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DERIVADOS FINANCIEROS

DERIVADOS FINANCIEROS

Las finanzas son el arte y la ciencia de administrar el dinero. El ser humano está rodeado por concepto financieros, el empresario, el bodeguero, el agricultor, el padre de familia , todos piensan en términos de rentabilidad, precios , costos, negocios buenos, malos y regulares. Cada persona tiene su politica de consumo, crédito , inversiones y ahorro.

La alta complejidad y competitividad de los mercados, producto ello de cambios continuos, profundos y acelerados en un entorno globalizado, requiere de un máximode eficacia y eficiencia en la gestión financiera de las empresas. Asegurar niveles minimos de rentabilidad implica hoy día la necesidad de un alto aporte de creatividad destinada a encontrar nuevas formas de garantizar el éxito.

En este contexto, en el mundo de las finanzas hoy no basta que un ejecutivo de dicha area domine el presupuesto financiero de la empresa, la elaboración de los EE.FF y la adopción de medidas preventivas y reactivas apropiadas, que domine la valoración de activos y el análisis de las decisiones financieras, etc. No estará completa su formación , bajo los parámetros actuales, si no domina el mercado de los derivados financieros.

La cultura del uso de los deridavos financieros como mecanismo válidopara gestionar los balances se vuelve cada día más un requisito para un gerente financiero.

En la medidad en que el PBI (Producto Bruto Interno) de un país siga creciendo, la capacidad de ahorro interno es mayor, las operaciones con derivados financieros pasarán a ser parte de la rutina del gerente financiero.


QUE SON DERIVADOS FINANCIEROS

Los derivados financieros como su nombre indica son productos que derivan de otros productos. Se trata de contratos financieros destinados a cubrir los posibles riesgos que aparecen en cualquier operacion financiera, esytabilizando y por lo tanto concretando el costo financiero real de la operacion.

Estos contratos generan obligacion de una de las partes, de entregar o exigir, en una fecha futura un bien. Como contraprestacion la parte beneficiaria debera pagar el precio, en la forma y modo determinado. El bien puede ser un activo o el fruto de este. Los activospueden ser acciones, commodities, indices de acciones, moneda extranjera,o tambien variaciones de precios, cotizaciones, tasa de interes,tipos de cambios, etc.

Existen diversos tipos de derivados financieros, como: forwards, contratos futuros, opciones y swaps.

Los forwards se realizan en forma privada entre dos partes.Una de las partes se obliga a comprar o vender activos a un precio establecido en la fecha del contrato.

WILLIAM ANGLAS



Facturación Apócrifa

Analizamos en este trabajo la cadena de responsabilidades tal como surge de la situación legal en materia tributaria.


La cuestión de la facturación apócrifa (trucha , como comúnmente se le denomina), tiene algunas aristas que son lo suficientemente emblemáticas del esquema recaudatorio imperante en el diseño del sistema tributario. Trataremos de consignar algunas cuestiones y sobre todo las responsabilidades que se derivan de esta problemática.

Comenzaremos por decir que la facturación apócrifa constituye la exteriorización de actos simulados y que, según el Código Civil, la simulación puede ser absoluta o relativa. Es absoluta cuando el acto jurídico en sí no existe y es relativa cuando se la emplea para dar al acto jurídico en cuestión una apariencia que esconde su verdadero carácter. La simulación también puede ser lícita o ilícita, siendo ésta última aquella en la que se ocasiona un daño a un tercero.

Como la facturación apócrifa es un acto simulado que provoca un daño a un tercero, que es el Fisco, estamos en presencia entonces de una simulación ilícita.

A muy grandes rasgos resumimos entonces el tratamiento dado en el Código Civil y su implicancia en materia tributaria, tanto de la simulación como de la facturación apócrifa.


Pero la simulación también puede ser absoluta cuando la facturación está referida a una operación inexistente, o relativa cuando la operación existe pero oculta a una de las partes que intervienen en la operación.

Veamos entonces la situación ante los distintos tributos nacionales:

SIMULACIÓN ABSOLUTA


IVA: el crédito fiscal resulta impugnado en su totalidad.

GANANCIAS: se impugna el gasto registrado

RETENCIONES (GANANCIAS O IVA) se considera un pago sin causa.

SIMULACIÓN RELATIVA

GANANCIAS: en principio no resultan impugnables los gastos

INTERPOSICIÓN DE PESONAS EN EL IVA (TESTAFERROS, PROVEEDORES INEXISTENTES, ETC)

El cómputo del crédito fiscal procede cuando la compra o importación definitiva de bienes, locaciones, y prestaciones de servicios gravadas se hubiera perfeccionado el hecho imponible respecto del proveedor, importador, etc., de acuerdo con lo que disponen los artículos 5 y 6 de la ley de IVA. De modo que si el proveedor está oculto, dado que quien factura es otra persona, es improcedente el cómputo del crédito fiscal.

La retención que se hubiera efectuado al librador de la factura no es tenida en cuenta, ya que el adquirente habrá retenido el impuesto a una persona que no es el verdadero proveedor del bien.

LEY DE PROCEDIMIENTOS: CONSTATACIÓN DE LA AUTORIZACIÓN FISCAL

Los contribuyentes tienen la obligación de constatar que las facturas o documentos equivalentes estén debidamente autorizados por la AFIP. Esta obligación debe reglamentarse y es el Poder Ejecutivo el que dirá el verdadero alcance en virtud de pautas tales como disponibilidad de medios, nivel de operaciones, etc.

Estos aspectos de la ley no se encuentran reglamentados, excepto para determinados casos, como exportadores, agentes de retención de IVA, contribuyentes que reciban comprobantes electrónicos y el propio Estado Nacional y sus organismos dependientes (Decreto 477/07), aunque a la fecha de la elaboración de este resumen no se ha dictado la resolución general correspondiente.

COMENTARIO Y CONCLUSIONES:

La normativa que va conociéndose en la materia, apunta a los adquirentes y a los emisores de las facturas, pero deja de lado absolutamente lo referente al verdadero proveedor. Los adquirentes verán impugnados según los casos sus créditos fiscales o sus gastos, pero los verdaderos proveedores no entran en este juego. Cualquier comprador de buena fe puede resultar engañado y la factura que llega a sus manos puede haber sido librada por un testaferro sin que nadie proceda a enterarse de ello. Una situación en extremo injusta ya que la responsabilidad fiscal del comprador termina siendo absoluta, o casi. Sin derecho alguno al pataleo, por lo demás.

Buenos Aires, 14 de setiembre de 2007 HÉCTOR BLAS TRILLO

Contador Público

ESTUDIO

HÉCTOR BLAS TRILLO

Economía y tributación

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Gasto Publico

En el presente año electoral la suba del gasto público ha alcanzado ribetes jamás logrados. Todo parece estar dirigido a apuntalar la continuidad política del gobierno. No resulta realista no tomar en cuenta el inmenso costo que tal política requiere.


La modificación al Presupuesto Nacional establecida mediante decreto de necesidad y urgencia por el Presidente Kirchner constituye un verdadero baldón a cualquier argumento de prudencia y moderación que el más imparcial de los observadores pudiera efectuar. Un incremento del 12% sobre el presupuesto original, es decir una cifra de $ 14.219 millones de pesos no es una nimiedad ni mucho menos. O fallaron seriamente las previsiones, o alguna calamidad ha torcido el rumbo de la realidad de manera decisiva.

Podríamos decir que un poco de cada cosa, pero en el concepto de calamidad no podemos dejar de incluir el electoralismo. Según la información conocida, $ 2.735 millones serán destinados a cubrir los efectos de la crisis energética, $ 1795 se utilizarán para subsidiar al transporte de pasajeros. El total del incremento para gastos corrientes y de capital de la mayoría de los ministerios alcanza los $8.926 millones, el resto, o sea $ 5.924 millones, se utilizarán para reforzar aplicaciones financieras (fondo de garantía del Anses para el sistema de reparto, financiamiento del Fondo Fiduciario de Desarrollo Provincial) y atención de obligaciones del Tesoro. Se prevén $ 11.086 millones que saldrán de la mayor recaudación por sobre lo previsto, y $ 3.134 millones provendrán de un mayor endeudamiento.


Si pensamos que el presupuesto original contiene premisas inflacionarias en porcentajes estimados entre el 7 y el 11%, tenemos un panorama bastante claro de hacia dónde vamos. En verdad, la reasignación de recursos tiene que ver también con la modesta previsión de crecimiento para este año incluida en el Presupuesto (4%). Por tal razón, los ingresos disponibles son bastante mayores a los previstos. En verdad nadie esperaba otra cosa políticamente hablando.

Pero sí era esperada por todos los entendidos la crisis energética, del mismo modo que era esperada la gran cantidad de nuevos jubilados producto de la moratoria o el incremento del gasto por los problemas inflacionarios que el gobierno insiste en negar. La parte política es de sobra conocida, la nueva política es tan vieja como siempre, aunque hoy cuenta con más caja. Y tal caja se utiliza con fines electorales como lo sabe todo el mundo.

El segundo retoque en los mínimos no imponibles del impuesto a las ganancias se agrega a los ajustes de sueldos acordados por los distintos gremios. A ello se suma la mejora en las asignaciones por hijo y el incremento de las jubilaciones. Como se sabe, estos ajustes, aunque necesarios, deseados y esperados, exacerban el consumo y presionan sobre los precios ante la falta de oferta. Es decir recalientan la economía, como se dice habitualmente. A esto el gobierno le contrapone prohibiciones de importación, controles de precios, modificaciones en el sistema de medición de la inflación por parte del INDEC y las consabidas acusaciones a sectores supuestamente enemigos del bienestar general. También le contrapone la persistente búsqueda de nuevas inversiones mediante promociones de diverso tipo, en las cuales parece haberse enfrascado en nuevo ministro de economía.


Al mismo tiempo, los intentos de aplicación de la ley de Abastecimiento, las amenazas a directivos de la petrolera Shell nada menos que con prisión, las intervenciones en el mercado de carnes, extendidas a otras actividades cada vez que el abastecimiento o los precios no siguen el curso esperado por el gobierno, marcan una insólita incongruencia entre ser y parecer. En el caso de la petrolera, además, no hay analista que no hable de un particular ensañamiento, para colmo injustificado, lo que derivará seguramente en gravosos juicios que deberá afrontar el Estado en el caso de que la empresa tenga razón.

El ministro Peirano se muestra particularmente agresivo hacia quienes no comparten el criterio estatista que lleva adelante el gobierno, y se muestra decididamente proclive a suponer que el intervencionismo es la panacea según la cual el éxito económico será una realidad, convencido como está que lo que no hacen los mercados, lo harán los funcionarios con el dinero recaudado por la Administración y también por el habido vía inflación, que como se ha dicho hasta el cansancio es el más injusto de los impuestos. Se ha reemplazado en la Argentina del nuevo milenio, aquella rabiosa crítica al endiosamiento del mercado por el endiosamiento del intervencionismo. Lo que la gente, la población, las empresas, la globalización o lo que fuere no hacen como el gobierno quiere, lo harán Peirano, Moreno y los Fernández. Tamaño dislate la verdad es que excede largamente un intento analítico serio. Pero deja sí una reflexión de base y de fondo: la agresividad, la prepotencia y la soberbia de ninguna manera contribuirán a generar ese clima de negocios del que siempre se habla. La seguridad jurídica (prácticamente inexistente) no se logra con acusaciones vacuas y en muchos casos decididamente groseras.

