones en ese mercado en los años 80 y hoy hay problemas también especialmente por la inflación, pero el problema madre, el desastre original, fue corregido.

Acá estamos en la misma. Uno oye en la radio infinidad de situaciones. Gente que alquila o que no tiene el recibo de la luz a su nombre. Gente que vive sola o trabaja todo el día y consume poca energía pero no es que no pueda pagarla. Gente que recibe visitas de familiares en determinadas épocas del año y por lo tanto su consumo se incrementa y salta a la escala siguiente. Y así siguiendo.

Por eso es que consideramos que estas cuestiones, en tren de aplicarse, deben hacerse mediante un trabajo de campo. Un censo. Caso por caso.

A esto debe agregarse un cierto gradualismo. Y también la certeza de que el esquema irá siendo abandonado en el tiempo, como en el ejemplo citado de los alquileres.

Porque acá se planteó un verdadero galimatías que ha dado lugar a infinidad de comentarios y análisis que no van, en absoluto, al fondo de la cuestión.

Que nuestro amable lector se tome el trabajo de ver, por ejemplo, la cantidad de tributos que incluye una factura de luz, y que NO SE HAN TOCADO. Hay provincias y municipios que hasta “tasa de ambulancias” incluyen. Claro, es fácil cobrar impuestos en una factura de luz, porque nadie deja de pagar por miedo a que le corten el servicio.

Pongamos a continuación un ejemplo, de una persona que vive en el GBA y tiene el servicio de Edenor.

Impuestos, tasas y otras yerbas francamente inexplicables:

  • Impuesto al valor agregado
  • Contribución municipal
  • Contribución provincial
  • Impuesto Pcia. De Bs.As. leyes 7290/67 y 8016/73
  • Fondo Pcia de Bs.As. ley 9038
  • Fondo Pcia de Santa Cruz (¡!) ley 23681
  • Cargo Res SE 745/05 estabilizado
  • A cuenta ajuste anual FEP

Por supuesto que como contracara de esto, figura el subsidio al consumo, que en el ejemplo transcripto es prácticamente las ¾ partes del consumo total, lo cual hace que una factura bimestral para un departamento en una zona residencial pague en total $58,48. Menos de 30 pesos por mes. Un verdadero absurdo.

Pero hay que tener en cuenta que las personas se acostumbran a pagar cifras ridículas y destinan parte de sus ingresos a otras actividades. Revertir esto y de golpe multiplicar esta factura por 5 o 6 va a originar conflictos. Sobre todo si por otra parte otros consumos también sufrirán aumentos.

Y finalmente un parrafito para lo “social”. “Social” es todo, o debería serlo. De tal manera que quien no puede pagar la tarifa plena de luz, se supone que tampoco puede pagar el precio completo de una gaseosa, de un quilo de pan, de un par de zapatillas o de lo que sea. Caemos entonces en la entelequia de que todo debe ser “social”, que es un poco lo que buscaba el gobierno anterior con sus planes “para todos” (carne, cerdo, pescado, milanesas…) que por supuesto fueron un reverendo fiasco. Como aquello de enviar al planeta entero a comprar al Mercado Central porque es más barato.

Ahora bien, si pretendemos que TODO tenga una “tarifa social”, que todo sea barato, que la ganancia sea baja, o que directamente no se gane dinero ¿cómo haremos para que lleguen inversiones y den trabajo digno a la gente? Esta pregunta jamás la ha respondido el populismo, ni en la Argentina ni en el mundo entero. Por eso países como Venezuela que nadan en petróleo están sumidos en la miseria en la que están.

Como decimos al principio, intentamos no desviarnos del problema central que nos ocupa que es el esquema tarifario de la energía eléctrica. Lo hicimos tanto como pudimos, porque a veces los ejemplos deben tomarse de otros rubros.

Lo cierto es que sólo es posible ordenar la economía si son tomados en cuenta todos los aspectos, y especialmente si no se castiga el éxito.

Todos los planes promocionales, todas las “cajitas felices” apuntan siempre a reducciones de impuestos o de cargas sociales; eso y confesar que tanto los impuestos como las cargas sociales son carísimas, es lo mismo. Ponerse las pilas y encarar un plan integral es lo urgente.

Esto que se ha hecho es un parche de consecuencias imprevisibles, y que posiblemente obligue a aplicar correcciones y a dar marcha atrás en una buena medida, como ya ocurriera durante el gobierno de Néstor y de Cristina Kirchner.

Buenos Aires, 30 de enero de 2016

HÉCTOR BLAS TRILLO

La Corte declara inconstitucional deducción a provincias: Otra pesada herencia kirchnerista

El gobierno de Cristina Fernández fue criticado por los gobernadores de Córdoba, Santa Fe y San Luis, por retener ilegalmente fondos coparticipables que correspondían a provincias gobernadas por partidos no kirchneristas. Luego de largos reclamos de discriminación en contra de provincias que no se alinearon con sus intereses políticos, la corte suprema falló a favor de las provincias, obligando al Estado Nacional a dejar de retener esos fondos y a devolver lo que le viene reteniendo desde el año 2006.


El Pacto Fiscal

En 1992 se pactó, entre el Estado Nacional y las provincias, un acuerdo mediante el cual el Estado Nacional quedaba autorizado a retener un 15% de la masa de impuestos coparticipables para atender el pago de las obligaciones provisionales nacionales. Este pacto, denominado "pacto fiscal" fue prorrogado sucesivamente mediante acuerdos entre el Estado Nacional y las provincias.

se acuerda:


PRIMERA: A partir del 1ro. de Setiembre de 1992, el Estado Nacional queda autorizado a retener un 15 % (quince por ciento), con mas una suma fija de $ 43.800.000 mensual, de la masa de impuestos coparticipables [...]

para los siguientes destinos:


a) El 15 % (quince por ciento) para atender el pago de las obligaciones provisionales nacionales y otros gastos operativos que resulten necesarios.[...]

Ley Nº 24.130 - Sancionada Septiembre 2 de 1992. - Ratificase el "Acuerdo entre el Gobierno nacional y los gobiernos provinciales", suscripto el 12 de agosto de 1992.



El Estado Nacional extiende el pacto unilateralmente

Sin embargo, las provincias no refrendaron el pacto. A pesar de esto, el Estado Nacional extendió el plazo de forma unilateral a partir del 1 de enero de 2006, mediante el dictado de la ley 26.078, cuyo artículo 76 fue declarado inconstitucional por la Corte Suprema el 24 de Noviembre de 2015.

ARTICULO 76. — Prorrógase durante la vigencia de los impuestos respectivos, o hasta la sanción de la Ley de Coparticipación Federal que establece el artículo 75 inciso 2 de la Constitución Nacional, lo que ocurra primero, la distribución del producido de los tributos prevista en las Leyes Nos. 24.977, 25.067 y sus modificatorias [...]Ley 26.078 - Sancionada: Diciembre 22 de 2005


La posición kirchnerista se declara inconstitucional

En 2015, la corte suprema falló en contra del Estado Nacional y de la posición del gobierno kirchnerista, en pleitos iniciados por:

- Córdoba

- Santa Fe

- San Luis

Por la detracción de recursos coparticipables.

