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Datos a Ingresar en la Página de la AFIP - Mi simplificación

Con la entrada en vigencia del sistema de simplificación registral, que reemplaza al conocido como “Mi Registro”, se ha generado la necesidad de ingresar una cantidad bastante importante de datos para las nuevas altas de trabajadores que sea preciso anotar.


Los datos registrales

Al ingresar en la página de la AFIP deberemos ingresar una gran cantidad de datos, tal como lo dispone la RG (AFIP) 2016, que se relacionan no solamente con el trabajador, sino también con el empleador.

Así, es posible señalar:

DATOS DEL EMPLEADOR


* Apellido y nombres.

* Denominación o razón social.

* CUIT.

* Fecha de alta como empleador.

* Domicilio fiscal.

* ART contratada.

* Obras sociales correspondientes a las actividades del empleador.

* Convenio Colectivo de Trabajo que corresponda a la actividad o actividades.

* Domicilios de la explotación (aparte del domicilio fiscal indicado).

* Actividades económicas desarrolladas en los distintos domicilios de la explotación.

* CBU de la cuenta bancaria destinada al reintegro de asignaciones familiares en caso de encontrarse bajo el régimen compensador.

DATOS DEL EMPLEADO

* CUIL.

* Apellido y nombre.

* Domicilio real.

* Domicilio real actualizado en caso de corresponder.

* Obra social con familiares a cargo y adherentes.

* Remuneración acordada.

* Modalidad de la liquidación (quincenal, mensual, etc)

* Domicilio de la explotación correspondiente al lugar de desempeño del trabajador.

* Puesto a desempeñar (vinculado a las tablas de la Superintendencia de riesgos de trabajo)

* Modalidad de contratación

* Fecha de inicio de la relación laboral.

* Fecha de finalización de la relación laboral cuando se trate de la modalidad de contrato a plazo fijo.

* Fecha de cese de la relación laboral y el código del tipo de baja de que se trate.

* Fecha de nacimiento.

* Nivel de estudios del trabajador.

* Marca de incapacidad o discapacidad.

* CBU de la cuenta sueldo Vínculos familiares.


Para los empleados existentes a la entrada en vigencia del régimen, la carga de los datos requeridos podrá realizarse dentro de los seis meses siguientes.

Para ingresar los datos requeridos puede usarse un nuevo “aplicativo” que ha dispuesto la AFIP (Mi simplificación- Ingreso masivo de datos – Versión 1.0), o bien directamente desde la página web, en la solapa “Mi simplificación-Empleadores”, tal como se denomina ahora la que anteriormente se llamaba únicamente “MI registro”.

Hector Blas Trillo

Ley de Alquileres

Tal y como hemos venido señalando en trabajos recientes: el turno de los alquileres debía llegar inexorablemente. Y llegó.


En una economía inflacionaria la suba de los precios es una constante que sólo se morigera temporalmente ante la intervención de los funcionarios en determinadas áreas. Por lo general, tal intervención llega primero a aquellos rubros que se consideran de primera necesidad, provocando distorsiones, merma de calidades y de embalajes, cambios en la composición básica de los productos, aparición de marcas alternativas y toda la gama de artilugios tendientes a escapar tanto como sea posible de la rigidez controladora que pretende sostener de manera estática el precio de productos cuya dinámica es, por definición, cambiante. Para decirlo de otro modo, los precios relativos de todos los bienes se modifican de modo permanente en función de oferta y demanda, aparición de sustitutos, variación de precios internacionales de las commodities, etc. Y además, todos ellos tienden a subir en moneda local dado que la misma se desvaloriza cotidianamente por la emisión casi constante que hace el Estado para comprar divisas a un precio superior al que valen, con el pretendido fin de volver competitivo aquello que no lo es.

Los gobiernos suelen confundir (o tal vez desean que se confunda) la suba de los precios con los márgenes de rentabilidad de las empresas o las debilidades que pudieran existir en las llamadas cadenas de distribución. Sin embargo, la inflación se produce igual aún en condiciones de rentabilidad nula, o incluso durante períodos de grandes pérdidas. No hay que olvidarse que en los 70 y en los 80 la mitad de la economía estaba virtualmente en manos del Estado, perdía enormes cantidades de dinero (al punto de que varias empresas públicas mostraban patrimonios netos negativos) y sin embargo se llegó a la hiperinflación.

De estas cosas hemos hablado bastante en numerosos artículos en el último año y medio.


Lamentablemente, el intervencionismo se extiende como una gran mancha de aceite, ya que meter la mano en el precio de un producto produce cambios en los precios de otros modificando así la relatividad de tales precios y produciendo distorsiones que requieren nuevas intervenciones.

Si repasamos hechos recientes veremos que desde factores absolutamente ajenos a nuestras decisiones como país, tales como la suba de los precios del petróleo o de los lácteos, hasta cuestiones climáticas que incidieron en determinados vegetales han llevado al gobierno a Intervenir tratando de paliar o eliminar lisa y llanamente cualquier incidencia en los precios de bolsillo mediante subsidios, “acuerdos”, controles, piquetes o lo que fuera. Al mismo tiempo, desde la ortodoxia más flagrante, el Banco Central se ha dedicado una y otra vez a quitar de circulación los pesos emitidos con el único objeto de comprar excedentes de dólares provenientes de exportaciones a precios superiores a los de mercado.

Y, para no abundar, poco a poco fueron comenzando a caer en la volteada los precios de bienes de todo tipo, y luego los costos. Hace pocos días se habló de un control sobre los precios de los automóviles. Y finalmente, como no podía ser de otra manera, le llegó el turno a los alquileres.


¿Por qué suben los alquileres? Las razones son varias. Pero es preciso exponerlas brevemente al menos. Las enumeraremos para no extendernos demasiado.

1. Tenemos inflación producto de la política monetaria del gobierno. Es decir tenemos emisión espuria de moneda para comprar a propósito a precios caros las divisas que podrían adquirirse más baratas.

2. La ley de alquileres es una ley de orden público que obliga a los propietarios a celebrar un contrato por un determinado lapso mínimo (en general dos o tres años según los casos), y al mismo tiempo otra ley (la de convertibilidad) impide toda forma de indexación o ajuste en los valores fijados en todo el lapso legal.

3. Las tasas de interés para créditos hipotecarios, si se consideran los costos colaterales (costo de hipoteca, seguros de vida y de incendio, etc) no bajan del 28% aproximadamente. Además, por lo general se trata de tasas variables y mediante la aplicación del llamado sistema francés, que es aquel en el cual en los primeros años se pagan casi exclusivamente intereses, quedando el capital para el final.

4. Tales tasas de interés convierten en muy costosas las cuotas para quienes desean comprar o construir su vivienda.

5. A su vez dichas tasas, de por sí altas por la incertidumbre inflacionaria y jurídica, se incrementan adicionalmente porque están prohibidas las ejecuciones por deudas hipotecarias de las llamadas viviendas únicas.

6. El riesgo esperado de que se intervenga en el mercado inmobiliario torna más incierto el panorama haciendo que quienes se arriesgan a alquilar pretendan un precio aún mayor.

7. Los antecedentes de intervencionismo estatal (como la vieja ley de alquileres que mantuvo congelados los valores por más de 30 años, a tal punto que el monto se había reducido por efecto de la inflación a unas pocas monedas que no alcanzaban siquiera para pagar los impuestos de la propiedad)..

Existen otras razones a considerar, pero en búsqueda de una cierta brevedad, nos limitamos a las referidas.

Obsérvese que mientras el propio Estado efectúa el presupuesto tomando en cuenta una tasa de inflación esperada en torno del 11%, la ley impide que los contratos entre particulares contemplen de alguna forma ese efecto. Un contrato a 3 años de persistir las tasas de inflación actuales (aún con la represión de los controles de precios), con un monto de alquiler fijo, hace que éste se deprecie al cabo de los tres años en un porcentaje cercano al 40%. Este sólo elemento hace que quien se anime a alquilar un inmueble, trate de “cubrirse” arrancando desde lo más arriba posible.

Las condiciones señaladas en los puntos precedentes, hacen que estos precios elevados sean pagados por el mercado, condición sine qua non para que tales precios existan. Esto es obvio de toda obviedad pero hay que insistir en señalarlo: ningún precio es tal si no hay quien lo pague.

En momentos de escribir estas líneas, se asegura desde las altas esferas gubernamentales, que se pretende lograr una regulación mediante acuerdos, fideicomisos de los fondos de garantías, registros en la AFIP, etc. Todo ello, como es obvio, redundará en una retracción de la oferta, y también en una baja del ritmo de la construcción, que es uno de los rubros que más ha crecido en los últimos años.

Realmente es una lástima que la línea ideológica de este gobierno haya terminado por considerar definitivamente salvaje al mercado y definitivamente salvador al intervencionismo. Se ha cambiado la línea de la evidencia. Aquello que no puede venderse al precio que la gente paga porque el Estado lo impide, merma su calidad y termina escaseando. Mientras tanto, aquello que el Estado paga más caro de lo que vale, como la divisa, y lo hace mediante emisión de moneda, parece ser la solución que le mundo entero no ha visto.

No deja de venir a nuestra mente el recuerdo de lo ocurrido a lo largo de décadas recientes en materia de alquileres. Tampoco deja de venir a nuestra mente el porqué de la enorme cantidad de dinero de argentinos que se dice está en cuentas del Exterior (según algunos cálculos se habla de 150.000 millones de dólares). Si pensamos que si tenemos dólares fuera del país cobramos intereses y además, si los ingresamos el Estado los paga más caro de lo que valen y además no tenemos problemas de intervencionismo como en el caso de tener una propiedad alquilada, tenemos la respuesta ante nuestros ojos. Cuestión de querer verla.

No hay que dejar de recordar que el propio presidente de la República, cuando era gobernador de su provincia, sacó del país el dinero de las regalías petroleras, precisamente para protegerlo.

Damos estos datos no para hacer consideraciones políticas, sino para señalar por dónde corre eso que damos en llamar el eje de la evidencia. El turno de los alquileres ha llegado, lamentablemente. Muchas propiedades bajarán su valor, como bajaron las vacas cuando se prohibieron las exportaciones. Muchos dejarán de construir y muchas propiedades quedarán desocupadas y cerradas por mucho tiempo, aumentando el déficit habitacional. Y también mermará la construcción.

Porque con independencia de lo que se haga, el daño ya está hecho. Ser propietario en la Argentina termina siendo una carga. Piénsese si no en los años recientes y no sólo en materia de alquileres. El llamado plan Bónex, el corralito, el corralón, la devaluación, la pesificación asimétrica en contra de los acreedores, la prohibición de ejecutar deudas hipotecarias, etc. El camino puede estar empedrado de buenas intenciones, pero la realidad muestra otra cosa.