También es absolutamente cierto que el silencio de prácticamente todo el arco empresarial (y de buena parte de la comunidad política también) sobre la evidente discriminación que viene efectuándose en contra de la empresa Shell, no puede estar fundamentado en otra cosa que en el temor a caer en la misma bolsa y ser privado de privilegios y subsidios para emprender inversiones. Es decir que por un lado nadie quiere perder sus prebendas, y por el otro nadie invertirá un peso sin ellas. Peor imposible.

Sigamos pues con otros temas: ¿están los nuevos jubilados entre quienes figuraban en las encuestas del Indec como desocupados y ahora ya no lo están? No es un tema menor, ya que se han incorporado al régimen jubilatorio algo así como 1,2 millones de personas, que según las normas de la propia ley que sancionó la moratoria, debían estar desocupadas hacia fines de 2005.

Si consideramos que el porcentaje de desocupados hoy por hoy es del orden de 1,4 millones de personas, la baja en los índices de desempleo tendría algo que ver con esto. Por supuesto que se incorporan nuevos demandantes de empleo al mercado y demás. Pero lo que intentamos reflejar con este comentario es que no siempre la modificación del índice tiene que ver con la generación de nuevos empleos únicamente.

Al parecer el sindicalismo de ATE ha llegado a un acuerdo con el gobierno para sanear el INDEC y elaborar índices corregidos y ajustados a la realidad. Esto y confesar que los índices actuales son falsos es lo mismo. ¿Quién se hace cargo del lado del gobierno de semejante confesión si esto es cierto? Se dirá seguramente que la base de cálculo o la ponderación no se han adecuado a la realidad actual y por eso deben cambiarse. ¿Pero es esta la razón por la cual el índice de precios al consumidor arroja en Capital cifras cuatro veces menores que en la mayoría de las provincias?

El crecimiento de la industria evidenció una sensible merma, alcanzando un magro 2,7% durante el mes de julio como consecuencia de las restricciones energéticas esencialmente. Si bien se ha anunciado que tales restricciones serán levantadas, el secretario Cameron ha anunciado que para el verano habrá necesidad de utilizar una mayor cantidad de combustibles líquidos, dado el bajo caudal de las represas hidroeléctricas.

En materia de fondos fiduciarios algo también habría que decir. Hay en estos momentos nada menos que 16 fondos, cuya creación comenzó en el año 1994. La mitad de ellos se crearon a partir del año 2000. Según información difundida por el Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento, entre 2001 y 2007 sus gastos se incrementaron la friolera de un 6.000%. Estos fondos se crearon, todos, para un determinado fin. Como fácilmente puede colegirse, tal finalidad ha dejado de respetarse casi en todos los casos.

El fondo para el Desarrollo Provincial fue creado en 1995 y su objeto era el de dar asistencia financiera a las provincias en el marco del Pacto Federal de empleo, producción y crecimiento. La duración prevista era de dos años. Pero en sucesivas prórrogas se llegó a la actualidad, en que la fecha establecida de finalización es el año 2025 (¡!). Por su parte el fondo para la reconstrucción de empresas, fue creado en 2002 y tenía como finalidad la asistencia a financieras privadas afectadas por la crisis mexicana, a lo cual se agregó luego el salvataje de empresas endeudadas en dólares y que sufrieron los efectos de la megadevaluación. Según el estudio que estamos comentando, este fondo otorga subsidios al sector privado y cuenta con un capital de $ 1.306 millones. La información acerca de quiénes han sido beneficiarios no se encuentra disponible en informes del propio fondo o del Ministerio de Economía afirmó el economista Gerardo Uña (diario La Nación 26/8/07).

El retraso de tarifas de servicios públicos y de precio de los combustibles ha provocado finalmente una crisis de escasez que no se resolverá con la política de agresiones y amenazas llevada adelante por el gobierno. Tampoco la inflación será detenida con el burdo manejo de los índices o con poco inteligentes controles de precios denominados eufemísticamente acuerdos. El proteccionismo que intenta exacerbar el lenguaraz ministro de economía provocará reacciones en cadena de parte de los países afectados (China especialmente), aumentos de los precios, escasez y merma de calidad.

El panorama decididamente no es bueno, y no se trata siquiera de una cuestión de ideología. El inmenso costo de proteger debe ser pagado, del mismo modo que es pagado el costo de la desprotección cuando no se adecua la economía a la regla básica de la eficiencia y se sobrevalúa el tipo de cambio. No se sale indemne de los exorbitantes costos de tanto subsidio y de tantas desgravaciones para disimular el verdadero precio de las cosas. Y esta realidad deberá ser afrontada en los próximos meses y años, sea quien fuere el nuevo presidente.

Un solo ejemplo más: ¿Qué pasará con los acreedores que no adhirieron al canje de la deuda?. Como se sabe la cifra supera largamente los 24.000 millones de dólares si se consideran los intereses devengados. Y esa cifra directamente ha sido borrada por las actuales autoridades (siendo ministro el Dr. Roberto Lavagna) del monto total adeudado. Es decir que se siguió el esquema del virtual pelito al campo. ¿Esto es realista, por decir lo menos?

HÉCTOR BLAS TRILLO

Buenos Aires, 24 de agosto 2007

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HÉCTOR BLAS TRILLO

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Modificacion en el Impuesto a las Ganancias

Por segunda vez en lo que va del año, el gobierno ha decidido aumentar los mínimos no imponibles en el impuesto a las ganancias, esencialmente para el personal en relación de dependencia.


El proceso inflacionario y una fuerte presión sindical ha llevado al gobierno nacional a modificar, por segunda vez en apenas 4 meses, los mínimos no imponibles en el impuesto a las ganancias para las personas físicas en relación de dependencia. Se da, además, la circunstancia realmente extraordinaria de que ambas modificaciones (la acaecida en abril y la que acaba de aprobarse en el Senado), son retroactivas al 1º de enero.

La anterior modificación fue llevada a cabo por el PE fundamentándose en la ley de Presupuesto para el año 2007, que facultaba al presidente en tal sentido. La bala de plata fue gastada así muy rápidamente, generándose entonces la necesidad de este nuevo ajuste.


El paso siguiente será una apresurada reglamentación por vía de resolución de parte de la Administración Federal de Ingresos Públicos, que vaticinamos será la primera de una nueva serie, ya que si tomamos en cuenta que sin apresuramiento alguno suelen dictarse varias resoluciones modificatorias por tema, con más razón tal hecho ocurrirá al tratarse de un tema que urge (la intención es poder liquidar los sueldos de agosto con las nuevas pautas)

Rápidamente esbozaremos los elementos básicos de la nueva disposición, en este caso surgida de una ley que será por supuesto promulgada rápidamente.

Diremos que los esquemas que se publican en los diarios contemplan la situación de empleados en relación de dependencia únicamente en dos situaciones: cuando se trata de trabajadores solteros, y cuando se trata de casados con dos hijos menores a su cargo y sin que trabaje la esposa.


Este modelo de ejemplo, viene reiterándose desde hace varios años, siendo que la realidad dista bastante de ser la que se pinta en el caso de los trabajadores casados. En efecto, en una gran cantidad de casos la mujer trabaja a la par del hombre (o incluso en lugar del hombre) y no son tantas las familias que tienen dos hijos menores únicamente.

Pero no abundaremos en estas disquisiciones que en todo caso pretenden ser simplemente aclaratorias.

Vayamos pues, a la norma tal como se publica en los medios:

1. No se modifica el mínimo no imponible, que sigue siendo de $ 7.500 anuales.

2. Se incrementa en llamado adicional de 4º categoría (deducible) de $ 28.500 a $ 36.000 (un 26%) anuales.

3. Sin otras deducciones, y considerando incluido el Sueldo Anual Complementario, se calcula una renta mensual para el trabajador soltero de $ 3.346 y de $ 4.576 para el casado en las condiciones citadas (es decir con esposa ama de casa y dos hijos menores).

4. El incremento en el primer caso es del 20,8%, y en el segundo casi un 24%.

5. La diferencia se debe, naturalmente, al incremento en las deducciones por cónyuge y por hijo (pasa de $ 6.000 a $ 8.000, lo cual representa un 33% más), dado que el mínimo no imponible señalado en el punto 1, permanece inalterable.

El otro aspecto a contemplar es el ajuste que se produce en la tabla incorporada a la ley del impuesto a las ganancias durante la gestión de José Luis Machinea y según la cual superado un determinado ingreso anual neto, las deducciones mencionadas se reducen, siguiendo el curioso principio según el cual quien gana más dinero no necesita deducir tanto en concepto de mínimos no imponibles, adicionales de 4º categoría o cargas de familia.

Se produce acá un incremento notable del primer escalón de esta tabla, ya que hasta el presente podían computarse los mínimos citados si el ingreso neto anual no superaba los $ 48.000. Tal cifra fue llevada ahora a $ 91.000.

Este tipo de norma ha sido muy criticada por la profesión y con justa razón, aunque tal vez no por los motivos que nos impulsan a nosotros. Es que los topes originan cambios muy importantes en el valor imponible. Una persona que tiene un ingreso neto anual de $ 91.001 debería pagar alrededor de $ 11.000.- de impuesto. Mientras que otra persona que percibe algo menos de $ 91.000 pagaría $ 4.500 aproximadamente. Ello se debe a que el total de deducciones mencionadas en los puntos 1. a 5. Se reducen a la mitad. De modo que el total, para una familia tipo con dos hijos deducible, se reduce de $ 59.500 a $ 29.750.

En nuestra opinión, esta normativa viola groseramente el principio de igualdad ante la ley. En efecto, si se considera deducible un gasto determinado, resulta inadmisible que ese gasto no pueda descontarse porque el contribuyente hubiera ganado más dinero. El principio de igualdad ante la ley también queda anulado por la llamada escala progresiva, a la cual se suma esta verdadera iniquidad. Se ha señalado que la nueva disposición suaviza bastante esta tablita de deducciones posibles, lo cual no obsta que sin embargo sigue vigente. El escalón máximo es de $ 221.000 de ganancia neta, a partir de los cuales no es posible deducir mínimo alguno por ningún concepto.

Ahora bien, qué ocurre con las retenciones que los trabajadores han sufrido hasta el presente. Se han dado algunos ejemplos que mencionaremos rápidamente.

1. Trabajador casado con dos hijos que gana $ 5.000.- recibirá una devolución de retenciones sufridas en exceso de $ 900 aproximadamente.

2. En iguales condiciones con un sueldo de $ 6.000.- la devolución rondará los $ 3.700.

El efecto de estas devoluciones sin duda implicará una transferencia de ingresos del sector público a los particulares trabajadores, lo cual producirá un efecto sobre la demanda, indudablemente, y presionará sobre los precios de manera adicional a lo que ya viene ocurriendo.

El gobierno está esmerándose, como se sabe, en controlar los precios, luego de finalmente haber admitido que es eso lo que hace y no acordarlos. Pese a que todavía en algunos casos sigue repitiéndose desde las usinas de la Casa de Gobierno o del Ministerio de Economía, que los controles no existen.

El reconocimiento del problema inflacionario no deja de ser positivo, aunque es sabido que no se ha dado en otros casos. No se han modificado todavía los mínimos no imponibles del impuesto sobre los bienes personales, tampoco los topes para cambiar de categoría en el Monotributo. No se ha modificado el criterio de impedir el ajuste por inflación de los balances impositivos suspendido por la llamada ley de convertibilidad. Y curiosamente sí se acepta el balance comercial ajustado por inflación hasta el año 2003 para el pago del impuesto sobre los bienes personales de tenencias y participaciones societarias.