El fallo ordena a la nación a dejar de quedarse con el 15% de la coparticipación federal de esas tres provincias, que era utilizado para financiar la ANSES. Además, el Estado Nacional deberá devolver a las provincias todo lo que les retuvo desde el 1 de enero de 2006 mas los intereses que correspondan.

También se declaró inconstitucional la deducción de recursos del 1.9% de la recaudación de los tributos y recursos aduaneros a cargo de la AFIP. El tribunal declaró que esos fondos eran coparticipables.

El Estado Nacional deberá devolver a las provincias lo que les retuvo

En 2016, los montos estimados adicionales que recibirán cada una de las provincias serán:

- Córdoba: $6200 millones

- Santa Fe: $6000 millones

- San Luis: $1600 millones

Los montos retenidos por el Estado Nacional bajo el gobierno kirchnerista a las mencionadas provincias desde el año 2006 son, a valores históricos:

- Córdoba: $ 19.800 millones

- Santa Fe: $19.900 millones

- San Luis: $5.000 millones.

Estos montos deben ser actualizados a valores actuales.

San Luis inició los reclamos legales en el año 2008, Santa Fe lo hizo en el año 2009 y Córdoba lo hizo en el año 2013.

Esta sentencia sienta una importante jurisprudencia en materia de coparticipación federal. Con esta sentencia, probablemente mas provincias, como Mendoza, inicien reclamos legales contra el gobierno nacional para que les devuelvan lo retenido inconstitucionalmente.

Consecuencias para los jubilados nacionales

Desde diciembre, el gobierno nacional contará con 80 millones menos, que deberá transferir mensualmente a las provincias que ganaron los juicios. Además de tener que devolver los fondos que el Estado Nacional les retuvo durante años.

La corte dio un plazo de 120 días para que se acuerde cómo se van a devolver esos fondos a las provincias. Estimamos que pueden pasar años para que las provincias recuperen los fondos que el gobierno kirchnerista les retuvo. En el corto plazo, es mas importante el flujo de fondos adicional que van a recibir las provincias y la desfinanciación de la ANSES, que es el organismo encargado de administrar las jubilaciones nacionales.

El Banco Central de Argentina vende Enorme Cantidad de Contratos a Futuro

20 de Noviembre de 2015


El Banco Central de Argentina (BCRA) vendió una enorme cantidad de contratos de dólar futuro a un precio mas bajo que el precio del mercado. El valor de mercado se estima de los contratos realizados donde el Banco Central no opera. Mientras el Banco Central vendía contratos a $10.60, inversores podían vender contratos a futuro a un precio cercano a $15 en Nueva York (1).

¿Qué es un contrato a futuro?

Para entender rápidamente de qué se tratan los contratos a futuro, veamos rápidamente y en forma simplificada cómo funcionan los contratos a futuro: El vendedor y comprador acuerdan un precio (en pesos argentinos) y una fecha para un bien transable (en este caso el dólar). A la fecha pactada, si el tipo de cambio es mas alto que el pactado, el vendedor le paga una diferencia al comprador.


El BCRA vende contratos

En este caso, la mayoría de los contratos los vendió el Banco Central, que baja los precios del dólar mientras puede. La mayoría de los privados no ofrece un dólar a ese precio porque cree que perdería dinero o bien no está dispuesto a correr el riesgo. Si el tipo de cambio al 31 de Marzo es superior a 10.60, el Banco Central le pagaría la diferencia a los compradores.

Consecuencias



Si durante los primeros meses del año que viene, el dólar está por encima del precio de los contratos a futuro vendidos por el banco central, el BCRA debería pagar la diferencia. Si bien el Banco Central pagaría en pesos, porque son contratos del tipo non-delivery, está claro que estos pesos inyectados en el mercado crearían una presión inflacionaria y cambiaria adicional a la economía argentina, que debería soportar la población aunque haya un nuevo gobierno. Actualmente, el Banco Central tiene relativamente bajas reservas, lo que implica que hay menor capacidad para poder intervenir. Se critica al kirchnerista Vanoli (actual presidente del Banco Central) por hacer que esta riesgosa jugada, en caso de que el dolar sea mas alto que lo que dicen los contratos, la pague la población bajo un nuevo gobierno.

Se estima que los contratos vendidos por el Banco Central, bajo la dirección de Vanoli, son de 12 mil millones de dólares. Si bien maniobras similares fueron hechas por el Banco Central en el pasado, la diferencia principal está en la enorme magnitud de la operatoria.

Allanamiento e Incendio

Se trata de una exposición al riesgo sin precedentes, que llevó al juez Bonadío a allanar el Banco Central. Sospechosamente, en los últimos días acudió una dotación de bomberos al Banco Central por un incendio en el piso donde tiene su despacho Vanoli (3).

¿Quienes compran contratos?

Muchos agentes económicos están aprovechando la jugada de Vanoli para comprar dólar futuro a precio mas barato que el del mercado y obtener grandes beneficios. No solo bancos e inversoras financieras están comprando contratos, sino también individuos que conocen de la operatoria.

Actualización 26 de Febrero de 2016

El dólar cotiza a $15,60. Quienes compraron los contratos emitidos por Vanoli, aun dólar promedio de $10.50, están obteniendo enormes beneficios.

En lo que va del 2016, el cumplimiento de los contratos a Futuro emitidos por Vanoli bajo la gestión de Kicillof, le costó al Banco Central mas de $40.000 millones. La emisión para sostener estos contratos tiene un fuerte impacto negativo en la economía argentina.

El juez Bonadio citó a indagatoria a Cristina Kirchner, Axel Kichillof y a Alejandro Vanoli, entre otros funcionarios del último gobierno kirchnerista; por el presunto delito de "defraudación contra la administración pública".

Un informe de la Gerencia Administrativa Judicial del BCRA, indica que "el BCRA registró una pérdida de 1.552 millones de pesos, mientras que por los contratos que se encontraban activos (enero a junio 2016) se registró un saldo negativo de 27.724 millones de pesos”

“Todas estas pérdidas en contratos de futuros de dólar que debe honrar el BCRA se producen por las posiciones abiertas por la entidad entre septiembre y noviembre del año 2015, que alcanzaron aproximadamente a 17.000 millones de dólares estadounidenses”

Referencias

(1) http://www.cronista.com/finanzasmercados/Giro-en-Wall-Street-contratos-a-futuro-preven-un-dolar-de--156-para-enero-20151109-0041.html

(2) http://www.lanacion.com.ar/1841491-denuncian-penalmente-a-vanoli-por-la-venta-de-dolares-a-futuro

(3) http://www.clarin.com/politica/Incendio-Banco_Central-Vanoli_0_1470453284.html

European Union welcomes new 2030 United Nations Agenda for Sustainable Development

European Union welcomes new 2030 United Nations Agenda for Sustainable Development


TEAM EUROPE Juan Antonio Falcon Blasco

The 2030 Agenda, a universal framework for all countries to help eradicate poverty and achieve sustainable development by 2030, includes an ambitious set of 17 Sustainable Development Goals which was adopted at a special UN Summit on 25 September 2015.