Buenos Aires, 4 de agosto de 2006

HÉCTOR BLAS TRILLO

Contador Público

Decreto 788/05

Por medio del decreto 940/06 el Poder Ejecutivo prorrogó una vez más la reducción de aportes establecida a su vez por decreto 1387/01, modificada por decreto 1676/01 prorrogada por el decreto 2203/02 y sus complementarios y concordantes 390/03, 809/04, 788/05. En pocas palabras la retención en concepto de aportes de los trabajadores en relación de dependencia con destino a AFJP continuará siendo del 7% hasta el 31 de diciembre de este año 2006, aumentando al 9% a partir del 1° de enero de 2007 y hasta el 31 de mayo del mismo año.


Como puede colegirse, la intención oficial es restituir el 11% (que es el aporte que corresponde a los trabajadores que adhirieren al régimen de reparto) de manera progresiva.

Esta reducción, originalmente planteada como un incentivo para incrementar el consumo de los trabajadores, también resulta un atractivo indudable para que se prefiera el régimen de AFJP en lugar del de reparto, dada la diferencia señalada entre un sistema y el otro.

Cabe señalar que el decreto 940/06 fue publicado en el Boletín Oficial el viernes 27 del corriente, es decir virtualmente sobre el término del mes de vencimiento, ya que los dos puntos porcentuales de reducción provenientes del decreto 788/05, dejaron de tener vigencia el 1° de este mismo mes de julio.


Recordamos, de paso, que el decreto 1387/01 es de los denominados DNU, es decir de necesidad y urgencia, y toca originalmente varias leyes entre las cuales está, precisamente, la 24.241, que establece el régimen de jubilaciones y pensiones, modificado entonces por el artículo 15 de dicho decreto.

Buenos Aires, 30 de julio de 2006

HÉCTOR BLAS TRILLO


Contador Público

Economía y tributación

Godoy Cruz 2870 – 1425 Buenos Aires

(011) 4776-1732 y (011) 154-4718968

www.hectortrillo.com

Educación en Argentina

Educación, Ciencia y Tecnología



El nivel educativo y científico de una sociedad juega un rol clave en su desarrollo económico y social. Diversos estudios hechos a nivel mundial muestran las ventajas de aquellos países que a lo largo de su historia han puesto énfasis en fomentar la capacitación de su población y la investigación científica.

Educación

Hasta la década de 1960 Argentina poseía un nivel educativo que era notablemente superior al de muchos países desarrollados: naciones como Australia, Nueva Zelanda, Corea, Singapur, Irlanda o Finlandia poseían 3 años de escolaridad menos que la Argentina. Hoy esa relación se ha invertido y todos ellos tienen 3 años más de escolaridad que nuestro país: Argentina posee 8,5 años de escolaridad, levemente superior a los índices del resto de América Latina pero muy por debajo de los 11,4 años en, por ejemplo, Canadá.


En particular, las universidades argentinas desde su creación se han constituido como lugares de circulación en los cuales se formaban profesionales pero no conocimiento, dado que no existía una política pública de investigación que la fomentara e incorporara sus logros al circuito productivo. Sólo se realizaba cierta investigación en algunas áreas muy específicas (física, matemática, química y medicina: no casualmente, las áreas en las cuales Argentina supo destacarse e incluso tener Premios Nóbel), aún sin integración con el sector productivo. Los conocimientos y técnicas de avanzada que se utilizaban en la producción eran generados en el exterior y comprados por las empresas nacionales o por las subsidiarias locales de compañías transnacionales).

Los problemas educativos argentinos se continúan, agravados, en la actualidad. Hoy, Argentina invierte por cada alumno menos de 500 dólares al año, la cuarta parte de lo que gasta Uruguay y 40 veces menos que Estados Unidos.

El desarrollo científico y tecnológico



Un dato preocupante que muestra una clara limitación a las posibilidades de desarrollo del país es la escasez de recursos que se destinan a la investigación científica y tecnológica (CyT). Argentina invierte menos del 0,3% de su PBI en CyT, unas diez veces menos que Japón, EEUU o el promedio de la Unión Europea y un tercio de lo destinado por Brasil. Cabe señalar que la Academia de Ciencias del Tercer Mundo, con sede en Trieste, estima que para dinamizar su desarrollo un país debe gastar en CyT más del 1% de su PBI.

El problema se agrava al considerar la insignificante participación del sector privado de nuestro país en desarrollo científico y tecnológico. En Argentina el 95% del gasto total en CyT y el empleo del 87% de los investigadores corresponden al Estado, mientras que en la mayoría de los países desarrollados el esfuerzo es llevado a cabo principalmente por el sector privado.

A esta falta de recursos se suman otros dos problemas: en primer término, la ineficacia de las instituciones destinadas a difundir la de por sí escasa tecnología existente; segundo, la falta de inversión en Investigación y Desarrollo (IyD) fuera de los límites de los grandes conglomerados urbanos del país. Córdoba, Santa Fe, Buenos Aires y la Ciudad de Buenos Aires concentran actualmente el 60% del gasto en IyD, lo cual impide que se generan las condiciones para el desarrollo más allá de estas cuatro áreas centrales.

Estos datos hablan claramente de un importante atraso tecnológico, de investigación y educativo y de una preocupante tendencia a que este retraso con respecto al resto del mundo empeore.

Al decir del sociólogo Enrique Oteiza, los principales problemas que sufre hoy el aparato CyT argentino son “la carencia de recursos que padecen el Complejo CyT y la Universidad, las falencias a nivel de gestión, la desarticulación interna, la falta de eslabonamiento con los sectores de la producción, la ausencia de una estrategia de mediano y largo plazo en materia de CyT como componente de una estrategia de desarrollo nacional, la inexistencia de una estrategia industrial y la falta de una política adecuada de recursos humanos en la Argentina”. También en materia educativa, son principalmente estas mismas causas las que impiden el progreso, destacándose entre ellas la absoluta carencia de una política estatal de largo plazo que la dirija y coordine.

Es inevitable que estas carencias repercutan sobre el perfil productivo y la competitividad internacional de nuestra producción, reflejados en el bajo valor comparado de nuestras exportaciones (350 dólares por tonelada) respecto de las importaciones (1.300 u$s/Tm).

Mirando al futuro

Es impostergable que la Argentina encare estas cuestiones, cambiando de raíz los patrones que la rigieron hasta el presente, como requisito para alcanzar el desarrollo social y económico.

En este sentido, cabe citar al actual Ministro de Educación, Ciencia y Tecnología, Daniel Filmus: “Hoy en día el valor más importante de la Argentina no es la soja, no son los productos primarios; los países que se destacan en el mundo son los que mejor capacitada tienen a la gente y mejor desarrollo científico tecnológico para crear, innovar y ponerlos al servicio de la producción.”

Sólo recientemente las voces que alertaban sobre estos conflictos han alcanzado masividad y logrado una cierta mejora de la situación de la educación y el complejo CyT. Un primer paso hacia el cambio es la reciente consagración de la Ley de Educación, que prevé aumentar paulatinamente el gasto en educación hasta llegar al 6% del PBI para el 2010. También se ha aumentado considerablemente el gasto público en CyT, aunque en dólares aún se esté en la mitad del presupuesto récord de 1997. Este hecho, si bien aún lejos de lo ideal (especialmente si se considera la cuantía de la inversión que haría falta para zanjar el atraso que aqueja a nuestro país), es único en la historia reciente argentina y merece ser destacado.

Si la Ley de Educación efectivamente se cumple y (por sobre todo) la sociedad argentina se compromete a encarar con soluciones de fondo los problemas de la ciencia y educación nacionales, la Argentina puede estar garantizando con ello su desarrollo económico y social.

Por Martín Kalos. Julio 2006.

Diferenciación de Productos y Denominación de Origen

La diferenciación de los productos manufacturados tiene gran importancia en la preferencia de los consumidores y se traduce en grandes diferenciales de precio. La más difundida de las diferenciaciones está relacionada con las marcas comerciales, celosamente protegidas por registros nacionales e internacionales. En los últimos años esta creciendo la disputa respecto a ciertas especialidades relacionadas con características particulares vinculadas a factores naturales o procesos de elaboración propios de ciertas regiones o países (Denominación de Origen). El tema enfrenta, principalmente, a la Unión Europea con un conjunto de países productores de alimentos, entre ellos Argentina.


Por Francisco Etcheverry - Clubmacro - Julio 2006

Antecedentes


A principios del Siglo XX, época en que Inglaterra se encontraba en la vanguardia de la industria mundial, los empresarios se quejaron de la importación de manufacturas alemanas, similares a las propias pero de inferior calidad, que buscaban aprovecharse de la buena fe de los consumidores. Finalmente, su reclamo tuvo éxito y lograron imponer la adopción de medidas destinadas a identificar con claridad el país de origen de los productos. Esta práctica se extendió por todo el mundo y de allí nació el “Made in…” o “Hecho en…”.



Algo parecido ocurrió en 1994 cuando, en el marco de un acuerdo bilateral con la Unión Europea, Australia aceptó que sus productores dejaran de usar los nombres de las regiones francesas de Borgoña o Chablis en sus vinos. Al principio los bodegueros de aquel país sufrieron una baja en sus ventas pero con el tiempo se vieron favorecidos, ya que les permitió difundir la calidad de sus propias variedades de uvas a través del uso de denominaciones propias, como Coonawarra y Barrosa. El resultado fue un incremento sustancial de las exportaciones australianas de vinos y un fuerte posicionamiento en el mercado internacional.

El conflicto

La Identificación Geográfica (IG) es todo nombre, denominación, expresión, imagen o signo que indique directa o indirectamente, que un producto o un servicio proviene de un país, de un grupo de países, de una región, de una localidad o de un lugar determinado.

Existen IG que han adquirido características de generalidad o de uso común por su empleo habitual y de buena fe desde que comenzaron las migraciones de Europa hacia América. Estas son Identificaciones Geográficas genéricas que debido a su grado de universalidad en el uso a través del tiempo ya no pueden ser protegidas ni registrarse.

El conflicto se origina cuando se considera que el nombre del producto hace referencia a características exclusivas del lugar que indica el nombre, como es el caso del queso Roquefort y el lugar de Francia donde se produce este tipo de queso, que impiden pueda ser reproducido con las mismas cualidades por más que se utilice el mismo proceso productivo. En este caso la Indicación Geográfica puede ser registrada, pasando a gozar de la protección territorial del derecho de propiedad, de forma similar a una marca.

La Unión Europea (UE), región que contiene la mayor parte de los 4800 productos que se estima pasibles de Identificación Geográfica a nivel mundial, está insistiendo en la creación de un registro vinculante de Denominación de Origen (DO). Esto implica otorgar un monopolio exclusivo en el uso del nombre a los productores de esas regiones. Sólo en Francia la facturación de productos con DO se estima en 20 mil millones de euros al año.

