UNA SUPUESTA BUENA NOTICIA DE A.R.B.A.
¿UNA BUENA NOTICIA?
En estos últimos días hemos visto que los medios se han ocupado finalmente de las retenciones impositivas que aplica de manera manifiestamente ilegítima la provincia de Buenos Aires sobre la base de presunciones que en ningún caso, que sepamos, se ha encargado de demostrar a sus víctimas.
Como hemos señalado en trabajos anteriores, en muchos casos por tener residencia fijada en la Provincia de Buenos Aires o por estar inscriptos en la jurisdicción provincial de la AFIP correspondiente a su domicilio, las víctimas son consideradas directamente sujetas a retenciones de impuestos en sus cuentas bancarias.
Antes de continuar, y dado que hemos visto errores informativos que preferimos pensar que son errores, debemos decir que las retenciones-exacciones se producen ante cualquier crédito en cuentas bancarias, sean ésta de ahorro o corrientes, de sociedades o de personas, de un solo titular o de varios, de orden recíproca o indistinta. Todo sirve, digamos. El verdadero hurto que este proceder significa, no se priva de nada..
Cuando los contribuyentes reclaman mediante la página web de ARBA, se inicia un derrotero de intercambios de correo electrónico que en primer lugar apunta a determinar por qué razón la víctima es víctima.
Las razones (si es que puede utilizarse tal calificación) pueden ser varias. Las más comunes son: porque los movimientos de las cuentas bancarias son discordantes (sic); o porque la víctima cuenta con domicilio en la provincia, razón ésta última más que suficiente: condenatoria.
Cuando el afectado insiste lógicamente en la averiguación de los antecedentes del caso, comprueba que ARBA no tiene ningún otro elemento para soportar sus afirmaciones. Que alguien viva en la provincia no implica que trabaje en ella, que lo haga de manera independiente, o que obtenga ingresos gravados por el impuesto sobre los ingresos brutos, que es la causa de la retención. De tal manera se ven afectados por este verdadero hurto, trabajadores en relación de dependencia (exentos), jubilados (exentos), parientes cercanos (por ejemplo cuentas a nombre de matrimonios donde las víctimas terminan siendo ambos), y todas las variantes que a uno pudieran ocurrírsele.
Así, también son víctimas quienes reciben reintegros de IVA, o devoluciones como consecuencia de descuentos bancarios por compras en supermercados, etc. Todo sirve. Todo vale.
Abrimos un nuevo paréntesis para señalar que discordante es, según el diccionario de la RAE, discorde , que significa disconforme, desavenido. Por lo que mal puede cualquiera intentar saber en qué se basa ARBA en estos casos (si es que en algún caso se basare en algo sólido), porque nadie podrá entender a ciencia cierta cómo los movimientos bancarios pueden estar disconformes o resultar desavenidos . Es que se trata de adjetivos aplicables a las personas. Pero, claro, tampoco se trata de pedirle a quien únicamente quiere obtener dinero legal de manera ilegítima que se preocupe del castellano. Una segunda acepción de la palabra discorde está referida a la música: disonante, falto de consonancia. Por supuesto que si la primera acepción es absurda, la segunda es francamente grotesca. La conclusión es obvia; esta gente no parece haber buscado en el diccionario la palabra a utilizar para señalar un motivo válido que justifique su accionar.
A estas alturas tenemos entonces que cualquiera puede resultar incluido en lo que viene siendo un padrón que puede consultarse en la página web de ARBA, por razones tan exóticas e incomprensibles como la señalada.
En otras palabras. ARBA considera evasores a quienes sin estar inscriptos en el impuesto sobre los ingresos brutos, viven en provincia o tienen operaciones bancarias discordantes. Y como los considera evasores, les saca su dinero hasta que demuestren los contrario. Claro, es difícil imaginar que alguien pueda convertir en acordes los números discordes. Y mucho menos si resultaren desavenidos. Pero también se dan casos de personas que nada tienen que ver con la provincia y están incluidas en el padrón-lista-negra que los convierte en evasores.
ARBA exige a través de sus representaciones zonales que las víctimas acerquen facturas, resúmenes bancarios, copias de matrículas profesionales y otras menudencias que corresponden a las acciones privadas de los hombres y que para ser solicitadas deben aplicarse los procedimientos del caso previstos en las leyes procedimentales. Esto es: notificación fehaciente, indicios concretos, pedidos específicos y, llegado el caso de una inspección, la orden de intervención. Es más, correspondería también algún tipo de denuncia, ya que estamos ante evasores de impuestos y por lo tanto ante delincuentes.