The EU has been a leader in contributing to this process from the start. It is now committed to take this agenda forward, both inside the EU (such as through forthcoming EU initiatives like, inter alia, the Circular Economy Strategy which is designed to address more sustainable patterns of production and consumption) and through the EU’s external policies by supporting implementation efforts in other countries, in particular those most in need.

The 2030 Agenda for Sustainable Development adopted in September by the United Nations sets out a global framework to eradicate poverty and achieve sustainable development by 2030, building on the Millennium Development Goals (MDGs) adopted in 2000. As the first ever global agreement setting a universal, comprehensive agenda for action, the 2030 Agenda includes an ambitious set of 17 Sustainable Development Goals (SDGs) and 169 associated targets, mobilising all countries and stakeholders towards their achievement and affecting domestic policies.

The 2030 Agenda also includes the United Nations Addis Ababa Action Agenda adopted in July which sets out the different means necessary to implement the 2030 Agenda, including domestic resources, private finance and Official Development Assistance (ODA). The 2030 Agenda (‘Transforming our World: the 2030 Agenda for Sustainable Development) was informally agreed by consensus at the UN in August this year, and referred to this Summit for formal adoption by the General Assembly. The Addis Ababa Action Agenda agreed in July also forms an integral part of the 2030 Agenda by setting out tools, policies and resources that need to be put in place to ensure that it can be implemented.





Las Relaciones entre África y Asia

Por Juan Antonio Falcón Blasco



Recientemente se ha puesto de moda hablar de las relaciones entre Africa y China, pero el contexto es mucho más amplio que esta visión parcial. Y es que el aumento del comercio en el hemisferio sur tiene como mejor ejemplo las relaciones entre los países en vías de desarrollo de Africa y de Asia.



Los verdaderos motores de estas relaciones han sido, por una parte, el florecimiento de la clase media en los gigantes asiáticos de China y la India, cuya demanda d productos básicos africanos está en continuo incremento. Y por otra parte, el dinámico crecimiento de las economías de Africa subsahariana, que estimula la demanda de manufacturas asiáticas.

El comercio internacional estimulado por estas dos tendencias es cualitativamente muy diferente del que mantiene Africa con la Unión Europea y los Estados Unidos, apoyado en acuerdos preferenciales de corte, en alguna manera, paternalista caritativo. En cambio, el comercio Sur-Sur de Africa con Asia, basado en complementariedades entre dos regiones en desarrollo, tiende a ser más fuerte, verdadero y, probablemente, acabará siendo un comercio sostenible.



Con un mercado mundial que cada vez está más integrado, los millones de habitantes de Africa subsahariana se juegan mucho si no se integran definitivamente en ese mercado integrado.

Muchos países subsaharianos han conseguido un desarrollo económico sustancial durante el último decenio. Dado el egocentrismo de los medios de comunicación occidentales, se conoce muy poco sobre los éxitos económicos de Africa. En el mencionado periodo, el 34% de la población africana vivía en países que, sin ser productores de petróleo, han disfrutado de un crecimiento del 4,5% o incluso superior.

Sin embargo, las cifras comerciales de Africa siguen siendo desalentadoras, sobre todo porque son muchos los países pequeños sin salida al mar y por la fuerte segmentación geográfica. Africa subsahariana abarca un grupo heterogéneo de países con economías, poblaciones y superficies de diferentes tamaños y con un PIB per cápita que va desde menos de 200 a 7.000 dólares. A nivel mundial, un tercio de las economías dependientes de recursos naturales se encuentran en Africa.

Existen 45 economías pequeñas y 2 potencias regionales (Nigeria y Sudáfrica) que juntas constituyen el 55% de la actividad económica del continente. De todas formas, 18 países que alojan al 36% de la población africana experimentaron un crecimiento sostenible durante la última década. Otros 14, con una quinta parte de la población, tuvieron un pequeño crecimiento o negativo del PIB durante el mismo periodo. Y muchos de ellos (como Burundi, República Democrática del Congo o Eritrea) sufrieron conflictos armados.

Igualmente Africa es excepcional desde el punto de vista de la geografía física y humana. Es la región en desarrollo que posee más países y cada uno de ellos limita en promedio con otros cuatro. Gran parte de la población de Africa habita en países con una geografía y una economía desfavorable para el desarrollo.

El 40% de la población vive en países sin salida al mar (en comparación con el 23% de la Europa oriental y de la ex Unión Soviética). La baja densidad de población se acentúa por el elevado coste del transporte  interno, que duplica el de cualquier otra región en desarrollo. Como resultado de esto: mercados pequeños y poco profundos (a excepción de Sudáfrica y Nigeria). Y estas condiciones encarecen el comercio en Africa.

Estas condiciones originan que, mientras el comercio mundial originó el 16% del producto mundial en 1991 y el 20% en 2004, la cuota de exportación de Africa haya disminuido sin cesar desde hace sesenta años.

Frente a este horizonte, los precios de los principales productos básicos que exporta Africa han subido sustancialmente desde 1999, gracias al crecimiento de las economías asiáticas en desarrollo, sobre todo de China e India. Al mismo tiempo, como hemos apuntado, la clase media de estos países adquiere cada vez más manufacturas, lo cual permite incrementar y diversificar las exportaciones africanas. Y, sobre todo, se abre la posibilidad de que los empresarios africanos obtengan más valor localmente al elaborar los productos básicos antes de exportarlos.

CARACTERISTICAS DEL COMERCIO ENTRE AFRICA Y ASIA

A lo largo de 15 años, los flujos comerciales entre Africa y Asia se incrementaron rápidamente y hoy son el prototipo del comercio Sur-Sur.

 - Evolución de las cuotas. De 1990 a 1995 las exportaciones de Africa a Asia aumentaron un 15%, y en los cinco últimos años un 20% (por encima de todas las otras regiones). Asia es el tercer destinatario más importante de las exportaciones africanas, después de la Unión Europea y Estados Unidos. Las importaciones africanas de productos asiáticos crecieron también, pero no tanto como las exportaciones.

- Complementariedades incipientes. Los productos manufacturados representan solamente el 20% de las exportaciones totales de Africa, y las exportaciones a Asia coinciden con esta media mundial. Los productos básicos representan el 86% de las exportaciones de Africa subsahariana a Asia, en tanto que las importaciones de productos asiáticos manufacturados es el 80%. Pero existe una dinámica interna que apunta a una complementariedad entre ambas regiones.

Africa puede suministrar a Asia materias elaboradas para el crecimiento de la industria y el consumo. La creciente población china e india con un cada vez mayor poder adquisitivo estimula la compra de productos africanos. Por su parte, Africa está importando manufacturas asiáticas para el consumo del hogar y bienes de capital  para el floreciente sector manufacturero.

- Papel de China e India. Estas dos economías son de las más dinámicas del mundo y han duplicado la tasa de crecimiento anual de las exportaciones africanas.  Esto mismo se observa también en el caso de la importación, especialmente en el caso de China.

Africa exporta sobre todo petróleo y materias primas a China y minerales no petroleros a India. El petróleo y el gas natural representan más del 62% del total de la exportación a China, seguidos de minerales y metales (17%) y materias primas agrícolas (7%). La exportación a India también se compone de recursos naturales: el 61% de minerales y metales y el 19% de materias agrícolas.