En ciertos sectores agroindustriales, particularmente vinos y lácteos, existe una gran preocupación respecto de los perjuicios que les podría ocasionar un criterio amplio de registro, ya que algunas IG que para el MERCOSUR son consideradas genéricas no son tomadas de igual modo en la UE, con la consecuencia que ello implica.

De manera particular se señala a Argentina y a Brasil como los países que más utilizan las denominaciones cuyo uso exclusivo pretende la UE. En la Argentina se considera que la exigencia de la UE afectaría a unos 450 productos que se verían obligados a cambiar su nombre, incluyendo quesos como Reggianito, Roquefort y Fontina y vinos como Oporto, Jerez, Chablis y Borgoña.

Este es uno de los temas calientes que hoy separa a productores y gobiernos del viejo y nuevo mundo pues hay mucho dinero en juego ya que, en productos de idéntica calidad, el precio del que utilice la Denominación de Origen será sensiblemente mayor con respecto al que no lo haga.

Una lección para el futuro

Más allá de la definición final de este conflicto y de los límites que se obtengan al registro de productos con Identificación Geográfica, la realidad es que la descomoditización del negocio alimentario es un fenómeno irreversible[1]. El antecedente de Australia e, incluso, los acuerdos suscriptos entre Argentina y Francia reconociendo la IG en productos como Roquefort y Champagne, están señalando el camino futuro.

Un tradicional y reconocido productor de alimentos como la Argentina debe obtener lecciones y sacar ventajas de la nueva situación. Para ello se requiere, en primer lugar, comprender que en la diferenciación de productos puede encontrarse una clave para acceder a nuevos clientes de distintos nichos del mercado mundial globalizado y atender sus necesidades. Existen múltiples experiencias exitosas que indican que esto es posible como el caso de los vinos australianos que siguen ganando mercados desplazando a franceses e italianos.

La otra cuestión, más difícil, tiene que ver con el cómo. La respuesta sencilla sería confiar en un sector público nacional organizado y preocupado por llevar adelante políticas de este tipo, pero esto no se condice con nuestra realidad y parece difícil que la situación vaya a cambiar. El camino debe construirse por el sector privado. El esfuerzo por la búsqueda de alternativas y coincidencias debe partir de este sector e involucrar a instancias públicas de carácter local más cercanas y comprometidas con los productores.

Un buen ejemplo de esta perspectiva de trabajo lo brinda Pro Mendoza una entidad en la que convergen tanto el sector público como el privado de esa provincia con la finalidad de hacer conocer y promocionar en el mundo la producción local.

[1] Descomoditización se refiere a que el producto pasa a estar identificado y protegido.

Honorarios de Directores y Síndicos en el Impuesto a las Ganancias

En este trabajo nos referiremos al tratamiento de estos honorarios asignados por la asamblea abarcando el régimen previsto por la ley del rito y su decreto reglamentario, y especialmente por la RG (AFIP) 830, que establece las retenciones del impuesto en oportunidad del pago.


El tema no es nuevo ni mucho menos. Sin embargo, siempre genera dudas el tratamiento impositivo de los honorarios de directores, síndicos, consejos de vigilancia o socios administradores cuando los mismos son asignados globalmente. El principal aspecto a tomar en cuenta es en qué momento corresponde aplicar las retenciones previstas en la RG (AFIP) 830 que la sociedad tiene la obligación de efectuar. Pero además suelen presentarse dudas en lo referente al modo de contabilizar en los balances estas cifras. Trataremos de dilucidar estas cuestiones de la manera más concreta y concisa posible.

En primer lugar diremos que según el artículo 18 de la ley del impuesto a las ganancias, tales honorarios y retribuciones serán imputados al año fiscal en que la asamblea o reunión de socios, según corresponda, apruebe su asignación.


Según el artículo 26 del decreto reglamentario de la mencionada ley, se considerará el año fiscal en el cual el directorio u órgano ejecutivo efectúe las asignaciones individuales.

Esto significa que todos los adelantos que se abonen a lo largo del año constituyen hasta su aprobación por la asamblea o reunión de socios, un crédito para la empresa. Lo que es lo mismo que decir es que los futuros beneficiarios deben a la empresa ese dinero adelantado, a menos que se apruebe el monto por la asamblea o reunión de socios. Por tal motivo, en tales circunstancias los adelantos no están sujetos a retenciones en los términos de la RG 830.

Cuando la asamblea o reunión de socios procede a aprobar los honorarios, corresponde retener sobre el total asignado a cada uno de los directores o socios. Si existieran adelantos por un monto inferior a la asignación, corresponde practicar la retención hasta el límite del monto no adelantado. Si el monto no adelantado no alcanzare, entonces el beneficiario deberá “autorretenerse” la diferencia hasta completar la cifra exigida por la resolución general. Igualmente si los adelantos superaren o igualaren el monto asignado, nuevamente corresponde que los beneficiarios se “autorretengan”, en este caso por el total que corresponda según la resolución 830. A su vez, la sociedad deberá informar mediante la presentación de una Multinota a la AFIP que no pudo efectuar la retención total o parcialmente por haber adelantado el dinero y no alcanzar el saldo pendiente al momento de la asignación.


Un elemento a considerar también es que la sociedad debe consultar la situación del beneficiario al momento del pago, en los términos de la RG (AFIP) 1817. Cabe aclarar que en determinadas circunstancias, el director o síndico puede ser monotributista, en cuyo caso no corresponderá retención alguna en ningún caso. Con relación a este punto, hay que remitirse al art. 7 inc h) subacápite 18) de la ley del IVA, porque allí se disponen los casos en que los honorarios que estamos comentando resultan exentos de este impuesto, de manera tal que al no estar los beneficiarios obligados a ser responsables inscriptos, es factible que se anoten como monotributistas en la medida en que cumplan los demás requisitos para ingresar en el régimen simplificado vigente.

Para la determinación del monto a retener, hay que dirigirse a la escala de la RG 830 (Anexo VIII), y el monto total no sujeto a retención es de $ 5.000.-

Finalmente recordamos que hay que tener en cuenta que también existen otras posibilidades de retribución a directores y socios administradores, que inclusive pueden constar como empleados en relación de dependencia. Además de ello, deben tenerse presentes los topes legales del 25% de las utilidades contables o hasta $ 12.500 por director para que sean deducibles en los balances. En el caso de que las utilidades contables fueren diferentes de las impositivas, y dado que el tope del 25% citado se aplica sobre las primeras, es preciso tener en cuenta el efecto impositivo de la diferencia, ya que por ejemplo si las utilidades contables son mayores puede ocurrir que se abonen honorarios que no resultan deducibles en el balance impositivo de la empresa. En tales casos, sobre tales diferencias debe abonarse el 35% y luego las mismas resultan no computables como ganancias gravadas en la declaración individual de los directores o socios administradores.

Buenos Aires, 6 de julio de 2006

HÉCTOR BLAS TRILLO

Contador Público

Mujeres Ejecutivas

El llamado techo de cristal impide que las ejecutivas alcancen cargos directivos pese a tener excelentes condiciones de liderazgo. Aunque las mujeres participan cada vez más de la población económicamente activa los puestos de dirección les están en gran medida vedados. Éste no es un fenómeno propio argentino ni un hecho del Tercer Mundo ya que también en los países centrales existe lo que ha dado en llamarse el “techo de cristal”.

El techo de cristal representa el límite que poseen las mujeres para ascender a los niveles de decisión de las empresas, esto es, en cargos ejecutivos. Según una definición tradicional, los ejecutivos o gerentes son individuos que toman decisiones sobre la ubicación y los usos de los recursos humanos, físicos y financieros de una organización.


De acuerdo a estudios de la Organización Internacional del Trabajo el porcentaje de mujeres en posiciones ejecutivas, a nivel mundial, es de sólo el 16,5%. A su vez, dentro de la categoría de ejecutivos, se repiten las discriminaciones. Un claro ejemplo de ello son los Estados Unidos, donde hay un 39% de mujeres ejecutivas pero sólo el 3% ocupa posiciones en los máximos niveles de decisión (top management) o llegan a CEO. En la Argentina, según algunas cifras aportadas por consultoras de personal, sólo un 3 o 4% de los cargos directivos se encuentran ocupados por mujeres.



Esta discriminación también se refleja en las remuneraciones y posiciones. En un reciente estudio sobre un millar de ejecutivos y ejecutivas de 500 empresas de EEUU realizado por la revista Fortune se comprobó que, a paridad de educación, las mujeres siempre ganaban menos y que estaban “sobrepresentadas” en posiciones gerenciales. Eso significa que, a pesar de estar profesionalmente capacitadas, su participación no se refleja en los puestos de decisión, sino que ocupan los que exigen un rendimiento mucho menor.

Muchos académicos, pronosticadores y gerentes de primera línea consideran que las mujeres son mejores líderes que los hombres y, tarde o temprano, pasarán a tomar la delantera en el mundo de los negocios, tanto por ciertas cualidades innatas como por el grado de esfuerzo y dedicación al trabajo. Estas predicciones encuentran un fuerte respaldo en las estadísticas de universidades y escuelas de negocios que muestran que las mujeres obtienen, en promedio, mejores notas en todos los niveles educativos.


Entonces la pregunta que cabe hacerse es ¿por qué se mantienen estos límites a pesar de la creciente corriente de opinión sobre las ventajas que, en teoría, tienen las mujeres para ejercer cargos de liderazgo en el mundo corporativo?

El estereotipo gerencial

Una de las explicaciones sobre la discriminación que sufren las mujeres en el acceso a cargos ejecutivos se encuentra en el predominio en la cultura organizacional de ciertos criterios o pautas asociadas al rol masculino, como las vinculadas con el compromiso con la organización, el éxito en la carrera y la dedicación al trabajo.

Es un hecho que existen diferencias en el estilo de liderazgo de varones y mujeres, como lo vienen sosteniendo numerosos estudios realizados en las últimas décadas, pero no hay nada que demuestre que el estilo “masculino” sea mejor o más eficiente que el “femenino”.

Es más, para algunos las ventajas se encuentran del lado de las mujeres ya que los hombres eligen un estilo transaccional, basado en métodos tradicionales de ordenar y controlar, mientras que las mujeres tienden al liderazgo transformacional, sustentado en la motivación y el apoyo.

En un artículo publicado en la revista Fortune en 1999 se indicaba que los CEO varones eran manipuladores, impacientes, dominadores y egocéntricos, que desalentaban el trabajo en equipo, mostraban poca habilidad para desarrollar el talento en sus colaboradores y su accionar generaba en las organizaciones una atmósfera de supervivencia del más fuerte.