Otros valores resultan también ridículos, como el tope de gastos de automóviles deducibles en el impuesto a las ganancias. O los valores mínimos para sufrir retenciones en ese mismo impuesto.

Podríamos seguir con esta enumeración, ya que prácticamente no se han tocado los valores provenientes de la convertibilidad en la mayoría de los casos, provocando una distorsión aún mayor en el sistema tributario sin que se registren visos de una corrección integral y una reforma integral, que hace rato que se declama pero que no se ha encarado.

Y un parrafito final para los trabajadores autónomos, que no han entrado en esta nueva modificación, y para los cuales el adicional de 4º categoría sigue siendo de $ 7.500, contra los $ 36.000 citados para el que trabaja en relación de dependencia.

HÉCTOR BLAS TRILLO

Buenos Aires, 24 de agosto 2007

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La economía es una ciencia exacta

La economía no es una ciencia exacta, dicen los que saben. Sin embargo lo es absolutamente, dado que prácticamente ningún economista acierta con sus pronósticos


Los pronósticos de los economistas prácticamente nunca se corroboran. Es ésa la principal causa de mofa por parte de quienes necesitan defenestrarlos para dar curso a esa curiosa fantasía que consiste en creer que los números pueden ser dejados de lado a la hora de procurar el bienestar de una comunidad.


Cuando ciertos políticos se refieren a tales economistas emplean incluso neologismos descalificatorios. Así, hablan de economicismo y los acusan, cuando menos, de tener una visión exclusivamente materialista de la vida.

Sin embargo, no todos los políticos que en el mundo han sido emplean el mismo razonamiento sofístico. Digamos antes que nada que entre nosotros el empleo del sofisma es una exitosa técnica que ofrece muy buenos resultados. O pingües ganancias, para ponerlo en términos de economistas. Expresiones tales como no podemos dejar que todo lo resuelva la fría ley del mercado, o lo único que les preocupa a los economistas es que no haya déficit y se olvidan de la gente son bastante habituales en discursos y discursillos de barricada.

Uno de los grandes artífices de la lucha contra el déficit ha sido, sin duda alguna, el recordado ingeniero Álvaro Alsogaray. Un personaje que se hizo famoso a comienzos de los 60, como ministro de Frondizi, entre otras cosas por ser autor de la célebre frase hay que pasar el invierno, empleada para señalar que luego de transcurrida esa estación del año, los problemas de entonces estarían resueltos. Alsogaray ofrecía discursos televisivos semanales, en los cuales, tiza y pizarrón mediante, explicaba gráficamente la marcha de la economía y los caminos elegidos para resolver entre otras cosas el eterno déficit fiscal. Fue en aquellos años que Don Álvaro emitió los famosos Bonos del Empréstito 9 de julio de 1962 que tenían respaldo oro y una tasa de interés del 7% anual. Esos bonos se emitieron, justamente, para corregir el déficit y no tener que recurrir a la maquinita de la Casa de Moneda.


Alsogaray predicó en el desierto muchísimos años y siempre fue visto como un economicista y, luego del desgraciado Proceso, a fines de los 70, alguien recordó que además era Capitán. Porque efectivamente, era Capitán Ingeniero. O sea que no sólo era economicista, sino que además era militar. Tenía, para colmo, un pasado como cadete hacia el año 1930, justamente el año en que fue derrocado el gobierno constitucional de Hipólito Yrigoyen.

Las vueltas de la vida han hecho que un gobierno que se autocalifica de progresista como el actual, haya tomado las banderas del Capitán Ingeniero y se vanaglorie de tener superávit fiscal. Es una paradoja, o una parábola más bien. Tan curiosa como humana es la contradicción. Ahora sí interesan los fríos números de la economía y el superávit fiscal es no solamente bienvenido, sino que es una de los aspectos centrales de la política económica seguida por el actual gobierno.

Pero dejemos en paz al Ingeniero y sigamos lucubrando sobre los economistas en general. Es bastante común oír a economistas de cierta escuela ideológica hablar de los genios que pronosticaban el dólar a 10 pesos luego de la crisis de comienzos de 2002. Ninguno de ellos parece recordar sin embargo la genialidad de Don Remes Lenicov, que cuando anunció la devaluación hizo referencia a los estudios realizados con su equipo y que habían determinado que el dólar debería ubicarse en $ 1,40 por unidad. Tales estudios duraron lo que un pájaro posado en una rama que se mueve con el viento. Al mes y monedas (con perdón del economicismo), el verde se cotizaba a $ 4.- echando por tierra no solamente un pronóstico, sino el resultado de complejos cálculos econométricos. Pero sobre este magistral yerro, los economistas enfrentados a los otros economistas, no dicen una palabra. Ese valor es un 185% más alto que el asignado por el entonces ministro. Y si comparamos los $ 10.- con esos $ 4.-, tenemos un 150% más. Es decir que Remes le erró por un 185% y los economistas hoy odiados por los sectores autoproclamandos como progresistas, lo hicieron por el 150%, pese a lo cual, éstos últimos resultan defenestrados con ironías como la calificación de genios o malintencionados que responden a intereses espurios, y los primeros, representados por Don Remes, gozan de exilios dorados en Bélgica. También en la escuela de los defenestradores de economistas equivocados se ubica el Dr. Lavagna, que no ha dejado de repetir el yerro de los unos, y ha guardado un cerradísimo silencio sobre el de los otros.

Es decir que tenemos por un lado la exactitud en el yerro, y por el otro la reacción propia de un falsete. Hijos y entenados. Buenos y malos. Premiados y castigados. Bienintencionados y perversos. ¿Por qué?

Tenemos una hipótesis: cada quien tiene su corazoncito. Cada cual ve lo que quiere ver. A unos les interesa dejar mal parados a los otros, y viceversa. Pero en realidad ambos sectores incurren en errores impresionantes.

Otro aspecto de esta ciencia exacta en su desacierto es el de los incentivos dados a unas actividades en desmedro de otras. Incentivos que toman la forma de subsidios, desgravaciones, promociones, créditos blandos o lo que fuere. Cualquier actividad que resulte subsidiada de alguna forma, parte de la decisión de alguien. Alguien con poder resuelve quién debe ser subsidiado, ayudado, promovido, incentivado, etc. Alguien decide qué cosa es importante o útil y merece subsidio, y qué cosa no. Acero o caramelos. Tenemos entonces una decisión de alguien que por encima de la opinión de toda una sociedad que funciona en el reino de la escasez (que es la economía), resuelve qué necesita esa sociedad y ayuda a ello con fondos que toda esa sociedad aporta. No se sabe por cuánto tiempo, ni cómo devolverá el sector promovido el monto otorgado. No se sabe si alguna vez obtendrá ganancias, será rentable y competitivo. Simplemente se lo promueve.

Quien al no caer su ficha en la rueda de la suerte de la promoción y debe pagar, siente que trabaja para que el otro se vea favorecido. Sufre entonces el desaliento. Pero además de ello, ve mermadas sus posibilidades de progreso.

Si tenía en mente mejorar su tecnología o lo que sea porque hay mercado, observa que sus ingresos mermados por la ayuda que debe obligatoriamente otorgar al promovido, no alcanzan para lograr muchas de las metas que se podría haber propuesto de contar con tales recursos. Pero es que alguien ha decidido que a él no le toca.

Quienes no se desalientan del todo, arman cámaras para tratar de lograr ser ellos los favorecidos por la promo. En tales casos, se forman los llamados lobbies que intentarán convencer a quien tiene el poder que aquello que ellos producen es esencial y básico para el desarrollo. Acero, no caramelos.

La economía, la ciencia de la escasez, la ciencia exacta en su inexactitud, tiene respuestas para todo. Cuando Europa decidió proteger la industria cárnica no pensó que su promoción derivaría 50 años después en la enfermedad de la vaca loca. Nadie pensó hasta cuándo debería ayudarse a un sector en desmedro de otros. Hoy por hoy, Europa no tiene carne, tiene problemas de aftosa, tiene la vaca loca incorporada, ha debido reconvertir todo el sistema alimentario de los animales, y ha perdido buena parte del tren tecnológico a manos de Japón y de los EEUU.

La exactitud de la inexactitud también se da en quienes deciden qué es lo que será bueno en el futuro y qué no.

Hay en esto algo de soberbia. Los empresarios son reemplazados por los funcionarios. No deciden aquéllos qué producir, sino que lo hacen éstos, con el dinero de aquéllos, además.

El gran economista austríaco Federico Von Hayek ha publicado un libro, el último de su larga trayectoria hasta donde sabemos, cuyo título podría traducirse como La fatal arrogancia, o La presunción fatal. El título intenta reflejar lo que significa que una persona o un grupo de ellas pretenda conmover al mercado, a lo que él llama los millones de opiniones dispersas. La sola idea de que alguien puede decidir por millones de gustos y preferencias qué cosa conviene y qué cosa no, lleva ínsita la llama de la soberbia, o de la arrogancia. La creencia de que ese alguien puede saber lo que a millones de personas le conviene más. Sería algo así como que millones de personas se equivocan constantemente y hacen las cosas mal, y un funcionario o un grupo de ellos viene a decirles a esos millones, lo que deben hacer porque él sabe lo que está bien.

La economía como ciencia tiene también esta exactitud: el funcionario no sabrá. Porque es imposible que conozca los millones de variables que conllevan las millones de voluntades. Y por lo tanto es un dato que fracasará. En esto lo más lamentable es que tal funcionario utilice para sus fines la coerción del Estado y los dineros recaudados por el poder de policía que éste ostenta.

Será motivo de otras reflexiones esto de que el Estado pueda disponer de una cantidad de dinero para llevar adelante iniciativas comerciales, industriales o de cualquier índole mediante promociones o desgravaciones. Pero la realidad contante y sonante es que es una manera de sentirse un dios poder hacerlo. Repartir según su criterio es también la forma más sencilla de garantizar la corrupción.

Buenos Aires, 12 de agosto de 2007

HÉCTOR BLAS TRILLO

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HÉCTOR BLAS TRILLO

Economía y tributación

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Perspectivas de la Economía Argentina

Ante la crisis de confianza que se observa en los mercados internacionales, la designación de un nuevo ministro de economía local y las próximas elecciones presidenciales, conviene tratar de observar las posibilidades que ofrece el país en materia económica, acercando un poco la lupa a aspectos controversiales.



La intervención del gobierno nacional en el INDEC es un aspecto de la realidad que prácticamente nadie pone en duda, excepto algunos funcionarios como el flamante ministro de Economía, o el titular de la Secretaría de Comercio.

La candidata a presidenta declaró hace unos días en Madrid que quienes quieren que los índices de inflación sean mayores son los acreedores que tienen títulos que ajustan por CER.

La opinión de consultores y de la gente indica que no solo, ni precisamente, son los acreedores los que quieren o dejan de querer. En verdad, la Dra. Kirchner ha intentado encontrar una explicación, por así decirlo.