Por el contrario, Africa subsahariana importa de China e India productos básicos con un valor añadido mayor, especialmente textiles y vestimenta, equipos y maquinaria eléctrica, y productos de consumo como medicamentos, cosméticos y baterías de cocina. Las manufacturas constituyen el 87% de la importación de China.

- Políticas comerciales. El tema del acceso de los países menos avanzados a los mercados de los países ricos es el tema de moda en los foros regionales y bilaterales, especialmente de la Ronda de Doha. La reducción de las barreras arancelarias y no arancelarias de los países industrializados aumentará las exportaciones africanas. Pero Africa se enfrenta a estas mismas barreras también en los países del Sur y asiáticos en desarrollo. A su vez, algunos países africanos han erigido barreras de este tipo que frenan las corrientes comerciales y que, en casos, provocan un sesgo en contra de sus exportaciones.

Aunque los aranceles asiáticos sobre las exportaciones africanas están disminuyendo, esta tendencia se produce muy lentamente. De hecho, los tipos arancelarios que Asia aplica a ciertos grupos de productos son más elevados para los países menos avanzados de Africa. Estos grupos de productos (materiales crudos no comestibles, alimentos y ganado en pie) representan dos tercios de la exportación total de los países africanos menos avanzados a Asia.

Recientemente, se están dando datos que demuestran que Asia ha implantando elevados tipos arancelarios para ciertos productos africanos que frenan su exportación. Y si nos fijamos en los aranceles indios para los productos agrícolas, que suponen la posibilidad de crecer para Africa, la situación es preocupante. En cambio, China es un país relativamente liberalizado, cuyos tipos arancelarios sobre el 45% de la importación rondan o igualan el cero. Los chinos tienen previsto bajar aún más los aranceles y reducir la dispersión de la estructura arancelaria.

Al mismo tiempo, la estructura de los aranceles asiáticos es problemática para las exportaciones africanas. Los productos de mayor elaboración están sometidos a aranceles más altos para conservar en el mercado nacional actividades con un valor añadido alto. Por otra parte, las materias primas disponibles localmente tienen aranceles más bajos, así se incentiva a la industria nacional a obtener insumos baratos en el extranjero y elaborarlos en el país. Lo cual desalienta la elaboración de productos en Africa antes de exportarlos a Asia.

En otros casos, simplemente, los productores africanos no tienen capacidad de producción y no pueden aprovechar los tipos arancelarios bajos de Asia.

REFORMAS DENTRO DE AFRICA

Siendo lógico que es necesario modificar los aranceles progresivos, también es esencial que los países africanos sigan trabajando para realizar reformas internas: supresión de barreras al ingreso y a la salida, instituciones que fomenten la competencia entre las empresas nacionales, creación de un régimen de incentivos y disciplina para la gobernabilidad, y medidas que flexibilicen el mercado de trabajo y de capitales. Sin olvidar que la simple reducción de aranceles no conduciría a nada si los países africanos no actúan para producir de manera rentable y detectar focos de demanda.

Las exportaciones de Africa a Asia no presentan una gran diversificación, pero la dotación de factores de Africa complementa  a las de China y la India. Africa al ser rica en recursos cuenta con una ventaja competitiva natural para la producción de materias primas y energéticas. China e India poseen una gran cantidad de mano de obra cualificada que les ofrece una ventaja cualitativa para la elaboración de productos.

Pero, ante todo, hay que apuntar una evolución favorable de la complementariedad entre Africa y Asia. Para fortalecer esto se deberían de tomar tres medidas:

-en relación a los productos manufacturados de valor añadido basadas en productos naturales, que China y la India importan. Africa no desea continuar como “canasta de recursos” naturales, sino que espera poder aprovechar el beneficio de su elaboración. Aunque hasta ahora solamente Sudáfrica y Nigeria han entrado en esta fase, China e India importan bastantes materias susceptibles de elaborar.

-las perspectivas de mayor participación en las cadenas de valor mundiales aumentan. Las complementariedades verticales a lo largo de la cadena valor entre Africa y China e India aumentan. Los estudios dicen que los productores africanos podrían participar en las redes comerciales mundiales del sector de la vestimenta

-hay que trabajar en la diversidad entre los países africanos y los beneficios que proporciona la integración regional. Sudáfrica se ha transformado en un centro de desarrollo industrial y comercial dentro y fuera de Africa subsahariana. Las complementariedes tecnológicas entre Sudáfrica y China e India podrían incrementar el comercio intraindustrial. A través de la integración regional, las complementariedades intrasectoriales entre los líderes industriales de Africa y China e India podrían producir mejores resultados en los mercados subregionales.

Africa está en condiciones de sacar ventaja del crecimiento del mercado chino e indio para alcanzar un desarrollo económico generalizado. Los países africanos deben ir en la dirección de transformar las materias primas antes de venderlas y participar en cadenas de ofertas mundiales.

INVERSION EXTRANJERA DIRECTA

Gran parte de la inversión extranjera directa que llega a Africa subsahariana está destinada al sector del petróleo. El 70% de la inversión se destinó a cinco de los siete exportadores africanos y en Sudáfrica. Éste país es el que más inversión extrajera atrae, incluso en el sector financiero, tras sus medidas de liberalización de los años noventa.

Aunque entre el 50 y el 80% de la inversión en Africa se destina en la explotación de recursos naturales, actualmente algunos países están atrayendo cada vez más inversión en otros sectores como las telecomunicaciones, la elaboración de alimentos, el turismo, la construcción, la electricidad, el comercio minorista, la transformación y los equipos de transporte. Se trata de un fenómeno reciente, en el que China e India han tomado la delantera.

La inversión china en Africa representa el segundo destino de ésta después de Asia. China mantiene lazos con el continente negro desde la Guerra Fría y es un inversionista importante en infraestructuras. Alrededor de 700 empresas chinas están presentes en Africa. China se volcó en el sector terciario, pero últimamente se ha concentrado en los países con petróleo.

La India está igualmente presente en Africa desde hace tiempo. Su presencia se ha concentrado en la manufactura y en el sector servicios. Hoy está prestando una mayor atención al petróleo. Africa oriental y meridional es un potente imán para India a causa de los inmigrantes indios allí asentados.

Como conclusión hay que recalcar que si bien el boom de las exportaciones de productos naturales africanos hacia China e India está dando sus frutos, los países subsaharianos necesitan estrategias para transformarlos a largo plazo.

Los países africanos deben ir mucho más allá de las simples liberalizaciones de política comercial para abordar las reformas internas pendientes.

Tipos de Elasticidad

El concepto de elasticidad es un concepto general que puede ser aplicado a diferentes funciones. En general, la elasticidad es el cambio porcentual del valor de una variable ante el cambio porcentual de otra variable.