Sin embargo, el estereotipo más aceptado de gerente de primera línea sigue manteniendo las características individuales asociadas a lo masculino, como competitividad y capacidad de decisión, en lugar de incorporar las habilidades habitualmente catalogadas como femeninas, como ser la empatía y la comunicación.

En el mantenimiento de este estereotipo podrían encontrarse los motivos por los cuales el techo de cristal sigue vigente.

A título de reflexión final

Entre las ventajas que presentan las mujeres en su papel de ejecutivas de empresa se suele mencionar la poca atención que prestan a los símbolos de status, una forma innovadora de pensar, mejores cualidades relacionales y de comunicación y su mayor productividad y capacidad de servicio. Cualquier análisis del desempeño laboral de las mujeres profesionales permite comprobar que, en general, son sumamente competentes y se preocupan por profundizar sobre los temas que deben manejar a diario.

Sin embargo esto parece no ser suficiente, ya que la concepción del éxito en la cultura organizacional actual está ligada a una visión masculina más egocentrista y materialista que hace que las mujeres sean vistas como menos ambiciosas y menos interesadas en su trabajo y, por lo tanto, menos adecuadas para ocupar cargos gerenciales.

De allí que con frecuencia las mujeres que se han preparado y capacitado para una vida profesional y que se encuentran integradas en una organización confiesan que necesitan adquirir "otros talentos". Estos “otros talentos” son, justamente, los de liderazgo, muy asociados con el estilo masculino de toma de decisiones y manejo del poder.

En materia de inserción femenina en el mundo del trabajo se ha avanzado mucho pero resta aún mucho por recorrer.

Por Maria Laura Lorenzo

Fideicomiso

Norma legal
La ley 24.441 (B.O. 9/01/1995) estableció específicamente el tratamiento a darle a la antigua figura del fideicomiso. Poco después, mediante el decreto 780/95 se reglamentó esta particular forma de afectar una porción de un patrimonio a una finalidad determinada. A partir de ese año, poco a poco esta modalidad ha ido adquiriendo relevancia y actualmente se ha vuelto bastante usual, sobre todo en materia financiera.

Cómo funciona el fideicomiso
Esta figura permite separar parte de cualquier patrimonio con finalidades específicas de muy diversa índole, es decir que se trata de un contrato con fines determinados. Es posible desde ceder un inmueble para alquilarlo y obtener una renta que permita que un hijo costee sus estudios, hasta transmitir bienes para la constitución de una empresa que asegure la continuidad de un proyecto de gran envergadura.

Entonces: un propietario de ciertos bienes (inmuebles, créditos, acciones, etc.), transmite los mismos a otra persona (física o jurídica) con el objeto de que desarrolle una actividad que conduzca a alcanzar los fines por los cuales se constituye. Los resultados están destinados al beneficiario que se designe en el contrato, y una vez cumplida la razón de ser del fideicomiso, los bienes pasarán a poder de quien sea designado en el contrato.

De tal manera que tenemos el fiduciante (cedente), el fiduciario (receptor de los bienes que se ocupa de cumplir la finalidad que se establezca), el beneficiario y finalmente, el fideicomisario que será el que se convertirá en titular de los bienes al finalizar el plazo o cumplirse la condición resolutoria. El fiduciante no puede ser a su vez fiduciario, pero sí puede ser beneficiario y/o fidicomisario. El plazo máximo de duración de estos contratos es de 30 años.

Beneficios del fideicomiso
La gran ventaja de esta peculiar forma contractual es que la separación patrimonial constituye un ente en sí mismo con independencia de las partes, de tal modo que la quiebra del fiduciante o incluso del fiduciario, no afecta al fideicomiso. Téngase en cuenta, por ejemplo, que la quiebra del titular de un paquete accionario arrastra también a las acciones, mientras que en el caso del fideicomiso, los bienes fideicomitidos quedan absolutamente al margen y continúan por lo tanto asignados a la finalidad para la que fueron dispuestos.

Formas de fideicomisos
Si bien se usa mucho la forma financiera de estos contratos, también pueden constituirse fideicomisos no financieros, cuyo uso no está tan difundido, tal vez por ser poco conocidos.

En su modalidad financiera, el fiduciario es una entidad financiera o una sociedad autorizada por la Comisión Nacional de Valores para operar como agente fiduciario financiero, y los beneficiarios son los tenedores de los certificados de participación en el dominio fiduciario o de los títulos representativos de deuda de los bienes fideicomitidos.

Tratamiento impositivo
Por empezar, diremos que tanto la ley como el decreto citados no abundan demasiado en cuanto a la manera de tratar tributariamente este tipo de contratos. El decreto, sin embargo, señala que el fiduciario es responsable de abonar los impuestos por cuenta ajena en los términos de la Ley de Procedimiento Fiscal. Es decir que le asigna una responsabilidad como administrador y diríamos que un poco más.

  • En el Impuesto a las Ganancias, el fideicomiso se encuentra incluido dentro del artículo 69 de la ley de dicho impuesto, alcanzado por la tasa general del 35% como cualquier sociedad de capital y por lo tanto debe ser inscripto en la AFIP bajo la denominación que tuviere como “fideicomiso” y presentar declaraciones juradas como cualquier sociedad del rubro.

    Sin embargo, cuando el fiduciante adquiera la calidad de beneficiario, el fideicomiso no es sujeto de este impuesto, y las rentas que pudieran obtenerse quedan enmarcadas en la tercera categoría en cabeza, precisamente, del fiduciante.

    Esto es así en tanto y en cuanto el fideicomiso no sea financiero, porque en este caso siempre es contribuyente del impuesto a las ganancias como una sociedad de capital.

    También es sujeto en dicho impuesto cuando el beneficiario sea residente en el Exterior, sin importar que se trate o no de la misma persona.
  • En el IVA, el fideicomiso es sujeto siempre. De manera que sólo se trata de definir si la actividad del mismo está alcanzada por dicho impuesto para que sea necesario inscribirlo en el mismo.
  • En el impuesto a los bienes personales también correspondería la figura del responsable por deuda ajena en cabeza del fiduciario. De tal modo, éste debería determinar e ingresar el impuesto resultante.

    Sin embargo, dado que el fideicomiso ha sido literalmente soslayado en la ley de este impuesto, parte de la doctrina sostiene que ha quedado fuera del ámbito del mismo. Pero la ley de creación del Impuesto a la Ganancia Mínima Presunta dice que todos los fideicomisos no financieros son responsables de dicho impuesto, sin importar si el fiduciante y el beneficiario coinciden o no.
  • En el Impuesto a los Ingresos Brutos el fideicomiso es sujeto, de manera que deberá ser inscripto en la Dirección de Rentas y tributar dicho impuesto sujeto a las normas generales aplicables, incluyendo el Convenio Multilateral.

  • En el caso del Impuesto de Sellos, se han planteado no pocas dudas. Ello en virtud de que este impuesto grava los contratos a título oneroso. Pero la cesión de los bienes a un fiduciario para que cumpla determinadas funciones no tiene un costo, excepto en todo caso los honorarios que pudiera llegar a percibir esta persona por su labor. Es decir, la llamada manda fiduciaria es onerosa, pero no el valor de transmisión de los bienes fideicomitidos. La transmisión de los bienes suele ser, como en las donaciones, gratuita. Sin embargo, se han dado casos en que la jurisprudencia se ha volcado por considerar onerosa tal transmisión de bienes, gravándola con el impuesto de sellos en caso de corresponder jurisdiccionalmente.

Títulos valores representativos de deuda y certificados de participación en los fideicomisos financieros
Las operaciones financieras y prestaciones relativas a su emisión, suscripción, colocación, transferencia, amortización, intereses y cancelación así como también las correspondientes a sus de garantías están exentas IVA. Para esta exención es requisito que tales títulos sean colocados por oferta pública. Y los resultados provenientes de la compraventa, cambio, permuta, conversión y disposición, así como también sus intereses, actualizaciones y ajustes de capital están exentos del impuesto a las ganancias, siempre que se trate de personas físicas o sucesiones indivisas.

En resumen, podemos decir que únicamente el fideicomiso no es sujeto de impuestos en un único caso, que es el del Impuesto a las Ganancias cuando el fiduciante y el beneficiario son la misma persona, el fideicomiso es no financiero, y el beneficiario no es residente en el exterior.



Héctor Blas Trillo
Economista




Retenciones y Percepciones

Los regímenes son muchísimos, algunos muy específicos. Nos referiremos a ellos muy someramente en dos entregas, siendo esta la primera de ellas.



RETENCIONES A PROVEEDORES DE GAS, ELECTRICIDAD, TELÉFONO, AGUA, CLOACAS Y DESAGOTE DE POZOS CIEGOS

(RG DGI 3130)



Corresponde retener el 8% sobre el monto total facturado.

PERCEPCIÓN SOBRE LA VENTA DE COSAS MUEBLES, LOCACIONES Y PRESTACIONES GRAVADAS

(RG DGI 3337)

El 3% sobre el precio neto de venta para productos gravados a la tasa del 21%, y del 1,5% para los gravados a la tasa del 10,5%.

PERCEPCIÓN SOBRE LA IMPORTACIÓN DE COSAS MUEBLES

(RG DGI 3431)

La resolución distingue entre responsables inscriptos y responsables no categorizados o en su caso que correspondan al régimen simplificado y que importen por ejemplo algún bien de uso.

Para los inscriptos la alícuota de la percepción es del 10% para productos gravados a tasa general, del 5% para productos gravados a la tasa del 10,5%. Para el resto la alícuota es del 12,70 y del 5,80% respectivamente.

RETENCIÓN A APLICAR A INSTITUCIONES BANCARIAS

(RG DGI 3649)

Se trata de un régimen específico en el cual el Banco Central debe retener el 70% del IVA incluido en las comisiones que perciben los bancos por el servicio de recaudación de impuestos de la AFIP

PERCEPCIONES Y PAGOS A CUENTA EN LA COMPRAVENTA, MATANZA Y FAENAMIENTO DE GANADO BOVINO

(RG DGI 4059)

Percepción de 50 centavos por cada cuero vendido

Pago a cuenta de $ 3.- por cabeza en el caso de establecimientos faenadotes

Pago a cuenta de $ 1.- por animal en el caso de consignatarios de hacienda. 0,25 por media res o por cada 100 kg según el caso. $ 0,01 para usuarios de faena “ Guía Fiscal Ganadera” por kg de carne a obtener según rinde promedio (que es de 53% para vacas, vaquillonas, terneros y terneras y 56% en el caso de novillos, novillitos y toros).

PAGO A CUENTA EN LA COMPRAVENTA, MATANZA Y FAENAMIENTO DE GANADO PORCINO

(RG DGI 4131)

En establecimientos de faena por jornada.

Animales de terceros: $ 1.- por cabeza de animal de más de 20 kg.