La deuda pública se favorece si paga menos ajustes por índices de precios, pero se perjudica en tanto los bonos pierden su valor y las tasas de interés suben, de modo tal que las sucesivas renovaciones de deuda resultan más costosas compensando de ese modo el toque de los índices que la candidata presidencial atribuye a interesados acreedores. De paso sea dicho, hablar de los acreedores y suponer que todos ellos pretenden falsear la realidad resulta bastante esquemático, como falaz resulta a su vez poner todas las fichas en un secretario de estado que hace rato viene hurgando en el INDEC, cambiando funcionarios, haciendo renunciar a otros, y adoptando actitudes cuasi patoteriles de las cuales hay registro y testigos según puede leerse en todos los diarios, inclusive en los más oficialistas.

El ministro Peirano acaba de decir que para combatir la inflación se requiere mayor inversión, por lo cual se va a impedir que los productos chinos sigan invadiendo el mercado argentino . Acá tenemos toda una definición de una mentalidad y una ideología: para que la Argentina supere la inflación hay que cerrar filas y fronteras, y al mismo tiempo atraer inversiones. ¿Este esquema resiste un análisis técnico serio?.

Cuando una inversión se lleva adelante, la misma cae del lado de la demanda según dicen los economistas. Esto significa que el proceso de invertir es, en sí mismo, un incremento de la demanda de bienes y servicios y por lo tanto empuja los precios hacia arriba. Es decir que para llegar a ser mayor oferta, tal inversión deberá haber concluido para pasar a producir. De manera que con un simple análisis podemos ver que una mayor inversión en realidad azuza a la inflación, y no la combate. A su vez, el cierre de fronteras a productos chinos a lo que contribuye es a que suban los precios de los productos locales ante la falta de competencia, por lo cual también este aspecto resulta inflacionario en un esquema de expansión monetaria para sostener el dólar caro como el que tenemos.



Queda claro entonces que más allá de las buenas intenciones, las afirmaciones del ministro operan en sentido inverso del deseado en cuanto a combatir la inflación. El yerro no es menor. Una cosa es que pretendamos incentivar la industria local, mejorar la inversión etc, y otra distinta es afirmar que así se combate la inflación. No ha cambiado demasiado la tónica respecto de los tiempos de Miceli, que decía combatir la inflación con controles de precios, o del Dr. Lavagna, que decía hacerlo con retenciones a las exportaciones.

La inflación se combate volviendo eficiente a la economía, competitiva sin artilugios monetarios, con el precio de la divisa que fija el mercado y con una apertura de las importaciones (y de las exportaciones) que ponga el equilibrio donde debe estar ante la realidad económica que vivimos. No hay que asustarse de eso. La Argentina es altamente competitiva en el sector primario, como todos sabemos. No es necesario poner fábricas de transistores si el dinero se utiliza mejor en producir carne. Simplemente la correcta asignación de recursos es más efectiva, realista y multiplicadora que las infinitas intervenciones salidas de oficinas de burócratas que pretenden que la realidad no es lo que es.

Y en este punto no hay que confundir. Porque en los años 90, lo mismo que a fines de los 70, el sistema imperante consistía en fijar un tipo de cambio bajo, por lo que la apertura de importaciones producía un sobreefecto como consecuencia de que era posible demandar divisas en grandes cantidades sin que se modificara su precio, lo cual atenta obviamente contra la llamada ley de oferta y demanda. Una apertura con control del cambio tiene un efecto negativo: el control del cambio. Porque si el tipo de cambio sube a medida que arrecian las importaciones, y baja a medida que aumentan las exportaciones, nada extraño ha de pasar.

Pero estamos muy lejos de esto, de manera que volvamos entonces a la situación política actual.

Los pactos entre con empresarios, sindicalistas o quienes fueren, (a los que se refirió la Dra. Kirchner) tendientes a convertir en política de Estado el superávit y el tipo de cambio alto son una falacia. Y lo son porque el motivo del pacto lo es. Nadie puede pactar superávit como nadie puede pactar ganancia eterna. Nadie puede pactar que comprará infinitos dólares más caro de lo que valen asegurando que tal despilfarro no terminará produciendo un estallido.

Acordar seguir determinadas políticas es factible. Pero acordar hacer funcionar la economía de determinada forma no lo es. No es posible pactar el régimen de lluvias. Es posible pactar que ahorraremos agua y que la meteremos en tanques adecuados, eso sí.

Por otra parte el superávit fiscal primario está cayendo desde hace por lo menos dos años, de manera que aunque se pretendiera lograr una fotografía de lo que hoy ocurre para prolongarla en el tiempo de modo más o menos indefinido, no equivale volver a lo que ocurría hace dos años, cuando la inflación todavía no era un problema, por ejemplo. No hay que olvidarse que la mega devaluación había provocado una baja considerable del costo argentino, al tiempo que la capacidad ociosa industrial proveniente de la década anterior estaba disponible para activarse rápidamente sin grandes inversiones adicionales, todo lo cual ya ha ocurrido. Hoy el costo argentino es otro, y la capacidad ociosa es casi inexistente.

Los problemas energéticos son una realidad. Los subsidios cruzados también. El gasto público inmenso y casi descontrolado también. Si la senadora Kirchner pretende un pacto en estas condiciones nos parece que está equivocando su discurso.

Obsérvese que hoy por hoy todo parece querer pactarse: tarifas, consumos, precios, salarios, topes exportables, bienes importables, cantidades, índices de precios. Todo. Se trata, al parecer, de armar una economía en un esquema no basado en las necesidades cambiantes de la población, sino en el supuesto o real raciocinio de unos cuantos dirigentes políticos, sociales, empresarios o lo que fueren.

La realidad no entra en una oficina o un edificio público. La vida económica no se reduce a los pensamientos de economistas que dicen que los precios no tienen por qué subir porque de acuerdo a mi análisis así debe ser , como suele afirmar el Dr. Aldo Ferrer. Disentimos profundamente de esta clase de afirmaciones, y sometemos al veredicto de la realidad nuestras opiniones.

Por más bien intencionados que sean, profesionales como los que nombramos en este comentario, están a nuestro entender muy equivocados. El Dr. Lavagna, por ejemplo, ha llegado a afirmar muchas veces que con las retenciones a las exportaciones controlaba los precios locales, para lo cual a su vez era necesario controlar el cambio, que deberá seguir siendo alto, y para ello será necesario controlar los precios. Como una calesita sin fin, en el mundo se acabarían escaseces y estrecheces con sólo llevar a cabo estas recetas magistrales. ¡Y eso no ocurre! NI ocurrirá.

Buenos Aires, 11 de agosto de 2007 HÉCTOR BLAS TRILLO

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El Gobierno contra el Campo

La persistente actitud del gobierno nacional respecto de la actividad agropecuaria ha mostrado una vez más la cara absurda del desplante. Flaco favor se hace así a la necesidad imperiosa de recomponer las reglas básicas que requiere una economía en crecimiento precisamente debido a la favorable coyuntura internacional



Que al ministro Alberto Fernández le parezca “injusta” la posición del campo ante el gobierno nacional es una curiosidad si se toman en cuenta los antecedentes de este tan hábil como versátil funcionario, cuyos orígenes políticos (dicen) se remontan a un oscuro Partido Nacionalista Constitucional. Su tocayo Aníbal hizo referencia a “la derecha angurrienta” en un tinte al que nos tiene acostumbrados pero que no deja de invitar a una cuando menos llamativa pregunta, ¿Acaso quiere este ministro anteponer la “izquierda no angurrienta” a tal “derecha”?

Palabras vacuas, en el último caso ofensivas, a las que suma lo suyo el flamante ministro de economía, de quien ya nos hemos ocupado: “Parecen expresiones nostálgicas de grupos minoritarios de la derecha argentina”. “Reclaman la apertura de las exportaciones para aprovechar un tipo de cambio competitivo…”. “Refleja (el campo) la visión de un país excluyente sin preocupación por la equidad social”. “Representan el pensamiento que avaló las peores etapas de políticas económicas”.

¿Qué es lo que se pretende con este tipo de diatribas? Nosotros tratamos desde esta humilde columna de analizar las perspectivas económicas y lo hemos hecho muchas veces. Intentamos visualizar cómo seguirán las cosas en el marco de un gobierno que parece disputar en el plano del enfrentamiento ideológico basado en acusaciones a personas y entidades y no en razonamientos y observaciones criteriosas y técnicas, sobre todo en el caso del último ministro citado.

Otras veces hemos señalado la incongruencia del propio presidente de la República al incluir al campo entre los adherentes conspicuos de la “política de los 90” cuando al mismo tiempo señalaba que nunca el campo ganó tanto dinero como en esta etapa. Lo hizo el Dr. Kirchner, lo hizo el entonces ministro Lavagna, y lo hizo la defenestrada ministra Miceli. ¿Esa política, la de los 90, es la que añora el campo? ¿Sus dirigentes añoran ganar menos que ahora, o incluso perder dinero simplemente para lograr un país excluyente y sin preocupación por la equidad social?



El ahora ex ministro Lavagna llegó a decir en su momento que si los dirigentes agropecuarios pretendían que se terminaran las retenciones a las exportaciones deberían conformar un partido político. Llegó a tratarlos de “primates” en economía, dadas las condiciones favorables del “tipo de cambio alto” seguido adelante por este “modelo”.

Observar la realidad no requiere de declamaciones u ofensas. Tampoco de ataques a las personas o a la descalificación ideológica. En un país democrático cada cual tiene el derecho (y el deber) de pensar lo que quiere. Pero todo esto no sirve para utilizar el raciocinio y determinar qué cosa es mejor y qué cosa es peor.

Por lo que ha trascendido el secretario De Urquiza tenía previsto el discurso inaugural de la tradicional exposición palermitana. Pero se le ordenó retirarse sin pronunciarlo según se dice por llamados del ministro Alberto Fernández e incluso del propio Dr. Kirchner, que seguía la ceremonia por televisión. Parece una disputa entre niños en la cual el dueño de pelota decide quién juega y quién no.



Repasemos brevemente qué dijo Luciano Miguens que tanto enfadó al presidente, ya de por sí marcado para siempre por su negativa a concurrir a estas exposiciones como si se tratara del mismísimo infierno.

Dijo Miguens: “A la inflación se la debe combatir, no esconder”. “La forma de abastecer los mercados es aumentar la producción”. “Se deben eliminar las retenciones, liberar las exportaciones y liberar los mercados”. “La política económica presenta problemas”. “…una cosecha equiparaba al gasto público (cuando asumió Kirchner), y ahora se requieren tres cosechas”. “…cuando se elija (el nuevo gobierno) se deberá vivir con las consecuencias de esa elección”.

En nuestra modesta opinión, salvo en el último caso, las demás afirmaciones reflejan una posición ante la realidad económica en la que está inmersa la actividad agropecuaria y no son otra cosa que una visión de los hechos como otra cualquiera. Punto.

¿No era factible que un representante gubernamental (no ya el presidente que por las razones que fueren se niega a asistir a la exposición) respondiera y retrucara tales opiniones? Incluso en el último caso, ¿no era posible dar una respuesta ubicando a Miguens en el espacio que le corresponde en lugar de incursionar con una opinión política de tinte electoralista en todo caso?

La verdad es que cuesta entender la posición del gobierno. A la exposición asistieron casi un millón de personas y están representados todos los sectores del agro, la ganadería y la industria vinculada a la actividad por lo menos. ¿Quiénes son los recalcitrantes, intolerantes, excluidores, derechistas a ultranza y no sabemos cuántas cosas más que hacen que un presidente constitucional haya retaceado su asistencia durante varios años y finalmente haya ordenado a los funcionarios no ya a que no asistan, sino a retirarse sin hablar?. ¿Está el gobierno metiendo a todo el mundo en la misma bolsa o no?