Entonces. existen diferentes clases de elasticidad de acuerdo a las variables que se estén analizando:

- Elasticidad precio de la demanda

- Elasticidad cruzada de la demanda

- Elasticidad ingreso de la demanda

- Elasticidad precio de la oferta

- Elasticidad cruzada de la oferta

Cada una de estas clases de elasticidad puede ser de diferentes tipos:


- Elástica

- Inelástica

- Perfectamente elástica

- Elasticidad Unitaria

Veamos cada uno de estos tipos de elasticidad para cada el caso de la elasticidad precio de la demanda. Recordemos que la elasticidad precio de la demanda es el cambio porcentual en la cantidad demandada ante un cambio porcentual en el precio del bien en cuestión.

Elasticidad Precio de la Demanda = variación porcentual de la cantidad demandada / variación porcentual del precio


ep =(dQ/Q) / (dP/P)

Por ejemplo, si el precio aumenta de $100 a $110 y la cantidad demanda cae de 1000 unidades a 900, la elasticidad es:

ep = (-100/1000)/(10/100)

ep= (-0.10)/(0.10)

ep= -1

Demanda Elástica o Relativamente Elástica

Se considera que la demanda es elástica o relativamente elástica cuando la elasticidad es inferior a -1.

Demanda Inelástica o Relativamente Inelástica

Se considera que la demanda es inelástica o relativamente inelástica cuando la elasticidad se encuentra entre -1 y 0.

Demanda Perfectamente Elástica

Se considera que la demanda es perfectamente elástica cuando su valor tiende a -∞

Demanda de Elasticidad Unitaria

Se considera que la demanda tiene una elasticidad unitaria cuando su valor es -1.

Cabe mencionar, que la misma función de demanda puede tener distintos tipos de elasticidad de acuerdo al tramo de la demanda que estemos analizando. Esto puede ser visto en el siguiente gráfico:

Ganancias y Bienes Personales: Dos Impuestos Depresivos

Hoy se lleva adelante una huelga general en la Argentina. Un “paro general”, como usualmente se le llama.


La principal bandera que han levantado los gremios organizadores del paro, está el pedido de terminar con el impuesto a las ganancias aplicado sobre los salarios. En realidad el pedido no es nuevo. Hace ya varios años que desde diversos sectores arrecian las críticas contra este impuesto.

Desde el gobierno se sostiene que es necesario cobrarlo, que la cantidad de trabajadores que lo pagan no es significativa, y que es imprescindible para la aplicación de medidas “redistributivas” que nuestros gobernantes consideran de estricta justicia.

Más allá de las declaraciones de algunos funcionarios y también de los sindicalistas, e incluso más allá de las opiniones de periodistas especializados o no, lo cierto es que el impuesto a las ganancias grava en la Argentina los sueldos y las jubilaciones, y lo hace cada día con mayor presión, en la medida en que mientras la inflación continúa su curso, los valores permanecen constantes.


La ley que creó este impuesto, que lleva el número 20.628 y fue promulgada el 31 de diciembre de 1973, dispone en su artículo 25 que los valores absolutos que surgen de la misma deben ser actualizados anualmente por la AFIP sobre la base de datos que aporte el INDEC.

Como es obvio, hace ya demasiados años que esto no ocurre, que este artículo no se cumple. En parte porque ha sido considerado suspendido por aplicación de la ley de convertibilidad (todavía vigente en materia de suspensión del ajuste por inflación); y en buena medida porque se ha resuelto transferir la responsabilidad de ajustar valores directamente al Poder Ejecutivo, que finalmente y sin cálculo matemático alguno que se base en estadísticas de inflación, ajusta cuando y como quiere el mínimo no imponible y las cargas de familia.

Y precisamente la falta de cumplimiento de reglas claras y matemáticas de ajuste de valores teniendo en cuenta la pérdida de valor de la moneda, ha hecho que el universo de contribuyentes crezca día a día, generando las inequidades que todos vemos hoy en día.


El impuesto a las ganancias vino a reemplazar a tres impuestos. El primero, que es el padre de la criatura, es el impuesto a los réditos, que se basa en los mismos principios y categorías que el hoy vigente. El segundo es un impuesto que se llamaba “a las ganancias eventuales”, que quedó subsumido. Y el tercero un impuesto que se denominaba “a la venta de valores mobiliarios”, que también en buena medida quedó incluido dentro del impuesto a las ganancias. No es cierto que este impuesto haya sido creado por Perón, como dijera días pasados el ministro de economía. Porque en verdad lo que se hizo fue subsumir impuestos menores dentro del impuesto general a los réditos, al que se le cambió el nombre.

La gran discusión doctrinaria es, desde siempre, si el salario es una ganancia o no lo es. Obviamente, si vamos al diccionario, claramente un sueldo no es una ganancia sino el precio del trabajo, la remuneración. La ganancia es utilidad proveniente de un negocio o de un trato.

Pero la verdad es que esta discusión se ha reflotado en estas horas debido al evidente atraso de los valores deducibles, que es lo que hace que cada vez más trabajadores, con un sueldo a valores constantes cada vez menor, tenga que pagar este impuesto.

El verdadero sofisma es que mientras el gobierno discute la necesidad de cobrar el impuesto a las ganancias, soslaya el hecho de que cada día cobra un impuesto mayor, como consecuencia de la pérdida de valor de la moneda. Porque acá la cuestión no es tanto que se cobra el impuesto, sino que cada vez se cobra más impuesto a valores constantes. Mediante este artilugio el Estado ingresa cada vez más cantidad de dinero a valores constantes, no el mismo dinero.

En cuanto al impuesto sobre los bienes personales, permanentemente se repite que este impuesto grava la riqueza. Y esto no es estrictamente así. Porque este impuesto grava a los activos, como lo hace el impuesto inmobiliario o el impuesto automotor (patente). Es decir, se trata de un impuesto a los activos, no al patrimonio. Excepto cuando se trata de una única propiedad destinada a vivienda, en cuyo caso es posible descontar el crédito hipotecario utilizado para la compra; o las acciones, que se toman al valor patrimonial proporcional, o a su cotización, el impuesto sobre los bienes personales grava los activos.

Y fíjese, amable lector, que el tal impuesto iba a nacer con el pomposo nombre de “impuesto a las manifestaciones conspicuas de riqueza”. Es decir, más allá de la evidente inquina hacia los poseedores de riqueza, incluía el error conceptual de considerar riqueza al activo, sin descontar el pasivo.

Como sabemos, la denominación cambió aún antes de nacer, y así quedó como “impuesto sobre los bienes personales”. Un nombre bastante raro, si se quiere, porque “bienes personales” parece querer señalar aquello que es privativo de cada uno, siendo que en este caso se trata de bienes familiares. Mucho más apropiado sería denominarlo “a los activos”, pero ese nombre ya había sido usado para otro puesto, antecesor del hoy llamado “a la ganancia mínima presunta”.

Lo cierto es que el impuesto sobre los bienes personales grava con una tasa que arranca en el 0,5% del activo, cuando éste supera, al 31 de diciembre de cada año, la cifra de $ 305.000.-. Un importe absolutamente ridículo, que representa al cambio oficial algo más de 30.000 dólares. Piense en “las manifestaciones conspicuas de riqueza” y sonría, amable lector.