Animales propios: $ 4.- por cabeza de animales de más de 20 kg.

Consignatarios $1- por cabeza para animales de más de 20 kg.

Usuarios de faena: $ 0,04 por kg de carne según rinde promedio por animal de más de 20 kg.

RETENCIÓN SOBRE VALES DE ALMUERZO Y VALES ALIMENTARIOS

(RG DGI 4167)

Sobre el precio neto corresponde retener el 17% en el caso de los vales de almuerzo y del 6% sobre los vales alimentarios.

RETENCIÓN A PROVEEDORES DE EMPRESAS

(RG AFIP 18)

Se trata de la retención que deben aplicar las empresas específicamente listadas en los anexos de la resolución AFIP 18. Esencialmente la Administración pública y los entes autárquicos y descentralizados, las exportadoras y demás sujetos que figuran expresamente en la nómina de los anexos citados.

En la compraventa de cosas muebles y en las locaciones del art. 3 inc b y c de la ley de IVA la alícuota a retener es el 10,5% en el caso del IVA discriminado en la factura, y del 8,68% si el mismo no se discrimina. Cuando se trate de la alícuota diferencial de IVA del 10,5%, las retenciones a efectuar serán del 8,40% y del 7,60% respectivamente.

Para las restantes prestaciones o locaciones de servicios, la retención es del 16,80% en el caso de que el IVA figure discriminado, y del 13,88% si no lo está.

RETENCIONES A COMERCIANTES LOCADORES Y PRESTADORES DE SERVICIO ADHERIDOS AL SISTEMA DE TARJETAS DE CRÉDITO Y/O COMPRA

(RG AFIP 140)

Son agentes de retención las entidades que efectúen los pagos de las liquidaciones

La retención procede sobre el precio neto a pagar, y será del 1% para los responsables inscriptos del Anexo I de la RG (AFIP) 18, lo mismo que para las estaciones de servicio.

Los demás responsables por operaciones con tarjeta de débito el 1%. Para las demás tarjetas el 3%.

Para quienes no acrediten su condición de responsables inscriptos o monotributistas, el 10,5%. El monto mínimo a retener es de $ 12.-

Buenos Aires, 16 de junio de 2006

© HÉCTOR BLAS TRILLO

Godoy Cruz 2870 – 1425 Buenos Aires

(011) 4776-1732 y (011) 154-4718968

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Argentina: Ingreso de Divisas

El Virus Holandés y las Crisis Argentinas

Una característica de la historia económica argentina son sus marcados ciclos de expansión y recesión. La dificultad por mantener una senda de crecimiento sostenido encuentra diferentes líneas de interpretación. Para unos (los más ortodoxos) es consecuencia de una excesiva intervención del Estado que obstruye el funcionamiento de los mercados. Para otros, el problema es más complejo e incluye aspectos estructurales como la existencia de estructuras productivas desequilibradas que dificultan la consolidación de un sector industrial competitivo. En el marco de esta interpretación Argentina estaría infectada con el virus responsable de la patología económica conocida como “enfermedad holandesa”.

El descubrimiento y desarrollo de la explotación de grandes yacimientos de petróleo y gas en las costas de Holanda, con posterioridad a la crisis del petróleo de la década del 70, generó un gran ingreso de divisas que, paradójicamente, repercutió negativamente sobre la economía y el empleo de ese país. La explicación de este fenómeno se encuentra en el hecho que esa avalancha de divisas impacto sobre el tipo de cambio apreciando la moneda haciendo perder competitividad a la industria holandesa. Debido a la rapidez con que esto ocurrió, parte del sector industrial no pudo adaptarse a esa circunstancia favorable (la repentina aparición de nuevos recursos naturales) y se vieron expulsados del sistema. Las consecuencias fueron quiebras, despidos y recesión…. ¡¡Y todo a causa de un descubrimiento aparentemente positivo!!


A Noruega le toco vivir una situación similar tiempo después pero, en base a la experiencia de Holanda, pudo evitar las consecuencias negativas de un ingreso masivo de divisas creando un “fondo anticiclico” destinado a absorber el exceso de divisas ingresadas.

La experiencia argentina

La “bendición” de nuestro país, originada en su excepcional dotación de recursos, suele reproducir lo ocurrido en Holanda. La diferencia reside en que el fenómeno es consecuencia de una estructura productiva desequilibrada que periódicamente entra en crisis.


En la década del 70 el economista Marcelo Diamand llamó la atención sobre este fenómeno, señalando como principal causa del subdesarrollo nacional la dificultad de consolidar un sector industrial competitivo debido a la convivencia de estructuras productivas totalmente disímiles en eficiencia. La principal dificultad en consolidar un importante sector industrial sería una consecuencia no deseada de las ventajas de nuestro sector primario exportador. No esta de más recordar que los costos de producción del campo argentino son los más bajos del mundo, lo cual le permite exportar plenamente su producción a pesar, incluso, de los subsidios de otros grandes productores como EEUU y la UE.

¿Cómo afectan estas ventajas naturales el desarrollo de nuestro país?

De dos formas. Por un lado, por la baja absorción de empleo de nuestro sector primario exportador. La gran diferencia con la Argentina de la “edad de oro”, anterior a la Primera Guerra Mundial, es que el campo de hoy emplea poca gente y que se necesita más que nunca de la industria para brindar trabajo.


Por otro, que el fuerte ingreso de divisas generado por el campo tiende a apreciar la moneda local y restar competitividad a la industria, ya que la posibilidad de desarrollar un sector manufacturero nacional pasa por contar con un tipo de cambio “adecuado” o depreciado. Argentina tiene en su estructura el virus de la enfermedad holandesa.

La fuerte asociación entre la evolución del tipo de cambio real y los precios de los 5 principales productos agrícolas de exportación (soja, maíz, trigo, sorgo y girasol) en los últimos 30 años constituye, justamente, una clara confirmación de la presencia de este fenómeno en nuestro país.

En definitiva, Argentina carga desde sus cimientos, con lo que algunos han dado en llamar una pesada maldición. Una paradoja que cuesta comprender. El problema no esta en la bonanza natural sino en la preponderancia de un perfil exportador primario que repercute negativamente sobre la economía a través de un tipo de cambio dependiente de factores ingobernables como la demanda mundial, precios internacionales, factores climáticos mundiales e internos, resultados de cosechas, etc.

Cuando todos los vientos soplan a favor de Argentina (buenas cosechas y altos precios) el país recibe una avalancha de divisas que aprecia el peso y produce el fenómeno de lo extranjero barato y lo nacional caro, retratado en el folklore criollo a través de expresiones propias como momentos del “dólar barato”, la “plata dulce” o el “déme dos”. En esas circunstancias las empresas productoras de bienes transables, es decir, las que producen bienes que compiten con similares del exterior, tiemblan o cierran sus puertas. Por el contrario, en los años de vacas flacas o de “dólar caro” el peso se deprecia y la industria local se recupera y expande.

Al depender el tipo de cambio de las condiciones y resultados del sector primario exportador, la industria queda relegada a la función de simple espectador del comercio internacional y entonces cabe preguntarse ¿qué industria arriesgará su capital en un proceso productivo a largo plazo, cuando desconoce totalmente el tipo de cambio futuro que condiciona la viabilidad de su inversión?

De allí la necesidad de una intervención pública que evite las fuertes contracciones económicas derivadas de ciclos tan quebrados y que permita desenganchar el valor del tipo de cambio real de la coyuntura por la que atraviesa el sector primario. En otras palabras, que permita planificar con horizontes mas aplanados y menos sobresaltos.

Alternativas

La solución propuesta por Marcelo Diamand era el establecimiento de tipos de cambio diferenciales para la industria y para el campo. Una derivación moderna de esta propuesta son las retenciones a las exportaciones agropecuarias que se usan en la actualidad, que en los hechos operan a manera de tipo de cambio diferencial.

Otra idea es el establecimiento de un fondo anticiclico a la noruega. Esto fue propuesto recientemente por el ex ministro Roberto Lavagna y, sin duda, ayudaría a crear un ambiente de inversiones más estable en el largo plazo.

Una solución más drástica seria entender la producción de productos primarios como si fueran bienes públicos. Es decir, planificar tanto la producción como el abastecimiento y los precios internos de los mismos. Esta política es mucho más compleja que las anteriores e implica un gran aparato de control y planificación con herramientas tales como: precios controlados, cuotas a la exportación, subsidios al sector, etc.

Soluciones existen. Lo más importante es implementar políticas con una visión estratégica que permitan armonizar el aprovechamiento de las ventajas de nuestra dotación de recursos y, simultáneamente, promuevan el desarrollo de una industria poderosa y competitiva.

Por Sergio Peskin. Junio 2006

Flujo de Fondos

Flujo de Fondos: La Empresa como un Activo Vendible



Valuar una empresa en marcha requiere un andamiaje profesional y técnico que integre los distintos componentes que constituyen la realidad de activos agrupados convenientemente para producir determinados flujos de fondos. El Dr. Carlos E. Spina, coautor del libro "Cuánto vale realmente una empresa" y con quien hemos colaborado en más de una oportunidad en esta interesante problemática, nos introduce en este trabajo en este tema tan necesario como apasionante.

Partiendo de la base de que todos sabemos que la empresa en marcha tiene un valor, expondremos en forma muy sencilla la forma de determinar dicho valor.

Existen muchos métodos, algunos sencillos y otros complejos, sin embargo no es la complejidad del mismo la que determina el método, sino que este debe adaptarse a las particularidades del bien que se quiere valuar.


La primera aproximación es el valor de libros, es decir el patrimonio neto. Esto implica pensar que el valor de la empresa es la suma algebraica de los activos y pasivos, valuados conforme a normas profesionales.

Parece obvio que este método no contempla muchos aspectos que tienen relación con la formación de valor, como veremos luego.

Si quisiéramos agregar algún tipo de perfeccionamiento al método que mencionamos anteriormente, podríamos suponer que la totalidad de los activos involucrados no es la necesaria para desarrollar el negocio del que se trate, para ser más claro, es posible que existan activos obsoletos o inútiles para conseguir el fin buscado, por lo cual es necesario detraerlos del valor de la empresa, los que quedan en el patrimonio, son denominados sustanciales, es decir aquellos que son indispensables. Estos bienes pueden valuarse a su valor de mercado.


Con toda justicia el lector puede estar pensando en este momento que al valor así determinado, le falta un ingrediente, que es precisamente lo que técnicamente se denomina valor llave, lo que se define como la capacidad de obtener superutilidades o utilidades por encima del valor normal. Por ejemplo si tenemos una suma de dinero determinada, podemos colocarla en un plazo fijo, pero si la invertimos en un negocio seguramente obtendremos una mayor rentabilidad, aunque con un factor de riesgo adicional.