Palabras vacuas, repetimos. Alarmantes por lo que representan: la intolerancia. El gobierno no tiene obligación de asistir si no quiere. Pero si insulta y ataca, cae en la peor de las intolerancias, además. Porque no retruca con argumentos y lógica, sino que lo hace con intentos descalificatorios de personas y entidades. Encima de un modo infantil, absurdo.

Veamos entonces brevemente la realidad económica dentro del esquema o “modelo” imperante. El gobierno ha prohibido exportaciones de carnes, ha presionado con listas de precios “truchas” en el mercado de Liniers a los ganaderos, ha “pisado” el precio del trigo y aumentado las retenciones de lácteos y soja para “regular” los precios, ha “suspendido” a los principales consignatarios de hacienda con argumentos pueriles y no sujetos al procedimiento legal, ha acusado a los productores de angurrientos (mucho antes de ahora) y avaros, los acaba de acusar nuevamente en la boca de tres de sus ministros, a puesto topes al kilaje de faena de haciendas que ha modificado una y otra vez yendo y viniendo sobre sus pasos. El gobierno ha acelerado el proceso inflacionario y provocado la escasez de combustibles, ha hecho perder dinero a productores y exportadores, ha pretendido que los precios si suben es debido a pactos espurios entre productores y consignatarios. El gobierno ha llegado a amenazar con el cierre del mercado de Liniers, luego de prohibir las ventas directas de hacienda. Ha llegado a barajar la idea de que las haciendas hasta una determinada cantidad de kilómetros de Buenos Aires solamente pudieran venderse en Liniers.

Este gobierno ha intervenido en el mercado triguero de modo que el afrecho es hoy más caro que el trigo. Se ha quedado con buena parte de los ingresos por exportaciones, lo cual hace que el dólar real que percibe el ganadero se ubique entre un 25 y un 30% menos que el que percibe un industrial, mientras que sus insumos se obtienen al tipo de cambio oficial. El gobierno ha provocado con su política tarifaria ingentes problemas de abastecimiento energético y deteriorado seriamente el afán inversionista de productores, y la consistente liquidación de stocks ganaderos a través de un intervencionismo a la veleta, con idas y vueltas insólitas. Y con ministros que prohíben exportar hasta el corned beef mediante “resoluciones” de una inconstitucionalidad que ha hecho revolcar en sus tumbas a los padres fundadores.

¿Por qué se supone que el discurso de Miguens debiera que ser otro que el que ha sido? Esta mañana, en una radio capitalina, el ministro Alberto Fernández decía que los dirigentes tienen un discurso en el palco y otro cuando están con los funcionarios. ¿De esto acaba de enterarse el gobierno o lo sabe desde el comienzo cuando el propio presidente Kirchner se negó a asistir a la inauguración de la muestra hace 4 años? ¿Es razonable que quien pretende negociar ante funcionarios cargados de soberbia y mandamasismo como el secretario de comercio, lo haga con los proverbiales tapones de punta sabiendo que tal funcionario tiene el visto bueno del propio presidente de la Nación?

¿Alguien tiene alguna duda que el gobierno intenta tapar la inflación en lugar de combatirla? ¿Se aumentará la producción con estos vaivenes ciclotímicos y con estas acusaciones ridículas a la gente que trabaja en lo suyo a su manera y como puede? ¿Habrá que tener discursos afines al presidente para que éste asista a exposiciones o muestras? ¿Los “grupos minoritarios de la derecha argentina” (Peirano dixit) deberán desaparecer o callarse la boca so pena de condenar a todo un sector al ostracismo? ¿Tendrán que dejar de ser “la derecha angurrienta” según el parámetro del, en este caso, dueño de la medida de la angurria, Aníbal Fernández?

Volvemos una y otra vez al principio de este comentario. Si cada cual tiene el derecho de expresar lo que piensa, y lo hace, además, con argumentos y antecedentes, cabe esperar en un país democrático una respuesta acorde a las circunstancias. Miguens y los suyos podrán estar muy equivocados y ser todo que el Sr. Peirano y los Fernández pretendan, pero ninguno de los puntos que el dirigente ruralista tocó fueron respondidos. Ni bien ni mal. Lo único que por lo menos nosotros hemos oído y leído es que el tipo de cambio alto los ha favorecido, lo cual es parcialmente cierto ya que en realidad tal tipo de cambio es muy inferior en el caso del campo (por efecto de las retenciones). Y la acusación de angurrientos y de querer volver a las peores políticas económicas (que incluyen, según la óptica imperante, los años 90) resulta contradictoria ya que en esos años la producción agrícola ganadera perdía plata en muchísimos casos, o por lo menos no ganaba lo que según reiteradas afirmaciones oficiales ganó en estos últimos 4 años.

Y como hemos dicho, la exposición incluye a la agricultura, a la ganadería, y a la industria. Con lo cual, si bien representa tradicionalmente al sector agrícola ganadero, no deja de conformar junto con la industria que le acompaña, el verdadero motor del país. Sería bueno que alguna vez se reflexione sobre esto, se dejaran los discursos cargados de agresión, descalificación e intolerancia, y se pensara en armar una política seria, consistente y ajustada a derecho para perdurar durante muchos años. Es decir, que se tome en serio lo que es serio. Que se pongan las barbas en remojo sin tratar de etiquetar al que se tiene enfrente. Y si hace falta un mea culpa, tanto de un lado como del otro, que también se haga.

Infantiles, intolerantes e incongruentes, las declaraciones oficiales son el símbolo más acabado de una visión que en sí misma es excluyente. Justamente aquello de lo que se acusa a quienes representan al campo.

La sensación que nos queda, como reflexión final, es la de que el millón de personas que asistió a la Rural es un número demasiado significativo y elocuente, de donde puede inferirse que si el gobierno persigue el voto del ciudadano desprevenido, ha comenzado a equivocarse fiero.


Buenos Aires, 5 de agosto de 2007 HÉCTOR BLAS TRILLO



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Inflación, recaudación y algunos datos de la realidad que se rebelan a los funcionarios y sus discursos

La manipulación de los índices de precios se pone al descubierto ante la difusión de cifras del propio INDEC o de la AFIP que muestran la incongruencia más elemental a la que puede asistirse en mucho tiempo. Los efectos del intervencionismo siempre son nefastos a mediano o largo plazo. Los efectos de la manipulación son devastadores, y en algún punto tragicómicos.



Es una realidad que salvo los voceros de hecho del gobierno de Néstor Kirchner, esto es Aníbal y Alberto Fernández, el pintoresco secretario de comercio interior Guilllermo moreno, y el nuevo ministro de economía Miguel Peirano, nadie se siente en condiciones de salir a defender la seriedad del IPC (índice de precios al consumidor) calculado sobre la base de “listas” y “acuerdos” de precios tan alejados de la realidad como la más surrealista de las fantasías.

La impresionante suba en la recaudación de IVA (alcanzó al 42% comparando julio de 2007 contra el mismo mes del año anterior) podrá tener algunas explicaciones originadas en una mejora de la fiscalización y recaudación, en un aumento de las importaciones de bienes gravados o en un crecimiento económico generalizado en el período. A ello habrá que sumar la suba de precios habida, que según la estadística oficial está por debajo del 9% en el caso de los precios al consumidor. Esto indicaría que la mejora recaudatoria en este impuesto a los consumos por excelencia, habría trepado nada menos que un 33% como consecuencia de los factores citados en primer lugar, esto es excluyendo la desvalorización de la moneda. A simple vista es posible inferir que algo no cierra en esto. Si inferimos que la mejora en la eficiencia recaudatoria se estima en el orden de los 7 puntos porcentuales, y la economía ha estado creciendo al 9%, con estos datos jamás podríamos llegar al 42% de mejora recaudatoria en el IVA:

Los analistas en general coinciden en que la suba generalizada de precios está en el orden del 20%, cifra que difícilmente pueda discutirse a la luz de los números que comentamos.



Es importante reiterar que por lo demás, la manipulación del índice de precios afecta la cotización de los títulos argentinos, debido a que los adquirentes de tales bonos son en muchos casos inversores del Exterior que pretenden hacer diferencias importantes en dólares, ante el tipo de cambio planchado por el gobierno y la tasa de inflación que permite obtener tal tasa en moneda dura. Pero obviamente si la tasa de inflación es retocada por los funcionarios hacia abajo, los inversores “salen” y los títulos caen. Hay en este jueguito un elemento más a considerar: La salida de los inversores es hacia el dólar, es decir que salen a demandar dólares para poder retornar a su inversión original. Y tal demanda de dólares presiona a la suba de la divisa.

De nada sirven acá las explicaciones y justificaciones del presidente o de otros funcionarios y políticos. El descalabro tiene un origen: el gobierno ha estado tratando de desalentar las liquidaciones de divisas para evitar una sobreoferta de ellas. Para eso tomó una serie de medidas tendientes a dilatar la liquidación obligatoria de tales divisas bajando así la oferta de las mismas. Hecho esto, colocó a un ministro de economía luego del papelón de Felisa Miceli que tuvo el tupé de salir a decir que los índices del INDEC son confiables, cuando cualquier persona sensata esperaba que por lo menos este aclamado flamante ministro saliera por lo menos a decir que haría revisar los cálculos. Consecuencia: si algunos esperaban posicionados en bonos indexados por CER algún cambio de política, huyeron. Y este aspecto presionó a la suba del dólar, y arrastró a otros factores a tomar posiciones antes de que el billete verde volara demasiado alto. El intervencionismo del Central salió a cubrir el área y pasó el peligro. Por ahora.

Porque hay que tener bien en claro, por si alguien aún lo pone en duda, que en la pulseada con el mercado, éste es el que finalmente gana. Ocurrió con el plan Austral, con el Primavera, con la conformación del Plan Bónex, con la llamada Convertibilidad y terminará ocurriendo también ante este modelo de dólar caro.



El gobierno se ufana de contar con casi 45.000 millones de dólares de reservas, pero se cuida bastante de decir que 20.000 millones son deuda pura en Lebacs y Nobacs. El circulante por su parte al tipo de cambio actual representa unos 20.000 millones más. Pero los depósitos en el sistema financiero suman al 20 de julio pasado unos 56.000 millones de dólares. Estas cifras indican que una corrida de proporciones tornaría insuficiente cualquier intento de obturación por parte de las autoridades monetarias. Si ello ocurriera, aparte de surgir como hongos los comentarios acerca de los golpes de mercado de penoso recuerdo en términos de conocimiento de la realidad económica, no habría resistencia posible. En otras palabras: ante una situación límite, el mercado terminará ganando la batalla. Acá o en la China.

Aceptar esta realidad no es ser bueno o malo, agorero u optimista, es ser realista. Y el realismo implica repetir algo que mucho se dijo a fines de 2001: “los dólares no están”. Efectivamente, si la corrida bancaria se generalizara, la presión a la suba sería insostenible y las reservas no alcanzarían para cubrir la totalidad del circulante más los depósitos más el pasivo remunerado del Central.

Nos apresuramos a decir que no esperamos que esto ocurra en los próximos meses, pero no hay que olvidarse que el capital se asemeja mucho a los conejos, por dar un ejemplo. El conejo es un animalito sumamente “estresable”, es decir que se asusta con suma facilidad e intenta huir aún a riesgo de “descaderarse”, por ejemplo. Se sabe en los criaderos que cuando un animalito se asusta comienza a saltar en su jaula, y automáticamente centenares de congéneres hacen lo propio, contagiándose del temor del primero. Pues bien, el capital es como el conejo. Si se asusta, intenta escapar como sea. Y detrás del capital huye la gente.