Pero hay más: este impuesto tenía un mínimo no imponible de $ 102.300, valor que estaba exento del impuesto y que equivalía a la misma cifra en dólares. Esto equivale a aproximadamente $ 1.000.000 al cambio oficial. Pero hay más: anteriormente el mínimo exento no era alcanzado por el impuesto en ningún caso, mientras que actualmente, si sobrepasamos un activo de $ 305.000, se paga impuesto sobre todo el activo. Si una persona consigue un préstamo de un millón de dólares el 31 de diciembre, aunque lo deba íntegro, debe pagar el impuesto. Por eso vale aclarar que si bien puede ser un impuesto “a la riqueza”, también puede no serlo en absoluto.

Nos hemos tomado el atrevimiento de llamar a estos impuestos “depresivos”. Lo hicimos porque verdaderamente son impuestos que deprimen el ánimo de cualquiera. Gravar el salario desalienta al trabajador, obviamente. Y gravar un activo tan exiguo hace pensar seriamente en las buenas intenciones de un gobierno que se define a sí mismo como “progresista”.

Además se utilizan argumentos que son sofísticos. Ni en un caso ni en el otro estamos hablando del respeto del llamado espíritu del legislador. Es obvio que se buscaba gravar con estos impuestos a una determinada capacidad contributiva, pero esto ha sido abandonado.

Y lo que correspondería es que los gobernantes le dijeran al pueblo que el tal espíritu fue abandonado y que cada día se cobra más impuesto a más gente mediante el artilugio de no reconocer la pérdida de valor de la moneda. Porque esta es la verdad.

El Poder Ejecutivo no está autorizado a dictar nuevos gravámenes, pero en la práctica es lo que hace mediante este recurso. Emite moneda sin respaldo, por lo tanto la moneda pierde valor. Eso de por sí es un impuesto que se le cobra a toda la población. El llamado impuesto inflacionario. Luego no ajusta los valores y cobra más impuesto a las ganancias y más impuesto sobre los bienes personales. Seriamente esto no responde a ninguna lógica tributaria más o menos seria, y muchísimo menos progresista. O progresiva.

Que desde ciertos sectores se pida directamente la abolición del impuesto a las ganancias a los trabajadores en particular, no es equivalente a que se ajusten los valores para volver al espíritu original. Son dos conceptos diferentes. El primero va más allá de la ley vigente, el segundo avasalla dicha ley.

Y un aspecto final que volvemos a señalar (en realidad todo lo que aquí decimos lo hemos dicho muchas veces). Siempre se habla del impuesto a la renta financiera para reemplazar la abolición de estos gravámenes. La renta financiera ya paga impuesto cuando se trata de sociedades comerciales. Solamente los particulares están libres de gravamen, pero únicamente cuando operan en el marco de la ley de entidades financieras (Bolsa, bancos, títulos valores públicos que cotizan, acciones, etc.). También está gravada la ganancia proveniente de la venta de acciones que no cotizan en Bolsa. Y cualquier operación financiera celebrada entre partes sin intervención de bancos o entidades financieras, también lo está. Suena simpático buscar siempre la salida por el lado de gravar la “renta financiera”, pero en verdad la operatoria particular en las condiciones descriptas, no alcanza al 10% del total. Y es conveniente destacar que hay que tener mucho cuidado con esto, porque si por ejemplo se gravan los intereses percibidos por los plazos fijos, como ya ha ocurrido en otras épocas, la presión sobre las tasas de interés puede ser muy grande; para que el Estado obtenga recursos muy pequeños.

HÉCTOR BLAS TRILLO Buenos Aires, 31 de marzo de 2015

La Falacia del Desendeudamiento

Una de las banderas esgrimidas con más frecuencia (y también elocuencia) por el actual gobierno es la del llamado “desendeudamiento”. Como sabemos o inferimos, para el léxico oficial “desendeudarse” equivale a cancelar los pasivos y achicar así las obligaciones del Estado con sus acreedores.


Este asunto no parece ser demasiado discutido en ámbitos políticos. Aunque entre los profesionales la visión es muy otra, y por supuesto más realista.

La verdad es que la deuda externa no solamente no se ha reducido sino que en realidad ha aumentado en términos nominales. Y ello pese a los canjes con quita efectuados en los años 2005 y 2010.

Veamos: toda la deuda cancelada con reservas del Banco Central no ha provenido de excedentes presupuestarios sino que el Tesoro Nacional entregó a cambio títulos públicos intransferibles nominados en dólares con un vencimiento a diez años. Tales títulos configuran un activo para el Banco Central y por supuesto un pasivo para el Estado que por tal razón constituye deuda pública. En otras palabras, todo lo cancelado mediante reservas no ha significado “desendeudamiento” alguno, sino cambio del acreedor. Así, el Banco Central se ha llenado de títulos a 10 años cuya cobranza es bastante más que improbable. Pero aunque así no lo fuera, lo cierto es que hoy por hoy es deuda.


En la misma dirección, los acuerdos celebrados con el Club de París, con Repsol o con los querellantes en el CIADI se han llevado a cabo mediante la emisión de títulos de deuda pública en dólares, que deberán ser oblados en esa moneda, aún si se tratare de tenedores locales.

Si bien hay divergencias en torno del monto total de los reclamos ante el CIADI, se estima que los mismos ascienden a unos 6.000 millones de dólares. Si bien no necesariamente se perderán todos esos juicios, es bastante probable que muchos sí se pierdan, como consecuencia de la violación de los contratos de concesión por parte de la Argentina entre otras razones. Y en consecuencia al monto de la pérdida habrá que sumar más y más intereses punitorios.

El Banco Central cuenta hoy por hoy con unos 54.000 millones de dólares en bonos intransferibles que le ha entregado el Tesoro Nacional y que forman parte del activo del primero, y del pasivo del segundo.


Considerando estos pasivos, la deuda pública está en torno de los 132.000 millones de dólares, a los cuales hay que agregar unos 15.000 millones que se deben a los llamados “holdouts” en su conjunto.

Las demoras en acordar con éstos acreedores siguen aumentando esta deuda, del mismo modo que los juicios pendientes en el CIADI con riesgo de perderse, sumarán nuevos acreedores de la Argentina en breve lapso.

Por su parte la deuda en pesos tuvo un crecimiento exponencial. En efecto, mientras en el año 2002 ascendía tal deuda al equivalente de unos 30.000 millones de dólares, hoy se cuenta en torno de los 75.000 millones. A su vez, el Tesoro Nacional ha recurrido en los últimos años a los llamados adelantos transitorios del Banco Central para financiar el déficit creciente. Y de igual modo, ha también tomado las utilidades no genuinas, que son aquellas que provienen de las devaluaciones de la moneda. Como esta forma de “financiamiento” significa lisa y llanamente emisión de moneda, el Banco Central ha recurrido a la emisión de letras, conocidas como LEBACS (letras del Banco Central) y NOBACS (notas del Banco Central) para “secar” la plaza de pesos excedentes. Es que si bien el ministro de economía y otros funcionarios repiten una y otra vez que la emisión espuria de moneda no es inflacionaria, en la práctica evitan el crecimiento desmedido del circulante mediante este recurso. Pues bien, la existencia de letras y notas del Banco Central se encuentra hoy cercana a los 270.000 millones de pesos, que equivalen a unos 31.000 millones de dólares. Si consideramos toda deuda, tanto la extranjera como la local, estamos en torno de los 253.000 millones de dólares. En 2001 toda la deuda pública no superaba los 140.000 millones de dólares.