El órgano recaudador presume que la gente es delincuente hasta que demuestre lo contrario, acercando información privada de manera masiva. Lo hace ante los reclamos que los afectados formulan a través la página web. Es decir, lo hace por Internet.
ARBA ha determinado que las víctimas deben pagar impuesto sobre la base de presunciones, pero cuando el supuesto contribuyente exige que se le exhiban tales presunciones, ARBA revierte la carga de prueba y pide a la víctima que demuestre que no es contribuyente. En realidad revierte tal carga desde el momento que aplica un impuesto sin haber corroborado que se trata de un contribuyente que está evadiendo. Peor imposible.
No son pocos quienes han aceptado este modo de proceder cuasi mafioso del organismo provincial. Otros han preferido cerrar sus cuentas bancarias o evitar simplemente los movimientos. Otros tal vez se han resignado o quizás ni se enteraron todavía. Todos, salvo los dos últimos grupos, han invertido tiempo y dinero en intentar aclarar que no son lo que le dicen que son.
SUPERMAN
El funcionario que reglamentó este proceder cuasi mafioso está hoy fuera del organismo recaudador por desavenencias políticas con el poder ejecutivo nacional. Como se sabe, a poco de ser solicitada su renuncia, este señor concurrió a cuanto medio lo invitara poco menos que con el traje de Superman a mostrarse como el justiciero luchador contra la evasión. Y muchos le creyeron, y algunos le creerán aún. Hemos tenido oportunidad de verlo en una entrevista afirmando que en el mes de marzo ARBA había recaudado 303 palos (sic). Tenemos el dato de que alrededor de 80 millones provienen de esta práctica que estamos comentando.
Lo cierto es que este nuevo superhéroe de historieta es en realidad el Rey de las Moratorias, el Padre del Surrealismo Recaudador, que tiene en su haber lindezas tales como ir a esperar a las parejas a la salida de los albergues transitorios, o la solicitud del listado de huéspedes de hoteles en zonas de veraneo. Listado que muchas veces fue suministrado por el temor de conserjes y subalternos varios de tales instalaciones. El Superman de marras no es otro que Santiago Montoya, y el registro de la cantidad de moratorias disfrazadas de descuentos en los intereses que aplicó a lo largo de por lo menos 5 años arroja no menos de dos por período. Este personaje, que esperaba a la gente que viajaba al Uruguay en su automóvil, o distribuía Papás Noel por las calles de la ciudad para controlar el pago de impuestos como las patentes y demás, terminó haciendo desastres tales como incentivar aquel famoso impuesto sobre la riqueza de carácter provincial, que rápidamente fue dejado sin efecto por la flagrancia de su inconstitucionalidad. Y cuyos costos judiciales producto de las demandas de las víctimas, deberá afrontar la provincia.
No queremos abusar de la amabilidad de quienes nos leen haciendo esta historia más larga de lo que merece. Las corporaciones cuasi mafiosas tienen en su haber todo tipo de historias y relatarlas a todas excede más que largamente cualquier intento de resumirlas en un artículo. Más bien es preciso un extenso tratado cargado de detalles como esos libros-datos que publican algunos periodistas sobre el pasado de algunos políticos.
SUSPENSIÓN, PERO FUTURA
Lo cierto es que finalmente el gobernador Scioli anunció que se suspendería la aplicación de las mentadas retenciones-exacciones-hurtos de quienes hubieran sido incluidos injustamente en el padrón-lista-negra de ARBA. Y que esto sería de aplicación a partir del 1º de junio próximo.
Es decir, la provincia reconoce oficialmente que ha cometido un error, pero que continuará con él hasta fin de mes. Y entonces sí devolverá el dinero. ¿No resulta bochornoso semejante proceder? ¿Es posible que quien descubre que está obrando mal sostenga muy suelto de cuerpo que seguirá haciéndolo por unos cuantos días más?
Sin embargo así ha sido publicado en los medios. Los titulares hablan de buenas noticias, cuando en realidad son pésimas, porque alguien reconoce estar sacando dinero a víctimas indefensas pero al mismo tiempo admite que seguirá haciéndolo hasta un día determinado a partir del cual resolverá volverse bueno, digamos.
En este punto queremos alertar que se encuentra en suspenso otra disposición que implementa la retención de impuesto sobre los ingresos brutos a quienes cobren cheques de más de $ 1.000 en ventanilla. Tal disposición fue prudentemente suspendida hasta el día después de las elecciones, y no ha sido derogada ni mucho menos.
Ahora bien. Las noticias hablan de que se revertirá la situación y se devolverá el dinero a quienes se les haya retenido injustamente. ¿Y quiénes serán los afortunados, por así llamarlos? No sabemos.