No vale la pena entonces volver a ocuparse de las declaraciones presidenciales o de sus voceros. La inflación es una realidad corroborada por las propias cifras difundidas por organismos oficiales. Las reservas son elevadísimas pero tienen una correspondencia con la masa monetaria compuesta por circulante y la deuda remunerada únicamente.

Finalmente un comentario sobre la modificación en ciernes de los mínimos no imponibles en el impuesto a las ganancias. En abril se efectuaron ajustes de importancia en tales mínimos, se supone que tomando en cuenta la inflación habida. El gobierno incluso se “gastó” la bala de plata que tenía incluida en la ley presupuestaria y que le permitía modificar tales mínimos sin una modificación de la ley del rito. Apenas pasaron 3 meses, y una nueva modificación saldrá del Congreso a pedido del presidente, que como se sabe no tiene más que ordenarlo para que sus obedientes representantes, que deberían serlo de todos nosotros, levanten la mano aprobándola. Los incrementos en los mínimos se ajustarán en esta oportunidad, en términos generales un 33% respecto de los valores de abril pasado. Si en cambio nos remontamos a los valores mínimos que regían hasta ese mes de abril, tendremos que los porcentajes de incremento en algunos casos llegan prácticamente al 100%. ¿Es esto o no es reconocer la pérdida de valor de la moneda?  Comparar estos incrementos con las magras subas de precios al consumidor es casi una broma.

 

Buenos Aires, 3 de agosto de 2007

HÉCTOR BLAS TRILLO

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pyme en Peru

1.- FORMAR UNA PYME EN PERU ERRORES Y ACIERTOS


El proceso de formar una Pyme en el Peru casi siempre pasa por las mismas ideas.

-No hay trabajo.

-Odio que me manden sere mi propio jefe.

-Las empresas no ofrecen estabilidad laboral, ni emocional , ni salarial, no tengo beneficios, no liquidan a tiempo, no hay horas extras.

-Mi calidad de vida es pesima, no tengo tiempo para mi familia menos para mi.

-Necesito dinero urgente para vivir.

-Si lo hizo fulano por que yo no.

-La presion social y de los medios.

-Quiero hacer empresa y lo voy a hacer.

-El boom exportador y la globalización.

Estas son unas cuantas alternativas a la cantidad de preguntas que puede tener el ciudadano peruano que lo empujan a ser independiente a tal grado que la cantidad de pequeños negocios en determinadas zonas es asfixiante acompañados de los nuevos grandes negocios que ahora se insertan en las mismas zonas creadas por los pequeños negocios para competir y destrozarlos.

Partamos de la verdad sabida por todos de que; lo que el Peru recibe de ingresos por lo que produce no alcanza para todos los peruanos y no permite mantener una distribución en los sectores economicos que permita dentro de las limitaciones una calidad de vida mejor .Es entonces que esta situación obliga a muchas familias a auto emplearse y a generarse sus propios ingresos para “mejorar” sus condiciones de vida y escalar en las letras en las cuales se han dividido a los grupos humanos de F a E de C a B, etc…De lejos considero que en el Peru es mas facil pasar de pobre a rico que de sectores medios a ricos por los costos de vida en la clase media y por que los beneficios de los muy ricos son tan iguales como los de los muy pobres en el Peru ademas del desprecio de la clase media a la industrialización de bajo costo , como la creación de productos manufacturados dejando el proceso a empresas grandes y a los marginales productivos de las pymes que al final terminaron absorbiendo la mayor cantidad del trabajo productivo (90% de unidades productivas del pais son pymes) y la mano de obra y permitieron la aparicion de rarezas en el mercado conocidas como los nuevos empresarios de la noche a la mañana con grandes empresas en sectores básicos de la industria, manufacturas alimentos y bebidas. Pasamos de adinerados de zonas residenciales de Lima a adinerados de la nueva Lima la pobre ,la marginal.

Todas estas posiciones que empujan al peruano a formar una pyme no incluyen al menos en esta parte a los que forman sus negocios con un plan , una meta una vision de negocio y las características necesarias que permitan a sus ahora trabajadores las condiciones que no tuvieron o que nunca llegaron a conocer del sector formal de la economia.

Se forma una pyme con la misión de sobrevivir en el mercado y que permita el sustento de la familia, no con una vision de hacer una empresa solida que genere ganancias y que tenga en sus manos la decisión de crecer o no ,de ser fruto generador de buen empleo alimentador de la empresa grande, de mano de obra calificada o competidor por esta ,servicios eficientes, o posible contendor de peso en un futuro.

Si las condiciones para formar una pyme son mas obligaciones que sueños de emprendedores donde y cuando mejorara la competitividad, la creatividad ,la iniciativa, como identificaremos al posible éxito, la buena idea del fracaso.

El formar una pyme requiere mas habilidades de lo que comúnmente se plantea en la televisión, Internet, radio, los periodicos o lo que los famosos gurus le dicen todo el tiempo o lo que Ud observa del vecino que le va bien.

Es una responsabilidad estar al frente de un grupo de trabajo que depende ahora económicamente de Ud y que espera en el peor de los casos seguir trabajando e ir mejorando sus condiciones de vida gracias a su creatividad, inventiva y agresividad en el mercado, a parte de mantener Ud a su familia y todo esto sin sentirse presionado por el entorno o las fluctuaciones del mercado ahora globalizado.

Ud es ahora el responsable de una unidad productiva generadora de empleos motivo de estudio de muchos masters que piensan como lo hizo y como lo hara pero que no muchos piensan en hacerlo ellos mismos, que le dicen que la calidad es importante, que tiene que ser competitivo ,que el cliente siempre tiene la razon y Ud le debe adoración, que el mercado esta globalizado, que la información es fundamental, que debe tener respuestas rapidas, que debe tecnificarse, que debe llenarse de cursos, debe viajar y ver otros mercados, usar tecnología, analizar a la competencia, su precio es lo fundamental, los trabajadores deben estar contentos, pagar sus impuestos al dia y conservar cada papel de pagos y ventas durante años , y decenas de cosas mas ,todo en una bolsa y una tarjeta que dice buena suerte . Ud a parte debe preocuparse por supuesto de sus pagos y de su vida familiar sin angustiarse ni estresarse .

Todos estos temas son motivo de largas investigaciones por separado y grandes carreras profesionales se generan al amparo de la investigación en estos temas y Ud debe tener por lo menos un conocimiento minimo de todos estos temas para realizar un emprendimiento productivo y no quebrar en el arranque o tener el asesoramiento adecuado desde el comienzo al alcance de su bolsillo y de su conocimiento.

Esto es entonces el inicio del error pensar en el negocio propio como la salida a los problemas , la ventana hacia el éxito negado para Ud por una sociedad injusta , la sociedad la hacemos todos si es injusta es porque queremos que asi sea .

La pyme productiva no es la solucion al desempleo personal ni a la mala calidad de vida es por el contrario una nueva opcion de vida con muchas responsabilidades , triunfos y derrotas es vivir el ciclo de una empresa en carne propia, de cerca, soportar los dias de no venta, crear constantemente para estar en el mercado o hacer lo mismo siempre pero hacerlo cada vez mejor. Es saturarse de lo mismo todos los dias, es saturar a su familia si la involucra, a hablar de la empresa todos los dias. .

Es creer en lo que se hace, ser inventivo, agresivo en un mercado como el peruano donde fácilmente se confunde ser competitivo con copietitivo





BOLSA DE VALORES DE LIMA TUVO PÉRDIDA SEMANAL DE 3.2% EN LA SEGUNDA SEMANA DE AGOSTO 2007

La bolsa de new york cerraron la semana con indicadores negativos pese que la Reserva federal de Estados Unidos (FED) inyectó fondos por US$ 38,000 millones , adicionales a los US$ 24.000 millones dela jornada del Jueves(09-agosto-2007). Esta inyección de capital tiene su principal fincontrolar la tasa intercambiaria diaria . Pese a ello. los inversores continuaron inquietos frente a una crisis mayor del sistema hipotecario. Adiccionalmente.la FED decidió atacar directamente al problema al comprar exclusivamente los bonos delos Bancos con colaterales deudas hipotecarias.

En tanto, la plaza Limeña(Perú) por segunda sesión consecutiva cerró con indicadores negativos afectada por la caída delos mercados globales en medio delas persistentes temores sobre el mercado de créditos dealto riesgo en Estados Unidos. Las acciones mineras fueron la más perdedorasdela sesión tras bajar 2.20% en medio de la inestabilidad de los precios delos metales basicos.

En el mercado de renta variable cambiaron de manos acciones valoradas en S/ 109 millones de Nuevos Soles. El balance semanal fue negativo, ya que se registró una pérdida acumulada del 3.19% afectada por la insestabilidad de las plazas financieras globales.Se pronostica que la Bolsa deValores deLima continuará volátil influida por la respuesta delas plazas financieras mundiales a las medidas que se están tomando para calmar a los mercados, tales como la inyección deliquidez al sistema por parte de los Bancos Centrales.


Dedicado para Evelyn

William Anglas

Ingº Económista



Perspectivas Económicas ante el Cambio de Ministro

Puede no resultar tan importante el cambio de ministro de economía, dado que la función del ministerio respectivo es bastante menor en estos días. Pero es trascendental tomar en cuenta en qué circunstancias fue preciso hacer el cambio.

Los comentarios de los medios son casi idénticos: Miguel Peirano es un “industrialista”, un “productivista”, alguien muy técnico y partidario del “modelo” llevado adelante por el Gobierno Nacional. Es decir, tipo de cambio caro, políticas “activas”, regulación de importaciones mediante zonas o sectores protegidos, etc.

Ayer escuchábamos al ex titular de la UIA y ministro del gobierno del Dr. Duhalde Ignacio de Mendiguren opinar exultante sobre las bondades del ministro designado y su perfil industrial. De Mendiguren no perdió en el diálogo que comentamos, la oportunidad de defenestrar a “los años 90” y la política económica seguida, que para él estaba destinada al sector financiero y no al industrial.

Es curioso que De Mendiguren haya sostenido públicamente en otros tiempos que nunca el país había tenido hasta entonces (año 2000) una industria tecnológicamente tan desarrollada, cuando no cabe otra cosa que, por carácter transitivo, adjudicar a la política económica con perfil financiero referida.

Más allá del lamentable episodio de la Lic. Meceli, lo cierto y concreto es que su renuncia ha sido forzada por las circunstancias, al mismo tiempo que intempestiva; ya que si duró en su cargo algunas semanas desde que se hiciera público el “affaire” de la bolsa de dinero, su suerte pareció sellada desde el primer día.

Algunos analistas han venido sosteniendo que el gobierno era reacio a producir un cambio en circunstancias tan complejas, no sólo por el frente económico (inflación, INDEC, crisis energética) sino por el político (elecciones presidenciales con la primera dama como candidata luego de las derrotas de la Ciudad de Buenos Aires y de Tierra del Fuego). Es probable que así sea la cuestión. Pero también lo es que el presidente hubiera querido sostener a la ahora ex ministra por alguna otra razón. Motivaciones puede haber muchas, y es sabido que cuando se entra en un proceso sucesorio, las “internas” entre facciones se ponen a la orden del día.