No entraremos en detalle de cómo obtener técnicamente ese valor llave, aunque existen métodos para hacerlo, sin embargo queremos resaltar algo.

En muchos tipos de negocio ese valor llave es conocido o al menos medianamente determinado por las fuerzas del mercado, por lo que intentar utilizar algún método es inútil, pues manda la le de la oferta y la demanda.

Esto no es inusual y sirve para negocios sencillos como un maxiquiosco, cuyo nivel de facturación y ubicación determinará su valor, al que le sumarán los activos involucrados (mercaderías, instalaciones, otros bienes de uso, etcétera) y también aplicables a negocios más complejos, como por ejemplo establecimientos agropecuarios, donde la zona determinará el tipo de explotación y los rindes probables, con un mercado conocido y bastante transparente.

Si estamos ante esta situación, el método a utilizar es el Método "Múltiplo en relación precio y ganancias" o alguna de sus variantes. El método es sencillo y eficaz si se dan las circunstancias adecuadas para aplicarlo, por ejemplo, supongamos que la ganancia esperada de un negocio particular sea $ 10 y el promedio de la relación PRECIO/GANANCIA del sector sea $ 20, podemos determinar el precio, de forma tal que si PRECIO / GANANCIA = 20, sabiendo que la ganancia es 10, despejando el precio sería PRECIO / 10 = 20, por lo que el PRECIO = 20 x 10 = 200.

Claro que esto no siempre es utilizable por lo que deben utilizarse otros métodos.

Bajo estas circunstancias el método más utilizado es el denominado el Valor Actual De Los Flujos De Fondos Futuros.

Analizaremos brevemente el método y sus fundamentos.

Cualquier proyecto de inversión tiene un valor que está determinado por los flujos de fondos que genere.

¿Qué son los flujos de fondos? De manera muy sencilla son los fondos de efectivo que se liberan a través de la vida del proyecto.

No podemos entrar en detalle acerca de la forma de desarrollar un flujo de fondos, pero básicamente podríamos decir que es la sumatoria algebraica de los resultados, más las amortizaciones y otros cargos que no representen movimientos de fondos, menos las inversiones, más menos la variación en el capital operativo, menos el impuesto a las ganancias.

La razón es sencilla, la liberación de fondos es lo que se puede gastar o invertir en nuevos proyectos.

Por lo que, si adoptamos el método, lo primero que hay que hacer es estimar los flujos de fondos futuros que generará la empresa.

Esta tarea tiene una complejidad primaria, que es precisamente el método de estimación, dado que en realidad es la expectativa de lo que sucederá en adelante.

Esto puede darse en situaciones de riesgo (definido como una probabilidad de variación de las expectativas) o directamente en situaciones de incertidumbre (desconocimiento total de la evolución de las variables o de expectativas).

En líneas generales, lo primero que habrá que estimar son los resultados futuros de la empresa, para lo cual se deberán determinar las ventas futuras, sus costos y gastos.

Existen métodos distintos métodos, algunos estadísticos, para estimar la evolución de una variable cualquiera, por ejemplo las ventas.

En general, determinada la evolución futura de las ventas, las demás variables, son de alguna manera dependientes de estas (esto es en términos generales, puede ser que la variable determinante de la evolución de las otras puedan ser, por ejemplo, las compras).

Los costos y gastos generalmente son dependientes de estas.

Sin embargo, habrá que tener muy en cuenta cuales son los gastos fijos y cuales son los variables, dado que cualquier incremento en las ventas, producirá un apalancamiento de la rentabilidad por el uso de componentes fijos en el costo.

Determinando así el resultado esperado, habrá que estimar la variación en el capital operativo, fundamentalmente créditos, inventarios y deudas comerciales.

El incremento en el capital operativo, determinará un menor flujo disponible de fondos, mientras que su reducción aumentará los mismos.

Luego habrá que evaluar las inversiones en activos fijos, que serán los necesarios para obtener dichos fondos.

Aquí queremos introducir un aspecto normalmente controvertido, cuando se hace una valuación. Lo que se intenta valuar es la empresa "tal cual está" es decir que no deberían incluirse proyectos que todavía no están implementados, pues el "futuro es de quien compra".

Por lo dicho, generalmente las inversiones son aquellas por renovación por obsolescencia y aquellas necesarias para los proyectos en marcha.

La posterior determinación de los flujos de fondos, resulta relativamente sencillo, pero razones de espacio nos impiden continuar sobre esta cuestión.

El otro punto cuantos flujos de fondos es necesario calcular, lo que podemos llamar horizonte de la valuación.

Salvo que la empresa tenga un plazo de vida determinado, habrá que analizar esta cuestión en función de cada empresa en particular.

Generalmente la evolución de los negocios tiende a un "equilibrio" de sus resultados, es decir a que estos en determinado momento se volverá constante y perpetuos. Las empresas jóvenes que aún no han desarrollado su potencialidad tendrán un crecimiento sostenido hasta que su capacidad instalada lo soporte, o bien un mercado irá perdiendo su potencialidad por sustitución de consumos, en definitiva, cada caso particular es distinto, por lo que el horizonte para los flujos de fondos dependerá del caso del que se trate. Como dijimos luego de ese punto en que los resultados se equilibran se generarán flujos de fondos perpetuos, cuyo valor tiene una forma matemática de valuación, cuya explicación sería ajena a nuestros objetivos.

A este valor suele denominárselo valor residual y existen distintas alternativas para calcularlo, aunque la explicada es la habitual.

Queda otra cuestión para analizar, esos flujos de fondos son futuros y se intenta valuar esos flujos de fondos a valores de hoy, por lo que habrá que descontarlos a una tasa determinada. Este es otro factor crítico, es decir determinar qué tasa utilizar y eso dependerá de la rentabilidad promedio del mercado, el riesgo involucrado, el plazo de recupero de la inversión, la tasa de inflación esperada y otros factores.

En definitiva, tenemos los siguientes aspectos básicos a considerar: horizonte de la valuación, valor residual y tasa de descuento.

Obviamente no podemos extendernos mucho más, pero queremos sugerir algunas cosas a la hora de efectuar una valuación.

A nuestro criterio conviene que las variables a considerar sean consensuadas entre las partes, lo que evitaría futuras demoras,

Pueden existir activos que no sean necesarios para la obtención de los flujos de fondos, por lo cual habrá que valuarlos por separado.

Generalmente la parte compradora querrá efectuar una auditoria previa (due dilligence). Esto se vuelve complicado cuando existe una economía informal en la empresa.

Generalmente se suelen firmar pactos de confidencialidad y llegado a un acuerdo se suelen mantener fondos de garantía para eventuales contingencias ocultas en el momento de efectuar la valuación.

Por último queremos resaltar una cuestión esencial, VALOR Y PRECIO NO ES LO MISMO.

Buenos Aires, 3 de junio de 2006

CARLOS ENRIQUE SPINA

ESTUDIO

© HÈCTOR BLAS TRILLO

Economía y Tributación

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El Milagro de Irlanda

La experiencia de desarrollo de Irlanda sigue asombrando. En una nota publicada en marzo del 2003 (El Modelo Irlandés) se ofrecieron algunas líneas de interpretación para entender como un país donde a fines del 80 se sucedían los conflictos y se encontraba estancado, endeudado y con un alto nivel de desempleo logró en pocos años convertirse en una de las economías más dinámicas del mundo. El presente artículo retoma aquellos argumentos y actualiza la información.



Para comprender mejor la realidad de Irlanda se muestra un perfil comparativo de la economía de aquel país y Argentina, sobre la base de información del año 2005.

Argentina

Irlanda

Población

millones

40

4

PBI

millones u$s

190.000

190.000

PBI per capita a PPA(*)

u$s

10.000

35.000

Exportaciones

millones u$s

40.000

105.000

Exportaciones per capita

u$s

1.000

26.000

Saldo Comercial

millones u$s

10.000

40.000

Gasto Público/PBI

%

22%

38%

Deuda Pública/PBI

%

70%

28%

(*) PPA: Paridad de Poder Adquisitivo

Elaboración propia sobre la base de diferentes fuentes



Del cuadro surge que Irlanda con una población 10 veces inferior produce tanto como Argentina y exporta 2.5 veces más. La clave es el desarrollo de un gran sector industrial.

 

¿Cómo pudo uno de los países más pobres de Europa y tradicional expulsor de población consolidar en pocos años un gran sector industrial y eliminar el desempleo?



El desafío resulta aún mayor cuando se considera que esa gran transformación se realizó en el marco de las restricciones impuestas por la pertenencia a la Unión Europea , es decir, con altos salarios y distribución progresiva de ingresos y con limitadas posibilidades de utilizar instrumentos de política cambiaria o monetaria.

Hay dos líneas de interpretación que intentan explicar este fenómeno.

Una, de sesgo economicista, pone el énfasis en las exportaciones y las inversiones extranjeras (IED), especialmente de Estados Unidos, que actualmente proporcionan casi el 50% del empleo industrial. Indudablemente, el impulso de la economía irlandesa proviene de las exportaciones, que durante la década pasada crecieron a una tasa promedio superior al 12% anual, que implica duplicar su valor cada 6 años. También es cierto que ese desempeño fue factible debido al ingreso masivo de IED orientadas a sectores de alta tecnología, principalmente electrónica, software, químicos y farmacéuticos, que representan las tres cuartas partes del total exportado.

Otra, desde una visión más integral, destaca, sin negar la importancia de la IED , el rol sustancial cumplido por el Estado en diferentes aspectos, institucionales, económicos y sociales. Desde este punto de vista, la afluencia de inversión extranjera fue una, pero no la única, de las consecuencias positivas de las políticas públicas implementadas.

 

A continuación se pasa una rápida revista de las principales acciones desplegadas por el gobierno irlandés que contribuyeron al despegue de ese país.

Fijación de prioridades . Dos décadas atrás el gobierno identificó a los sectores de high-tech y ciertos servicios, como cuidado de la salud y telemarketing, como objetivos prioritarios de desarrollo por su capacidad de proporcionar divisas y empleo. En este campo, Irlanda hizo lo mismo que años antes hicieron los países exitosos del sudeste asiático: identificar sectores en que el país podría llegar a destacarse internacionalmente en función de sus ventajas competitivas, para luego concentrarse en la promoción y atracción de las inversiones necesarias, nacionales o extranjeras. Obviamente, el ser miembro de la Unión Europea le otorgaba las ventajas propias del acceso a un mercado de 400 millones.

Acuerdo social . Los acuerdos tripartito, entre empleadores, sindicatos y gobierno, se han convertido en la herramienta sustancial de la planificación en Irlanda. otorgando previsibilidad y estabilidad a las decisiones económicas. A partir de 1987, en que se recurrió al acuerdo social para superar la seria crisis económica del momento, cada tres años se negocian programas que establecen parámetros de política fiscal, económica y social.