Pero este oscuro panorama no se termina aquí. Porque como ha ocurrido en tantas oportunidades, el Estado no contabiliza determinadas deudas, como por ejemplo la que hoy tiene con los jubilados, muchos de los cuales ya cuentan con sentencia firme. Y por supuesto los que no la tienen seguramente la tendrán por imperio de la jurisprudencia. También existen numerosos reclamos para la devolución de aportes voluntarios efectuados a las confiscadas AFJP, que ya cuentan también con sentencias de la Corte Suprema favorables a los aportantes.

Y precisamente la confiscación de los fondos de las AFJP dio un considerable respiro al gobierno, tanto por el monto apropiado, como por el flujo mensual de fondos aportados que ahora se derivan a la ANSES. Pero, como todo vuelve, esto significa un enorme pasivo para las próximas administraciones.

Bien, hasta acá lo más grueso de este asunto. Porque como ocurre en cualquier ente, pueden existir obligaciones contingentes que resulta muy difícil justipreciar. Lo cierto y real es que la deuda creció ostensiblemente, y no que se redujo, como el aparato de propaganda oficial se cansa de repetir para ensalzar el “modelo”.

La realidad es, claramente, bastante diferente del discurso oficial. Y sobre este asunto, como queda dicho, no se alzan demasiadas voces entre la oposición política. Y tampoco en otros sectores.

HÉCTOR BLAS TRILLO Buenos Aires, 20 de enero de 2015

La Otra Cara de la Economía Negra

Como es de conocimiento público, el gobierno nacional divulgó que tiene conocimiento de la existencia de más de 4.000 cuentas de argentinos en Suiza. Trascartón, tanto la presidenta como diversos funcionarios se dedicaron a hacer cuentas respecto de las cosas que se podrían haber hecho en el país si el dinero de tales cuentas hubiera sido declarado y por lo tanto sus titulares haber cumplido con sus obligaciones fiscales.


Más allá de la clara ilegalidad con la que se ha manejado el titular de la AFIP y el gobierno todo en este asunto; e incluso más allá de que al menos varios de los nombres que trascendieron tenían el dinero perfectamente declarado; es interesante volver una vez más a analizar las causas y efectos de la economía informal en países como la Argentina.

Empecemos por decir que un alto porcentaje de la operatoria económica en nuestro país funciona de manera ilegal. Existen cálculos de cuánto es tal porcentaje, y casi ninguno baja del 40%. Tomemos ese dato como bastante aproximado.

Si estimamos el producto bruto interno en torno de los 500.000 millones de dólares, podemos inferir que cada año se genera de manera informal una cifra en torno de los 200.000 millones de esa moneda. Esto significa, en 10 años, una cifra informal del orden de los dos billones de dólares.


Se calcula que existe dinero de argentinos en el exterior entre los 200.000 y los 350.000 millones de dólares. No se precisa cuánto de ese dinero está declarado y cuánto no. Pero esto hace presumir que de una monumental cifra de dinero negro una buena parte se recicla en el mercado local, lo cual tiene su lógica si pensamos que la actividad informal sigue su curso año tras año.

Cualquiera de nosotros puede ver todos los días cómo se trabaja en negro en la Argentina. Desde un comercio de barrio hasta los vendedores ambulantes (hoy llamados “manteros”), hasta las “saladas” y “saladitas”, o el Mercado Central y, en general, el comercio ilegal de todo tipo de productos por los cuales no se entregan facturas.

Si nos ponemos a pensar en un día cualquiera de nuestras vidas, y en todo lo que hacemos en materia de transacciones económicas, podemos tener una mejor dimensión de este fenómeno. La verdulería, la carnicería, el supermercadito, el plomero o el techista que concurren a reparar algo en nuestra casa. Todo es en negro. Las películas “truchas” en DVD se venden alrededor de todos los centros comerciales de todas las ciudades. Y del mismo modo se consigue todo tipo de programas electrónicos para nuestras computadoras. Muchos se ofrecen cotidianamente por Internet y también en publicaciones gráficas. Los juegos para la Play Station, los discos “blue ray”. Los antivirus. Los programas avanzados para audio y video. La música, el cine. Todo se consigue de manera informal en todas partes.


Mucha gente percibe una parte de su sueldo en negro, cuando no todo. Quienes deben facturar sus servicios trabajan una buena parte en negro. Y el pago en efectivo permite obtener descuentos, en parte porque no se blanquea la operación como ocurre cuando se paga con tarjeta de crédito o de débito.

Millones de empleados públicos figuran como “contratados”, es decir, fuera de la ley de contrato de trabajo. Casi siempre en las negociaciones por salarios, las “convenciones” acuerdan montos “no remunerativos”, es decir, sin cargas sociales; todo ello homologado por el Ministerio de Trabajo.

Llevar el auto al mecánico, al gomero, al chapista, implica trabajo en negro, a menos que tengamos que elevar el gasto al seguro o pidamos la factura por la razón que fuere, haciéndonos cargo de la diferencia.

El alojamiento en hoteles y pensiones muchas veces también se paga en negro, especialmente cuando se trata de establecimientos de baja o media categoría.

En los restaurantes es bastante común que no se entregue factura. Y habitual que nos entreguen tíckets con la leyenda “no válido como factura”. En las boutiques, no es extraño que a uno le digan “para cambiar, basta con que venga con la bolsita”.

En el Centro de cualquier ciudad, en las ferias francas, en los trenes colectivos y subtes, en las estaciones de trenes y de ómnibus, en las ferias de colectividade, en las ferias artesanales, en todas partes se comercializan todos los días productos de manera ilegal.

Por lo tanto, más allá de que las estimaciones que volcamos al principio puedan estar erradas, lo cierto es que es muchísimo lo que normalmente se comercializa de modo informal.

A todo esto se suma la proliferación de productos falsificados. Desde ropa hasta relojes.

Es obvio entonces que corresponde analizar cuáles son las razones de todo este inmenso comercio fuera de la legalidad. Y por qué el propio Estado termina siendo cómplice. Porque eso también hay que decirlo. Porque los “contratados” por el Estado o las “saladas” promocionadas con bombos y platillos en Angola muestran claramente que el gobierno es cómplice. Como también lo es cuando aprueba “convenios salariales” con cifras no remunerativas; entre otras cosas.

Oficialmente, esto se pinta por el lado de la “angurria empresaria”. Los comerciantes “quieren ganar más”. Y las campañas de “no deje que le roben” son de vieja data y de otros gobiernos. “Exija su factura” es un cartelito que podemos ver en todos lados.

La verdad de toda esta historia es que, sin dejar de observar que hay siempre seres angurrientos, o avaros, que no reparan mientes con tal de ganar más, también existe una necesidad de producir y de vender fuera de la ley para que el mercado pueda acceder a los productos.