El nuevo ministro se presenta como heterodoxo, crítico de la llamada “convertibilidad”, defensor de políticas industriales activas y del tipo de cambio artificialmente alto. Es decir, defensor de lo hecho hasta ahora, de lo que hizo el Dr. Lavagna, continuó la Lic. Miceli y avaló en todo momento el presidente Kirchner. Este tipo de políticas, sin embargo, no pueden durar indefinidamente, los nubarrones inflacionarios se vuelven cada vez más densos, la inseguridad jurídica a que el intervencionismo da lugar espanta las inversiones y los controles de precios y salarios provocan escasez y desabastecimiento. No es muy diferente mantener un tipo de cambio fijo convertible a mantener un tipo de cambio fijo, alto y también convertible en definitiva. Ambas posiciones implican un artilugio monetario que en el primero de los casos favorece hasta cierto punto la inversión tecnológica, y en el segundo una inversión subsidiada, de mediana o mala calidad en un esquema exportador que garantiza el superávit mientras no explote la inflación generada por la emisión de moneda para comprar divisas caras.

El nuevo ministro ha sido el principal negociador en las discusiones dentro del MERCOSUR. Dicen que fue él quien determinó las salvaguardas contra Brasil para proteger la industria del electrodoméstico y la textil.

Bien, en este marco puede esperarse un panorama proteccionista, con subsidios, tipo de cambio alto, creciente presión inflacionaria y la consecuente inseguridad jurídica, dato inherente al intervencionismo. A ello se agrega como decimos el acto eleccionario de octubre, en el cual la señora del presidente y no él será la candidata.

Los hechos sospechados de corrupción han afectado ya a varios funcionarios, algunos de los cuales permanecen en los cargos. Hay elementos objetivos que llevan a suponer que otros hechos aparecerán en breve tiempo más, sobre todo si se tiene en cuenta el manejo discrecional de los excedentes de superávit fiscal o de los fondos fiduciarios que han sido creados en estos últimos años y escapan al control de SIGEN. No es bueno dar lugar a la tentación, y la verdad que en materia de manejo del erario la situación dista de ser la mejor. Una buena administración debe promover controles cruzados, auditorías independientes, balances transparentes y publicación de las cuentas públicas, tal como lo exigen la Constitución y las leyes. Y esto debe ser universal. Si un funcionario puede manejar discrecionalmente millones de pesos, estamos apuntando a que sea honesto, y no a que deba serlo. El año electoral lleva a un incremento del gasto público que seguramente dejará el tendal de déficit provinciales, con lo cual en nuevo ministro tendrá que hamacarse bastante si quiere mantener “la casa en orden”.

Y finalmente diremos una cosa más: una economía es un todo, es una resultante del todo. No se trata de que un país deba ser “industrial”. Un país debe ser todo: industria, comercio, servicios, finanzas. Es de Perogrullo decir que si se favorece a unos en desmedro de los otros, no se está en el camino correcto. Actualmente el campo es el que paga esencialmente las “políticas activas”, como ya ha ocurrido en otras épocas. Es decir que el sector que acerca las divisas debe contribuir para que funcionarios y gobernantes teoricen sobre prioridades, extraigan los fondos de manera forzosa y luego lleven a cabo sus “emprendimientos” en general con créditos blandos (que pagamos todos, en general a conocidos o amigos, y en general con resultados escalofriantemente pésimos. Esperemos que no sea el caso, por el bien de todos.

Buenos Aires, 17 de julio de 2007 HÉCTOR BLAS TRILLO

ESTUDIO

HÉCTOR BLAS TRILLO

Contadores Públicos





Sanciones por incumplimiento en materia de seguridad social

Exponemos en este trabajo de manera concisa las distintas situaciones que pueden presentarse y las multas aplicables por infracciones en el tema de la seguridad social

Existe una gran cantidad de situaciones en las cuales puede incurrirse en incumplimientos en el tema que nos ocupa. Todos ellos relacionados con los empleadores o agentes de retención.

1. DISPOSICIÓN DE FONDOS O DISTRIBUCIÓN DE UTILIDADES A DIRECTORES QUE NO HUBIEREN REGULARIZADO LAS DEUDAS PREVISIONALES DE ESTOS: Les cabe una multa del 65% de la deuda exigible, que se reduce un 10% si la regularización procede antes de una inspección.

2. FALTA DE INSCRIPCIÓN: Tres veces el monto de los aportes y contribuciones devengadas en el mes anterior al de constatación de la infracción. Se reduce a 1/5 si el empleador se inscribe antes de una inspección y a 1/3 si cumple dentro del plazo de la intimación

3. FALTA DE ALTA DE TRABAJADORES Y/O INCUMPLIMIENTO DE APORTES: (A) El doble de los aportes y contribuciones que hubiera correspondido liquidar desde el momento del inicio de la relación laboral y el de constatación de la infracción y (B) una vez el importe de los aportes y contribuciones si falta la denuncia de los trabajadores en la DDJJ y/o se omitió la retención de aportes sobre conceptos remuneratorios no declarados. Existen causales de reducción según se regularice la situación antes de una inspección, luego del requerimiento a que diere lugar o antes de vencer los plazos de la notificación del acta de inspección o intimación de deuda. En este último caso la reducción llega al 35% de los aportes y contribuciones que hubiera correspondido liquidar.

4. MORA EN EL PAGO DE APORTES Y CONTRIBUCIONES: en caso de pago posterior al vencimiento (a) 0.10% diario hasta 10 días (b) de 11 a 30 días 5% del total omitido, (c) de 31 a 60 días 10%, (d) de 61 a 90 días 20% y (e) más de 90 días 30%. Se reduce a 1/5 si se paga antes de la intimación, a 1/3 dentro del plazo de la intimación, a ½ si impugna el acta de inspección, desiste del recurso e ingresa antes de la resolución administrativa. Finalmente 70% de la multa si consiente la resolución administrativa dentro de los 10 días.

5. NEGATIVA INFUNDADA A SUMINISTRAR INFORMACIÓN: 5% del importe de las remuneraciones abonadas en el mes inmediato anterior con un piso del 10% del salario mínimo, vital y móvil.

6. INCUMPLIMIENTO DE LA TRAMITACIÓN DE LA CLAVE DE ALTA TEMPRANA: 5% del importe de las remuneraciones del mes anterior ante incumplimiento de los requerimientos. No podrá ser menor el importe al 10% del salario mínimo, vital y móvil. Esta multa es reduce al 5% si se tramita el alta antes del inicio de una inspección y a 10% si se tramita dentro del plazo de la intimación (vigencia hasta 16/11/03)

7. FALTA DE DECLARACIÓN O ADULTERACIÓN DE DATOS DE BENEFICIARIOS. 3% sobre las remuneraciones del mes inmediato anterior. Se reduce a 1/3 si el contribuyente rectifica dentro del plazo de notificación y la multa no podrá ser inferior al 40% del salario mínimo vital y móvil.

8. FALSA DECLARACIÓN O ADULTERACIÓN DE DATOS DE LOS BENEFICIARIOS. 3% sobre las remuneraciones del mes anterior. Se reduce a 1/3 si se rectifica la declaración dentro de los plazos de la intimación. No podrá ser menor al 40% de un salario mínimo vital y móvil ni superior al 20% de las remuneraciones totales involucradas.

9. MORA EN LA PRESENTACIÓN DE DECLARACIONES JURADAS DEL PERSONAL OCUPADO: 2% sobre las remuneraciones abonadas durante el mes anterior. Se reduce a 1/3 si se rectifica la declaración dentro del plazo que indique la intimación de la AFIP

10. INCUMPLIMIENTO DE LA OBLIGACIÓN DE ARCHIVAR Y MANTENER A DISPOSICIÓN LA DOCUMENTACIÓN RELATIVA A CARGAS DE FAMILIA: 20 veces el importe de la asignación por hijo.

11. OCUPACIÓN DE TRABAJADORES SIN LA DEBIDA REGISTRACIÓN Y DECLARACIÓN: Las multas serán las siguientes:

a. $ 1.500.- por incumplimiento de la registración del alta o la baja de los trabajadores.

b. $ 1.000.- falta de registración o ausencia de los registros del art. 52 de la ley 20.744.

c. $ 500.- declaración formalmente errónea de datos identificatorios del trabajador en la declaración jurada determinativa si no se subsana en el plazo otorgado por la AFIP

Estas multas se incrementarán: (a) al doble cuando hubiere más de 10 trabajadores, o la infracción involucrare a más del 50% de los trabajadores ocupados. (b) al cuádruple si se dan ambas situaciones a la vez.

Si la infracción se regulariza antes de la audiencia prevista en el artículo 41 de la ley de procedimiento fiscal, la multa se reducirá a $ 300.-, que es el mínimo legal.

SANCIÓN ACCESORIA DE CLAUSURA: Si se cometen las infracciones anteriores indicadas en primer y segundo término y en forma concurrente la infracción involucra a todos los trabajadores y no se subsana antes de la audiencia del art. 41 citada, Y también si se trata de una reiteración de la infracción en tales condiciones dentro del mismo año calendario.

Buenos Aires, 12 de julio de 2007 HÉCTOR BLAS TRILLO

Contador Público

ESTUDIO

HÉCTOR BLAS TRILLO

Economía y tributación

Av. Rivadavia 13.876 - 1º “L” – 1704 Ramos Mejía (BA)

(011) 5254-5820 (011) 154-4718968 (011)45654-6598





La Crisis Energética

La crisis es un hecho innegable que debe ser considerado con toda seriedad, tomando las medidas más adecuadas para corregir sus efectos con el menor daño posible a la producción de bienes y a la vida cotidiana de la población

Más allá de consideraciones sobre las causas, motivaciones y hasta posibles connivencias malévolas, la crisis energética es, hoy por hoy, el gran problema de la Argentina.


El gobierno ha venido negando casi hasta el absurdo la grave cuestión, como tantas veces hemos podido comprobar. Finalmente el propio Dr. Kirchner terminó aceptando la situación, pero argumentando que se trata de los problemas que origina el crecimiento. Como no es intención de este trabajo contrastar las respuestas políticas, no ahondaremos demasiado en este punto. Pero no podemos dejar de señalar que el crecimiento es un hecho conjunto, y por lo tanto si ha crecido la producción de bienes y servicios, sino que también debería haber crecido la provisión de energía, lo que dista de haber ocurrido.

El gobierno, sin admitir la crisis, hace ya largos dos largos años que viene tratando de encarar el problema con planes tales como el PUREE (de premios y castigos por consumos excedentes), el plan Energía Plus (por el cual las empresas no pueden consumir más energía que la consumida en el año 2005 a menos que la generen con equipos propios), incrementos de precios a las industrias, cortes “consensuados” a determinados consumidores y finalmente toda la gama de restricciones al uso de la electricidad, el gas y los combustibles líquidos que podemos ver en estos días.

Se han difundido datos sobre la potencia nominal de energía eléctrica desde 1989 hasta el presente. Tales datos surgen de la información emanada de la Secretaría de energía, e indican que en aquel año tal potencia alcanzaba los 15.141 MwH, para alcanzar los 25.323 MwH hacia el final del gobierno del Dr. De la Rúa. Actualmente, tal potencia nominal prácticamente no ha variado, siendo el último dato disponible el que corresponde al año 2005, y es de 25.674 MwH. Sin más detalles pueden sacarse conclusiones. Hasta el año 2001 el parque eléctrico había venido creciendo (con un amesetamiento a partir del año 1998 aproximadamente) y dejó de hacerlo a partir de 2001. Un dato no menor es el que indica que en 1999, la potencia nominal del sistema alcanzaba los 23.150 MwH.En la cuestión del gas, durante los primeros años post crisis monetaria, se incentivó el pase de las industrias al uso de ese combustible, al tiempo que se auspiciaba una reconversión del parque automotor al GNC. En un momento dado hasta se habló de pasar a GNC al transporte colectivo de pasajeros. El aumento del consumo de gas no fue para nada acompañado con inversiones en la exploración y explotación de nuevos yacimientos, cuestión que también viene dándose desde hace por lo menos un lustro.