En términos generales, los primeros dos programas estuvieron dirigidos a controlar la grave crisis económica, los dos siguientes se concentraron en diseñar un rumbo en el marco de la integración europea y los más recientes, negociados dentro de un contexto de crecimiento económico excepcional, tuvieron por objetivo la cooperación al nivel de las empresas.

Un tema central de estos programas tripartitos son los aumentos salariales y mejoras de competitividad, factores claves para preservar la competitividad en el rígido marco de la Unión Europea. De allí, que en los últimos años el acuerdo social se haya extendido al nivel de los lugares de trabajo, estableciendo un mecanismo más directo de negociación.

El incremento de productividad de la economía en su conjunto y la reducción de la conflictividad social son claros indicadores de la eficiencia de este instrumento de planificación que incorpora a empleadores y trabajadores como ejes centrales de la toma de decisiones económicas y sociales del país.

Capacitación . Irlanda también hizo una fuerte inversión en la mejora de su sistema educativo y en todo lo necesario para elevar la calidad de sus recursos humanos. Quienes deciden invertir en ese país saben que podrán disponer de profesionales, técnicos y mano de obra calificada y competente para la realización de sus emprendimientos.

A título de conclusión

¿A qué se debió el desigual desempeño de Irlanda y Argentina durante los 90, a pesar que ambos países recibieron sustanciales montos de inversiones del exterior?

Argentina no hizo nada de lo enumerado arriba. El gobierno declinó su tarea de orientación y fijación de prioridades relegando en el mercado esa función y nada hizo para promover acuerdos entre los actores económicos. Pretender otra cosa de nuestra dirigencia hubiese sido y sigue siendo pedir peras al olmo .

El resultado de esas políticas improvisadas y carentes de objetivos de interés común es conocido. Mientras Argentina sigue vendiendo al mundo “suelo” bajo la forma de combustibles, minerales o productos agrícolas, Irlanda exporta trabajo, ya que el 80% de sus ventas al exterior son productos manufacturados y de alto valor agregado.

Planificación y consenso fueron, en definitiva, los pilares del milagro irlandés. La dirigencia de ese país comprendió, oportunamente, que la improvisación y confrontación son serios obstáculos a la construcción de un proyecto sustentable.

Por Alberto Pontoni. Junio 2006

Características del Comercio Mundial

El comercio tiene una importancia creciente en el contexto económico mundial, ya que la porción de la producción que se destina al mercado externo viene aumentando de forma sostenida. En los últimos 50 años el volumen físico de la producción global creció 8 veces mientras que el volumen de exportaciones aumentó 25 veces (en valor 150 veces). Una consecuencia de este fenómeno es la mayor interdependencia de las economías y la necesidad de incorporar la perspectiva internacional en las decisiones domésticas. De allí la importancia de destacar algunas características que presenta el comercio global.



Concentración

Actualmente, el valor total de las exportaciones de mercancías supera los 10 billones de dólares, a los cuales deben sumarse otros 2 billones correspondientes al intercambio de servicios comerciales. Como se aprecia en el cuadro siguiente, una decena de países, con Alemania, EEUU y China a la cabeza, concentra casi el 60% del total.

 

Comercio de Mercancías. Año 2004 (miles de millones u$s)

  

Expor



%

Impor

%



Saldo

 

Alemania

910

10,0

730

8,0

180

 

Estados Unidos

820

9,0

1.520

16,7

-700

 

China

600

6,6

560

6,2

40

 

Japón

570

6,3

470

5,2

100

 

Francia

450

4,9

470

5,2

-20

 

Países Bajos

360

4,0

320

3,5

40

 

Italia

350

3,8

350

3,8

0

 

Reino Unido

350

3,8

470

5,2

-120

 

Canadá

320

3,5

280

3,1

40

 

Bélgica

310

3,4

290

3,2

20

 

10 Primeros países

5.040

55,4

5.460

60,0

 -420

 

Resto del Mundo

4.060

44,6

3.640

40,0

420

 

Total Mundial

9.100

100,0

9.100

100,0

0

Elaboración propia en base a datos de la Organización Mundial de Comercio

A su vez, en los últimos 25 años se han registrado importantes cambios en los flujos comerciales entre las grandes regiones y países. Mientras que la participación de Asia ha ido creciendo de forma sostenida (actualmente exporta la cuarta parte del total mundial) las de América del Sur y África han declinado y hoy no alcanzan al 3% del total. A nivel de países, Estados Unidos y Japón han disminuido su participación en las exportaciones globales del 12% al 9% y del 9% al 6%, respectivamente. Europa es la excepción, ya que su participación se ha mantenido constante en cerca del 45% del total mundial.

Integración

El desarrollo de regiones conformadas por países que han suscripto acuerdos de integración también ha producido sustanciales cambios en los flujos comerciales, como se observa en el cuadro siguiente. En el caso de la Unión Europea y del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (NAFTA) el intercambio de bienes al interior de la zona supera con creces al que se realiza con terceros países. No ocurre lo mismo en la ASEAN , el Mercosur y la Comunidad Andina , cuyas ventas se siguen destinando principalmente a mercados extrazona.

 

Exportaciones de bienes por acuerdos de integración. Año 2004

 

(en miles de millones de u$s)

 
  

Intrazona

Extrazona

Total

 

Unión Europea (25)

2.500

1.200

3.700

 

NAFTA (3)

740

600

1.340

 

ASEAN (10)

130

420

550

 

MERCOSUR (4)

20

120

140

 

Comunidad Andina (5)

7

70

77

 

TOTAL

3.400

2.410

5.810

Desequilibrios

Existen fuertes asimetrías en el intercambio provocadas, principalmente, por el creciente desequilibrio de la balanza comercial de Estados Unidos. Como se muestra en el cuadro, en el año 2004 ese déficit alcanzó los 700 mil millones de dólares, la mitad del cual se originó en el comercio con los países asiáticos.

Saldo del intercambio comercial por regiones. Año 2004 (en miles de millones u$s)

 

UE

EEUU

Asia

Resto

Total

Unión Europea (25)

 

+120

-120

+100

+100

Estados Unidos

-120

 

-350

-230

-700

Asia

+120

+350

 

-170

+300

Resto del Mundo

-100

+230

+170

 

+300

Elaboración propia en base a datos de la Organización Mundial de Comercio

La persistencia de estos desequilibrios y, más concretamente, el sostenido incremento de las importaciones norteamericanas y la lenta evolución de su sector exportador constituyen una de las principales preocupaciones para la estabilidad del sistema económico mundial.

Sectores

Los productos industrializados tienen una importancia creciente en el comercio mundial. En los últimos 50 años el volumen de manufacturas exportadas se multiplicó por 50, mientras que el de combustibles y minerales lo hizo 9 veces y los productos agrícolas sólo 7. Actualmente las manufacturas absorben las tres cuartas partes del valor del intercambio total, destacando la participación de productos químicos, equipos de transporte y elementos para oficinas y comunicaciones.

Comercio mundial por sectores. Año 2004 (en %)

  

%

 

Productos Agrícolas

9,0

 

Combustibles y Minerales

15,0

 

Manufacturas

76,0

A título de reflexión

Argentina ha ido perdiendo peso en el comercio global, al igual que otros países exportadores de materias primas. Sus exportaciones representan hoy sólo el 0.4% del total mundial, cuatro veces menos que hace 50 años. Esto debería ser una señal de atención sobre la falta de dinamismo del sector industrial, ya que el perfil exportador del país es un espejo de la situación productiva. Indudablemente, Argentina debe aprovechar sus ventajas naturales y estimular el desarrollo del sector agropecuario, pero ello no es suficiente. El país tiene las condiciones necesarias para impulsar un moderno proceso de industrialización y aprovechar la expansión del comercio mundial de la mano de las exportaciones de productos manufacturados. Para ello se requiere inteligencia y voluntad.

Alberto Pontoni. Mayo 2006

Contribuciones Patronales

La proliferación de regímenes mediante los cuales se obliga a los contribuyentes a retener o percibir impuestos o contribuciones de terceros, da lugar a numerosas dudas, por lo que brevemente exponemos a continuación las distintas obligaciones vigentes con indicación de la norma que le da origen.


CONTRIBUCIONES PATRONALES DE EMPRESAS DE SERVICIOS EVENTUALES

(RG DGI 3983).

Las empresas que ocupan trabajadores contratados a través de las prestadoras de servicios eventuales deben retener al abonar la factura respectiva, la totalidad de las contribuciones que correspondan al personal ocupado en tales condiciones. La retención comprende la totalidad de las contribuciones al SUSS con excepción de la que corresponde al Régimen de Asignaciones Familiares. En la factura de la empresa de servicios eventuales debe venir discriminado el importe correspondiente a los sueldos del trabajador, monto sobre el cual procede la retención. En caso de no haberse discriminado tal monto, la misma procede sobre el total facturado.



CONTRIBUCIONES PATRONALES DE EMPRESAS CONSTRUCTORAS, CONTRATISTAS Y SUBCONTRATISTAS

(RG DGI 4052)

Son agentes de retención tanto las personas físicas como jurídicas, UTE u otras asociaciones que actúen como locatarios/as en obras públicas o privadas. La retención comprende le monto destinado al SUSS y para determinarlo hay que recurrir a la tabla anexa a la RG 4052, con las dismuniciones que correspondieren de acuerdo con la radicación y el encuadre de la obra. Al momento del pago de la factura corresponderá la retención sobre el valor neto de IVA


CONTRIBUCIONES PATRONALES DE LOS PRESTADORES DE SERVICIOS DE LIMPIEZA DE INMUEBLES

(RG AFIP 1556)

Son sujetos obligados quienes contraten o subcontraten tales servicios, y el monto a retener es el 6% del pago neto de IVA:

CONTRIBUCIÓN DE LA LEY 24.700 (VALES ALIMENTARIOS Y/O CAJAS DE ALIMENTOS). RÉGIMEN DE PERCEPCIÓN

(RG AFIP 1557)

La percepción correrá por cuenta de las empresas que entreguen vales alimentarios o cajas de alimentos, sobre el valor consignado en tales elementos emitidos y entregados. La tasa a percibir es del 14% del importe nominal consignado.

TRABAJADORES AUTÓNOMOS. CATEGORÍAS “D”, “E” O SUPERIOR

(RG AFIP 1709)

Son pasibles de retención de los aportes los directores, administradores y en general conductores de sociedades, y son responsables de la misma las propias sociedades comerciales o civiles a quienes dirijan o representen. La retención procede en oportunidad de cada pago a tales personas en concepto de adelantos de honorarios o retribuciones no asignados, o por el pago de contraprestaciones por el desempeño de funciones técnico administrativas o de otra índole, desde el 1º de enero de cada año y siempre y cuando tales responsables no demuestren fehacientemente haber abonado ellos las cifras correspondientes.