Para decirlo de otro modo: es muchísima la gente que solo podría tener un acceso muy limitado a todos y cada uno de los productos que someramente enumeramos si se tratara de operaciones en blanco y declaradas.

Nadie o casi nadie puede hoy en día iniciar una nueva actividad colocando todo en blanco y dentro de la formalidad. Desde un maxiquiosco hasta un local en una galería o shopping. Es así y todo el mundo lo sabe.

Por lo tanto este panorama informal es el que permite que muchísimos productos lleguen a abastecer una demanda que de no ser por la informalidad no podría ser abastecida. Es así y hay que decirlo.

A su vez toda la venta informal genera un gran negocio para punteros políticos y, según puede colegirse, para autoridades y fuerzas de seguridad. Nadie puede explicarse cómo es posible que si tenemos 7 u 8 vendedores ilegales por cuadra en pleno centro de cualquier ciudad, la policía, la AFIP o quien fuere no puede sancionarlos y llevarlos presos.

Una cosa es que alguien de contrabando, por debajo de la mesa, nos venda una película que todavía está cartel, pero en una copia ilegal. Y otra es que todos los días de nuestra vida tengamos a las mismas personas vendiendo de a centenares en plena vía pública.

Por todo esto, y sin entrar en otros detalles que podrían dar para otro análisis, como ser la pérdida de divisas que generan las prohibiciones de exportar o la pésima política energética llevada a cabo por el actual gobierno, está muy claro que los consumidores se favorecen pagando precios muchísimo más bajos las cosas que se piratean o se venden en negro.

Ir a comer a un tenedor libre y que nos den factura era, hasta no hace mucho, un bien inalcanzable. La causa es bastante evidente: no es posible trabajar a un determinado precio si se vende en blanco. Y la diferencia entre el blanco y el negro está en el orden del 50% en gastronomía, al menos por lo que se dice. Y no parece alocado. IVA, Ingresos Brutos, Ganancias, Activos, Bienes Personales, Débitos y Créditos Bancarios son algunas de las gabelas que deben tributarse cuando se opera formalmente.

Y también corresponde mencionar otro efecto de la compraventa ilegal. Ocurre que a los consumidores les rinden mucho más sus ingresos, por lo cual la demanda agregada es más alta. Es decir que si toda la economía estuviera en blanco y pudiera funcionar de ese modo, la demanda agregada sería muchísimo menor.

Por lo tanto, los análisis que pretenden determinar el efecto que produciría sobre la distribución de la riqueza o los servicios que el Estado podría haber brindado con el dinero negro, también deberían incluir todo aquello que las personas pueden hacer a lo largo de muchos años gracias a que existe un mercado negro.

Decir esto no es simpático, pero en términos económicos es absolutamente cierto. Poder adquirir bienes y servicios a menores precios incrementa la demanda y mejora la calidad de vida de los consumidores. Para decirlo de otro modo: si toda la economía funcionara en blanco, y todos los productos que adquirimos cotidianamente fueran rigurosamente legales y vendidos absolutamente en blanco, la capacidad de compra de toda la población sería muchísimo menor. Insistimos: esto no es simpático, pero es cierto. Es más, nos atrevemos a decir que si de un día para el otro todo el mundo legalizara todas sus operaciones, probablemente la economía se detendría por una crisis de demanda.

Bien, la razón de ser de este comentario es la de poner sobre el tapete la otra cara de la venta informal. La que demuestra que no solamente se trata de comerciantes angurrientos y deshonestos que las quieren todas para ellos, como suele oírse, sino también de una inmensa masa de consumidores que prefieren pagar menos por lo que consumen y no les importa que sea ilegal. Y finalmente, para que no queden dudas, acá no estamos justificando de ninguna manera la operatoria en negro de absolutamente nada. Pero hay que ser realistas. La presión tributaria y en engorro burocrático tiene muchas consecuencias, entre las cuales también está la informalidad.

HÉCTOR BLAS TRILLO Buenos Aires, 4 de diciembre de 2014

www.hectortrillo.com.ar

Au Revoir París

por Sebastián Mena



¿Qué es “la deuda”?

Es lo que surge del proceso en el que un ente le solicita a otro bienes, servicios, o dinero a cambio de una promesa de pago futuro, tanto de lo prestado más, en general, un interés. Una vez cerrado el acuerdo el ente tomador de deuda o deudor tiene una deuda con el acreedor o prestamista.

En Argentina se habla de “la deuda externa”, sin embargo es complejo entender como funciona ese mecanismo, dado que las personas que toman deuda son los representantes de una nación, y no los sujetos de esa nación directamente, pero es sobre quienes finalmente recae el pago, aunque este no se distribuye siempre de manera equitativa entre los habitantes del mismo. Es un contrato extraño. A su vez los representantes van cambiando y muchas veces es desconocido el fin que se le da a ese préstamo y si es volcado para el beneficio de la sociedad.



¿Por que pedimos prestado?

Existen obras que son muy costosas y esas obras pueden llegar a aportar muchos años de beneficios, tal vez, o al menos así debería ser, mayores a los del monto que fue recibido como préstamo o los costos de endeudarse. Casos como este son los créditos que utilizó Noruega para desarrollar su industria petrolera. Sin embargo la historia Argentina y Latinoamericana en general fue distinta. Los gobiernos que tomaron deuda muchas veces fueron de facto, no elegidos constitucionalmente, y el dinero recibido no fue utilizado en grandes inversiones productivas, sino robados en gran parte y malgastado en otro. ¿Es entonces esa famosa “deuda externa” legítima en su totalidad? Esta pregunta no me animo a responder…

¿Cual es el costo de no cumplir con compromisos de deuda para una nación?



Si un país decide no hacer honor a sus compromisos de deuda, es entonces calificado negativamente por entidades crediticias, y el interés que debe pagar si desea endeudarse nuevamente es mayor. Estas calificadoras, a veces, están sujetas a dudosas fuentes, y en muchos casos dieron calificaciones equivocadas a países, sujetos o productos financieros, como es el caso de las calificaciones de los paquetes que contenían las famosas hipotecas sub-prime… Hazte la fama y échate a la cama dice el dicho.

¿Es necesario pagar la deuda actual?

Para responder esto es conveniente hacer un análisis de costos y beneficios. La pregunta entonces se responde no, no es necesario, y se reformula en: ¿es conveniente pagar la deuda?

Los costos de pagar la deuda también existen, y estos costos son menos recursos para producir y consumir dentro de la nación. Además esta el costo de organismos internacionales, que pueden querer imponer condiciones cuando se negocia respecto de las políticas que el país deberá seguir para no “caer en default” según sus criterios de la buena economía. Los beneficios son acceder al mercado financiero internacional, a tasas mejores, no sabemos cuan mejores, pero definitivamente mejores, lo que permitiría hacer inversiones que podrían generar más riquezas para los habitantes del país endeudado.

¿Estamos capacitados para utilizar sabiamente los recursos que podríamos tomar prestados en el futuro?

Esta, como la mayoría de las preguntas que nos hicimos acá, es una pregunta compleja y quedara en el resto de los argentinos ayudarme a encontrar una respuesta.

por Sebastián Mena
Univ. Nac. De Tuc
sebamena@yahoo.com.ar

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