Los combustibles líquidos con precios más o menos estables desde el año 2003, vieron incrementado su consumo a medida que los índices de reactivación de la economía mejoraban. Ya desde el año 2005 comenzaron los problemas con el gasoil, especialmente en las provincias del Noreste y sobretodo para el su uso en las tareas del campo.

La merma en la provisión de gas obligó a muchas industrias, incluso las de generación eléctrica, a utilizar fueloil o gasoil en su caso, provocando a su vez mayores restricciones a la oferta de dichos combustibles.

Las medidas desesperadas tomadas en las últimos días adolecen de un alto grado de improvisación y una enorme falta de criterio o sentido común. La venta de naftas a determinados consumidores a valores bonificados y la directa prohibición de venta de GNC provocaron enormes problemas a abastecedores y abastecidos. Tuvieron que cerrar más de 1.600 estaciones de servicio que solamente comercializan GNC, se formaron grandes colas de vehículos en las que venden la nafta a precio equiparable con el gas, al tiempo que se multiplicaban las discusiones ante la evidencia de que las listas de tales estaciones de servicio no se correspondían en absoluto con la realidad. En estos momentos se importa gasoil, fueloil y electricidad. Se reducen drásticamente (y muchas veces imprevistamente) los suministros de gas y de electricidad a la industria, y comienza a haber problemas serios en el funcionamiento de diversas cadenas de producción ante la falta de insumos. Así se llega a la suspensión del personal y al desabastecimiento de productos de variada naturaleza. Si a esto le agregamos que tal vez en los próximos días sea necesario interrumpir la generación eléctrica por la falta de agua en algunas represas del Comahue, tenemos por delante un panorama para nada alentador.


A estas alturas está claro que hay que tomar el toro por las astas de una manera seria, ecuánime, y sobre todo alejada de las clásicas especulaciones políticas. Las medidas inequitativas en la distribución originan problemas y sobre todo estimulan mercados paralelos y falsedades en la provisión y venta. Si en estos momentos los taxis no pueden funcionar con nafta porque el costo es elevado, eso se debe a que las tarifas de los coches de alquiler han venido acomodándose al uso de un combustible barato, cuestión que resulta insostenible hoy por hoy. Argumentos tales como el de que quienes tienen vehículos caros deberían cargar nafta porque pueden pagarla contribuyen a distorsionar el mercado y castigar a quienes en una u otra actividad resultaren exitosos, deteriorando el perfil de país pujante que se supone se pretende alcanzar. Ello sin dejar de recordar que se deja de lado el sagrado principio de la igualdad ante la ley.

Las crisis para ser afrontadas requieren racionalidad y sangre fría. No es aceptable la discriminación entre hijos y entenados. Una cosa es la provisión de energía a un hospital y otra muy distinta es esta de entrar a separar a los propietarios de vehículos entre taxis, remises, vehículos de carga, de pasajeros, automóviles, camionetas 4x4, etc. Para elegir luego a quién sí se le provee y a quién no.

Claro, el gobierno se encuentra hoy en el brete de tener que tomar medidas impopulares tales como un racionamiento pleno o un ajuste tarifario, pero lo cierto es que la impopularidad surge como consecuencia y de todas maneras. Es decir que ya no puede evitarse porque el daño ya está hecho. La gente a la cual se le corta la luz a cualquier hora o no consigue gasoil o GNC está indignada y no le sirven ya explicaciones de tono político generalmente cargadas de acusaciones en búsqueda de culpables exógenos.

En tiempos de Alfonsín se tomaron medidas de restricción al consumo eléctrico que tenían una lógica: hacer que todos los habitantes por igual soportaran en distintos horarios predeterminados la falta de suministro. Por más impopular que esto hubiera resultado en esos años, era lo más correcto y lógico.

La reducción en el alumbrado público, en las marquesinas publicitarias, incluso en los horarios de televisión constituyen medidas a la mano que, tomadas prudentemente, podrían beneficiar a todos. Esto en materia de energía eléctrica. El aumento de tarifas, aunque a nadie le guste, también puede contribuir a reducir el consumo seriamente. El uso de lámparas de bajo consumo está bastante difundido hoy en día, pero podría incrementarse aún más si efectivamente se premiara en tiempo real una reducción del consumo hogareño.

En los demás combustibles está también muy clara la cosa. El gas domiciliario debe también alcanzar una tarifa más realista, porque eso desalienta el consumo, no la publicidad “concientizadora”. Porque en estos momentos el único gas caro es el de garrafa, que normalmente es el medio que utiliza la población que no tiene acceso a la red.

Sabemos que decir esto puede resultar muy impopular, pero la realidad es que cuando un bien escasea, sube su precio. Y si su precio no sube, escasea cada día más.

En el caso del gasoil la exigencia de que las proveedoras importen el producto para venderlo a pérdida es decididamente contra natura. Por más que las empresas ganen dinero en otros rubros, nadie quiere trabajar a pérdida, por lo tanto hay resistencias. Y además, los usuarios el producto intentan adquirir más de lo que necesitan para contar con reservas por las dudas, y esto tampoco se corrige con publicidades banales acerca de que hay que ser solidarios, no acaparar, etc. Porque nadie en su sano juicio deja de tratar de cubrirse tanto como pueda.

La crisis es, en términos pragmáticos, equivalente a una corrida bancaria. Todo el mundo trata de ponerse a cubierto. Y ninguna publicidad, ni pedido, ni acusación, o lo que fuere lo hará actuar en un sentido diferente.

Otros países en situaciones parecidas han tomado decisiones drásticas y lograron revertir la situación al cabo de un tiempo. Por lo demás, insistimos en que no hacerlo no corrige el problema sino que lo agrava cada día.

Lo que se observa es que el gobierno está tomando medidas a la desesperada. Ya ni hablemos del secretario Moreno y su intervención en Metrogás, o el propio presidente acusando primero a transportadoras, luego a distribuidoras, y finalmente al crecimiento.

Un plan serio y riguroso debe estudiarse y ponerse en ejecución lo antes posible. Con gente idónea y calificada debidamente que lo ejecute. De nada sirve ahora salir a buscar culpables, ni de dentro ni de fuera del gobierno. Hay que actuar. Y es en este punto en el que el gobierno está fallando seriamente.

Tampoco es razonable esperar que el clima cambie. Resulta casi infantil apostar al calor cuando estamos en pleno invierno.

Acelerar y facilitar las inversiones es también un punto fundamental. Las obras en las termoeléctricas de Timbúes y de Campana están sensiblemente demoradas. El gas boliviano alcanza a los 7.000.000 de m3 diarios, cifra bastante distante de los 20 millones comprometidos.

Es de esperar que se pase del discurso a la acción de una buena vez por todas.

Buenos Aires, 13 de julio de 2007

HÉCTOR BLAS TRILLO

Contador Público

Bonos Indexados

En lo que va del mes, estos títulos han subido un 14% en promedio. Comentario: Obviamente esto se debe al aumento de las expectativas inflacionarias. En este punto sólo cabe insistir que en la medida en que la sobrevaluación del dólar vaya cediendo ante la tasa de inflación, se hace factible una nueva devaluación. Si bien no se espera esto en lo inmediato, hay que tener en cuenta que la tasa de inflación reprimida, especialmente en tarifas, transportes y combustibles, es probable que se descomprima luego de las elecciones. Sin pretender ser agoreros, diremos que los meses de noviembre y diciembre serán cruciales en este aspecto.


Hector Trillo

Julio de 2005



PRODUCCION E INGRESO NACIONAL

PRODUCCION E “INGRESO NACIONAL”


La Producción nacional es el Producto nacional bruto (PNB) , el cual se define como el valor monetario de todos los bienes y servicios finales producidos en el país en un periodo determinado. De esta definición ha de destacarse que se habla de bienes y servicios y que éstos son finales. Esto da a entender que sólo se contabiliza lo tangible o la producción física sino también lo intangible, como podrían serlo los servicios de consultaría a empresas. Al decir “finales” se desea evitar la contabilización múltiple de las mismas unidades producidas y dejar de lado aquellas transacciones en la que sólo se da una transferencia y no nueva producción (como podría ser el caso al venderse una maquinaria de segunda mano). Por lo tanto, lo que es relevante es el “valor agregado” en cada fase de la producción teniendo lógicamente el valor del producto final igual a los “valores agregados”de las distintas fases.

Adicionalmente, ha de tomarse en cuenta que, a diferencia de la microeconomía, lo producido a nivel de economía en su conjunto se mide en moneda (Reales) y no en unidades físicas. Esto se debe a que “no es posible sumar peras con manzanas” y la unidad monetaria permite evitar este problema de medición. Sin embargo, no se ha de detenerse la idea a partir de lo anterior que el producto nacional es una medida completa y total del “Torta” de la sociedad en su conjunto. En muchos casos, resulta imposible contabilizar ciertos servicios y el ejemplo típico que se cita con frecuencia en este contexto es el de las amas de casa o la economía de trueque en ciertas comunidades campesinas. Esto puede originar un calculo subvaluado del producto nacional en ciertos países.

Un término más común que el PNB es el PBI que corresponde al producto bruto interno. Este concepto es, para todo fin práctico, análogo al PNB pero se resalta la producción exclusivamente interna, es decir, la que se origina por producción interna de residentes del país. De esta manera, el PNB es igual al PBI más los pagos y transferencias netas al extranjero (que pueden ser a su vez positivas o negativas dependiendo del país).


El ingreso nacional es la contrapartida del PNB dado que si el PNB es el valor de lo gastado en producción, entonces aquel gasto representa ingresos para los componentes de la sociedad. Sin embargo, estadísticamente hablando, el PNB no es igual al ingreso nacional (Yn), dado que ha de descontarse la depreciación, es decir, aquella producción que se ha “desgastado” o que ha de dejarse de lado con el fin de continuar produciendo. Lo que también introduce una discrepancia entre el ingreso nacional estadístico y el producto nacional estadístico son los impuestos indirectos. La razón de ello es que el PNB considera la producción a los precios de mercado (en términos reales) pero sólo una parte del precio pasa a manos de los productores, dado que la obra la recibe el estado vía recaudación fiscal. Para las aplicaciones siguientes, las diferencias entre el ingreso y el producto nacional serán prácticamente irrelevantes y aquí se ha pretendido únicamente mencionar que ambos no son sinónimos.

Lo que es importante es que el PNB tiene cuatro componentes:

1.- Consumo (C)


2.- Inversión Privada ( I )

3.- Gasto de Gobierno ( G )

4.- Exportación menos Importación ( X – M )

siendo ésta última, la balanza comercial. La razón por la cual ha de restarse las importaciones es que ésta no corresponde a la producción del país.

Este Artículo esta Dedicado a una persona muy especial:

"EVELYN CARLOTT VEINTEMILLA"

William B, Anglas

Ingº Economista

Email: williamanglas@yahoo.it

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