¿Serán los desavenidos o disconformes? ¿Tal vez quienes no viven en provincia pero también han sido incluidos en el padrón-lista-negra? ¿Aquellos que demuestren con todo tipo de documentación (solicitada por Internet de manera ilegal, ilegítima, espantosamente irregular) que no son evasores?
No sabemos, insistimos. Tampoco sabemos si a quienes le devuelvan el dinero le pagarán los intereses y gastos sufridos en este tiempo de consultas y reclamos de todo tipo.
APLICACIÓN DE LAS RETENCIONES A OTROS IMPUESTOS
Otro detalle no menor es que ARBA ha dispuesto (mediante resoluciones, disposiciones normativas y engendros varios) que los importes retenidos en concepto de ingresos brutos podrán ser aplicados a otro tipo de deudas tributarias del contribuyente en potencia. Léase impuesto inmobiliario, patentes o lo que fuere . Es decir que ha dispuesto que la retención por un impuesto, en caso de no servir para ese impuesto, pero sí servir para otros, entonces es válida.
El gran Federico Fellini debe estar revolviéndose en su tumba. Ilegalidad, ilegitimidad, prepotencia, abuso de poder. Todo junto y por el mismo precio.
¿Cómo hará ARBA para determinar si el supuesto contribuyente debe otros impuestos? ¿Verificará si tiene operaciones desavenidas o disconformes?
Es sabido por ejemplo que muchos vehículos pese a haber sido transferidos por venta hace años siguen siendo sujetos del impuesto sobre patentes que llega rigurosamente a los domicilios de los contribuyentes que se desprendieron de ellos. Las razones de tales supervivencias , por decirlo de algún modo, son variadas y todas sumamente burocráticas. Una por ejemplo es que no es suficiente con comunicar al Registro del Automotor la transferencia, sino que además debe comunicarse a ARBA
¿Cuántos habitantes de la provincia estarán en esta situación y deberán demostrar no sólo que ya no tienen el vehículo, sino desde cuándo, cómo y por qué? Claro, se dirá que de este modo al menos se regularizará el padrón vehicular. ¿Y mientras tanto habrá que seguir sufriendo las retenciones?
En el caso del impuesto inmobiliario los problemas no son menores. Muchas veces las propiedades tienen ajustes en sus valores que no han sido comunicados a los contribuyentes, por lo cual pese a abonar regularmente sus boletas, igual deben dinero. Sí, como lo decimos. A veces ARBA (o la vieja Dirección de Rentas) procede a ajustar el valor sobre la base de fotografías satelitales, unión de propiedades rurales de un mismo dueño u otras; y no lo comunica al contribuyente, que de ese modo es deudor sin saberlo y por desidia del Fisco.
Pero también hay contribuyentes de estos últimos impuestos que deben dinero y lo saben. ¿A estos últimos se les aplicará la normativa supermaniana de considerar que una retención de un impuesto es aplicable a otros impuestos?
La situación es realmente escandalosa. Y además es muy preocupante que desde los medios no se asigne al problema su verdadera dimensión. La mención de la buena noticia es prueba de ello.
Como también es sabido, los regímenes de retención y percepción de impuestos han proliferado en todas las provincias y también a nivel nacional. Son conocidas las dificultades que existen para excluir de estos regímenes a determinados contribuyentes (como es el caso, por ejemplo, de quienes deben cumplir un sinnúmero de requisitos para ser incorporados en el Registro Nacional de Granos). Algunas provincias, como es el caso de Santa Fe, han copiado la metodología supermaniana del ex funcionario Montoya, aplicando retenciones a presuntos contribuyentes del mismo modo que lo hace la provincia de Buenos Aires. El cargo administrativo para quienes resultan designados agentes de recaudación es un tributo más.
¿Habrá que esperar que el Gobierno de la Provincia de Buenos Aires reciba una verdadera andanada de recursos de amparo para poner las cosas en su lugar? Porque la verdad es que si para hacerlo se toma su tiempo y luego anuncia que lo hará si corresponde, preparémonos. Porque hasta ahora le corresponde prácticamente a todo el mundo. ¿A quiénes dejará de corresponderle desde el 1º de junio?
Y no faltan quienes afirman que la provincia ha gastado el dinero recaudado de esta forma ilícita, por lo que podría llegar a considerar entregar bonos. Insistimos: todo es posible. Absolutamente todo.
DR. HÉCTOR BLAS TRILLO
Buenos Aires, 24 de mayo de 2009
ESTUDIO
HÉCTOR BLAS TRILLO
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