APORTES PESONALES Y CONTRIBUCIONES PATRONALES DE JUGADORES DE FÚTBOL, CUERPO MÉDICO, TÉCNICO Y AUXILIARES DE PLANTELES PROFESIONALES Y PERSONAL DEPENDIENTE

(RG AFIP 1590). RÉGIMEN DE PERCEPCIÒN

El responsable obligado es la Asociación del Fútbol Argentino y el régimen funciona aplicando un 2% sobre los derechos de televisación y otro tanto sobre la recaudación por la venta de entradas y transferencias de jugadores. Es decir que se trata de un régimen sustituto, de manera que no origina saldos a favor o en contra ya que no es preciso determinar cuánto hubiera correspondido aportar o contribuir sobre las remuneraciones efectivamente pagadas.

APORTES PERSONALES Y CONTRIBUCIONES PATRONALES POR EL DESARROLLO DE LA ACTIVIDAD TABACALERA EN LAS PROVINCIAS DE JUJUY Y SALTA. RÉGIMEN DE RETENCIÓN

(RG AFIP 1727)

La responsabilidad recae sobre los administradores del Fondo Nacional del Tabaco de las provincias citadas y la tasa es el 10% del “complemento de precio” a productores de tabaco que sean empleadores.

CONTRIBUCIONES PATRONALES EN LOS SERVICIOS DE INVESTIGACIÓN Y SEGURIDAD

(RG AFIP 1769). RÉGIMEN DE RETENCIÓN

Son responsables de esta retención quienes contraten o subcontraten los servicios de seguridad, y siempre y cuando el importe mensual abonado supere los $ 8.000.-. La tasa es del 6$ sobre el importe total facturado neto de IVA:

CONTRIBUCIONES PATRONALES EN LAS VENTAS , LOCACIONES Y PRESTACIONES DE SERVICIOS GRAVADOS CON IVA DE LA RG (AFIP) 18. SEGÚN LA RG (AFIP) 1784.

Son agentes de retención aquellas empresas específicamente designadas en la RG (AFIP) 18, es decir, la administración central de la nación y los entes autárquicos y descentralizados, los sujetos mencionados en la nómina respectiva y los exportadores en iguales condiciones. También ciertos sujetos que se dediquen a la compra de caña de azucar o de algodón. Corresponde retener el 2% sobre el precio gravado a sujetos empleadores inscriptos en el IVA.

COTIZACIÓN FIJA A PEQUEÑOS CONTRIBUYENTES AGROPECUARIOS EVENTUALES

(RG AFIP 1792). RÉGIMEN DE RETENCIÓN

El primer adquirente inscripto en IVA (acopiadores, consignatarios, cooperativas, inermediarios, etc y también el Estado nacional, provincial o municipal) La tasa aplicable es el 5% sobre cada pago que se efectúe a estos contribuyentes eventuales.

COTIZACIÓN FIJA E IMPUESTO INTEGRADO DE LOS ASOCIADOS A COOPERATIVAS DE TRABAJO

(RG AFIP 1819)

Son sujetos obligados las cooperativas de trabajo y se aplica a los asociados monotributistas o monotributistas sociales. El monto es la cotización fija desde el 1º de enero de cada año tanto del monto para el sistema de seguridad social como el impuesto integrado, hasta el momento del retorno o adelanto de éste. En el caso de asociados pequeño contribuyente eventual: el 5% sobre el monto pagado.

AUTÓNOMO CATEGORÍA “A” PRODUCTOR AGROPECUARIO O FORESTAL (RÉGIMEN DE APORTE OPCIONAL) RETENCIÓN

(RG DGI 3935)

Son sujetos responsables de practicar la retención tanto los acopiadores como la industria elaboradora y/o primer adquirente, y la tasa es del 1,5% sobre el importe bruto del precio de compra.

Hasta aquí, la breve reseña de los regímenes vigentes. Si bien algunos de ellos son decididamente muy específicos, es conveniente tenerlos presente ante cualquier eventualidad que pudiera vincularnos a ellos.

Buenos Aires, 18 de mayo de 2006

HÉCTOR BLAS TRILLO

Economía y tributación

Godoy Cruz 2870 – 1425 Buenos Aires

(011) 4776-1732 (011) 154-4718968

Desigualdad en Estados Unidos

En las últimas décadas se ha venido acentuando la desigualdad y la exclusión en el mundo. Cada vez es mayor la brecha entre países industrializados y en desarrollo como así también la diferencia entre pobres y ricos al interior de las naciones. Las consecuencias de esta situación son múltiples y ya se están produciendo importantes cambios en la dinámica económica, la estructura social y la participación política. La presente nota se encuentra centrada en el análisis de la situación en la principal potencia mundial, los Estados Unidos.

La nota esta inspirada o toma citas seleccionadas del artículo de P. Krugman “EEUU: todo para los más ricos

Una de las características de la gran expansión económica norteamericana, que abarca gran parte del siglo XIX y llega hasta la crisis de 1929, fue el surgimiento de una poderosa clase de magnates que vivía en grandes palacios, contaba con ejércitos de criados y despilfarraba fortunas. Eran los excéntricos ricos de la llamada Edad de Oro de los Estados Unidos.



El surgimiento de una nueva conciencia social en los sectores trabajadores, sumado a la aparición de la Unión Soviética , el colapso del 29 y la Segunda Guerra Mundial obligaron a resignar privilegios y cambiar aquel modo de vida de los Estados Unidos.

Las políticas keynesianas implementadas para salir de la gran crisis ( New Deal ) así como las seguidas durante las décadas del 50 y del 60 estaban inspiradas en la idea que el incremento en el ingreso de los trabajadores era un factor sustancial del crecimiento económico y que el Estado tenía un rol clave promoviendo la redistribución de ingresos a través de impuestos y transferencias. Los Estados Unidos se convirtió en el modelo y paraíso de las clases medias. Las enormes desigualdades de ingresos disminuyeron y las manifestaciones ofensivas de riqueza desaparecieron.

A partir de la década del 70 el proceso comienza a revertirse aumentando la concentración de ingresos y riqueza. Una expresión de esa desigualdad reside en el hecho que actualmente las 13.000 familias más ricas de Estados Unidos disponen de un ingreso equivalente al de los 4 millones de hogares más pobres.



¿Qué sucedió en los Estados Unidos?

Sencillamente, que en los últimos 30 años casi todo el aumento de productividad de la economía norteamericana fue a terminar en los bolsillos de los más ricos. Expresión de ello es el hecho que los ingresos netos (deducidos impuestos) del 1% de las familias más ricas crecieron casi 160 veces entre 1980 y el 2000, mientras que para las familias típicas de clase media la mejora fue de sólo un 10%, según un estudio de la Oficina de Presupuestos del Congreso de Estados Unidos.

¿Qué factores permitieron esta reversión del proceso favoreciendo el aumento de la desigualdad y una mayor concentración de los ingresos en los Estados Unidos?

Existen diferentes interpretaciones al respecto pero lo que resulta claro es que ha habido un sustancial cambio en las normas de comportamiento de las dirigencias respecto del compromiso social y la valoración de la equidad. Para el Prof. Krugman el New Deal tuvo un profundo impacto en la sociedad norteamericana al imponer normas de relativa equidad en las retribuciones, propiciando el surgimiento de amplias capas de clases medias.

Incluso señala que en los años 60 las grandes compañías norteamericanas “actuaban más como repúblicas socialistas que como despiadadas empresas capitalistas y sus máximos directivos se comportaban más como burócratas guiados por el bien común que como capitanes de negocios”.



Ese compromiso social del sector empresarial es, justamente, lo que se ha ido diluyendo. Un claro ejemplo de ello es lo sucedido en materia de retribuciones. Mientras que el salario promedio, medido en moneda constante, se incrementó en las últimas tres décadas en sólo un 10% la retribución media de los principales ejecutivos se multiplicó 30 veces. La brecha entre ambos pasó de 40 a 1000 veces.

Actualmente, el ingreso medio de un trabajador norteamericano ronda los 42 mil dólares/año mientras que el de la elite de los 100 ejecutivos mejor pagados supera los 40 millones de dólares/año, casi mil veces más.

Hay quienes justifican esos pagos millonarios por el talento y aportes que esos dirigentes realizan en sus empresas. Para Krugman, la auténtica razón por la que los directivos están tan bien pagados es porque son ellos los que designan a los miembros del consejo de administración que fija sus retribuciones y son ellos los que controlan muchas de las extraordinarias prebendas que los consejeros confían en recibir. “No es la invisible mano del mercado la que guía estos ingresos monumentales de los directivos sino el invisible apretón de manos de la sala de reuniones del consejo”.

¿Por qué antes no se les pagaba a los altos ejecutivos de los Estados Unidos con la misma generosidad?

Para Krugman se trata de una cuestión de cultura empresarial. Para la generación posterior a la Segunda Guerra Mundial, el miedo al escándalo mantenía bajo un permanente control los salarios de los directivos. Ahora, eso ya no interesa. En otras palabras: la explosión de los sueldos de los ejecutivos representa un cambio social más que una acción de las fuerzas estrictamente económicas de la oferta y demanda. “No deberíamos considerar este hecho como una tendencia del mercado, sino como algo más parecido a la revolución sexual de los 60, una nueva permisividad, aunque en este caso sea financiera en lugar de sexual”.

La democracia de los Estados Unidos amenazada

En la década del 20 Estados Unidos era una nación en la que los más grandes privilegios convivían en agudo contraste con la más absoluta miseria. Era asimismo una nación en la que el Gobierno tendía a servir los intereses de los privilegiados y a hacer la vista gorda ante las aspiraciones de las personas corrientes. Las actuales desigualdades de ingresos han retrotraído la situación a los niveles de aquellos años.

Para Krugman, la riqueza heredada no juega ya un papel decisivo, pero es posible que pueda volver a crearse una clase privilegiada y esta nueva clase, igual que aquella de la Edad de Oro, llegar a ejercer un poder político enorme. “Resulta demasiado fácil contemplar cómo nos vamos convirtiendo en un país donde lo mejor se reserva para aquellos que tienen buenos contactos; un país en el que el ciudadano medio ve pocas posibilidades de progresar; un país en el que el compromiso político no parece tener sentido porque, en último término, son siempre los intereses de la clase privilegiada los que quedan bien servidos”.

Krugman termina su artículo parafraseando a otro autor, Kevin Phillips, quien señala que “toda democracia debe afrontar su renovación mediante una revivificación de la política, o serán los sectores privilegiados quienes terminarán consolidando un régimen diferente y menos democrático, conocido como plutocracia”.

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